INTERNACIONAL
“LA TERCERA, ES LA VENCIDA?”
Los rumores de una posible guerra nuclear parecen señalar que Washington y la OTAN van por todo para desbancar a Rusia
Por
Dany Smith
Misiles Patriot en Polonia |
La catarata de eventos y situaciones que venimos viendo en el
escenario de la geopolítica internacional, deja a las claras de que Washington
y sus satélites buscan de manera desesperada, el choque bélico con la
Federación Rusa y con la república popular China, como si de ello dependiera la
subsistencia de los girones del poder que les resta en el globo. Desde esta
perspectiva no hay que perder de vista toda la historia contemporánea que rodea
a esta situación de tensión increciente entre Washington-Moscú y Pekín que no
es más que la reedición de los viejos resquemores que solo tienen como real trasfondo,
el control geopolítico y geoestratégico global.
Hemos
venido viendo como las fuerzas norteamericanas lanzaron ataques aéreos
deliberados contra el ejército sirio que trataron de ser excusados por
Washington como parte de una cadena de errores a las que en realidad, nadie les
cree. Es tal vez por esta imposibilidad de tratar de esconder lo que en
realidad busca el poder anglosajón en el Medio Oriente y en especial contra
Siria, que desde hace apenas unas horas la Casa Blanca ha comenzado a blanquear
sus intensiones en torno a lo que siempre ha buscado para las poblaciones
árabes y musulmanas de la región y ello es, barrerlas para beneficiar a Israel.
Las
continuas pruebas de que aquellos actores habían vendió alimentando a las
organizaciones como “Al Qaeda”, “Al Nusra” y el mismo “Daesh”, demuestran que
jamás hubo una intensión de parar esta situación que los medios engañosamente llaman
“guerra contra el terror” ya que, se trata de una estrategia de caos que se
fomenta con estas tácticas sucias que son desplegadas, por estas armas que son
nada más ni nada menos, que dichas “organizaciones terroristas” entrenadas por
las agencias de inteligencia y militares occidentales. En síntesis, EEUU
siempre está de los dos lados a la vez.
El
caso del afamado “ISIS” no es más que una demostración de cómo Washington deja
pasar y deja hacer, para que –con ayudas de por medio- pueda
desarrollarse una pequeña célula armada hasta convertirse en un ejército. Nadie
podría contarle a un iraquí, que es verdaderamente el “Daesh” sin que termine diciéndole
“los trajeron los estadounidenses”.
cargamento lanzado para ISIS en Al Anbar 2015 |
Esta
siniestra manera de pensar y de actuar, claramente incomprensible para la gente
común, no solo es vital para los que ocupan sus puestos en el gobierno de los
países centrales y en especial, en sus agencias de inteligencia; es la forma de
mantener el poder a través de la fabricación del miedo y de la desconfianza
para que desestabilicen a una sociedad. En algunas de nuestras editoriales
hemos explicado cómo se maneja la política exterior norteamericana –heredera
del imperialismo británico- que empapada de cinismo y de secretismo, tejen
las situaciones bajo la premisa muy conocida en Washington que es “la mano
derecha no sabe lo que hace la izquierda”, una autoexcusa para desligarse, como
una clara demostración del alcance del poder real de los oscuros sectores
dentro de la política estadounidense.
Desde
hace seis años que la agenda de Washington viene evolucionando en torno a
tratar de remodelar la situación geopolítica del Norte de África y el Medio
Oriente como paso previo a saltar sobre Irán, obstáculo para una ruta limpia
que le permita el control absoluto de un anillo perimetral en torno a la
Federación rusa.
De aquellas jornadas en
las que se hablaba de “revoluciones populares”
hoy no ha quedado nada. Incluso los supuestos beneficios que tanto
discursaban los medios occidentales y en especial los estadounidenses, no
aparecen por ningún lado. Como muestra de ello, los mismos tunecinos que se
vieron arrastrados por esta supuesta “primavera”, no solo no vieron cambios
sino que incluso, están tan o más pobres que antes.
El
caso de Egipto ha sido sin dudas, una de las más claras farsas en las que se
desenvolvió la llamada “primavera árabe”, que comprobadamente fogoneada por los
intereses occidentales, puso en evidencia como Washington se deshace de
elementos prescindibles como fue Hosni Mubarak para colocar a los actores que
más le convenía a sus políticas y que en este caso fue, “la Hermandad
Musulmana” como cara política de organizaciones takfir como “Al Qaeda” y del
“Daesh” que por aquellos momentos se entrenaba en el desierto de Al Anbar en el
oeste de Iraq. Cuando el experimento
resulto políticamente inviable e impresentable ante los medios, la Casa Blanca
lo reemplazo con un golpe de estado clásico y dejó que los militares egipcios
se hicieran cargo del país.
Inmediatamente
vendría Libia en donde se ensayaron la puesta en marcha de una estrategia
intervencionista entre la OTAN y Naciones Unidas, las cuales cooperarían para
tratar de darle visos legales a una agresión militar que buscaba despedazar
territorialmente la soberanía del país árabe
con los aparentes fines de acaparar los ricos recursos petrolíferos,
pero que en realidad –y por lo visto a posterior- ocultaba la
instalación de un espacio geográfico libre y subordinado a los intereses
occidentales –de la OTAN- para poner en marcha lo que se trató de
instalar en Siria.
