sábado, 26 de diciembre de 2015

EN DEBATE


“NISMAN Y LA PISTA ISRAELÍ”

Por qué siguen los rodeos y las maniobras evasivas sobre la posibilidad de investigar una posible implicancia  israelí


A menos de un año de la muerte del fiscal Alberto Natalio Nisman, muy pocas certezas y muchas dudas, rodean las verdaderas causas y los reales ejecutores de esta intima ejecución. Recordando un poco los hechos, veremos que desde el inicio las idas y venidas fueron escandalosamente percibidas por la opinión pública que –y pese a las desprolijidades de las autoridades- intentaban ser maquilladas por los medios nacionales absolutamente desinformadores.

Tan solo unos minutos antes de que se encontrara el cuerpo sin vida del fiscal, un extraño personaje de origen israelí, comunicaba la novedad de que “Nisman estaba muerto”. Se trata del supuesto periodista  free lance llamado Damian Patcher que como señalaron algunos periodistas, sospechosamente se espantó súbitamente del país tras el hecho (1). Curiosamente este prematuro testigo de dicha muerte, no solo es israelí sino que además tras haber servido en el “Tshal” de las Fuerzas militares israelíes,  trabajaba para el Mossad usando la cubierta de periodista.

Es muy raro o mejor dicho muy sospechoso que un israelí, del Mossad, paseando por la ciudad de Buenos Aires, estuviera tan cerca y tan bien informado de lo que, hasta ese momento nadie más sabía. Pero a pesar de esta magnífica casualidad, los medios argentinos o mejor dicho, las grandes empresas desinformativas capitalinas y algunos de los autoproclamados “periodistas serios”, salieron inmediatamente a la palestra para desviar estas inconveniencias.

Y las señales siniestras no terminarían hasta el hallazgo de aquella “extraña mujer” incinerada y dejada en un parque, cercano al edificio del hecho. Para ese momento, ya se habían obtenido informaciones sobre los estrechos contactos del fiscal con agencias como la CIA y el Mossad, como con grupos de presión judío-americanos que en forma permanente buscaba complicar a Irán con los atentados en Buenos Aires.

Pero la sombra israelí ha asomado en cada una de las desgracias que acaecieron en la década de los noventas en Buenos Aires. Según habían informado algunas fuentes, antes de que explotara la AMIA en la mañana de Julio de 1994 todo el personal que ocupaba el edificio fue notificado para que saliera un rato antes de la deflagración. Algo similar había ocurrido en 1992 con la explosión de la Embajada en donde el “Shin Bet” –inteligencia interna israelí- había desalojado un tiempo antes las dependencias quedando un par de empleados de baja categoría que murieron sin remedio.

Para ambas ocasiones, se instaló la versión sobre la existencia de un “coche-bomba”-algo que no quiso ser corroborado por radares- y se instaló mediáticamente sin basamentos objetivos, como manera de argumentar la autoría de un grupo extremista islámico, recayendo las falsas acusaciones como recordamos, sobre  el “Hesbolla” libanés e “Irán” (2). A pesar de los poderosos esfuerzos por endilgarles a los musulmanes  locales estos crímenes y reescribir convenientemente la historia (3), muchos judíos de la comunidad no se lo creyeron.

Similares comportamientos se vieron en el atentado a las Torres Gemelas en 2001, cuando una semana antes de ese episodio, las oficinas, las bóvedas de seguridad y todo el material informático de empresas de ciudadanos judío-americanos y otros  de origen israelí, fue mudado de los edificios. Incluso en la misma mañana de ese ataque, las mismas oficinas estuvieron vacías simplemente porque los propietarios y los empleados de dichas firmas no concurrieron. Aunque este dato no se pudo corroborar sino unos años después por parte de investigadores independientes, lo cierto era que todos estos “afortunados” que no acudieron esa mañana a sus puestos en ambas torres, habrían sido advertidos previamente por el Mossad sobre un evento inminente.  Incluso, los mismos medios estadounidenses de la época, publicaron una muy curiosa noticia que hacía referencia a un grupo de sujetos –todo ellos israelíes- de una empresa de Mudanzas urbana, que ubicados desde un lugar donde se podía ver el humo aquella zona en New York, festejaban y reían mientras las torres caían (4)

Hace muy poco en aquel fatídico 13 de noviembre, una oleada de ataques coordinados sacudió la noche de París, rodeado de una serie de inconsecuencias (5) que inmediata y convenientemente fueron endilgados por los medios masivos al “terrorismo islámico”, especialmente sobre el mal llamado “Estado Islámico”. Lo particular de esto, fue que en horas de la mañana de ese mismo día, el jefe de seguridad de la Comunidad judía parisina había sido advertido desde Tel Aviv de la perpetración de un gran atentado terrorista (6). 

