LA ESTAFA
¿Por qué el gobierno de Javier Milei y Cía será una gran desilusión
para la mayoría de los argentinos? Cuando
se trabaja por una geopolítica en favor de otros intereses
Por
Javier B. Dal
Por estas horas muchos argentinos que creyeron en el personaje que hoy
les gobierna, se dan por estafados por muchas inconsecuencias entre lo que
prometió y lo que está tratando de imponer como políticas de estado. Muchos
puntos de la fracasada ley ómnibus habían sido vetados y aunque ello no parecía
cambiar el espíritu de la misma, no alcanzaba para una refundación verdadera
del estado-nación. Ahora todos se están preguntando ¿Qué sucederá?
El cambio
que Milei y Cia están tratando de instaurar no solo vaciará de la poca
soberanía que ya tiene el país, sino que lo comprometerá con oscuras agendas y peligrosos
capitales especulativos los cuales sin dudarlo, se harán dueños del territorio
y de sus recursos.
En cuanto a
su alineamiento geopolítico (muy vinculado a lo anterior), será cuestión de
tiempo para ver las consecuencias de ello. En el caso de Israel, traerá consigo
una necesaria y álgida discusión sobre las relaciones con un estado que
comprobadamente ha llevado adelante un genocidio contra la población palestina (incluyendo
el hallazgo de fosas comunes en Gaza), destruye deliberadamente las oficinas de
la UNWRA para extender la hambruna en la población de la franja e incluso
algunos de sus funcionarios como Brian Mast avalan el asesinato de niños y
bebes palestinos. Semejante alineamiento dista mucho de la moralidad y
divinidad con la que el aspirante a judío suele hablar.
Para peor y
en ese plan, uno de los puntos previstos en la ley para reformar el estado está
la de permitir el ingreso de tropas extranjeras sin la intervención del
Congreso ¿Y de quiénes creen que serán esas tropas? Así es. Ya no es un secreto
la presencia de asesores militares y de inteligencia israelíes en las fuerzas
policiales de la ciudad autónoma y de la nación y mucho menos la influencia de
Washington en las remociones y designación de generales en las FFAA ¿Cuántos de
esos tipos tienen las manos impregnadas de sangre palestina?, ¿Asesoraran a los
efectivos argentinos sobre cómo torturar y matar con eficacia?
Y si eso no
alcanza, próximamente para mayo ya está previsto la llegada al puerto de Buenos
Aires del portaaviones “USS George Washington”, quizás como prólogo en los
planes de meter a la Argentina en alguno de los frentes de guerra abiertos en
el Mar Rojo o el Mediterráneo. Quien esta muy interesado en participar de estos
planes es el actual e insulso ministro de defensa Luís Petri, muy entusiasta
con la idea (que obviamente le soplaron) de que los militares argentinos
participen en operaciones bajo el comando estadounidense o israelí.
Esto no hay
que entenderlo como un apoyo político a Milei y al sequito anglófilo-sionista
que lo sigue sino, una inversión estratégica que hace Washington en un intento
por cooptar y reconfigurar un estado descalabrado y que una vez reestructurado
(a conveniencia de sus intereses), quien lo controle lo tendrá a su servicio. Esto
es algo que los votantes de Milei por ignorancia o conveniencia no quieren ver.
Pero
también hay una crisis moral muy profunda en el seno de la sociedad argentina
especialmente entre la gente y sus dirigentes que es más amplia que muchos no quieren
aceptar. Los medios son quizá los principales cieguitos de esta realidad solo
que ellos están movilizados por fuertes incentivos para aplacar esto dado que, ellos
viven del negocio político que descaradamente llaman “democracia” y que no
tiene nada que ver con el verdadero respeto a la institucionalidad y el desarrollo
del país. Tal como sus homónimos de los emporios mediáticos angloestadounidenses
los empresarios locales ante todo quieren proteger al sistema que les da de
comer y nada más.
Milei que
no es liberal en el sentido clásico, solo busca transpolar una versión extrema
de la ultraderecha económica con rasgos mesiánicos de una épica inspirada en la
secta jasídica de pederastas a la cual adscribe con base en New York.
