domingo, 21 de mayo de 2023

 

UNA PAZ ESTRATEGICA

A dieciocho meses de las elecciones presidenciales en EEUU y en medio de la incertidumbre de una guerra europea que podría globalizarse Trump reaparece y propone si es elegido una estrategia para la paz 

 

Por Dany Smith

La llegada de los demócratas a la Casa Blanca no garantizaría el fin de las intervenciones estadounidenses en el exterior y eso quedo bien claro con Joe Biden y su grupo. Biden es un globalista y como tal comulga con el ideario de los internacionalistas neoconservadores y en especial con los “Straussianos” que buscan imponer la supremacía de EEUU sobre todo el mundo.

El primer gran engaño de su administración fue la desordenada retirada de Afganistán que le hizo creer a los sectores blandos del partido y a los partidarios republicanos de Donald Trump, que EEUU terminaba con sus costosas y ajenas intervenciones belicistas en el extranjero. Ahora sabemos que esa fue una maniobra bien calculada y ya prevista por sus asesores en defensa ante una imposibilidad de remontar un resultado adverso.

En realidad fue un retroceso para tomar impulso y concentrar sus esfuerzos sobre dos objetivos mucho más importantes y grandes para abordar: La Federación rusa y China. Claro, que eso lo llevarían delante de forma tercerizada dándole a la OTAN el papel central en el desarrollo de esta nueva guerra híbrida tal como lo vemos hoy, que ya implica una posible respuesta nuclear.

A pesar de que podemos sospechar del supuesto desinterés de un hombre como Trump, su propuesta es mucho más razonable de la que hoy vemos salir de las bocas de los funcionarios del gobierno.

A un año y medio del inicio de la guerra en Europa, EEUU está inmerso en un caos económico y financiero que se ve con un estado al borde del default sin que sus representantes se pongan de acuerdo para ponerle techo a la deuda. Para empeorar el panorama, la retracción económica se vio claramente influenciada por las sanciones económicas y financieras unilaterales disparadas contra la economía rusa que, advertida su inocuidad, los genios de la inteligencia sugirieron complementarlas mediante acciones terroristas contra su infraestructura energética e industrial rusa (Nord Stream I y II y el puente Kerch).

¿Dónde diablos esta la oposición a estas políticas que están hundiendo a la Unión? Una vez más los estadounidenses no pueden esperar que los cambios provengan de la elite política que se subordina al Establecimiento financiero que tiene línea directa con el Estado profundo. Tampoco de falsos candidatos independientes que no son más que marionetas de esa misma elite; entonces ¿Dónde puede hallarse una respuesta para semejante dilema?

El 12 de mayo pasado reapareció por uno de los medios masivos Donald Trump quien el mes pasado paso por una prueba de fuego ante los tribunales del circuito de New York. Sus enemigos políticos creyeron que con eso bastaría para destruir su imagen y sus aspiraciones en la arena política, pero al parecer se han equivocado. Al parecer hay Donald para rato.

Precisamente al ser entrevistado en la CNN por Kaitlan Collins, sus enemigos deben haberse caído de espaldas. Trump estaba en vivo de costa a costa o mejor dicho de continente a continente tocando todos los temas que los políticos de la elite no pueden resolver. El más escabroso es sin dudas el conflicto en Ucrania y su punto de vista sobre cómo abordarlo y terminar con la guerra.

Trump sabe que la gente de a pie esta harta de la guerra y mucho más cuando ha reflexionado que los dineros de sus impuestos están financiando la existencia de una organización obsoleta como la OTAN para respaldar a una mafia ultranacionalista enquistada en Kiev de un cómico advenedizo como Zelensky. Muchos otros en Europa se vienen preguntando ¿Por qué debemos pagar por esta guerra?

Biden además de regalar sistemas “Patriot” para que los misiles rusos los hagan papilla con sus tripulaciones incluidas, ha donado con total desparpajo la suma de cien mil millones de dólares muchos de los cuales ha terminado financiando las operaciones especiales en Ucrania y los obscenos estilos de vida de los corruptos funcionarios ucranianos, vaya aporte a la paz y la democracia!

