EN DEBATE
“NISMAN Y LA
PISTA ISRAELÍ”
Por qué siguen los rodeos y las maniobras evasivas sobre la posibilidad de investigar una posible implicancia israelí
A menos de un año de la muerte del fiscal Alberto Natalio
Nisman, muy pocas certezas y muchas dudas, rodean las verdaderas causas y los
reales ejecutores de esta intima ejecución. Recordando un poco los hechos,
veremos que desde el inicio las idas y venidas fueron escandalosamente
percibidas por la opinión pública que –y pese a las desprolijidades de las
autoridades- intentaban ser maquilladas por los medios nacionales
absolutamente desinformadores.
Tan solo unos minutos antes de que se encontrara el
cuerpo sin vida del fiscal, un extraño personaje de origen israelí, comunicaba
la novedad de que “Nisman estaba muerto”. Se trata del supuesto periodista free lance llamado Damian Patcher que
como señalaron algunos periodistas, sospechosamente se espantó súbitamente del
país tras el hecho (1). Curiosamente este prematuro testigo de dicha muerte, no
solo es israelí sino que además tras haber servido en el “Tshal” de las Fuerzas
militares israelíes, trabajaba para el
Mossad usando la cubierta de periodista.
Es muy raro o mejor dicho muy sospechoso que un israelí,
del Mossad, paseando por la ciudad de Buenos Aires, estuviera tan cerca y tan
bien informado de lo que, hasta ese momento nadie más sabía. Pero a pesar de
esta magnífica casualidad, los medios argentinos o mejor dicho, las grandes
empresas desinformativas capitalinas y algunos de los autoproclamados “periodistas
serios”, salieron inmediatamente a la palestra para desviar estas
inconveniencias.
Y las señales siniestras no terminarían hasta el hallazgo
de aquella “extraña mujer” incinerada y dejada en un parque, cercano al
edificio del hecho. Para ese momento, ya se habían obtenido informaciones sobre
los estrechos contactos del fiscal con agencias como la CIA y el Mossad, como
con grupos de presión judío-americanos que en forma permanente buscaba
complicar a Irán con los atentados en Buenos Aires.
Pero la sombra israelí ha asomado en cada una de las
desgracias que acaecieron en la década de los noventas en Buenos Aires. Según
habían informado algunas fuentes, antes de que explotara la AMIA en la mañana
de Julio de 1994 todo el personal que ocupaba el edificio fue notificado para
que saliera un rato antes de la deflagración. Algo similar había ocurrido en
1992 con la explosión de la Embajada en donde el “Shin Bet” –inteligencia
interna israelí- había desalojado un tiempo antes las dependencias quedando
un par de empleados de baja categoría que murieron sin remedio.
Para ambas ocasiones, se instaló la versión sobre la existencia
de un “coche-bomba”-algo que no quiso ser corroborado por radares- y se
instaló mediáticamente sin basamentos objetivos, como manera de argumentar la
autoría de un grupo extremista islámico, recayendo las falsas acusaciones como recordamos,
sobre el “Hesbolla” libanés e “Irán”
(2). A pesar de los poderosos esfuerzos por endilgarles a los musulmanes locales estos crímenes y reescribir
convenientemente la historia (3), muchos judíos de la comunidad no se lo
creyeron.
Similares comportamientos se vieron en el atentado a las
Torres Gemelas en 2001, cuando una semana antes de ese episodio, las oficinas,
las bóvedas de seguridad y todo el material informático de empresas de
ciudadanos judío-americanos y otros de
origen israelí, fue mudado de los edificios. Incluso en la misma mañana de ese
ataque, las mismas oficinas estuvieron vacías simplemente porque los propietarios
y los empleados de dichas firmas no concurrieron. Aunque este dato no se pudo
corroborar sino unos años después por parte de investigadores independientes,
lo cierto era que todos estos “afortunados” que no acudieron esa mañana a sus
puestos en ambas torres, habrían sido advertidos previamente por el Mossad
sobre un evento inminente. Incluso, los
mismos medios estadounidenses de la época, publicaron una muy curiosa noticia
que hacía referencia a un grupo de sujetos –todo ellos israelíes- de una
empresa de Mudanzas urbana, que ubicados desde un lugar donde se podía ver el
humo aquella zona en New York, festejaban y reían mientras las torres caían (4)
Hace muy poco en aquel fatídico 13 de noviembre, una
oleada de ataques coordinados sacudió la noche de París, rodeado de una serie
de inconsecuencias (5) que inmediata y convenientemente fueron endilgados por
los medios masivos al “terrorismo islámico”, especialmente sobre el mal llamado
“Estado Islámico”. Lo particular de esto, fue que en horas de la mañana de ese
mismo día, el jefe de seguridad de la Comunidad judía parisina había sido
advertido desde Tel Aviv de la perpetración de un gran atentado terrorista (6).
