lunes, 5 de febrero de 2024

 

ESTADOS UNIDOS IMPLOSIONA

Un país dividido no puede ser otra cosa que una desgracia en puerta


Por Dany Smith

Hace ya tiempo que “América” dejo de ser grande parafraseando a Donald Trump, un personaje tan temido y odiado por el establecimiento norteamericano que muy posiblemente regrese a La Casa Blanca. Quien lo puso en el estado que se halla no fue precisamente este empresario rubio. Es el actual inquilino de La Casa Blanca el principal responsable de la crisis sistémica que está produciéndose dentro de la Unión y que por una supuesta “invasión” de migrantes muy posiblemente lleve a un enfrentamiento interno.

Desde la asunción de los demócratas, el manejo de la política interna ha sido en cierto sentido, similar a la del doble rasero con el que se direccionan los asuntos exteriores. Biden y sus partidarios han tratado de mostrarse como los buenos del sistema alivianando la política migratoria sin más interés que el de maquillar una crítica situación económica interna cada vez más inestable.

Pareciera un contrasentido y en cierto sentido una estupidez, pero Biden lo que ha tratado de hacer es ganarse el voto de una gran comunidad de hispanos que ha venido creciendo con la flexibilidad administrativa promovida desde el gobierno federal, pero perjudicando al mismo tiempo al norteamericano medio.

Esto ha llevado al levantamiento de los sectores ultraderechistas estadounidenses (entre los que se hallan supremacistas denominados el “Ejército de Dios”), representativos del llamado “nacionalismo cristiano” (entendido en el sentido puritano anglicano) quienes encabezados por el gobernador de Texas Greg Abbott, podría llevar a un enfrentamiento armado entre la Guardia de Texas y las fuerzas policiales del sur y las tropas federales.

Esto como era de esperar esta siendo capitalizado por Trump quien ya ha prometido que dejara de dilapidar el dinero de los contribuyentes en agendas demagógicas como la migratoria y especialmente, en guerras interminables que han vuelto más débil al país.

Algo que no debemos olvidar que quien dio inicio a estas políticas migratorias fue la administración de Obama, en la cual Biden era el vicepresidente entonces ¿De qué debemos sorprendernos ahora?

Joe Biden no solo es el precursor del descalabro de las políticas provincianas dentro de su país sino también de encender nuevos conflictos que han empujado a los EEUU al borde de un precipicio que podría representarse en una cada vez más posible III gran guerra. Si algo ha demostrado ser bueno, es organizar crímenes masivos a los que solemos conocer como guerras.

Si lo vemos con una perspectiva histórica, Biden no ha sido muy diferente a Bush y mucho menos a Obama dado que cada uno de ellos hicieron grandes aportes para la actual inestabilidad global. Desde estas consideraciones podríamos preguntar ¿Cuánto margen tiene Washington para sermonear al mundo sobre democracia, valores y respeto a los derechos humanos?

En la actual crisis por la descontrolada política migratoria que ha levantado a Texas como un estado que se revela contra las demagógicas políticas federales, podría llevar a una indeseable guerra civil que ya se venía gestando desde hace más de una década alimentada por el creciente escepticismo del público norteamericano para con su dirigencia política más ocupada en el negocio electoral, llenar sus propios bolsillos con el dinero de impuestos y el lobbie para el financiamiento de guerras externas que en los problemas reales de sus ciudadanos.

Para peor, aquella política intervencionista en sitios como Siria e Iraq tras los eventos en la Palestina ocupada del 7 de octubre del 2023 ha llegado a un punto de inflexión dejando entrever a los burócratas en Washington que sus tropas ya no están seguras en sus bases y lo peor, es que el supuesto escarmiento que Biden ordenó hace unos días atrás con los bombardeos a grupos “pro-iraníes” en Siria e Iraq no han atemorizado a las fuerzas del eje de la resistencia islámica que no detendrá sus acciones hasta tanto Israel detenga las masacres que sigue cometiendo sobre la población palestina y se retire de la Franja de Gaza. 

Es posible que Biden este tratando de desviar la atención de su caos interno agravando la situación en el Medio Oriente, pero si es así no le servirá de nada. Si eso es una estrategia electoral para tratar de repuntar en sus intenciones para ser reelegido que alguien le avise que va por el camino equivocado.

Al parecer Biden esta rodeado de incompetentes o quizá más bien de malintencionados o más seguro, de psicópatas que aman la guerra ya que no se puede entender como no le aconsejaron que es una torpeza abrir al mismo tiempo muchos frentes de guerra. Nos parece que la tercera opción es la correcta ya que son los neoconservadores y los sionistas sus principales consejeros.

A pesar de que Trump es otro consagrado sionista, sus formas y planes para redireccionar el dinero que aquellos necesitan para financiar la política exterior para favorecer a Israel es muy difícil de controlar ya que, como se vio en su presidencia, con esa personalidad estridente que lo destaca y su boca incontrolable tiene el particular talento de generar controversias y enfrentamientos a todo nivel incluso, dentro del espectro de los Lobbies sionistas y de sus propios funcionarios.

En cuanto a Biden, tiene un pie afuera de La Casa Blanca y con este desafío de Texas y otros 25 estados que secundan la posición de Abbott el desmoronamiento de la Unión esta a la vuelta de la esquina. 

 

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