domingo, 18 de febrero de 2024

 

ARGENTINA                   INDEXADA

¿Qué significa una economía de ajuste?, ¿Realmente el presidente Javier Milei y su ministro Luis Caputo están ajustando a la casta o es solo parte de una argucia para engañar a todos?

 

Por Dany Smith

Que no se ha dicho ya de lo que el mundo conoce de este país. Sacando todo lo que tiene que ver con sus maravillosos paisajes y la cordialidad de su gente, no hay nada nuevo que los gobiernos y los organismos internacionales alrededor del mundo no sepan. Argentina sigue siendo un sitio de incertidumbre político-económica, una plaza de grandes oportunidades solamente para los intereses extranjeros. Pero ¿Por qué sucede esto?

La farsa de la democracia occidental se esta derrumbando y con ella todo el sistema político-financiero que la sostiene. Hoy toda la economía internacional se halla bajo un severo proceso de ajuste que revela una profunda crisis que más allá de las consecuencias por el “Covid”, surgió del impulso belicista de Washington y la OTAN en Ucrania y que hoy afecta a las principales rutas comerciales del mundo.

Argentina no es una excepción en el mundo como los argentinos muchas veces creen. La crisis sistémica que afecta a la economía y al estado como actor que la administra en cada país es una cuestión global. Dentro de ella, va la clase política y los sectores dominantes de cada uno de los países que ya han abusado demasiado de sus pueblos. EEUU va a la cabeza de todo esto como el principal deformador y pervertidor de la democracia y es por ello que sus problemas domésticos como la inflación, la desocupación, el aumento de los precios y la desigualdad social son una realidad inocultable.

¿A no es solo en Argentina donde hay castas políticas? Si les sirve de consuelo, ciertamente no. Durante décadas EEUU fue el reglador del mundo pero, hoy eso ya estaría en discusión. Es la elite política en Washington la que ha hundido al país. En Europa actualmente la crisis arrecia sobre los políticos y sus gobernantes producto de sus pésimas políticas económicas que se ven complementadas por el obsecuente seguidismo al aventurerismo militar estadounidense ¿Acaso creían que la corrupción y la estupidez es una cuestión de los gobernantes de países emergentes o “tercermundistas”? No olvidemos que los europeos al perder el acceso al gas ruso -por el sabotaje a los gasoductos del Báltico-, trajo consigo el encarecimiento de los costos de producción, la reducción del volumen de energía disponible para calefacción y obligándoles a tener que depender de GNL siete veces más caro traído…desde EEUU.

Eso no lava las manos ni morigera la administración del actual presidente Javier Milei quien recordemos, llego al gobierno como un supuesto “outsider” de la política vendido como un producto de los medios. Más allá de que en realidad si tenía parte con algunos de los viejos personeros de esa “casta” (empleado de Daniel Scioli y vinculado con lo más recalcitrante del empresariado nacional), sus posicionamientos y decisiones en pleno de su ejercicio ya está hartando a una buena parte de quienes lo votaron.

Sus decisiones en la política económica están ahorcando a la población más desfavorecida sin que se vea que afecte a los grandes monopolios y a los poderosos empresarios que lo secundan. La inflación que sin dudas es una consecuencia de pésimas políticas económicas pasadas y en especial del gobierno de Alberto Fernández, hoy se trata de saldar con los bolsillos de los habitantes de a pie, licuando su propia moneda algo que obviamente repercute en las ganancias de sus pequeños y medianos empresarios. Ciertamente que el liberalismo de Milei es muy dudoso.

La indexación de los precios y las tarifas de los servicios ya es una realidad anunciada por el gobierno y si bien hay un desfasaje producto de las políticas demagógicas y derrochadoras de la ex presidenta Cristina Fernández y su monigote “Alberto”, la vertiginosidad con que se han comenzado a aplicar estas medidas no permite que los sectores más bajos puedan hacer pie y simplemente caigan en el fondo del abismo ¿Cómo reactivar la producción entonces?

Así es la Argentina, como un péndulo. Pasa en un momento de la euforia a la depresión, de la severidad de gobiernos dictatoriales a la anomia de las demagogias civiles y populismos delirantes y siempre, con los mismos personajes reciclados.

En el medio de este gran marasmo vemos la ausencia de aquellos responsables y que hoy con sus culos en las bancas del Congreso se presentan como opositores. Ni los “peronistas” (algo que no existe), ni los radicales (que tampoco existen), ni los izquierdistas ni cualquier otra denominación de fantasía que en este país los políticos se cuelgan a conveniencia, tiene una respuesta alternativa para esto. El silencio de estos es ensordecedor y ¿Por qué creen que será eso? Pues, por el simple hecho de que ellos son en una gran parte, los responsables de toda esta situación ¿Dónde están Massa, la misma CFK, sus ruidosos militantes de “La Campora” o la sincretista Elisa Carrió y todos esos que clamaban ser los defensores del pueblo?

¿Dónde están esos regordetes sindicalistas que no hicieron nada durante la anterior administración? De seguro están calculando los riesgos y las ventajas que pueden sacar de esta situación ya que, al no haber plata, poco es el incentivo.

En cuanto a la posición en política exterior de Milei decir que es peligrosa es suave. En este campo Milei no tiene previsto ningún ajuste. Su parcialidad ligada a sus convicciones religiosas no debiera primar sobre la realidad política ya que él es el administrador de un estado que representa a 40 millones de argentinos de toda clase de creencias. Tomar la versión israelí ignorando a la posición palestina de lo que sucede en Gaza es cuando menos poco serio. Al parecer y por sus promesas a Netanyahu no habría problemas en los gastos para agradar a Israel.

Al mismo tiempo vemos que esta decidido a profundizar esa visión pro-atlantista y abiertamente sionista, proporcionando ayuda material a Kiev con lo cual llevará al país por callejones oscuros de donde no sabrá cómo salir. En este sentido, la donación de dos helicópteros “MI-MI 17” de fabricación rusa y un “Chinook” de la Fuerza Aérea a Ucrania -que seguramente serán derribados en breve- no solo es una provocación sino, una muestra de gran estupidez cuando sus Fuerzas Armadas se hallan sin equipamiento.

Va quedando claro quienes son lo que se ajustarán en este país y quiénes pese a que (supuestamente) “no hay plata”, seguirán beneficiándose del rebaño de ovejas que parece ser el pueblo argentino.

 

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