lunes, 5 de agosto de 2019




ESTABILIZANDO 
ASIA CENTRAL”
Cuáles son las actuales circunstancias geopolíticas de Asia Central y las posibilidades de mejorarlas

Por Ali Al Najafi

Desde las épocas de la guerra fría, uno de los objetivos primordiales de la OTAN era poder acceder al patio trasero de la URSS y la mejor puerta para ello era por Asia Central. Fue por eso que Turquía fue considerado como el indeseable (por ser un país musulmán) pero conveniente aliado para concretar este objetivo. Curiosamente por estas horas Ankara está considerando seriamente salirse de la Alianza. Pero en aquellos momentos su utilidad geopolítica era ineludible e indispensable. Con el derrumbe del bloque soviético a comienzos de la década de los noventas en apariencias todos se volvieron amigos y ese objetivo ya no tenía motivo de ser. Quien llego a creerse esto, cayó en un grave error y los años que vinieron así lo demostraron.

Desde 2001 la región del Asia central comenzó a deteriorarse sin pausa y en ello tuvo que ver el ingreso de los EEUU y la OTAN sobre Afganistán y Pakistán.  La excusa de los ataques contra las Torres Gemelas y el Pentágono  dio lugar al nacimiento de un nuevo objetivo de la seguridad nacional orientada a la lucha contra el terrorismo “islámico” y en particular contra el espejismo llamado “Al Qaeda” y sus viejos aliados del “Taliban”. Mediante estos embustes presumidos de legalidad y una más que discutida legitimidad se han creado un marco de situación opresiva y de constante violencia que no ha parado desde aquella llegada.

Desde entonces Washington no ha podido dar una sola buena noticia que se vincule a sus objetivos públicos en la región ya que, la democracia de la que se hizo gala mediática durante todo este tiempo solo es un cartón pintado que se escenifica con gobiernos títere en Kabul puestos por procesos corruptos en clara y única ventaja de los EEUU. En lo referente al progreso que los partidarios de estas políticas intervencionistas apoyan, solo ha habido mejoras en las fachadas edilicias, negocios de ropas, concesionarias de automóviles de alta gama y bienes lujosos que solo son accesibles a los pocos grupos que se han hecho ricos a la sombra de la ocupación y que se refugian en Kabul.

Los únicos afganos que apoyan la presencia de los estadounidenses son estos grupúsculos y obviamente los pobres empleados gubernamentales que por unos cientos de dólares entregarían o incluso matarían a sus propios parientes si les ofrecen un par de dólares extra. Igualmente, la seguridad de este sistema de cosas y las de los mismos norteamericanos que tienen su principal base no puede ir más allá de Kabul siendo necesario tener un socio regional que apoye sus esfuerzos por detener la resistencia local.

Para estos planes Pakistán fue y sigue siendo un actor fundamental para darle sustentabilidad a los planes de EEUU y de la OTAN en particular. 
Durante años los gobiernos de Islamabad han estado bajo la incesante presión occidental para permitir cuantos antojos se le viniera en gana llevar adelante al Pentágono y a la CIA. En éste último sentido el montaje de operaciones de “inteligencia” lanzadas desde bases en Pakistán sobre territorio afgano han cobrado su cuota de sangre a los mismos pakistaníes quienes también han pagado por coopera con estas acciones y no por ataques del “terrorismo” sino por las bombas de los mismos ataques estadounidense.

Las operaciones de asesinato selectivo ejecutados por los Drones de la CIA no se limitaron a villas y aldeas afganas. Hay muchos reportes de incidentes mortales contra enclaves pakistaníes que han dejado un número de víctimas civiles no precisadas y que Washington ha barrido bajo la alfombra.
¿Pero que dicen los vecinos que ven absortos toda esta situación? 
Claramente hay mucha preocupación y los motivos sobran. A la proliferación de la violencia con el brote (previo traslado de mercenarios desde Iraq y Siria) de subsidiarias del embuste del “ISIS” en algunos enclaves afganos donde operan casualmente tropas estadounidenses y británicas, el tema del control del tráfico del opio se volvió un tema central para países como Irán y Rusia que tienen que lidiar con unas cada vez mejor pertrechadas mafias que tratan de pasar Heroína a  través de sus fronteras.

En este sentido Moscú y en particular Vladimir Putin sabe bien que, a EEUU le conviene y mucho, una región convulsionada y en constante conflicto no solo para sus propios propósitos sino también para concretar los objetivos geoestratégicos de la Alianza Atlántica. En este sentido Vladimir Putin ha tomado la iniciativa en darle la bienvenida al gobierno de Islamabad para estrechar aún más las relaciones bilaterales concernientes a tratar temas de capital importancia estratégica que de resolverlos, beneficiaran a ambas partes.

