ESTADOS UNIDOS IMPLOSIONA
Un país dividido no puede ser otra cosa que una desgracia en puerta
Por
Dany Smith
Hace ya tiempo que “América” dejo de ser grande parafraseando a Donald
Trump, un personaje tan temido y odiado por el establecimiento norteamericano
que muy posiblemente regrese a La Casa Blanca. Quien lo puso en el estado que
se halla no fue precisamente este empresario rubio. Es el actual inquilino de
La Casa Blanca el principal responsable de la crisis sistémica que está
produciéndose dentro de la Unión y que por una supuesta “invasión” de migrantes
muy posiblemente lleve a un enfrentamiento interno.
Desde la
asunción de los demócratas, el manejo de la política interna ha sido en cierto
sentido, similar a la del doble rasero con el que se direccionan los asuntos
exteriores. Biden y sus partidarios han tratado de mostrarse como los buenos
del sistema alivianando la política migratoria sin más interés que el de
maquillar una crítica situación económica interna cada vez más inestable.
Pareciera
un contrasentido y en cierto sentido una estupidez, pero Biden lo que ha
tratado de hacer es ganarse el voto de una gran comunidad de hispanos que ha
venido creciendo con la flexibilidad administrativa promovida desde el gobierno
federal, pero perjudicando al mismo tiempo al norteamericano medio.
Esto ha
llevado al levantamiento de los sectores ultraderechistas estadounidenses
(entre los que se hallan supremacistas denominados el “Ejército de Dios”),
representativos del llamado “nacionalismo cristiano” (entendido en el sentido
puritano anglicano) quienes encabezados por el gobernador de Texas Greg Abbott,
podría llevar a un enfrentamiento armado entre la Guardia de Texas y las
fuerzas policiales del sur y las tropas federales.
Esto como
era de esperar esta siendo capitalizado por Trump quien ya ha prometido que
dejara de dilapidar el dinero de los contribuyentes en agendas demagógicas como
la migratoria y especialmente, en guerras interminables que han vuelto más
débil al país.
Algo que no
debemos olvidar que quien dio inicio a estas políticas migratorias fue la
administración de Obama, en la cual Biden era el vicepresidente entonces ¿De
qué debemos sorprendernos ahora?
Joe Biden
no solo es el precursor del descalabro de las políticas provincianas dentro de
su país sino también de encender nuevos conflictos que han empujado a los EEUU
al borde de un precipicio que podría representarse en una cada vez más posible
III gran guerra. Si algo ha demostrado ser bueno, es organizar crímenes masivos
a los que solemos conocer como guerras.
Si lo vemos
con una perspectiva histórica, Biden no ha sido muy diferente a Bush y mucho
menos a Obama dado que cada uno de ellos hicieron grandes aportes para la
actual inestabilidad global. Desde estas consideraciones podríamos preguntar
¿Cuánto margen tiene Washington para sermonear al mundo sobre democracia,
valores y respeto a los derechos humanos?
En la
actual crisis por la descontrolada política migratoria que ha levantado a Texas
como un estado que se revela contra las demagógicas políticas federales, podría
llevar a una indeseable guerra civil que ya se venía gestando desde hace más de
una década alimentada por el creciente escepticismo del público norteamericano
para con su dirigencia política más ocupada en el negocio electoral, llenar sus
propios bolsillos con el dinero de impuestos y el lobbie para el financiamiento
de guerras externas que en los problemas reales de sus ciudadanos.
Para peor,
aquella política intervencionista en sitios como Siria e Iraq tras los eventos en
la Palestina ocupada del 7 de octubre del 2023 ha llegado a un punto de
inflexión dejando entrever a los burócratas en Washington que sus tropas ya no
están seguras en sus bases y lo peor, es que el supuesto escarmiento que Biden
ordenó hace unos días atrás con los bombardeos a grupos “pro-iraníes” en Siria
e Iraq no han atemorizado a las fuerzas del eje de la resistencia islámica que
no detendrá sus acciones hasta tanto Israel detenga las masacres que sigue
cometiendo sobre la población palestina y se retire de la Franja de Gaza.
Es posible
que Biden este tratando de desviar la atención de su caos interno agravando la
situación en el Medio Oriente, pero si es así no le servirá de nada. Si eso es
una estrategia electoral para tratar de repuntar en sus intenciones para ser
reelegido que alguien le avise que va por el camino equivocado.
Al parecer
Biden esta rodeado de incompetentes o quizá más bien de malintencionados o más
seguro, de psicópatas que aman la guerra ya que no se puede entender como no le
aconsejaron que es una torpeza abrir al mismo tiempo muchos frentes de guerra.
Nos parece que la tercera opción es la correcta ya que son los neoconservadores
y los sionistas sus principales consejeros.
A pesar de
que Trump es otro consagrado sionista, sus formas y planes para redireccionar
el dinero que aquellos necesitan para financiar la política exterior para
favorecer a Israel es muy difícil de controlar ya que, como se vio en su
presidencia, con esa personalidad estridente que lo destaca y su boca
incontrolable tiene el particular talento de generar controversias y
enfrentamientos a todo nivel incluso, dentro del espectro de los Lobbies
sionistas y de sus propios funcionarios.
En cuanto a
Biden, tiene un pie afuera de La Casa Blanca y con este desafío de Texas y
otros 25 estados que secundan la posición de Abbott el desmoronamiento de la
Unión esta a la vuelta de la esquina.
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