Desde que llego a La Casa Blanca su administración se ha saltado a la Constitución excediéndose en sus prerrogativas poniendo por encima a los artículos (especialmente el 5º) y principios de la carta orgánica de la OTAN. Trump ya lo había advertido y a él se unen muchas voces más que los medios del Establecimiento pagados por el partido de la guerra quieren callar.

Trump también expuso estos cuestionamientos a la presentadora dándole al mismo tiempo, cuál sería su política para que la guerra termine en 24 horas. Antes que nada, sabemos que Biden y sus partidarios del globalismo no quieren que la guerra termine y es ahí donde Trump se vuelve cáusticamente molesto y políticamente peligroso. Estos sectores oscurantistas saben que Trump puede usar esto como su slogan para regresar a La Casa Blanca.

A pesar de que han invertido millones de dólares en campañas para arruinarlo y aislarlo de los medios, “él ha vuelto”. Su propuesta de que si llega a la Casa Blanca en 2024 sentara a ambas partes en una mesa para llegar a la paz no solo es creíble sino incluso muy posible y es allí donde los partidarios de la guerra que ven con preocupación que Trump prospere en su carrera a una nueva presidencia.

Ya se han puesto a operar las usinas de desinformación de los neoconservadores para tratar de asustar a los electores argumentando que Trump y una parte de los republicanos son “partidarios de Putin”. La explicación para este descabellado argumento se centra en que aquellos son activos participes en la dilapidación del dinero público en la financiación de una guerra en Europa del este ¿Recuerdan la parodia del Rusia-Gate? Bien, es lo mismo solo que potenciado por los efectos de la guerra.

Si tomamos enserio la propuesta de Trump ello representaría una mala noticia para los negocios que se mueven detrás de la guerra y no sería de extrañar que la campaña contra su imagen se redoble furiosamente tanto que puedan amenazar la integridad física del mismo ex presidente.

 

sábado, 20 de mayo de 2023

 

ELECCIONES PRESIDENCIALES y…?

A pocos meses de las elecciones presidenciales la incertidumbre y la falta de respuestas a problemas crónicos como la deuda con el FMI y la inflación hace de la Argentina un lugar nada predecible

 

Por Charles H. Slim

Este año es crucial para la Argentina, quizá más que nunca el país se halla en una encrucijada existencial que obliga más que nunca a sus habitantes a tomar consciencia de si son sus verdaderos ciudadanos o solo los inquilinos de un territorio administrado por gerentes que sirven a otros intereses foráneos.

¿Por qué no es una exageración esta sentencia? Más allá que los charlatanes de los medios capitalinos y sus empleados viven hablando de superar la “grieta” y de auto consagrarse como los adalides de la democracia cuando ellos son parte de aquella fractura y obran en consecuencia, se deja lado una mirada marco que revela una pugna global entre el moribundo hegemonismo angloestadounidense y el multilateralismo propugnado desde Eurasia que impacta sobre todas las áreas de la vida nacional. 

La Argentina es algo más que un país descalabrado por la gestión de otra deformación del peronismo (como el Kirchnerismo), la ineptitud de una oposición heterogénea y la corrupción estructural. Podemos decir que la señora Cristina Fernández y Mauricio Macri, la antítesis (fogoneada por los medios) de una misma estafa política son historia, pero ello no resuelve los problemas. Detrás del caos sistémico que hoy la sacude hay un país rico y con muchos recursos para explotar y es allí donde se plantea el gran dilema ¿Cuál es la fuerza política y su liderazgo que podría llevar adelante esa empresa? Y si existiese dicha fuerza ¿Tendrían el valor para encararla? Al día presente, no hay respuesta a estas preguntas y solo con hacer un repaso al panorama político local se explica el por qué de ello.