En este sentido desde la cooperación en materia de seguridad y defensa con la firma del acuerdo del 7 de agosto de 2018 para que tropas pakistaníes se entrenen en Rusia (con posibilidad de adquisición de material militar), hasta la intensificación de las relaciones comerciales bilaterales como ser mediante la firma el día 27 de septiembre de 2018 del Acuerdo para construir entre la empresa estatal rusa GAZPROM y la empresa pakistaní ISGS un Gasoducto costa afuera  que posibilitara el abastecimiento de energía a Pakistán, se ha dado inicio a una nueva era que traerá muy buenos beneficios para ambas partes.

Incluso la agenda bilateral, es más ambiciosa y con ella se espera el desarrollo de varios proyectos energéticos independientes que  insertaran a Rusia en el mercado energético de Pakistán. Con estas políticas de interrelación ambas partes propenden a buscar la estabilidad de un país geoestratégicamente importante para el Asia central.

Otro de los objetivos  que ambas partes comparten es la necesidad de abandonar la dependencia del dólar como la moneda de cambio en el mercado de los recursos energéticos y en particular del petróleo, algo que tiene en vilo a Wall Street.

En julio pasado Donald Trump recibió la visita del primer ministro pakistaní Imram Kahn con quien busco fortalecer los desgastados lazos que unen a Washington e Islamabad prometiendo una sustancial ayuda a un país que busca (según las palabras de Trump) “llevar la paz a Afganistán”, una conclusión bastante alejada de la realidad si vemos lo que ha causado la presencia estadounidense allí.

A su vez no hay que olvidar el mal paso de la administración Trump por haber dado apoyo estratégico a los movimientos anti pakistaníes en el sur de Asia que obviamente benefician a los sectores pro-indios, algo que causó una inevitable irritación en el gobierno de Pakistán. Pero más allá de ello, el nuevo gobierno pakistaní comenzó a desandar una política por mejorar sus relaciones con sus vecinos más influyentes estableciendo lazos comerciales más intensos como lo es el corredor económico China-Pakistán (CPEK) que sin dudas molesta a Washington y por elevación a la India con quien mantiene un diferendo por la región de Cachemira y que hace pocos meses estuvo cerca de desatar una nueva guerra.

Fiel al estilo de la política exterior norteamericana, Trump tratando de actuar para las cámaras y los medios como un tercero imparcial, mete la pata y deja en evidencia como mientras a uno le da la mano derecha al otro le dice que luego se reunirá con él para prometerle todo lo contrario. Eso es lo que quedo evidente tras la visita de Khan cuando le dijo que el premier indio Modi le había sugerido la intervención de La Casa Blanca en el asunto por la disputa de Cachemira.  Este doble rasero tan conocido y ejercitado por todas las administraciones estadounidenses ha sido uno de los tantos motivos del por qué Islamabad ha ido tratando de sacarse el dogal que lo sujeta a Washington.

Y aunque en el pasado las relaciones políticas entre ambos han sido tirantes, las vinculadas entre las agencias de inteligencia para despliegue de juegos sucios que perpetué la guerra en la región siempre estuvo aceitada.

Pero no son los únicos que tienen incumbencia en todo esto. Se ha descubierto tras varios ataques del Taliban que en el embuste de grupos del “ISIS” están implicados los israelíes con unidades especiales denominadas “Sayeret Mashkal” que no son otra cosa, que unidades especiales compuestas por mercenarios de ascendencia árabe, pakistaní e incluso israelí que además de realizar ataques terroristas disfrazados de paisanos locales, tratan de infiltrarse dentro de las redes de la resistencia afgana e incluso, de llegar a extender su influencia dentro de Pakistán que reviste una importancia capital por ser el único país musulmán con un arsenal nuclear.

Y es aquí donde se visualiza la agenda de Tel Aviv en ésta región que desde hace décadas los sectores de la ultraderecha sionista y sus socios internacionales buscan por hacerse con el complejo y desarrollo nuclear del país islámico.