Unas horas más tarde, aquello se materializó sin que hubiera habido
advertencias al público en general o las autoridades del Ministerio del
Interior ratificaran dichas informaciones. Como se vería después, el hecho –sin
la menor investigación- sirvió para argumentar que el “ISIS” había sido el
responsable lo que justificó la intervención oficial de Francia –aliado
europeo de Israel- en los bombardeos sobre Siria.
Pero volviendo al tema del asesinato del doble agente Nisman,
las formas y la pulcritud del escenario donde se cometido el hecho, reflejaba
la mano profesional de expertos en la muerte y ésta, no era cualquier muerte.
Curiosamente
el portal israelí “Debka-file”, en concordancia con el discurso del primer
ministro Benjamín Netanyahu direcciono
las acusaciones a un agente iraní, una participación que nunca fue corroborada. Viendo el panorama
de quiénes son los que se benefician con este deceso, es fácil advertir que tanto EEUU como Israel buscan usar la
causa AMIA y ésta repentina secuela, como una excusa para imponer sus propias
directivas en la región (7).
Según las pericias que se habían realizado sobre sus
computadoras, las tareas del fiscal estaban siendo monitoreadas en tiempo real por
el accionar de virus informáticos que, previamente insertados reenviaban la información que ingresaba a su
CPU a otra computadora en un piso en alguna parte de la ciudad de Buenos Aires.
Claramente esto iba más allá de la satanizada SIDE o SI. El grado de
complejidad de dichos programas espías y los virus utilizados, apuntan a
especialistas estadounidenses e israelíes, quienes tienen además de la
tecnología, agencias especializadas para la “guerra cibernética”.
Esta última observación es para despejar las dudas que se
inmediatamente se sembraron por los medios locales, sobre el supuesto accionar
de “los iraníes” o incluso de comandos
“venezolanos” y libretos peliculeros similares. Revisando “todos” los hechos de la historia
contemporánea, Irán tenía cero motivos para realizar un ataque semejante, tanto
a la embajada como a la AMIA dado que entre Teherán y Buenos Aires estaban
vigentes contratos desde la época de Alfonsín para la adquisición de armas y de
un reactor experimental que por el mes de diciembre de 1991, en momentos de ser
embarcado en una dársena del puerto de Campana, fue retenido por presiones externas.
Incluso y pese a ese incidente, allá por 1993 Irán y la
Argentina continuaron sus relaciones de intercambio comercial y tecnológico –pese
al alineamiento automático de Menem- mediante la entrega a Teherán de
uranio U-235 al 20% para propósitos medicinales. Para 1996 y en medio de los trances de las
crecientes presiones y acusaciones de Washington y Tel Aviv sobre la autoría
iraní en los ataques de Buenos Aires, Argentina e Irán continuaron con las
relaciones comerciales especialmente destinadas a la adquisición de aquel
reactor experimental retenido a finales de 1991.
Por el contrario, para comienzos de la década de los
noventa Israel estaba pasando por una severa crisis interna no solo por las
continuas masacres contra los palestinos –que eran constatadas por la ONU-,
sino también en el campo político, por la creciente pérdida de poder los
ultraderechistas que veían como Yitzak Shamir
tras la conferencia de Madrid de octubre de 1991 llegaba a un
acercamiento con los árabes, algo que para los sionistas era inaceptable. Pero
si había algo que molestaba aún más a estos sectores, era la política laborista
de Yitzak Rabin que buscaría concretar y ahondar dichos acercamientos que
culminarían con los acuerdos de Oslo.
Otro dato a tener en cuenta y que vinculaba a la
Argentina en aquel contexto, era la cooperación que había en materia nuclear
con Irán lo que, era totalmente mal visto para el gobierno de Shamir y los
sectores de la derecha más extrema quienes veían en la república Islámica al
mentor de su más temible y duro enemigo, el “Hesbolla Libanés”. ¿Y por qué del tan profundo odio a este
movimiento de resistencia chiita? Pues, una de las respuestas más evidentes
surgían de la continua imposibilidad de Tel Aviv, por quebrar
a dicho movimiento tanto a nivel militar como en lo político. Desde que “Hesbolla”
apareció en 1982 a Israel le fue imposible avanzar con sus ambiciones
territoriales sobre el Líbano.