Unas horas más tarde, aquello se materializó sin que hubiera habido advertencias al público en general o las autoridades del Ministerio del Interior ratificaran dichas informaciones. Como se vería después, el hecho –sin la menor investigación- sirvió para argumentar que el “ISIS” había sido el responsable lo que justificó la intervención oficial de Francia –aliado europeo de Israel- en los bombardeos sobre Siria.

Pero volviendo al tema del asesinato del doble agente Nisman, las formas y la pulcritud del escenario donde se cometido el hecho, reflejaba la mano profesional de expertos en la muerte y ésta, no era cualquier muerte. 

Curiosamente el portal israelí “Debka-file”, en concordancia con el discurso del primer ministro Benjamín Netanyahu  direcciono las acusaciones a un agente iraní, una participación  que nunca fue corroborada. Viendo el panorama de quiénes son los que se benefician con este deceso, es fácil advertir  que tanto EEUU como Israel buscan usar la causa AMIA y ésta repentina secuela, como una excusa para imponer sus propias directivas en la región (7).

Según las pericias que se habían realizado sobre sus computadoras, las tareas del fiscal estaban siendo monitoreadas en tiempo real por el accionar de virus informáticos que, previamente insertados  reenviaban la información que ingresaba a su CPU a otra computadora en un piso en alguna parte de la ciudad de Buenos Aires. Claramente esto iba más allá de la satanizada SIDE o SI. El grado de complejidad de dichos programas espías y los virus utilizados, apuntan a especialistas estadounidenses e israelíes, quienes tienen además de la tecnología, agencias especializadas para la “guerra cibernética”.

Esta última observación es para despejar las dudas que se inmediatamente se sembraron por los medios locales, sobre el supuesto accionar de “los iraníes” o incluso de  comandos “venezolanos” y libretos peliculeros similares.  Revisando “todos” los hechos de la historia contemporánea, Irán tenía cero motivos para realizar un ataque semejante, tanto a la embajada como a la AMIA dado que entre Teherán y Buenos Aires estaban vigentes contratos desde la época de Alfonsín para la adquisición de armas y de un reactor experimental que por el mes de diciembre de 1991, en momentos de ser embarcado en una dársena del puerto de  Campana, fue retenido por presiones externas.

Incluso y pese a ese incidente, allá por 1993 Irán y la Argentina continuaron sus relaciones de intercambio comercial y tecnológico –pese al alineamiento automático de Menem- mediante la entrega a Teherán de uranio U-235 al 20% para propósitos medicinales.  Para 1996 y en medio de los trances de las crecientes presiones y acusaciones de Washington y Tel Aviv sobre la autoría iraní en los ataques de Buenos Aires, Argentina e Irán continuaron con las relaciones comerciales especialmente destinadas a la adquisición de aquel reactor experimental retenido a finales de 1991.

Por el contrario, para comienzos de la década de los noventa Israel estaba pasando por una severa crisis interna no solo por las continuas masacres contra los palestinos –que eran constatadas por la ONU-, sino también en el campo político, por la creciente pérdida de poder los ultraderechistas que veían como Yitzak Shamir  tras la conferencia de Madrid de octubre de 1991 llegaba a un acercamiento con los árabes, algo que para los sionistas era inaceptable. Pero si había algo que molestaba aún más a estos sectores, era la política laborista de Yitzak Rabin que buscaría concretar y ahondar dichos acercamientos que culminarían con los acuerdos de Oslo.

Otro dato a tener en cuenta y que vinculaba a la Argentina en aquel contexto, era la cooperación que había en materia nuclear con Irán lo que, era totalmente mal visto para el gobierno de Shamir y los sectores de la derecha más extrema quienes veían en la república Islámica al mentor de su más temible y duro enemigo, el “Hesbolla Libanés”.  ¿Y por qué del tan profundo odio a este movimiento de resistencia chiita? Pues, una de las respuestas más evidentes surgían de la continua imposibilidad de Tel Aviv, por  quebrar  a dicho movimiento tanto a nivel militar como en lo político. Desde que “Hesbolla” apareció en 1982 a Israel le fue imposible avanzar con sus ambiciones territoriales sobre el Líbano.

La circunstancialidad descripta sirve para tener en cuenta, que la geopolítica contemporánea ha tenido mucho que ver no solo en la producción de esos “atentados” sino también, en el conveniente desenlace del fiscal Nisman quien, tras el acuerdo entre Washington y Teherán por el asunto nuclear,  había quedado en “offside” y sus gestiones anti iraníes totalmente  fuera de lugar pero, eso no era de importancia para  los sectores que impulsaban desbancar el memorando de entendimiento. Viendo esto cualquiera podría preguntarse, ¿pudo haber habido algún choque de fuerzas entre agencias, grupos o sectores antagonistas dentro de alguna de ellas que se llevaron puesto a Nisman?