Por lo pronto, si el Talibán ya está al tanto de esta intromisión y ha documentado esta situación, no deben quedar dudas de que Rusia también desde hace tiempo lo sabe e incluso Irán quien es el principal preocupado en la presencia de estos grupos que no se diferencian en nada a los grupos “terroristas” financiados por Arabia Saudita. Con la presencia más acentuada de una Rusia interactuando con China en la región, hay menos chances de que estos planes sucios vayan más allá de lo tolerable. Resta esperar como reaccionara Tel Aviv ante otros golpes fatales  contra sus unidades especiales en Afganistán y como lo explicara a su sociedad.

sábado, 3 de agosto de 2019




PERMISO PARA ASESINAR”
Cómo y por qué Israel puede agredir a sus vecinos sin consecuencias legales

Por Charles H. Slim
A pesar de los estragos que el “Daesh” y sus mecenas (quienes financiaron sus operaciones) causaron en Iraq hasta finales del 2017, poco a poco el país árabe descalabrado por la ocupación angloestadounidense y sumido bajo un régimen de cosas controlado desde Washington, la seguridad y la vida de sus ciudadanos sigue quedando a merced de los sus antiguos enemigos regionales. 

Durante años desde los medios occidentales se alimentó la falsa idea de que “Saddam Hussein era una amenaza para Israel”, por lo cual su eliminación era un objetivo legítimo de ejecutar. Pero la premisa era falsa ya que Iraq no amenazaba al estado judío con acciones beligerantes o con solapadas actividades clandestinas. La principal amenaza del país árabe para los intereses en Tel Aviv estaba en su potencial desarrollo industrial y científico que de la mano de un gobierno nacionalista árabe que destinaba gran parte de su PBI a preparar a sus ciudadanos en universidades propias o en occidente, elevaba la capacidad de sus ciudadanos dentro del mundo árabe-islámico.

Con una población culta y bien preparada que exportaba cerebros a occidente, y para colmo con un fuerte y decidido apoyo a la causa palestina, a la vista de los sionistas, Iraq era una amenaza para sus planes expansionistas.

Consecuentes con la intensión de frenar el desarrollo científico iraquí y sumir al país en el retraso, Israel realizo todo tipo de agresiones, intervenciones secretas, asesinatos y sabotajes dentro de Iraq que tendrían su punto culmine con la invasión y ocupación en 2003 circunstancias aprovechadas para operar desde adentro y dirigir operaciones negras con entre otros siniestros objetivos  otros objetivos, eliminar a científicos y académicos árabes.

En Iraq nadie ignora esto (e incluso en toda la región) y menos aún asombran las últimas incursiones realizadas sobre su país.

Fue así que en la madrugada del 20 de julio último entre las 1:05 y las 2:00hs, se escucharon varias explosiones en la región de Amerli, en la provincia de Salajedín al noreste de Bagdad que sobresaltaron a los ya curtidos pobladores de la región. Tras las potentes explosiones comenzó a verse el resplandor de llamas y humo que provenían del cuartel de las unidades de las milicias chiitas “Al Hashad Al Shabi”, que surgieron tras la aparición del “Daesh” en 2014.

Según los pocos testigos que pudieron advertir el ataque, hablaron de que un Drone no identificado (al que los medios israelíes califican de “misterioso”) lanzo sus misiles sobre las instalaciones matando al menos a un miembro de las milicias e hiriendo a otros cuatro. A la par de ello, las fuentes de inteligencia iraquíes informaban que en días previos se avisto volando en las cercanías un avión de reconocimiento B350, un dato que no ha sido pasado por alto por los jefes de las milicias.

Otras fuentes informan que el Drone habría partido y con la dirección operacional israelí desde una base estadounidense ilegal ubicada en territorio sirio. Sobre ello, las especulaciones sobre los entretelones que se esconden detrás de esto, algunos informan que se involucraría la colaboración de los kurdos sirios del YPG e iraquíes de la mafia del Clan Barzani quienes con presencia en la región y develada cooperación con Israel,  habrían facilitado los datos obtenidos en el terreno y enviados por canales secretos a la base estadounidense en Hasaka y de allí directamente a la sala de comando en Tel Aviv.

Una de las consecuencias de la ocupación fue precisamente el desarticular todas las defensas de Iraq y en particular sus fuerzas armadas que actualmente solo son una extensión policial de las fuerzas estadounidenses pero pobremente armadas. Es por ello que toda su frontera con Turquía y Siria, incluyendo el especio aéreo es un extenso colador por donde en 2014 no solo pasaron libremente los grupos de mercenarios del “Estado Islámico” sino también fue y sigue siendo el punto de entrada y estadía sin plazo para salir de tropas turcas, estadounidenses y de varios de sus aliados.

No caben dudas de que para lanzar este ataque hubo una tarea de inteligencia previa facilitada por estas circunstancias y hasta podría asegurarse de una marcación en el terreno por alguna infiltración o más bien, el accionar de mano de obra subcontratada local. No hay que olvidar que quienes actualmente administran el país se han cargado (asesinado), junto a los estadounidenses, a millares de sus propios conciudadanos en la odiosa tarea de “Desbaatizar” a Iraq llevando a que miles de personas señaladas o acusadas de ser miembros del partido nacionalista “Baas” continúen desaparecidas o prisioneras en los oscuros calabozos del régimen colaboracionista.

