“BIO PSICOSIS”
Cómo impacta la
crisis del Covid-19 en Argentina ¿Sabén de que se trata realmente?
Por Charles H. Slim
Acostumbrados a mirar hacia adentro y siempre
desinteresados de lo que ocurre en otras partes del globo, los argentinos y
mucho menos sus gobernantes no vinieron venir ni que hay detrás de lo que hoy
pareciera ser una pandemia fuera de control. Cuando por el mes de diciembre de
2019 llegaron las primeras noticias de casos de una especie de gripe atípica en
China, nadie en este país sudamericano presto atención ni mucho menos se puso a
ver el contexto geopolítico en el que dicha infección aparecía.
Para el mes de febrero, cuando la progresión de
aquella enfermedad tomo una escala preocupante, a la par de las extraordinarias
medidas del gobierno chino los medios occidentales comenzaron su labor de
manipulación y magnificación de la información tratando de aprovechar la
ocasión para hundir a la república popular en el descredito internacional. Titulares
catastrofistas y eslóganes tendenciosos como el “Virus de Wuhan” o “el virus
chino” ciertamente xenófobos y maliciosos comenzaron a llenar los espacios
informativos en occidente. Sumado a ello, las versiones aterradoras sobre
“miles de muertos” y la persecución del gobierno chino a quienes ventilaran
esta realidad, buscaron sacar ventajas políticas en medio de la crisis.
Como de costumbre, los medios argentinos no se quedaron
atrás y como fieles aprendices, la mayoría de sus periodistas y opinologos de
pacotilla no hicieron más que repetir al pie de la letra toda esa basura que
solo busca psicopatear a las poblaciones.
Con esa impostada prudencia que en realidad esconde
el temor a contrariar las versiones provenientes del norte o de la “maravillosa
Europa” –que puede costarles no poder
ingresar más a EEUU-, las empresas de noticias y sus conspicuos informadores
argentos ni se les paso por un solo momento argumentar que este virus pudo
tener un origen artificial y mucho menos que su “aparición” pueda estar
circunscripto en las tensas relaciones comerciales que existen entre EEUU y
China. Mucho menos se atreverán a debatir si en realidad esta pandemia ha sido
creada deliberadamente por los laboratorios estadounidenses de “Guerra
biológica” (CBN)[1] o de un ataque solapado de
sus agencias de inteligencia (terrorista) como parte de un capitulo más en esta
guerra económica contra China.
Esta táctica sucia es tan vieja como el hombre[2]. Pero
en la actualidad EEUU y su socio Israel[3]
cuentan con amplios y sofisticados programas de desarrollo de este tipo de
armas pestilentes las cuales han estado al margen de cualquier discusión y
control por los organismos internacionales ¿Acaso no son parte de la Comunidad
internacional? Son baratas, silenciosas y muy efectivas a comparación de los
costosos arsenales nucleares. Utilizando a una sola persona inoculada –voluntariamente o no- con este agente
biológico habría sido suficiente para detonar esta pandemia en Wuhan.
Solo algunas fuentes argumentaron sobre ésta
posibilidad. Y los argumentos tienen
bases muy ciertas. Washington no sabía como detener la competencia comercial (por
el tema de la propiedad intelectual) y tecnológica de China que, pese a los
acuerdos firmados en enero, no abarcaban los fabulosos contratos en telecomunicaciones
(5G) de la Corporación “Huawei” firmados
con socios tan vitales como Gran Bretaña. La sordera de Boris Johnson y de la
UE ante los pedidos de Trump por romper esos contratos comerciales, ponían a
los EEUU –desde el punto de vista del
Departamento de Defensa- en una situación comprometida. Pero sus aliados no
le dieron importancia a esos pedidos, entonces ¿Cómo podría La Casa Blanca
forzar a sus socios a entrar en razón?
Estos medios y sus periodistas siguen haciendo la
vista gorda a los indicios que conducen a la posible comprobación del origen
(causa) y para distraer a la opinión pública hacen foco en las consecuencias de
aquella. Y es que ¿Alguien puede imaginarse que Naciones Unidas solicite
inspecciones de los depósitos estadounidenses donde alojan sus armas químicas y
biológicas?
Hace solo unos días el gobierno chino señalo a EEUU
como el posible responsable detrás del brote en Wuhan desatando todo tipo de
comentarios adversos (y carentes de fundamentos) en los medios argentinos. Acaso
¿Ud verá algún virólogo, periodista o politólogo argentino hablar sobre esta
posibilidad o tratando de desmentirlo? No. Lo único que escuchara será las
opiniones causticas y tendenciosas de intelectuales y filósofos que sabrán
mucho de literatura y teoría política pero nada de la Realpolitik[4].
Olvidenlo, no verán a ningún periodista argentino o
a alguno de sus panelistas de programas basura que se halle empleado por las
empresas y productoras más importantes del país que se atreva a expresar
semejante tesis. Y mucho menos se verá que algún político argentino (sin
importar si es gubernamental o de la oposición) se atreva a involucrarse en
esta discusión.