La verdad de lo que pudo haber ocurrido es tan común, que casi se podría decir que ha estado delante de la vista de los “investigadores”. Como el edificio donde ocurrió el hecho tenía un amplio dispositivo de cámaras que funcionaban pero que, curiosamente estuvieron apagadas en esa ocasión y los “custodios”  -pese a su función- refieren a no haber visto nada se pueden concluir dos cosas: Primero, los fantasmas no matan personas y segundo que quien lo hizo pudo pasar caminando con la total garantía de que “aquí nadie vería nada”. Entonces surge la pregunta ¿Cómo pudo ser eso? Y la respuesta es simple: dinero para comprar las voluntades y el silencio. Pero ¿cuáles habrían sido los motivos para semejante decisión? Una hipótesis puede ser, la del sacrificio del peón. Nisman como el doble agente que era, llegó a una instancia que valía más muerto que vivo y se lo ultimó.  

Un último dato a considerar es la situación del Memorando de entendimiento que en realidad, Teherán nunca no lo dio como viable e incluso tras la salida de Ajmadineyad  el  nuevo gobierno de Irán paso a otra etapa en la cual, tras el acuerdo firmado con Washington  aquel pedazo de papel perdió cualquier virtualidad.

Y por último volviendo a la muerte del fiscal, como se suele decir en los casos de ataques de “falsa bandera”, para entender cuáles serían los motivos ocultos tras las apariencias que cubren uno de estos crímenes, es “seguir la ruta del dinero” y que, recordemos, en el caso del fiscal Nisman tenía cuentas en New York y quién sabe dónde más a las cuales llegaban dólares de prominentes sionistas como el banquero Paul Singer y otros destacados próceres de la islamofobia internacional. Ciertamente y como muy bien lo sabía aquel funcionario a sueldo de la nación –y de las embajadas de EEUU e Israel- , era cuestión de tiempo para que sus jugarretas a dos puntas quedaran expuestas y eso también lo sabían sus empleadores.

1-      PAJARO ROJO. “AMIA-NISMAN. La espantada del vocero Patcher, el papel de Levinas y la zarpada peluda de la CIA y el Mossad”. http://pajarorojo.com.ar/?p=12693
2-      ATAJO. “Caso AMIA: Washington pretender reescribir la historia de los atentados en Buenos Aires”. http://www.avizora.com/atajo/colaboradores/textos_thierry_meyssan/0001_washington_pretende.htm
3-      CONTRAINFO.com. “¿Quiénes atacaron a la AMIA en Argentina?” http://www.contrainfo.com/8446/quienes-atacaron-a-la-amia-en-argentina/
4-      El Mossad y las empresas de mudanzas  ¿maestros del terrorismo global? http://es.sott.net/article/9070-El-Mossad-y-las-Empresas-de-Mudanzas-Maestros-del-Terrorismo-Global
5-      EL ROBOT PESCADOR. “Sospechosas previas a los atentados en París”. http://elrobotpescador.com/2015/11/16/sospechosas-coincidencias-previas-a-los-atentados-de-paris/
6-       RED VOLTAIRE.org. “Varios responsables de la Comunidad  judía fueron advertidos antes de los ataques en París (Time of Israel)”. http://www.voltairenet.org/article189277.html

7-      CONTRAINFO.com. “Operación Nisman para voltear al gobierno”. http://www.contrainfo.com/13337/operacion-nisman-para-voltear-al-gobierno/

miércoles, 23 de diciembre de 2015

EN LA MIRA


“EL FRACASO EN SIRIA, ES INEVITABLE”

Cómo el acuerdo entre Moscú y Washington ha llevado a que los neocolonistas europeos  e Israel vean frustrados definitivamente sus planes en Siria


Por Javier B. Dall y Danny Smith


Como hemos venido viendo desde hace cuatro años y en especial a lo largo del año que se está yendo, los planes por destruir a Siria y al eje de la resistencia árabe-islámica han caído en el fracaso más absoluto. A pesar de que los combates continúan y el “Daesh” realiza asombrosas operaciones de contraofensiva contra las fuerzas patrióticas árabes sirias y sigue aplastando al de por sí desarticulado ejército iraquí,  la suerte parece estar echada y pronto no habrá lugar para que los grupos mercenarios que operan en Siria puedan hallar refugio.

Los esfuerzos por sostener la infraestructura de los mercenarios que los medios occidentales venden como “rebeldes” y con categorías arbitrarias como “moderados” o “no moderados”, han perdido la poca credibilidad que pudieron haber tenido en algún breve momento del 2015. Con las pruebas a la vista sobre su artificial origen  y que han venido siendo puestas sobre la mesa no solo por  la intervención rusa sino también por  la infatigable voluntad de lucha de los sirios,  el proyecto de un rediseño del Medio Oriente a molde de los intereses geoestratégicos de Washington y su aliado Israel, ha sido herido de muerte.

Las esperanzas de que Rusia se apartaría del medio mediante la aplicación de una batería de sanciones económicas, también se han esfumado, causando por el contrario una reacción adversa.