Si comenzamos por la “izquierda” veremos que la oferta es tan multicolor como dispersa en sus propuestas políticas. A pesar de que existe un incipiente renacimiento de esta corriente en Europa, por una ciudadanía sacudida por la crisis socio-político-económica creada por una batería de sanciones antirusas por la guerra en Ucrania sin dudas, los izquierdistas argentinos no están en esa sintonía. Los europeos se ven sometidos por la sujeción de sus gobiernos a las directrices geopolíticas de Washington y es allí donde la izquierda ha retomado las calles para reclamar el fin de esta subalternidad. Los izquierdistas argentinos son ajenos a esto, carentes de realismo político, solo aspiran a un plato de comida sin importarles quien se los dé. En resumen de cuentas, la izquierda no tiene la misma mística y fuerza que tuvo en el siglo XX.

Hay otros argumentos para resaltar la opaca esperanza en esta corriente ideológica. No solo por haber fracasado en su pulseada contra el capitalismo angloestadounidense sino más bien, por el contubernio escandaloso que demostró ese “Eurocomunismo” y el socialismo con los más cáusticos intereses de la derecha de ese capitalismo guarnecido por la OTAN. Así muchos políticos de izquierda europeos como Javier Solana, Josep Borrell del PSOE y el mismo Felipe Gonzáles terminaron siendo descarados funcionarios y partidarios atlantistas con lo que ello implicaba y que hoy persisten bajo la máscara del “progresismo” y “la centroizquierda”.

Acá en la Argentina esto se replica de forma más encubierta, pero sucede. La izquierda con representación de Miriam Bregman y otros parece muy combativa y contestataria contra fantasmas del pasado pero totalmente renuente y sin dudas estéril para enfrentar las nuevas y verdaderas amenazas provenientes del Globalismo y sus adláteres locales. Su única propuesta sigue siendo la queja sobre las consecuencias de los problemas sin formulas prácticas ni planes para resolver las problemáticas sociales y ello en parte, por no tener vocación real por fabricar poder. Para esta “izquierda Champagne” típica de los porteños universitarios, asumir los sacrificios de una revolución al estilo cubano, del ruso, chino y ni hablemos de la de Corea del norte es algo que no entra en su imaginación.

En el otro extremo de la mesa vemos a un rosario de variantes de la denominada “derecha” que tal como la izquierda, se halla dispersa en algunos exponentes de los partidos tradicionales (Peronismo y Radicalismo). Como aquellos, también se pierde en discursos contingentes, inútiles y vacíos que centrados en la administración económica eficiente del estado y la necesidad de abrirse indiscriminadamente al mundo angloestadounidense (con alineamientos automáticos), tratan de explicar que ello sería la solución a todos los problemas existenciales del país. Esta corriente, con la cual los medios de comunicación capitalinos (empresas de negocios) se alinean gustosamente, siempre ha estado a la sombra del poder de turno y en la actualidad muestra sin tapujos su alineamiento con los discursos angloestadounidenses, que bajo el gastado ropaje de la “democracia”, están notoriamente signados por las políticas del Establishment global.

Pero igual que los Bregman y los Del caño, representantes como Espert, Milei, o Bullrich solo tocan la periferia de los problemas profundos del estado solo que, estos últimos exponentes cuentan con conexiones político ideológicas y financiera externas que le darían el apoyo político y financiero para subirlos al poder, pero sin garantizarles su permanencia. Un hilo ideológico en común es el sionismo al cual cada uno de estos adhieren en diferentes formas. Un ejemplo patente de esto es la ex Montonera, ex ministra de seguridad de Macri y hoy candidata con ropajes “republicanos” Patricia Bullrich quien a pesar de sus camaleónicos antecedentes, forma parte del sector que simpatiza con las políticas neoconservadoras de Washington y al mismo tiempo clama un ferviente partidismo pro-israelí.

En este último punto, se puede asegurar que toda la clase política de los principales partidos establecidos, concuerdan en grados diferentes (y algunos de forma oculta) su simpatía por el estado de Israel sin importarle las bestialidades que dicho estado y por toda clase de medios, comete a diario contra la población palestina en su ambición colonialista sobre toda la Palestina histórica y sus constantes ataques contra la vecina Siria. Pese a que suelen hablar de sus preocupaciones por los derechos humanos, es este caso nunca se les oye decir nada. Es así que estos militantes sionistas pretenden (como lo hizo Macri) involucrar directamente a los israelíes -y bajo la excusa de los atentados- en los asuntos de seguridad y defensa como receta mágica para parchar la ineptitud y el desgobierno de cuatro décadas.