En
Argentina hace décadas que no existen ideologías. Los partidos que existen solo
son sellos de goma que hace tiempo no representan a nadie. Cuando se habla de
peronistas, radicales o liberales solo son etiquetas que se despegan y cambian en
cada político a conveniencia del momento. Tal vez los únicos que conserven algo
de ideología sea la denominada “izquierda” pero, tienen el particular defecto
de ser anquilosada y nada creativa. Lo único que existe en la clase política es
el oportunismo y el cinismo con los cuales los políticos y los empresarios de
medios se acomodan al momento y la realidad imperante.
Mientras los
políticos escenifican peleas y discusiones en el Congreso, su abúlica población
mira con pasividad asombrosa como les aumentan los impuestos de servicios
muchas veces defectuosos e ineficientes, se escapa la brecha cambiaria, los
combustibles continúan aumentando y los precios de los alimentos más básicos
como son el pan y la fruta tocan techos escandalosos producto de la inflación y
de la llamada viveza criolla que con tanta costumbre los empresarios usan para
no perder sus márgenes de ganancias.
Fue Milei
quien dijo “me corto un brazo antes de aumentar un impuesto” y hoy está
haciendo lo contrario, lo vemos con las retenciones a la importación. Pero para
tapar estas opacidades allí están los medios para maquillarlas o para distraer
a la gente con programas conducidos por dinosaurios y meretrices que han estado
con todos y con nadie al mismo tiempo.
Y mientras
los ciudadanos se distraen con estas banalidades y se ventajean unos a otros
con chicanas, los asuntos del estado van por otro carril sin darse cuenta que sus
gobernantes (Milei y la casta política que tanto criticó) están comprometiendo
su futuro y el de sus nietos. Las “fuerzas del cielo” de las que habla el
presidente no son otra cosa que las del mercado (en especial el financiero) y
como bien sabemos, nada tiene de divinidad y la moral que supone querer
impartir con su adscripción confesional, cuando menos es muy discutible a la
luz de quienes son sus inspiradores ideológico-espirituales.
Tal vez sin
advertirlo o tal vez ciego por el mesianismo que lo posee, Milei llevará al
país a una dimensión mucho más riesgosa de la que la administración neoliberal
menemista comprometió en la década de los noventas. El mundo real de hoy es
mucho más rápido, peligroso e inestable que el de hace treinta años atrás y eso
lo estamos viendo con lo que sucede en Ucrania y el Medio Oriente con lo cual
tomar decisiones viscerales en esto es cuando menos que irresponsable.
Milei va en
sentido contrario a la necesidad de fortalecer al país tanto en el amplio sentido
político como moral. Volver al vasallaje con EEUU y ahora más estrechamente (de
lo que Macri pudo) con el estado de Israel (interesado en las reformas
legislativas para defensa e inteligencia) comprometido con los peores crímenes
de guerra y lesa humanidad contra toda la población palestina no traerá
prosperidad. Hasta apenas unos meses antes de que Milei asumiera su presidencia
la Argentina se jactaba de su tradición de lucha por los derechos humanos y
ahora ¿Qué sucedió?, ¿Dónde están los luchadores ante semejantes aberraciones?
Por estas
horas Milei y su comitiva ya se hallan en Jerusalem mostrando su inexcusable
obsecuencia con el régimen de Tel Aviv y una parcialidad con lo que realmente
sucede allí y que no empezó el 7 de octubre pasado.
Aquí todos
tienen responsabilidad. No solo Milei y su gente han engañado a sus electores. Los
políticos que se dicen de la oposición y en particular los del gobierno
anterior participan en el engaño y quienes operan para que ese engaño se
extienda a cada hogar argentino son los medios (producidos por fondos
financieros ligados externamente), los grandes embusteros que siempre han
jugado un papel estratégico con todos los gobiernos en el control de la población.
No hay que
olvidar que Javier Milei es el producto en parte de estos mismos medios y ya
conocemos el nefasto papel que cumplen en occidente.
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