Pese a ésta limpieza ideológica que pretendía erradicar a la resistencia nacional contra la ocupación y el régimen títere del Partido “Dawa”, las acciones continuaron demostrando la farsa mediática que arbitrariamente separaba entre “sunitas insurgentes” y “chiitas amigos de la ocupación”. La realidad era que tanto sunitas como chiitas –una distinción que nunca existió en Iraq hasta la llegada de los EEUU- formaban homogéneamente parte de varias agrupaciones de la resistencia que tras la salida parcial de los invasores, continuaron en actividad.

Por otro lado, Tel Aviv y Washington habían estado señalando continuamente el apoyo iraní que recibían estas milicias algo de lo cual, había tensado las relaciones entre el gobierno meramente decorativo de Bagdad, los grupos chiitas opositores a la presencia estadounidense en el país y por supuesto Washington.

En el pasado cercano y más precisamente en momentos que estos grupos luchaban por expulsar al Daesh de las ciudades del norte, aviones estadounidenses atacaron columnas y posiciones de las agrupaciones chiitas alegando a situaciones de error. Los iraquíes nunca creyeron esas excusas y más bien orientaron esos episodios a intentos por borrar testigos en momentos que aviones de transporte sin matrícula lanzaban pertrechos y armas tras las líneas del “Daesh”.

Es por esto que cualquier alegato por tratar de cubrir la participación de Israel en las masacres que se cometen tanto en Iraq como en Siria, ya no convence a nadie.

martes, 30 de julio de 2019




LA RUTA A VACA MUERTA”
Qué tan valioso es el enclave patagónico y a quiénes realmente beneficiaría su explotación


Por Charles H. Slim
Mientras en las ciudades del interior y en la capital federal la crisis económica y financiera se hace sentir con fuerza, en el oeste de la Argentina brota de la tierra la promesa de trabajo y progreso para los argentinos que estén dispuestos a progresar con sacrificio y a la vez una magnífica oportunidad para que el estado logre obtener una entrada de recursos económicos que puedan paliar la terrible crisis que asola al país. Eso al menos para algunos argentinos ya que quienes realmente tendrán el control absoluto del flujo de las ganancias multimillonarias de su explotación estará en manos de empresarios transnacionales.

El yacimiento de “Vaca Muerta” en la provincia patagónica del Neuquén limítrofe con Chile, ha representado uno de los puntos más prometedores para el desarrollo, prospección y extracción de recursos energéticos materializados en las reservas de gas natural y petróleo más grandes de la región. La información que la compañía estatal YPF ha publicado, describe la situación geográfica y geológica alienta aún más las expectativas de obtención de multimillonarias ganancias.

Con una superficie de 30 mil kilómetros cuadrados y un terreno geológicamente apto, este yacimiento no solo ha despertado el interés del gobierno argentino sino también de gobiernos y empresas extranjeras que tal vez antes de que en Buenos Aires se enteraran de la riqueza que allí existe, ya se habían constituido discretamente en el lugar con equipos de exploradores para analizar el terreno. Y es que aquí también (como en todo actualmente) la información es poder y ella habría sido obtenida hace algún tiempo desde el espacio por los barridos de satélites geológicos estadounidenses que orbitan la tierra.

Aunque muchos argentinos no estén al tanto de cómo comenzó a gestarse esta intervención con difusos intereses, no deben confundir el actual asentamiento militar norteamericano con una decisión exclusiva del presidente Macri. En un país como Argentina que tiene una clase política ávida por las ganancias extras no era de extrañar que sucumbieran al dulce olor de los dólares estadounidenses. Esto se pauto a instancias de pedidos realizados ante la embajada estadounidense por el gobierno de Sapag y que terminaron por cuajar en conversaciones secretas y unilaterales entre el gobierno provincial de Neuquén con Washington, según señalaron fuentes en Buenos Aires. Desde el punto de vista legislativo y constitucional estas negociaciones fueron claramente discutibles ya que fueron realizadas a espaldas del conocimiento del gobierno federal quien ejerce la representación de los intereses de la nación.

Pero esto en épocas del gobierno seudo revolucionario de izquierdas neo castristas auto denominados como “progresistas”, era un imponderable muy creíble que sucediera.

Según se ha precisado las tratativas  inconsultas con el entonces poder ejecutivo nacional a cargo de Cristina Fernández, se llevaron adelante por funcionarios provinciales que viajaron a EEUU y de representantes estadounidenses que hicieron lo mismo hacia Neuquén por mediados del 2011, en momentos que el país comenzaba a entrar en una severa crisis económica de la cual aún se siguen viendo sus consecuencias.