Otro punto en común que tiene todo este universo de oportunistas es su reconocimiento a la “era menemista” de los noventas, un ejemplo a la medianía, la venalidad y el arribismo que caracteriza al llamado peronismo (de hoy dudosa existencia) y a toda la clase política de donde -entre otros- salieron el actual presidente y su ministro de economía.

Queda claro que esto es el muestrario de un país que notoriamente no es una nación. Sus representantes políticos y sus ambiciones personales son una clara prueba de ello y es por eso, que no se puede saber a ciencia cierta a dónde irá el estado dependiendo quien gobierne a esta clase de “ciudadanos” que, lejos de involucrarse en esta nueva realidad, siguen esperando que las soluciones se las proporcione un sistema infectado de corrupción.

 

 

jueves, 18 de mayo de 2023

 

SUGGESTIONS AND DEMOCRATIC AID

Why is the aid offered to you by the Anglo-American powers a real pain in the neck for those who receive it?

 

By Sir Charlattam

I have often said that the term democracy, with which the Anglo-Saxon West paints itself in the eyes of others, is only a paper and cardboard bag. Contemporary history documents this very well. The precedents for how governments in Washington and London conduct themselves speak for themselves to other countries about how and what methods they use to suggest to others what they should do "for their own good".

First of all, when Washington makes such suggestions, it is not for the benefit of others, but only for its own interests. The methods to achieve this do not skimp on putting third parties at risk, even if they are mere American “nobodies”. The system of government that runs the US is an oclocracy of mafia who, as their actions have shown, can commit genocide if necessary to achieve their plans.

Like any mafia, their methods are outside the law and their enforcers are no different from the organised criminals of East and South London. All help comes in exchange for something. Need money? They will lend it to you. They will give them to you but later you will pay for them too and at the current value. The democracy of American lobbies and lobbyists, that's the business.  Just like the Lend-Lease Act for Ukraine signed by Joe Biden on May 9, 2022, which under the label of “defending Ukraine's democracy”, besides indebting Ukrainians for four generations, will allow Washington to step in when no one else calls on them.

Nothing good can come of this. What is presented as disinterested aid ends up being a costly calamity. In what is happening in Ukraine their efforts are focused on keeping the war going and that - according to their discourse - they are doing so “to help the Ukrainians”. But as I said here, what appears to be help ends up being a double-edged dagger. Just look at what happened with the depleted uranium shells delivered to Kiev by the irreplaceable Ben Wallace and his MoD boys. In the last few hours the Russians have blown up some of the depots in the town of "Khmelnitsky" where these shells were piled up and after exploding they have released large quantities of gamma rays and radiation that will poison the whole region and its inhabitants. What have Kiev and London said publicly?

For the White House, for the European Union's obsequious and for the NATO Secretary in Brussels, this is not an inconvenience, let alone a concern. Nor, of course, for our Prime Minister Rishi Sunak who looks the other way while London's streets are ablaze with protests. Look at what is happening in the Finland of the beautiful "star of the European left" Sanna Marin, after joining NATO and its policies the citizens are suffering the same calamities as the Germans, the French and obviously the British, in short all the rest of the Europeans. Even when Zelensky and his regime are no longer useful to Joe "Globalist" Biden they will simply be discarded.

But this policy also applies to his established "friends". No one's head is safe. Last month's alleged leaks actually reported nothing new. That the US was spying on its allies is old news as former NSA Eduard Snowden back in 2013 had already exposed the extent of these embarrassing activities forcing him to flee and take refuge in Russia.