Más allá de las superficiales y maquilladas noticias de los grandes medios conservadores anglosajones, que son levantadas y mucho mas retocadas por los medios conservadores argentinos,  la mirada en torno a la situación política que  hay de trasfondo en las cruentas luchas entre las fuerzas sirias y los mercenarios, los dos grandes actores en éste tablero, han llegado a un acuerdo en cual, ninguno de los asociados –incluyendo a Israel-  tienen peso para torcerlo.

Tal como lo han señalado varios investigadores, en especial del periodista francés Therry Meyssan (1) en uno de sus últimos artículos, el mundo ha cambiado mucho en los últimos años y lo que  gobiernos imperialistas como Francia, Gran Bretaña y del golfo creían lograr en unos meses, se ha convertido en una empresa imposible. Precisamente en este análisis, se hace una reseña clara de cómo fue la evolución de las tratativas entre Washington y Moscú desde el 2012 en momentos que mediante el acuerdo celebrado en Ginebra, fue saboteado por los Halcones del Pentágono y el sector de los neoconservadores,  actores  que su vez estaban sintonizados con  la entonces  secretaria Hillary Clinton  quien a su vez y junto a la Francia de Sarcozy impulsaban el llamado grupo Amigos de Siria, nada más ni nada menos que un rejunte de arribistas políticos sirios que buscaban acceder al poder con el apoyo de Washington.
Hillary Clinton en una de las reuniones de los Amigos de Siria

Tampoco había que olvidar el papel de Tel Aviv, que fue pillada en determinados momentos de esta tragedia, operando para darle una ventaja táctica a los grupos mercenarios. Desde la infiltración de comandos en las costas portuarias, la proporción de armas, hasta ataques aéreos nocturnos sobre Damasco, son un resumen de las implicancias que había venido teniendo  Israel en su participación en todo este dantesco complot, sin dejar de mencionar, su “humanitaria” cooperación sanitaria con los mercenarios de “Al Nusra”.

Pero y pese a todos estos engranajes orientados a desarmar a la república árabe Siria como entidad nacional, el gobierno de Bashar Al Assad con un muy importante apoyo de la población y por  la resistencia de unas fuerzas armadas compuestas por un 70% de efectivos sunitas –algo que había venido siendo ocultado por occidente- que recibieron el apoyo incondicional  de la resistencia chiita de Hesbolla y por supuesto de combatientes iraníes, lograron frenar a los mercenarios que hoy se baten en retirada a zonas desérticas. A la par de ello, la potencial intervención política y militar de Rusia que logró establecer parámetros de negociación con EEUU quien a su vez, con el apoyo de otras potencias de la OTAN e Israel busco intensamente sabotear cada intento de establecer la paz; tal vez uno de los más siniestros fue la masacre de “Al Gouta” en donde se determinó que “había una tercera fuerza”  interviniendo en la contienda.

Tras estos sabotajes, los acuerdos habían quedado casi congelados y los desencuentros entre Moscú y Washington parecían interminables. Al ir complicándose la situación de los grupos mercenarios en Siria tras la intervención rusa y el derribo del avión SU-25 por aviones turcos, las conversaciones entre estadounidenses y rusos se han intensificado.  Y los motivos de ello son claros, ya que ha quedado expuesto a la vista del público que “la Coalición internacional”  no había estado haciendo nada por erradicar al “Daesh”. Es por esta inconveniencia, que La Casa Blanca ha optado por buscar el camino de un dialogo bilateral sin que los terceros involucrados en la contienda, influyan tanto en lo político como mediante la perpetración de actos o hechos –sabotajes, asesinatos, atentados- que traten de romper éste estado de dialogo entre Washington y Moscú.

Tras la reunión del 15 de diciembre 2015 entre el secretario de estado John Kerry y el canciller ruso Sergüei Lavrov la Alta Comisión de la oposición siria expidió las resoluciones 2253 y 2254, por las que sintéticamente se prohíbe el financiamiento a los grupos como “Al Qaeda” y el “Daesh”  propendiendo a resolver definitivamente la cuestión siria. En este sentido, Rusia ha adoptado medidas para coordinar esfuerzos con grupos opositores sirios, que están dispuestos a expulsar a las bandas mercenarias que responden a otros intereses y que tienen sustento en el exterior. Esto ha representado una muestra de buena voluntad tanto de Damasco como de Moscú dejando lugar a grupos que respeten la integridad nacional y la sobrevivencia de Siria como un estado soberano, para que participen en la lucha contra franquicias foráneas y falsas.