Pero las condiciones políticas en ese entonces para ingresar al país, eran bastante adversas. No porque los norteamericanos  no tuvieran los recursos y menos aún la fuerza para ello, sino porque estos métodos no son necesarios para desplegar en el Cono sur, no al menos en forma directa y explicita. Cuando el gobierno de CFK abrió la puerta a los chinos, justamente para instalarse con una base de Observación en la misma provincia, los estadounidenses y en particular los generales del Pentágono se mordían los dedos temerosos de perder el control de esta zona.

No es necesario decir que aquel gobierno, absolutamente idílico y sin manejo de concepciones políticas reales, dejo el asunto en manos de los chinos sin el menor control por parte de sus agencias y organismos de la seguridad y defensa correspondientes, y ello por el simple hecho de que no contaban con ninguna operatividad. Con respecto a esto, el gobierno de CFK demostró una ausencia de criterio estratégico y una total ausencia de ambiciones serias orientadas a proteger sus intereses nacionales con alguna concepción de defensa.

Sin dudas que la llegada del gobierno conservador de Mauricio Macri alivio el ánimo y con creces de los estadounidenses. Sabiendo que en este país el ciclismo político es tan diletante como contradictorio no perdieron tiempo y tomaron la iniciativa de hacer valer lo acordado con los políticos neuquinos y penetrar rápidamente en la región aún con mayor intensidad que la llevada a cabo por los chinos.

Para asegurarse de que no habrá interferencias y para garantizar un corredor de transporte de lo que el yacimiento produzca, el gobierno de Buenos Aires permitió que los estadounidenses montaran una base militar que bajo un eufemístico rótulo de “Centro de Operación de Asistencia humanitaria” y en prevención de imaginarios desastres naturales, se establezcan a muy pocos kilómetros de la cuenca de Vaca Muerta. Un dato a tener en cuenta es que dicha instalación se hallara bajo la jurisdicción militar del Comando sur y aunque tal vez no albergue un arsenal militar, una compañía de marines o una flota de blindados “Abrams” nadie puede asegurar que no se trate de una instalación destinada a actividades de inteligencia militar que podrían ir desde recolección de información con fuentes humanas, inteligencia electrónica o ejecutadas desde Salas comando con Drones remoto.

Es muy probable que una instalación de estas características serviría para estrechar aún más el control y vigilancia de las comunicaciones pero en particular la trasmisión de datos y contenidos realizados por los habitantes de la región por las redes sociales. Igualmente y suponiendo que los gobiernos de la región (incluyendo a la Argentina) estén al tanto de esto, carecen de voluntad política de hacer algún reclamo.

El emprendimiento no solo despertó interés en Washington y la UE sino también en Moscú, un país que tiene una extendida y muy prolífica actividad en el desarrollo de la industria de la minería pesada y la extracción de recursos como el petróleo, el gas y el carbón de sus riquísimos y estratégicos yacimientos en el Cáucaso. No olviden que cuando la URSS en 1991 se desplomo en mil pedazos, las repúblicas preexistentes y los grupos étnicos que habían quedado sojuzgados bajo el poder soviético por más de setenta años, reclamaron su independencia sin que ello en algunos casos, no significara terminar en guerras sangrientas.

Ese fue el caso de Chechenia, una región caucásica de mayoría musulmana que tras reclamar su independencia de Moscú, recibió como respuesta la inmediata respuesta militar rusa dado que allí se albergaban los más ricos yacimientos de petróleo y carbón de los cuales Rusia no podía prescindir y mucho menos, cuando Londres estaba a la zaga por apoyar diplomáticamente a los chechenos en una proclamación de nación independiente ante los foros internacionales. 

Los rusos sin dudas tienen un interés en Vaca Muerta y la inserción de EEUU en la zona, lo vuelve mucho más importante desde un punto de vista geoestratégico.

Tal vez un punto de vista que nadie ha considerado y mucho menos los gobernantes argentinos, es la posición geográfica de esta cuenca gasífera que la hace tan o más valiosa desde el punto de vista estratégico que de los recursos que se podrán extraer de ella. Con esta instalación estadounidense podría cerrarse un triángulo de vigilancia y monitoreo electrónico con vértices principales en Malvinas y la isla de Ascensión que secundada por instalaciones secundarias como las ubicadas en Resistencia, Chaco, Misiones, Ushuaia y sus portaaviones que navegan libremente por el Mar argentino, conformaría una gigantesca base de operaciones militares y de inteligencia que sin lugar a dudas beneficiara en última ratio a la OTAN.