When Biden in the middle of the meeting with his German colleague Olaf Scholz promised that there would be no more Nord Stream pipeline if Russia invaded Ukraine, by fulfilling his promise with the September 2022 attack he did a disservice to the Germans and all Europeans. Although Washington tried to damage the Russian economy, it actually ruined the EU. Despite the evidence, European governments, not to mention EU officials, tried to turn a blind eye, even though the citizens know very well what happened and are today shaken by a crisis with no end in sight.

But behind it all were huge commercial interests linked to US LNG companies. As can be seen, the logic is none other than to extract customers from Russia. Going to Kiev for democracy, freedom and other such nonsense that says nothing is just that, nothing.

The Taiwanese are having something similar for breakfast today with their silicon industry. The island is a powerhouse in the development and manufacture of components for computer systems and anything else that requires chips, so that is where the strategic manufacturing facilities are located. To this end, it relies on the collaboration of mainland China, from which it obtains the raw materials for this industry. That is where Washington's interest lies, not what system of government the island has or the supposed threats from the mainland.

There are two sides to Washington's intentions. The first is that China does not manage to overcome and control the market for these components and the second is to take over the companies definitively and, if possible, transfer them to the US. 

For Joe Biden's administration, these manufacturing centres are in danger of falling into the hands of China, which is why the Pentagon is preparing a scorched-earth measure to deprive Beijing of this benefit. According to leaks, Washington would not hesitate to bomb the island's technology hubs in order to deprive the Chinese of the semiconductor business. This would be in case of an imminent risk of PRCh troops landing on the island. Once all Taiwan's facilities, personnel and industrial secrets are in the hands of Uncle Sam, what happens to the island and its “democratic progressive” government of Tsai Ing-wen will become secondary.

It is quite clear that the Taiwanese had no idea of this and would be wondering who is worse, our enemies in Beijing or our friends in Washington?

The Pentagon seems to have programmed pre-emptive action as described above in case these plans do not come to fruition, based on destruction by bombing or perhaps “mystery bombings” of all Taiwanese industry and, of course, the elimination of engineers who resist relocating to the US.

 

 

martes, 16 de mayo de 2023

A COMICAL TOUR

The blurred lines between fact and fiction of Washington's favourite far-right populist

 

By Sidney Hey

How did a clown become the first president of a country? Well, although this was the subject of a lighthearted film called “Bananas” released in 1971 by the American filmmaker Woody Allen, his screenplay about the delirious adventure of a foolish and unlucky in love who becomes the leader of a revolution in a Caribbean country, it seems that someone in Eastern Europe has plagiarised the plot.

Yes, you guessed it. That someone is none other than the comic actor Volodymyr Zelensky, now president of a country like Ukraine, which was already fractured by a coup in 2014 that forced Russia to counter-coup in Crimea and is now plunged into war. Is there anything funny in all this? Not at all. Tragedy is the main protagonist and the simple Ukrainian inhabitants (Westerners and those of the Donbass) are the most affected.

As for the backlash in Crimea, I mean that when the CIA succeeded in getting hooligans and Nazi cells -assisted by marksmen on nearby rooftops- to overthrow Yarnukovych, the next (and probably most important) step was that NATO would land on the peninsula and force the Russian naval base in Sevastopol to be deactivated. But Vladimir Putin manoeuvred more quickly than expected (surprisingly) and so Washington and those in Brussels froze when they saw Russian troops intervene and disarm Ukrainian regiments. The Americans were left with blood in their eyes.

For the media and the paid pens of the collective West, the need to embellish with false epics the regime that worships Stepan Bandera Banderism, the Ukrainian branch of Nazism whose symbology adorns all its battalions, has become a titanic task, leading even to blatant attempts to change history, especially about who crushed the Nazis in 1945. This is where the figure of Zelensky, an Ashkenazi Jew, became central to counterbalance this opaque political reality as the media would try to avoid such inconvenient questions as "Can a Jew lead a pro-Nazi regime?

Through a false discourse adulterated by a dialectic imposed by Anglo-American propagandists, the meaning of words is ridiculously changed and thus, a covert operation to create a coup d'état is called "revolution" by the media and neo-Nazi battalions like “Azov” and “Aidar”, “patriotic militias”. This is a Slavic re-enactment of the shenanigans we saw with the jihadists in the Arab world used to foul the resistance in Iraq, assisting NATO to overthrow Mohammad al-Gaddafi in Libya and failing miserably in Syria. So it is that the Maidan Square Coup of February 2014 is called the “Revolution of Dignity” by the US Establishment media. 