Esto viene a demostrar que este conflicto, ha sido generado con propósitos claramente políticos y usando la monumental maquinaria propagandística occidental, financiada por los  petrodólares de los reinos del Golfo  y de  un circuito financiero internacional sionista, que dejó libre circulación a las operaciones bancarias de estas transacciones negras, se uso la máscara del “extremismo islámico” encarnado en el “ISIS” o llamado por los iraquíes “Daesh” para justificar todo este sangriento festival de muerte, a costa de los ciudadanos de la región. De esta manera, el denominado “Daesh”  no es más que, el resultado del programa de contrainsurgencia alternativo al “Al Qaeda-Iraq”(2), compuesto por asesinos de varios lugares de la región,  creado por los funcionarios estadounidenses  como el general David Petraeus, Coronel James Coffman y el embajador en Bagdad John Negroponte allá por el 2005, cuando a un año y medio de estar ocupando Iraq, la situación para sus tropas se había vuelto insoportable.  
Gral. David Petreaus

Tanto “Al Qaeda-Iraq” como el “Daesh” fueron parte de un programa de inteligencia estadounidense en el cual cooperaron muy gustosamente agencias como el MI-6 y el Mossad israelí, que actuando por su lado con especial intensión de provocar el choque entre las comunidades chiita y sunita, sembraron el caos y la confusión.

Aquellos actores y sus artimañas habían tratado de cortar todas las tratativas para un alto al fuego en Siria y lograr por todos los medios, el derrocamiento del Bashar Al Assad y la implantación de un gobierno absolutamente débil y lo más extremista posible. Con una situación semejante, las justificaciones para que Washington arribara a toda marcha sobre el territorio sirio bajo las excusas de que “Siria se había convertido en un santuario terrorista”  era una cantinela previsible. Sobre esto mismo no hay que olvidar el desembarco de tropas y vehículos blindados  que realizó EEUU en Jordania en el 2013 que Washington argumentó como forma de proteger la posible infiltración de “yihadistas” al reino hachemita.

Ni que hablar de la congratulación de Tel Aviv y del sionismo mesiánico militante que  sin, dudarlo avanzarían mucho más allá de los Altos del Golán, apropiándose de los ricos recursos energéticos y de las valiosas reservas de  agua potable con la cual, Tel Aviv alimentaría  a los afamados “Kibbutz”.

Más allá de la presencia de la aviación rusa y de la instalación de varios sistemas de defensa antiaérea SS-400, los israelíes y sus socios franceses –especialmente- ven frenadas sus incursiones aéreas por las estrictas medidas que La Casa Blanca ha tomado para detener  cualquier acción que complique las conversaciones con el Kremlin que en apariencias y según algunas fuentes, han fructificado para que en resumidas cuentas y para pesar de  Tel Aviv, la República árabe de Siria sobreviva.

1-      RED VOLTAIRE.org. “Del comunicado de Ginebra a la resolución 2254”. Por Therry Meyssan. http://www.voltairenet.org/article189698.html
2-      PENSAMIENTO ESTRATÉGICO y POLÍTICO. “Criminal se busca”. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2015/10/internacional-criminal-sebusca-el.html


domingo, 20 de diciembre de 2015

NACIONAL


“PANQUEQUES TIMERMAN”

Cómo el regreso de Washington y Tel Aviv a la órbita de la política argentina, ha comenzado a mostrar sus influencias


Por Charles H. Slim

Sin dudas, las cosas están cambiando rápidamente en la Argentina. A medida que se acerca EEUU a la nueva administración, parece desatar una ola de efectos que demuestran alterar el comportamiento de quienes fueron parte del anterior gobierno. Las actuadas arengas contra “los buitres” y las ampulosas discursivas de la presidenta Cristina Fernández  han pasado a ser historia y todo indica que regresan las épocas del glamur liberal para pocos –y pocas-.

Pero hablando en serio, se puede sentir como la presión política que ejerce este regreso anglosajón,  está surtiendo efectos casi catalépticos sobre los ex funcionarios “K”, que parecen haber  colgado  su carácter combativo en el primer perchero que encontraron. 

Tal como muchos creían, la solidez ideológica que pretendía mostrar el llamado “Kirchnerismo” eran tan ficticio como su supuesto nacionalismo popular. Luego de haberlo comprobado solo minutos después de que cerraban los fatídicos comicios de noviembre, uno a uno, los supuestos incondicionales del CFK comenzaron a replegarse y desaparecer de los medios intentando desligarse de todos estos años de “década ganada” –para sus bolsillos-

La supuesta lealtad a la política “soberana” y de “lealtad con el proyecto” se fue al caño tan rápido como Cristina y su comitiva partieron en clase turista a la vaciada Santa Cruz. Entre los emblemáticos personajes del otrora gobierno y que se quedó solo en Buenos Aires es sin dudas, el canciller Héctor Timerman, conocido por sus vehementes defensas de las políticas de la presidenta y en especial por las impulsadas con la república Islámica de Irán para obtener lo que se conoció como el memorando de entendimiento (1), que inmediatamente asumido Mauricio Macri ordeno que no se apelara la declaración de inconstitucionalidad –medida que había sido impulsada desde New York- produciendo el efecto jurídico esperado por los lobbies sionistas locales e internacionales,  que lo dejo sin efecto.