De
aquella manera, la Libia “árabe socialista” y antimperialista, paso a ser un
gigantesco campo de entrenamiento para los programas “yihadistas” de la CIA, el
Pentágono, el MI-6, el DGSE francés y
asociados de los regímenes del golfo, desde donde se comenzaron a remitir a los
llamados “rebeldes moderados”.
Tal
como lo señalo la vocera del Ministerio de exteriores ruso María Zajárova , la
aplicación del guión iraquí contra Siria –en alusión a la invasión y
ocupación estadounidense en 2003- traerá consecuencias desastrosas. Esto lo
aseveró luego de que Washington comenzara a dar señales de que parece estar
buscando actuar directamente contra Damasco.
Y esto obviamente no es por el hecho de que las organizaciones armadas
que respalda desde la oscuridad, se ven cada día empujadas por la intervención
de Rusia y los aliados chiitas de Siria, sino por el intento de establecer una zona de exclusión
aérea sobre sus cielos que impidan el vuelo de aviones sirios y rusos.
¿Recuerdan Iraq en los noventas, Libia en 2010? Con esa medida, los aviones
norteamericanos y británicos –y por supuesto israelíes- podrían atacar
con total impunidad a las fuerzas árabes sirias, repitiendo aquel concepto militar
que reza “quien domine el espacio aéreo, controlara su territorio”.
China tiene su propia capacidad nuclear |
Pero
los intentos de Washington y aliados no se detienen en el Medio Oriente. En las
fronteras orientales de la Europa profunda se están gestando peligrosos planes
que involucran a terceros países, los prescindibles de la OTAN quienes harán el
trabajo sucio de los norteamericanos por una simple palmadita en la espalda.
Uno de ellos, Polonia, está colaborando con
varias maniobras peligrosas que buscan llevarse a cabo en el Donbass, al este
de Ucrania. Un hecho que los medios
anglosajones mantienen muy bien oculto, es que Washington le da la derecha a
los grupos neonazis ucranianos, los cuales fueron usados como las fuerzas de
choque en la plaza del Maidan y sirvieron como matones a sueldo de oligarcas
ucranianos con estrechos vínculos con Tel Aviv y la CIA.
En
los últimos dos años tras el golpe de estado en Kiev –orquestado por
occidente como parte de la revolución de color-, hemos ido viendo como la
situación de los pobladores rusofonos de la región éste de Ucrania, tras haber
reclamado su independencia de aquel gobierno ajeno a la voluntad popular y
rechazado varios intentos de represión militar remitidos por el gobierno del
colaboracionista Poroshenko, han venido enfrentando la presencia de elementos
foráneos que buscan desarrollar una guerra sucia contra la población.
Por
suerte no lo han logrado, gracias a la organización de los habitantes y el
apoyo de Moscú que ha evitado en varias oportunidades que grupos de la OTAN,
incursionaran en territorio de los gobiernos autonómicos.
Afortunadamente
las tretas de la OTAN han fracasado una detrás de la otra, entre ellas el
derribo de un avión de pasajeros en el espacio aéreo del Donbass, que fue
infructuosamente montado ante los medios como una fechoría de “Moscú”. A pesar
de los costosos esfuerzos por culpar a Rusia de ese evento y los intentos de
amedrentamiento comerciales, las cosas se dieron vuelta para Washington y la UE
al revelarse que si se seguía profundizando en cómo se derribo ese aparato, más
se llegaba a pistas que comprometían a ciertos aliados del Pentágono.
Todas
estas provocaciones y las que se han venido dando en los últimos meses, parecen
buscar el choque bélico o al menos, preparar el escenario para un Stand By al mejor estilo de la guerra fría en la que,
hará necesario la inversión de recursos militares, dinero y nervios de acero
para demostrar quién de los contendientes está en condiciones de prevalecer.
Con ello viene el riesgo nuclear, muy presente en esta ocasión ya que, tal como
se ha visto en Yemen, Iraq y en Donbass, se han usado pequeños dispositivos
nucleares tácticos sin que ello haya conmovido a las organizaciones internacionales
de control de Armas de destrucción masiva o la organización de de la Energía
Atómica, que tanto se preocuparon por las armas que Saddam jamás tuvo.
Tal
como lo señalan algunos investigadores destacados, hay señales preocupantes de
que tanto EEUU como Rusia están preparando sus arsenales nucleares para
posibles y cercanas contingencias (v. http://www.globalresearch.ca/dangerous-crossroads-both-russia-and-america-prepare-for-nuclear-war/5548074
)
El
escenario no puede ser más funesto. Con la muy posible subida al poder de
Hillary Clinton en la Casa Blanca, se hace muy probable un recrudecimiento de
las hostilidades de los EEUU y de mayores bestialidades por venir. Para agregar
a esto, desde Varsovia algunos sectores políticos polacos advierten que el país
se está involucrando en un peligroso juego en el cual, las ojivas nucleares de
la OTAN ya están emplazadas amenazando a Rusia.