But it is not only these contradictions that doom the aspirations of Washington and its Atlanticist partners to failure. Indirectly speaking of good Ukrainians who are subordinate to the regime and bad Ukrainians, the Russian-speakers who, despite having been part of the national population, were persecuted after the coup instigated by Kerry, Nuland and Brennan for not wanting to bow down to the imposed regime.

For a year now, in the course of the Russian Special Military Operation, Ukraine's comedian-turned-president has been extolled and aggrandised by the media of the collective West, proving that he is a product, the new product of the Anglo-Saxon powers that will discard him when his usefulness expires. The examples are many: Anastasio Somoza in Nicaragua, Banzer Suarez in Bolivia, Pinochet in Chile, Videla in Argentina, Noriega in Panama, Shah Reza Palevi in Iran, Saddam Hussein in Iraq, Hosni Mubarak in Egypt and so many others are a reflection of what happens with the temporary and dispensable products of the US State Department. Why would Zelensky believe that he will not suffer the same fate?

Apart from his personal vices, which are quite bizarre (and, let's just say, in line with those of his sponsors), this comedian who plays a tragic sequel to “Bananas” and, like Woody Allen's character, is a distracted man whose Washington-driven events put him where he is today and who, beyond his performances for the cameras, doesn't know where he stands.

In terms of his political leadership skills, but especially as a military commander, his role is more akin to that of the pusillanimous and cowardly Boris Grushenko, also played by Woody Allen, than to that of a leader committed to reality.

His personality has been turned into a major asset in Washington and Brussels political merchandising aimed at convincing the public that we are dealing with a pro-democracy hero in a country ruled by outright corruption and far-right militarism. But despite the fact that the actor continues to act and, in his role as a comedian, to go on tours such as the one to the Vatican, there is no way he can explain (apart from the money) where all the donated war material is and when he intends to launch his much-heralded counter-offensive.

  

domingo, 14 de mayo de 2023

 

SIN DIA DEL PERDÓN

¿Cuánto vale la vida y los derechos de los árabes palestinos?

Por Pepe Beru

La continuidad en las arbitrariedades cotidianas israelíes sobre los palestinos de Jerusalen, Cizjordania y que se condensan en las inhumanidades que en estos últimos días se han llevado a cabo sobre la Franja de Gaza no pueden dar otro resultado que el enfrentamiento y la determinación de los palestinos a luchar por la subsistencia ante un enemigo brutal.

No se puede dejar de hacer esta aclaración ante el acostumbrado batiburrillo y torcidas especulaciones que los medios y los simpatizantes pro israelíes de la intelectualidad argentina salen a mencionar para tapar lo que el estado de Israel, en su ambición mesiánica por apropiarse de toda la Palestina histórica ya no puede justificar. Las demoliciones punitivas de casas de familias palestinas como castigo por que uno de sus familiares o vecino formaba parte de la resistencia o simplemente por oponerse a Israel, es algo que se viene viendo en Jerusalen y toda Cizjordania ¿Cuál es el argumento para estas medidas medievales?

Tampoco hay argumento posible de articular para explicar cómo bombas y misiles barren casas y edificios con civiles, es por eso que para los sionistas y sus partidarios el silencio es la regla y cuando nos posible esconder hechos tan repulsivos, intoxicar la información y salir a clamar victimismo antisemita es la gastada táctica.

No hay ninguna afrenta y mucho menos, una persecución anti semita por condenar las bestialidades que se han visto a lo largo de 70 años y mucho menos las que en estos últimos días vimos con los asesinatos de niños palestinos en Gaza. Los dirigentes políticos y militares sionistas han aprovechado las ventajas de vivir a la sombra del poder imperial estadounidense y solo por ello han creado la aureola de impunidad de la que gozan sus crímenes, profundamente antisemitas.