domingo, 28 de julio de 2019





GEOPOLITICA MAFIOSA”
Entretelones de las intervenciones en el Medio Oriente que bajo la máscara de la Lucha contra el terrorismo que esconden una gran estafa criminal tejida e impulsada en una colusión entre mafias internacionales y administraciones gubernamentales occidentales


Por Charles H. Slim
Ha corrido demasiada sangre en los 19 años de lo que va de este siglo para que se pasen al olvido, crímenes tan detestables como atroces contra amplias regiones del planeta y en particular en una en la que Washington y sus socios –en especial Israel-  tienen un señero interés. Nos referimos al Medio Oriente una región que tras la llegada de las intervenciones angloestadounidenses con la administración republicana de George H. Bush en la década de los noventas en adelante y hasta el presente la han convertido en un campo de batalla sin tregua por el control de los recursos energéticos y de sus rutas comerciales de transporte de oriente a occidente.

Nunca hubo otro motivo más importante para movilizar incontables recursos e invertir billones de dólares de los contribuyentes estadounidenses en las dos guerras contra Iraq (1991 y 2003) y las operaciones negras dentro de Siria, que la de apoderarse de los flujos de petróleo y el gas que curiosamente se albergan en los territorios de Iraq y Siria. Fue en este contexto la aparición del fraude de la “bandera negra” espectacularmente denominada “Estado Islámico” que incluso pretendió usarse como ariete de los intereses de Israel contra la resistencia palestina de Hamas.

Han sido años de embustes, trucos sucios y mucho crimen. Detrás de las máscaras mediáticas que trataron de justificar estas intervenciones, estaban y siguen estando otro tipo de organizaciones que en complicidad con las agencias y militares de los estados agresores, han saqueado las riquezas económicas, energéticas y culturales de ambos países árabes.

Recordemos sino cuando los EEUU (bajo la administración republicana Bush-Cheney) y sus colegas británicos invadieron Iraq en 2003, se ocuparon entre otros asuntos de copar los museos y los reservorios arqueológicos, los ministerios clave como el del Petróleo en Bagdad y obviamente, los principales oleoductos y terminales de bombeo entre ellos el más grande ubicado en Kirkuk al norte del país. Poco a poco y en medio de la ocupación regenteada por Paul Bremer y sus secuaces, los estadounidenses y británicos en complicidad con funcionarios kurdos adictos al clan Barzani, pusieron a rodar el sucio negocio del tráfico de petróleo que era sacado por el puerto turco de Ceyhan.

Cuando comenzaron las agresiones contra Siria allá por 2012, una vez más pero esta vez a la saga de la administración demócrata de Barak Obama, las manos negras de las agencias estadounidenses y sus colegas turcos, comenzaron a trabajar para desestabilizar el noreste del país árabe donde se hallan los principales campos petrolíferos y de gas natural.  De ese modo, agitaron a los sectores descontentos con Al Assad, compraron voluntades entre algunas facciones kurdas que se oponían a Damasco, profundizaron sus relaciones con las mafias de contrabandistas y alimentaron de ese modo la idea de conquistar una posible autonomía en toda la franja norte (Rojava) y lograr pingues ganancias si cooperaban en la tarea de sacar petróleo de los campos de Deir Ezzor.
Quienes detrás de estas mask?

Se trató de una verdadera coalición gangsteril internacional, donde las agencias federales de inteligencia de occidente en cooperación con organizaciones mafiosas kurdas, turcas, sirias  y hasta de criminales neoyorkinos ligados a la mafia, mataron a quienes se les opusieron en el camino para conseguir sus fines. Cuando se dijo que ISIS era quien estaba financiándose del petróleo robado desde Siria e Iraq, estaban diciendo una verdad a medias. Antes de que llegara la “fabula de la bandera negra” (una creación materializada por los dineros de Arabia Saudita, Qatar y viabilizada por Bahrein, Israel, Bulgaria, Rumania y Turquía), los estadounidenses, los kurdos y los turcos ya estaban sacando petróleo por camiones cisterna traídos desde el puerto de Houston (EEUU).

Incluso cuando el “ISIS” llego a la frontera norte turco-iraquí, las extensas hileras de miles de camiones cisterna cargados de crudo de los campos petroleros de Kirkuk, pasaban por la carretera Erbil a localidad fronteriza de Mosis y de allí al interior de Turquía para más tarde ser sacado por los puertos turcos y vendido por agentes israelíes en la Unión Europea.  Claro que a nadie y en particular a los personeros en Washington y Londres le interesa recordar estas cosas por las cuales muchos fueron asesinados.