Un punto para destacar sobre esto, es que tras haber quedado firme esta declaración de inconstitucionalidad, desde Tel Aviv, el mismo Benjamín Netanyahu llamo a Mauricio Macri para felicitarlo por la decisión (2); una en la cual se pudo ver, la manipulación de la justicia en pro, de una política que beneficia intereses geoestratégicos extranjeros claramente circunscriptos a justificar un ataque contra la república Islámica.

Sin dudas de que esta “nueva realidad” fue demasiado para el canciller que, recordemos, por su defensa a capa y espada de los acercamientos de Argentina con el mundo árabe y el reconocimiento del derecho a un estado Palestino; las tratativas con China, Rusia y claro –lo peor para los racistas del sionismo-  con Irán, llevo a que parte de su comunidad lo tildara de “mal judío” e improperios similares que buscaban segregarlo del resto de la comunidad. Y esos ataques se volvieron más virulentos cuando sucedió lo del fiscal Nisman donde ya no quedó solo en los ataques de sus propios dado que, ex dirigentes de la DAIA (3) pusieron en claro que había un sector de la comunidad que estaba trabajando –por supuesto bajo un buen financiamiento-  y con plataformas en sus embajadas, para los intereses de potencias extranjeras –EEUU e Israel- buscando dirigir la agenda política nacional en beneficio de aquellos.
Timerman se había opuesto valientemente a esas manipulaciones que venían inspiradas desde EEUU y por supuesto desde Tel Aviv, lo que le valió muchas horas sin sueño. Incluso cabe recordar su enérgica oposición al egreso de un avión militar norteamericano, hasta tanto se investigara el propósito de su arribo dado que,  traía en sus bodegas una carga muy sospechosa (4).

En razón de verdad, no se puede dejar de lado el notable pape del canciller Timerman en la era “K”. Sin dudas, -y más allá que nadie lo piense así- fue el único de los ministros y funcionarios que tuvo esa gestión, con una clara visión geoestratégica y sin las cortapisas que como parte de una comunidad tan influyente, estaba condicionado y escudriñado bajo el ojo atento del sionismo local y externo. A pesar de tanta presión, puso por encima su lealtad a la nación argentina por sobre su condición de judío que dicho sea de paso, no debería ser una chapa para estar por encima de cualquier otra de las tantas que alberga la república Argentina.

Casualmente y a una semana de que los neoliberales de “Cambiemos” asumieron el poder, aparecen unas supuestas grabaciones que acusan una supuesta aserción del ex canciller, en donde “implícitamente” reconocería la autoría de Irán en el ataque de la AMIA en 1994. En apariencias, estas piezas testimoniales vienen a encajar a la perfección –y muy convenientemente-, con el informe elaborado por la CIA y el Mossad por allá en el 2004 y que el entonces Néstor Kirchner mediante la creación de la Unidad especial aa mediados de septiembre del 2004 encabezada por el fiscal Nisman, ordenó que se agregara a la voluminosa causa AMIA. Sin dudas se trata del regreso al viejo libreto, guionado y dirigido para propósitos ajenos a la verdadera justicia.

Esto pretendería revivir aquellos informes que ya habían perdido credibilidad, por una cadena de hechos y testimonios, que de sujetos como el supuesto iraní arrepentido quien, tras haber acusado a Teherán de haber estado detrás de aquel evento en Buenos Aires, terminó desdiciéndose, dejando todo el asunto por el relatado como una catarata de invenciones que obviamente no fueron gratuitas.  Como la pista siria había perdido toda entidad, debieron haber sido los iraníes y cuando no existían pruebas sobre estas implicancias, el FBI, la CIA y el Mossad elaboraron “el informe” a medida para que fuera usado como prueba documental sobre esta supuesta autoría.

A pesar de que se gastaron miles de miles de dólares en costear la UFI-AMIA y a sus costosos funcionarios, entre ellos el fiscal Nisman, nunca pudieron colgarle el hecho a los iraníes, el repentino cambio de la geopolítica internacional –memorando firmado entre Washington y Teherán- fue sin dudas, el último clavo en el ataúd aquel ficticioso informe y un punto de rispidez que desató un terremoto político y que aún no termina de limarse con Tel Aviv.

 Cualquiera podría ir hilando esta historia y ver que, en Argentina las cosas parecen cambiar casi en forma automática. A la hasta hace un mes política de multipolaridad y de independencia política a la que Timerman suscribía, parece que ha cambiado. Para quienes se dejan convencer por las “noticias oficiales” o de ciertos sectores del periodismo “serio”, estas grabaciones no habrían salido a la luz antes, por el temor al gobierno K?  (las risas han sido editadas).
1-      MINUTO UNO. “Héctor Timerman defiende el memorándum con Irán en diputados”. http://www.minutouno.com/notas/279018-hector-timerman-defiende-el-memorandum-iran-diputados
2-      EL INTRANSIGENTE.com. “Netanyahu felicitó a Macri por desactivar el memorándum con Irán”. http://www.elintransigente.com/mundo/internacionales/2015/12/13/netanyahu-felicito-macri-desactivar-memorandum-iran-357931.html
3-      PÁGINA 12.com. “La otra ruta del dinero: Nisman y Adelson”. http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-282693-2015-09-29.html
4-      CLARIN. Com. “EEUU pide que le devuelvan las armas del avión requisado”. http://www.clarin.com/politica/EEUU-devuelvan-armas-avion-requisado_0_427157342.html


viernes, 18 de diciembre de 2015

VETERANOS DE AYER


“¿PUEDE VOLVER ARGENTINA AL GOLFO?