La circunstancialidad descripta sirve para tener en
cuenta, que la geopolítica contemporánea ha tenido mucho que ver no solo en la
producción de esos “atentados” sino también, en el conveniente desenlace del
fiscal Nisman quien, tras el acuerdo entre Washington y Teherán por el asunto
nuclear, había quedado en “offside” y
sus gestiones anti iraníes totalmente
fuera de lugar pero, eso no era de importancia para los sectores que impulsaban desbancar el
memorando de entendimiento. Viendo esto cualquiera podría preguntarse, ¿pudo
haber habido algún choque de fuerzas entre agencias, grupos o sectores
antagonistas dentro de alguna de ellas que se llevaron puesto a Nisman?
La verdad de lo que pudo haber ocurrido es tan común, que
casi se podría decir que ha estado delante de la vista de los “investigadores”.
Como el edificio donde ocurrió el hecho tenía un amplio dispositivo de cámaras que
funcionaban pero que, curiosamente estuvieron apagadas en esa ocasión y los
“custodios” -pese a su función- refieren
a no haber visto nada se pueden concluir dos cosas: Primero, los fantasmas no
matan personas y segundo que quien lo hizo pudo pasar caminando con la total
garantía de que “aquí nadie vería nada”. Entonces surge la pregunta ¿Cómo pudo
ser eso? Y la respuesta es simple: dinero para comprar las voluntades y el
silencio. Pero ¿cuáles habrían sido los motivos para semejante decisión? Una
hipótesis puede ser, la del sacrificio del peón. Nisman como el doble agente
que era, llegó a una instancia que valía más muerto que vivo y se lo ultimó.
Un último dato a considerar es la situación del Memorando
de entendimiento que en realidad, Teherán nunca no lo dio como viable e incluso
tras la salida de Ajmadineyad el nuevo gobierno de Irán paso a otra etapa en la
cual, tras el acuerdo firmado con Washington
aquel pedazo de papel perdió cualquier virtualidad.
Y por último volviendo a la muerte del fiscal, como se
suele decir en los casos de ataques de “falsa bandera”, para entender cuáles
serían los motivos ocultos tras las apariencias que cubren uno de estos
crímenes, es “seguir la ruta del dinero” y que, recordemos, en el caso del
fiscal Nisman tenía cuentas en New York y quién sabe dónde más a las cuales
llegaban dólares de prominentes sionistas como el banquero Paul Singer y otros
destacados próceres de la islamofobia internacional. Ciertamente y como muy
bien lo sabía aquel funcionario a sueldo de la nación –y de las embajadas de
EEUU e Israel- , era cuestión de tiempo para que sus jugarretas a dos
puntas quedaran expuestas y eso también lo sabían sus empleadores.
1-
PAJARO ROJO. “AMIA-NISMAN. La espantada del
vocero Patcher, el papel de Levinas y la zarpada peluda de la CIA y el Mossad”.
http://pajarorojo.com.ar/?p=12693
2-
ATAJO. “Caso AMIA: Washington pretender
reescribir la historia de los atentados en Buenos Aires”. http://www.avizora.com/atajo/colaboradores/textos_thierry_meyssan/0001_washington_pretende.htm
3-
CONTRAINFO.com. “¿Quiénes atacaron a la AMIA
en Argentina?” http://www.contrainfo.com/8446/quienes-atacaron-a-la-amia-en-argentina/
4-
El Mossad y las empresas de mudanzas ¿maestros del terrorismo global? http://es.sott.net/article/9070-El-Mossad-y-las-Empresas-de-Mudanzas-Maestros-del-Terrorismo-Global
5-
EL ROBOT PESCADOR. “Sospechosas previas a los
atentados en París”. http://elrobotpescador.com/2015/11/16/sospechosas-coincidencias-previas-a-los-atentados-de-paris/
6-
RED
VOLTAIRE.org. “Varios responsables de la Comunidad judía fueron advertidos antes de los ataques
en París (Time of Israel)”. http://www.voltairenet.org/article189277.html
7-
CONTRAINFO.com. “Operación Nisman para voltear
al gobierno”. http://www.contrainfo.com/13337/operacion-nisman-para-voltear-al-gobierno/