No hay otra descripción para la conducta de éstos “informadores”
como la de simples borregos a sueldo y que terminan siendo funcionales a la
intoxicación informativa de Washington. Con este panorama no hay posibilidad de
que los argentinos pudieran estar al tanto de lo que realmente estaba
ocurriendo ni como está y puede evolucionar la presente crisis, ni mucho menos,
de dónde surgió éste virus.
Por lo pronto y de forma sorpresiva, el domingo 15
de marzo en horas de la tarde y tras una acalorada y muy nerviosa reunión de
ministros en la residencia de Olivos, el gobierno de Alberto Fernández decidió
tomar algunas medidas para evitar la propagación de un virus que seguramente ya
estaba presente en el país desde antes de que su ministro de salud Ginés
González García asegurara con su descontracturada cara que “no llegaría tan
rápido al país”. Este fallido del ministro sirvió para que la prensa argenta pro-anglosajona
lo denostara casí hasta el escarnio. Estos
medios y sus insignes periodistas (que se autoproclaman liberales) son
los mismos que no se han atrevido a discurrir más allá de su corta visión de
repetidores, sobre cual es la situación dentro de los EEUU donde
multitudinarias ciudades como New York, Chicago y San Francisco se hallan en un
verdadero estado de psicosis colectiva por una generalizada infección mediática
similar a la que se puede ver en esas películas de terror zombie.
Para colmo de males, esto a causado un colapso
económico financiero de alcance global haciendo que Argentina también se hunda
más abajo en sus expectativas de reactivación.
Pero cuando su labor de meros amplificadores de las
versiones informativas de medios como la CNN y de los popes gráficos como New York Times o The Washington Post comenzaron a tomar velocidad, las bolsas de
valores se vinieron abajo beneficiando curiosamente, a ciertos personajes del mundo
financiero llevando también a una severa crisis en la producción el petróleo el
cual llego a crear un conflicto diplomático entre Rusia y Arabia Saudita.
En el caso de la bolsa de Wall Street, la caída de
las acciones de todos los mercados y en particular de las aerolíneas llevo a
que el magnate de las inversiones Warren Buffet se llevara las palmas al
acaparar las acciones de las compañías aéreas como “Delta Airlines” y de
tarjetas “Skymiles” que se relaciona con el negocio del turismo. Con esta adquisición
Buffet pasó a poseer el 12% del capital accionario de Delta y el 18% de las
acciones de Skymiles.
La caída del 33% del precio del petróleo también ha
causado un duro impacto en la economía mundial llevando a que Rusia rompiera
con la OPEP y en especial, con Arabia Saudita por la fijación del precio del
crudo. Con ello Rusia conseguirá mantener el precio del petróleo bajo y alejado
de las presiones de Washington por establecer un precio uniforme y acorde a sus
intereses. Ante ello y en concordancia con los intereses en Washington, Riad
anuncio rebajas entre 6 al 8 dolares por barril impactando en las empresas
petroleras y de elaboración de combustibles tratando de boicotear las medidas
de Rusia.
Todo esto no ha hecho más que agravar la crítica situación
económica y financiera de la Argentina que producto de esta repentina crisis va
camino a una posible depresión.
Por lo pronto su población seguirá envuelta en la
psicosis y la incertidumbre de consecuencias creadas por una causa “desconocida”
la cual a su vez la originaron otros. Como siempre, al país y a sus habitantes solo
les queda ir detrás de los acontecimientos demostrando que pocas cosas han
cambiado con la elección de un nuevo gobierno.
[1]
Siglas en inglés para Chemical Biological Nuclear (Nuclear, Biologica y
Química)
[2]
Los Hititas por el año 1200 (AC) solían usar “Tularemia” (Fiebre de los
conejos) para infectar las lanas de ovejas que luego infiltraban entre el ganado
de los pueblos enemigos. Durante el siglo XVIII los británicos para lograr apoderarse de gran parte del
Canada, además de engañar a los nativos mediante perfidia, se deshicieron de
ellos regalandoles mantas infectadas con viruela. En mayo de 1948 las pandillas
sionistas inyectaron “Tifus” en el acueducto de Acre infectando a los
defensores británicos. Hoy día, Israel suele adulterar químicamente las fuentes
de agua entrantes a Gaza con fines claramente siniestros
[3]
Globalresearch.ca. “La historia de Israel del uso de Armas químicas”, 29 de
septiembre de 2013. https://www.globalresearch.ca/israels-history-of-chemical-weapons-use/5352003
[4] El
ejercicio de la política como práctica mediante acciones en la realidad. Desde
el 2001 hasta la actualidad Washington y sus aliados han demostrado ser los más
prolíficos instigadores de este tipo de procederes con finalidades siniestras.