Cómo las nuevas circunstancias internacionales y el gobierno “pro” estadounidense argentino pueden confluir a una nueva participación en el Golfo Pérsico


Por Charles H. Slim y Samantha Maruga
Desde la cubierta de vuelo del Alte Brown 1990

En la Argentina, la experiencia histórica ha demostrado que sus habitantes y por supuesto su clase política suelen volver a reeditar cíclicamente, circunstancias que se creían superadas. Esto viene a colación por las implicancias de la asunción del nuevo gobierno argentino de tinte claramente pro-estadounidense, demostrando que hay un entusiasmo por recobrar las simpatías de los altos atrios de la política en Washington en donde se están preparando para un recambio de gobierno que no parece traer ninguna rama de olivo.

La naturaleza del gobierno de Mauricio Macri, hace necesario que hagamos un poco de historia. Cuando en 1989 el Dr. Carlos Saúl Menem ganaba las elecciones en un país que se incendiaba, muchos creyeron que era el regreso del peronismo inteligente, de la tercera vía que llevaría al país a reindustrializarse en todos los campos de la producción, incluso en el militar. Solo bastaron unos meses para que muchos cayeran en la más absoluta desilusión, cuando aquel personaje riojano que, impostando la figura de un caudillo litoraleño, terminó recortando sus patillas, su cabello y calzándose trajes de miles de dólares hechos en Europa,  para pasar a representar los intereses  foráneos que solo buscaban expoliar al país.

Y aunque  muchos –especialmente los justicialistas- no quieren recordar semejante lapso histórico, Menem y Cía había celebrado varios tratos de palabra con sectores nacionales y populares, prometiendo que de llegar al poder, serían convocados para erigir al país en una nueva Argentina. Uno de estos fue el Coronel Mohamed Ali Seineldin, considerado por los británicos como una seria amenaza intelectual por su doctrina de la “Malvinización” y nacionalismo ultramontano, quien convencido de que se le entregaría la tarea de reestructurar unas maltrechas FFAA y la conducción de un nuevo ejército, fue timado por el primer mandatario quien, emplazado por los contactos de la embajada de EEUU para determinar a donde quería llegar con su gobierno, prefirió quedarse del lado de los poderosos –Washington y Londres-, quienes según varias fuentes, incitaron y digitaron el descalabro del 3 de diciembre de 1990.

En aquel contexto y presumiendo astucia, Menem trataba con los nacionalistas argentinos y a su vez, discretamente tendía lazos con Washington, intentando convencer a los norteamericanos que con su gobierno habían muchas posibilidades de apertura a los intereses del norte, creyendo tal vez  que  se los echaría al bolsillo. Y bien dijimos, presumió astucia dado que, pese a que traicionó con éxito al ideario nacional y los norteamericanos le sonrieron con mucha algarabía por su cooperación en la operación “Tormenta del Desierto” de 1991, a la larga terminó siendo el pato de la boda.

Precisamente en ese entonces, Menem y sus cercanos, creyeron que sacrificando a algunos de sus militares –algo que por fortuna no paso- en una empresa de envergadura como fue la “guerra del Golfo”, ganarían reconocimiento político, una buena recomendación del Departamento del tesoro para el  ingreso de créditos y préstamos  de organismos internacionales como el Banco Mundial y lo más estrambótico, la supuesta entrada de Argentina como “aliado extra OTAN”. Como verán, nada de eso ocurrió e incluso, tras el paso de los años se trató de tapar con el dedo todos aquellos desaguisados.

Hoy y aunque esto cueste creerlo, parece que se están recreando las mismas situaciones y las mismas aspiraciones pero, esta vez, en un marco mundial mucho pero mucho más complejo y repleto de peligros, que –en apariencias- escapan al control de los gobiernos centrales. Y bien hay que decir en apariencias ya que, en la actual denominada guerra “contra el terrorismo” se entremezclan ejércitos regulares, mercenarios pagados por gobiernos árabes, mercenarios de empresas privadas occidentales  que impostan ser árabes (como  ACADEMI, KKR, EXXON- MOVIL entre otras) que a su vez cooperan estrechamente en tareas con agencias como la CIA, MI-6, DGSE y el Mossad, dejando en claro que “no hay nada claro”.