Todo esto revela un gran fraude que algunos periodistas lograron acreditar a costa de sus empleos y otros de sus propias vidas. Cuando los rusos intervinieron en ayuda del ejército sirio, los rastros de la “ayuda humanitaria” estadounidense, comenzó a verse lo que en realidad y en los hechos ella representaba. Uno de estos descubrimientos fue a instancias de las investigaciones de la periodista búlgara Diyana Gaytandzhieva quien con sus reportajes en Siria, documento el hallazgo de gigantescos arsenales de armamento provisto al “ISIS” por el gobierno de su país y planchas de acero industrial con las marcas de acerías ucranianas que servían para blindar los camiones bomba que la franquicia usaba. Todo este material no podía llegar sino por buques de transporte que escandalosamente saltaban el cerco naval estadounidense.

Por supuesto que también estaban detrás de estas colaboraciones, aliados regionales como Azerbaiyán, Arabia Saudita e Israel entre muchos otros actores europeos.

Tal como lo señala un investigador estadounidense, quien tras reunirse en 2014 con asesores de seguridad iraquíes en momentos que ISIS amenazaba con llegar hasta Bagdad, le aseguraron “que esa organización era fácil de usar y controlar” como dando a entender que todo este circo había sido preparado y financiado con antelación. Curiosamente éste editor de un sitio web comento que la mayoría de estos expertos iraquíes serían decapitados por éstos mercenarios ¿Coincidencia?

Mientras tanto, para cubrir toda esta situación, los medios occidentales intoxicaban la realidad con falsos reportes –fake news- hablando de una supuesta “lucha contra el terrorismo” como si se tratara de una cruzada medieval en pleno siglo XXI. Fue sin lugar a dudas la expresión más alta del crimen organizado internacional operando junto a gobiernos de otros estados.

Pero el negocio se fregó con el arribo de los rusos que con apenas un par de operaciones de bombardeos coordinados sobre las rutas atestadas de camiones cisterna, termino con aquel fabuloso negocio que incluso sirvió para lavar activos que, por intermedio de corporaciones ficticias fueron directamente a financiar las campañas electorales de varios legisladores norteamericanos. Como sea que haya sido, en algún momento se deberán revisar todas estas cuestiones ya que las mismas han representado, además del robo, una tragedia humanitaria  que no tendrá solución en mucho tiempo.

martes, 23 de julio de 2019




INTRIGA EN TEHERÁN”
Qué efectos tendrá el anuncio de la desarticulación de una extensa red de espías operando dentro de la república Islámica de Irán pagada por la CIA ¿Trump en problemas?

Por Charles H. Slim  
Cuando en mayo de 2009 una bomba estallaba dentro de una mezquita en la localidad Zahedan al sudeste de Teherán, los medios occidentales enmarcaron el hecho como un episodio más en el relato de la supuesta “guerra sectaria” entre musulmanes chiitas y sunitas que se estaba desarrollando en el vecino Iraq. Para las autoridades iraníes de aquel entonces los autores de este crimen habrían provenido de un grupo terrorista de corte independentista de la región Sitán-Beluchestán, pero muchos sospechaban que detrás de ello estaba la mano negra de las agencias de inteligencia occidentales y particular las israelíes. 

Lo mismo había sucedido un año antes contra una mezquita en Shiraz donde un suicida detono una bomba matando a seis concurrentes e hiriendo a más de sesenta personas. Sin dudas que alguien estaba aprovechando la situación que existía en la región y las sospechas apuntaban hacia actores muy bien conocidos en llevar adelante estos actos. En Iraq la situación de la seguridad era (y aún sigue siéndolo) calamitosa y a la lucha de la resistencia contra la ocupación, se estaba llevando a cabo una compleja y brutal lucha contrainsurgente en la cual, además de las operaciones clandestinas de la inteligencia militar estadounidense se veían involucradas varias agencias de inteligencia civil como la CIA y el MI-6 británico pero con la participación estelar del Mossad israelí.

En aquellos años la  CIA y el Mossad montaron sus propias operaciones y en algunos casos pudieron haber cooperado para llevar adelante algunos objetivos en particular, especialmente aquellos ejecutados mediante el reclutamiento y la subcontratación de mano de obra local.  En ese entonces los asesinatos con pistolas con silenciador, las masacres colectivas en residencias e pleno Bagdad y los secuestros de personas para ser torturadas y aparecer en callejones asesinadas fueron parte de esas injerencias.

La operatividad de estas células de asesinos ya venía desde 2004 desplegándose  en Bagdad donde llevaron adelante incontables “operaciones negras” basadas especialmente en secuestros, asesinatos y desapariciones que hasta el día de hoy continúan impunes ya que el régimen títere que coloco la ocupación y sus posteriores delegados jamás permitiría investigar estas atrocidades.  Teherán sospechaba y con razón que esta caótica situación (además de haber sido deliberadamente creada) sería aprovechada por EEUU e Israel para infiltrar células de espionaje y ataque en su territorio con nada buenas intenciones.

