“REABRIENDO OTRO FRENTE”
¿Por qué las últimas agresiones de Israel
contra Siria no son al azar ni una casualidad? Tel Aviv pretende sacar ventajas
con un nuevo frente bélico en la región favoreciendo a la OTAN ¿Dónde estará el
Consejo de Seguridad?
Por Ali Al
Najafi
Las acciones bélicas en Ucrania habían acaparado
hasta hace un mes la atención de la opinión pública y ello no es casual. Los
medios de occidente se habían encargado de saturar el aire con informes hasta
que las cosas para la OTAN comenzaron a salir mal y trasmitir tantas mentiras
era un suicidio a la poca credibilidad con la que cuentan. Este escenario en la
entrada a Europa ha servido para distraer la atención en beneficio de otros
actores con los mismos intereses que los de la OTAN, y fue por eso que pusieron
a rodar sus propios planes con la connivencia y cooperación de Washington y
Bruselas.
La escandalosa salida
del bufón despeinado de Downing Street 10 ha sido sin dudas una muy buena
cortina de humo para seguir distrayendo a la opinión pública de estos planes
pero, no por mucho tiempo.
Washington y Bruselas
necesitan una distracción estruendosa y la necesitan pronto y para eso tienen a
un socio experto.
Repitiendo una vieja
costumbre y henchido de impunidad, Israel atacó el sábado pasado instalaciones
en la provincia siria de Tartus lo que representa una nueva agresión contemplada
en la Carta de Naciones Unidas en el Capítulo VII. Pero no es la única y
lamentablemente creemos no será la última. Tel Aviv solo actúa por la carta
blanca que tiene desde Washington para escapar a cualquier consecuencia legal
por acciones criminales cometidas tanto dentro (con el encubrimiento del
asesinato de la periodista palestina Shairin Abu Akle) como fuera de sus
inexistentes fronteras.
“El
asesinato de la periodista estadounidense de origen palestino Shairin Abu Akle
fue una demostración de la impunidad con la que cuenta Israel y que se ha visto
potenciada con el encubrimiento que se ha impulsado desde Washington”
Más allá de la
impunidad del estado judío hay que cuestionarse ¿Cuáles son los propósitos
reales que siguen estos ataques que amenazan a las tropas rusas?
El ataque del sábado 2
de julio que causo civiles heridos y la destrucción de algunas instalaciones al
sur de Tartus, volvió a reeditar esta acostumbrada conducta desaprensiva y
claramente terrorista. La agresión fue llevada a cabo con misiles lanzados
desde el espacio aéreo libanés, una táctica que (violando su espacio aéreo)
viene siendo usada por los aviones israelíes para escapar a los sistemas
antiaéreos sirios y rusos.
Estas jugarretas sucias
de Israel y sus operaciones oscuras (que de costumbre son silenciadas en los
medios) no solo ponen en vilo a los ciudadanos sirios sino también a los
libaneses quienes aún están esperando explicaciones tangibles y creíbles de la
nada accidental explosión en el puerto de Beirut ocurrida en agosto del 2020.
La violación de la ley
internacional no es algo nuevo para Israel. El rosario de violaciones a las
soberanías de otros países es largo. Desde que comenzó la agresión contra Siria
en 2011, los israelíes no perdieron oportunidades para buscar dañar al gobierno
de Bashar Al Assad hasta que el presidente Vladimir Putin tomo la determinación
de involucrarse en la región para apoyar a Damasco en su lucha contra el
terrorismo adiestrado por la CIA y sus colegas en la región como el MIT turco
(principal socio en la aparición y preparación del ISIS).
Este ataque fue rápidamente condenado por Moscú. Fue así que la vocera
María Zakharova enfatizó que la agresión israelí en curso en tierras sirias es
“totalmente inaceptable”. Desde 2015 la intervención de las Fuerzas aeroespaciales
rusas ayudo a erradicar el accionar de las bandas de terroristas reclutados y
financiados por las petro monarquías del Golfo Pérsico, en especial Arabia
Saudita coludida en esta empresa con EEUU e Israel.
“Dos civiles resultaron heridos y se produjeron algunas pérdidas
materiales como consecuencia de la agresión israelí del pasado sábado en las
inmediaciones de la localidad de Hamidiya, al sur de Tartous”, según informan
Manar Salameh y Ruaa al-Jazaeri en la Agencia de noticias siria SANA.
“El ataque de Israel con misiles a la provincia de Tartus no es una
casualidad. Allí se encuentra la base naval rusa y punto estratégico para la
seguridad aeronaval de Siria con lo cual queda muy claro que sus propósitos van
más allá de dañar a los sirios”
La presencia de tropas rusas en Siria trajo seguridad y el comienzo del
fin para los planes desestabilizadores de los “yihadistas” de la OTAN (que en
parte operaron en Libia para derrocar a Gadaffy). Al mismo tiempo este
involucramiento, desde los grupos de presión sionista en Washington fue
tempranamente visto como un serio obstáculo para los planes expansivos de
Israel. Desde hace décadas cuando Tel Aviv se apropió de los Altos del Golán ha
perdurado un estado de guerra con el país árabe y desde entonces los incidentes
entre ambos no han cesado. La saña de Israel pasa por la histórica postura de
Damasco con la causa palestina y su estratégico apoyo al eje de la Resistencia
árabe islámica y en particular al Partido de Dios Hesbollah que a su vez mantiene
una estrecha relación político, religiosa y militar con Irán.
Desde 2011 cuando comenzó la agresión angloestadounidense disfrazada
por los medios occidentales (y socios árabes como Al Jazzera y Al Arabiya) como
una revolución, de forma paulatina y encubierta, Israel aceleró sus programas
de construcción de asentamientos para colonos judíos en el Golán que se han
visto desarrollar en los últimos años. A la par de esto, los servicios de
inteligencia israelíes trataron de aprovechar la situación de inseguridad creada
por los terroristas para infiltrarse en Damasco y llevar a cabo varios ataques
contra sitios públicos y altos funcionarios militares sirios. Fue así como el
Mossad mediante los sofisticados recursos tecnológicos con los que cuenta (y
obviamente de sus colegas de la CIA) montaron trampas explosivas en los
costados de calles de la capital por donde pasarían a una determinada hora
ciertos altos funcionarios.
Al paso de sus vehículos, el Mossad detonaba los dispositivos a control
remoto demostrando que contaban con la ubicación en tiempo real que solo
pudieron conocer con el acceso a los GPS de los teléfonos celulares de sus
objetivos. Esto último puso en evidencia la complicidad de las empresas de
telefonía móvil que pasaron datos de las líneas a los israelíes, algo que no es
nuevo en las operaciones del Mossad.
Pero los últimos ataques que Israel ha estado llevando a cabo tienen un
motivo adicional y es el de tratar de abrir un nuevo frente que comprometa a
Rusia en Oriente Medio para beneficiar estratégicamente a la OTAN y así
debilitar las acciones rusas en Ucrania. Causalmente, las acciones israelíes se
coordinan con los ataques aéreos norteamericanos como el realizado en el norte
sirio el lunes pasado donde asesinaron a dos ciudadanos de “Al Zir” en la provincia
de “Deir ezzor”. Justamente es en este lugar donde los invasores
estadounidenses suelen robar el petróleo y el trigo de los campos en “Hasaka”
usando camiones que son protegidos por sus mercenarios kurdos para cruzarlos
por la frontera iraquí en dónde la gobernanza títere de Bagdad no tiene
control.