Con este panorama, los encargados de las áreas de inteligencia (AFI) y defensa argentinas deberán empaparse de información sobre lo que abarca  esta compleja circunstancialidad que como señalamos, es altamente peligrosa y no es apta para improvisados y moralistas.

Hasta ahora es desconocido el lineamiento para el área de defensa pero, tal como lo han señalado algunas fuentes, los contactos extraoficiales del PRO con funcionarios del Departamento de Estado y del Pentágono en etapas previas a la definición de los comicios, se sembraron propuestas para el regreso de Washington en la cooperación en el área militar. Aparentemente Washington estaría interesado en que Argentina pase a ocupar un rol prepondérate dentro de la región en  la llamada “guerra contra el terrorismo”, sin aclarar que es lo que quiere a cambio. ¿Acaso será el pedido de participación en planes previstos para el Golfo Pérsico?

Precisamente, en el Golfo Pérsico las cosas siguen en una evolución que va de peligrosa a impredecible. 

Hace apenas unas horas que se rumorea que Washington prepara una nueva invasión a Irak con una fuerza de unos 100.000 hombres entre los cuales habría tropas de varias naciones. Como contra medias, Rusia y China han puesto en estado de alerta sus comandos de misiles intercontientales. Y en medio de estas nuevas circunstancias en la cual, hay una pulseada entre varias potencias, un involucramiento de Argentina en cualquier plan que secunde a EEUU y a la OTAN, traerán sin lugar a dudas consecuencias nefastas.

Para ser más concreto en esto, a pesar de que en apariencias  Argentina no tendría nada que ofrecer para comprometerse en esta gran carnicería que esta demoliendo al Medio Oriente, ello no es tan así.  El país sudamericano tiene una importancia geoestratégica vital  no solamente desde el punto militar sino también, en lo referente al de espacio geográfico que puede ser utilizado como escenario para extender la guerra clandestina que las agencias de inteligencia llevan adelante, en el marco de la llamada “lucha contra el terrorismo”.  Además, el territorio argentino, lo quieran creer o no sus habitantes, está comprometido con la presencia de la base de control satelital de la República Popular China, un dolor de muelas para el Pentágono que los británicos –aliados de Washington- están tratando de contrarestar con operaciones de triangulación de inteligencia entre Malvinas, Punta Arenas y la Base Aérea de la FACH en Santiago de Chile –aliados de Londres- que cooperan sin tapujos.

Es por este punto, que Washington necesita la cooperación de Argentina y no tanto para mandar buques a las remotas aguas del golfo arábigo como en aquel entonces, sino para anclarse definitivamente en el país.

Estas posibilidades se ven incrementadas por la salvaje campaña pre electoral que sacude a EEUU donde todos los candidatos en danza –sin distinción entre demócratas o republicanos- , ven como parte de su plataforma para llegar al gobierno, el incremento de la instalación de bases militares y lazos de cooperación en las áreas de inteligencia con miras a las latitudes del sur, que en el caso de la Argentina, no existe la posibilidad de negociación alguna dado que el país no tiene como establecer condiciones para el respeto a la soberanía territorial, política y económica de su nación.

Pero pese a ello y según algunas fuentes reservadas, el gobierno de Macri estaría en conversaciones con los estadounidenses para concretar alguna participación de Argentina en este nuevo episodio de la guerra en el Golfo Pérsico que y como lo citamos previamente, prevé un nuevo capítulo ante los anuncios de la Casa Blanca y del responsable del Pentágono Ashton Carter, de enviar a unos 100.000 hombres y unos 2000 vehículos blindados para reocupar Irak.  ¿En dónde entraría Argentina? No cuenta fuerzas terrestres acorde a los nuevos desafíos; solo basta ver el equipamiento de a un soldado argentino comparado con el de un mercenario del “ISIS” o del “Jabbat Al Nusra” para predecir su suerte. Además, sería bastante aventurado por el gobierno enviar a una fuerza para ponerla bajo el comando del USCENTCOM sin una ley que autorice ese tipo de movilización.  

Igualmente, creemos que si hay cordura en los funcionarios argentinos,  aceptar una propuesta semejante y sin considerar la real situación del país, sin que aún –y pese a la participación de más de quinientos hombres en 1991 en la guerra contra Irak- se hayan elaborado las previsiones legales que traten la salida de tropas para campañas bélicas como las que implicarían al país en una posible participación, revestiría una verdadera locura.


Los argumentos para esta conclusión, pueden centrarse en que, ante todo el país no tiene Fuerzas Armadas operativas; otra es que la situación que hoy se presenta en aquella región dista mucho de lo que ocurría entre 1990 y 1991, donde hubo –sino la última del siglo XX- una guerra convencional de alta intensidad con consecuencias aún no reparadas para sus participes; las justificaciones para su impulsión son tan nebulosas como los supuestos enemigos del “ISIS” y por último, el campo de batalla no está definido y parece no encontrar límites geográficos para manifestarse.