Cuando Bagdad fue puesta en manos de una facción chiita tolerante a la presencia angloestadounidense, Teherán realizó un acercamiento inmediato y por sus propios medios comenzó a tender puentes de relaciones políticas con la finalidad de ganarse la confianza de los chiitas iraquíes y lograr la cooperación política ante las amenazas solapadas que se agazapaban en su territorio. Los iraníes estaban conscientes de que las instituciones iraquíes como el ejército y la policía estaban bajo el control de los militares de EEUU y la inteligencia literalmente absorbida por la CIA aunque, existían sectores que se oponían a esta cooptación siendo estos aliados de la ayuda iraní.
Mujaidines Al Kalq Logo

Uno de los logros de la influencia iraní contra la cooptación estadounidense en Iraq fue la desarticulación y erradicación de la organización terrorista “Mujaidines Al Kalq” (MKO) que teniendo sus oficinas en Bagdad había sido fomentada en la década de los ochenta por el Departamento de Estado norteamericano en la era Reagan, que siguió siendo apoyada en la clandestinidad por la CIA en las subsiguientes administraciones en Washington  (entre ellas la de Bill Clinton) y apoyada por Saddam Hussein para desestabilizar a Irán.

La eliminación de esta organización significó un duro golpe para Washington y por ello redujeron los beneficios al régimen títere de Nouri Al Maliki y a su vez endurecieron las sanciones contra Teherán.

No hay que olvidar que por esos años, la presión comercial, diplomática y económica que ejercía Washington –similar a la que actualmente se imprime contra Venezuela-, estaba complicando la situación interna de Irán y ello sería aprovechado por sus enemigos, especialmente Israel, quienes necesitan crear estas revueltas internas para poder reclutar con mayor facilidad mano de obra local que ejecute (por buenas remuneraciones) sus objetivos dirigidos desde la distancia.

Para Israel y su agencia de inteligencia “Mossad” este tipo de tareas es una costumbre muy bien aceitada. Quienes se hallan al frente de diseñar y ejecutar estas operaciones tienen una amplia experiencia significando ello, largas listas de muertes y daños materiales causados por atentados en su haber. Expertos en el negocio de la muerte –especialmente en hacerlos parecer accidentes[1]- y el terrorismo, los israelíes aprovecharon las circunstancias creadas en rededor de la región y en torno a Irán en particular, para poner en marcha un ambicioso proyecto concebido por el núcleo sionista con Benjamín Netanyahu a la cabeza: Destruir el programa nuclear iraní.

Los frutos de estos planes criminales comenzaron a ser más brutales y explícitos. Tel Aviv creía que la situación en Iraq serviría para cubrir sus rastros y como había venido sucediendo desde su inserción en 1948 en la región, sus acciones pasarían desapercibidas. Fue de esta forma que varios científicos y académicos iraníes serían brutalmente asesinados o serían desaparecidos, algo que le ocurrió años antes a muchos de sus colegas iraquíes. Esa fue la suerte del científico de cincuenta años Massud Alí Mohamadi quien, al salir a trabajar en la mañana sería asesinado en su barrio al norte Teherán con la detonación a distancia de una bomba adosada a su motocicleta en 2010. 

El modus operandi de estas agencias de inteligencia se basan en lograr ingresar e instalar una base de operaciones en el país que tienen como objetivo y desde allí coordinar el ataque con sus propios agentes o reclutando criminales locales. Pero también, aprovechando las disidencias políticas internas montan redes de espías y colaboradores que ubicados en puestos estratégicos, informan en muchos casos a una terminal en Tel Aviv. El principal incentivo que usan y en especial la agencia israelí es el dinero. 

La desarticulación de una red de 17 iraníes que espiaban para la CIA, es un capítulo más de todo esto. En apariencias Teherán logró darle un duro revés a la compleja telaraña que la CIA mantiene en el continente asiático, pero no acaba con ella. Se trata de un golpe a la intensificación de las operaciones de espionaje desde la asunción de Trump al poder y la prueba de como EEUU viola la soberanía de un estado evidenciando la violación de la ley internacional y la Carta de Naciones Unidas. Lo importante de esto sería que, prevalezca la ley internacional y que de una buena vez por todas, se haga valer a todos por igual aún, si es Washington quien la infringe.




[1] El caso del profesor de la Universidad de Shiraz Ardeshir Hassanbpour quien apareció misteriosamente asfixiado por una supuesta fuga de gas en su domicilio.