Un estado que practica la tortura, las detenciones administrativas (sin cargos ni autorización judicial), las profanaciones contra los lugares santos (tratando de erradicar especialmente las prácticas islámicas) y las apropiaciones inmobiliarias no puede tener otro calificativo que aberrante y nada democrático como contraposición a los propagandistas en este continente que siguen pintando a este como “la democracia de Medio Oriente”.

Igualmente y si lo vemos desde el punto de vista de la realpolitik, esa calificación (de democracia) no es desacertada dado que es solo una apariencia, un espejismo que está en la línea de la argumentación política meramente declarativa y decorativa con la de sus benefactores angloestadounidenses se presentan ante el mundo.

Nadie se tendría que sorprender cuando se pone en evidencia donde geopolíticamente se ubica Israel y su papel en los conflictos contemporáneos. La argucia de su condición y el holocausto han sido los argumentos cansinos para excusar y acallar estos crímenes y ni hablar de sus agresiones constantes a los vecinos. La aviación y la artillería israelí bombardea las ciudades, casas y edificios sin importar las bajas inocentes y los palestinos el único recurso de fuerza con el que cuentan es la resistencia con cohetes y morteros. Entonces ¿Por qué la resistencia palestina no va a devolver los golpes?

Pero también existen otras aberraciones que silenciosamente lleva adelante este pequeño monstruo de creación y sostenido por el poder angloestadounidense. Las cárceles israelíes son verdaderos “Dungeons” y patíbulos dedicados a comprimir a los palestinos sin importar que sean hombres, mujeres o niños. Sobre esto, Naciones Unidas sigue demostrando una escandalosa impotencia. Cuando tratan de escudarse detrás de la moralidad y el victimismo, ello suena cuando menos un discurso altisonante. 

Bajo este estado opresor la única libertad de la que puede gozar el árabe-palestino es la de morir, incluso en variadas formas. Pueden morir asesinados por militares, policías o a manos de los eficientes torturadores israelíes hasta en los patíbulos en interminables huelgas de hambre que les consume la vida. Así fue la suerte del mártir Kadher Adnan de Jenin quien a los 45 años murió de inanición en uno de los patíbulos israelíes.

Adnan fue otro de los tantos palestinos que bajo la figura de la “detención administrativa”, fue privado de su libertad al arbitrio de las más que tenebrosas fuerzas policiales del estado judío, el mismo que asesina a los periodistas y activistas humanitarios. Como militante de la “Yihad Islámica” Adnan tenía su suerte echada y fue por eso que lo dejaron morir sin prestarle asistencia alguna.

Estos son los grotescos recovecos que los medios, los políticos (que son varios) y los alcahuetes filosionistas que trabajan para ellos se guardan de decir. Igualmente hoy se puede saber y como era de esperar, crispa de odio a sus partidarios.  

Sacar la chapa de judío no debiera ser un salvoconducto para ofenderse y mucho menos pretender silenciar la injusticia que viven los palestinos. Esos mismos judíos que militan el sionismo son los que hacen un flaco favor al judaísmo al tratar de mezclar creencia, origen y victimismo por un pasado en el que los palestinos no tuvieron nada que ver. Si defenderse lo consideran una afrenta, ello refleja el grado de supremacismo colonialista que les afiebra, que bajo el influjo de una notable concupiscencia, creen que pueden arrebatar los bienes y las vidas de los palestinos sin consecuencias.

No sobra volver a reiterar que los árabes palestinos son semitas y sin dudas mucho más que los sionistas askenazis europeos (polacos, lituanos, ucranianos etc) que llegaron a en la década de los cuarenta Palestina para insertar el actual estado de cosas mediante el terrorismo. 

Estos sectores son los mismos que mantienen un contubernio agazapado con los poderes de occidente, en particular con Washington y Bruselas con quienes cooperan en todo lo que sirva para llevar la inestabilidad y el caos a las sociedades árabes-islámicas. No por casualidad ni admiración es que los neoconservadores estadounidenses tienen tan buenas migas con los sionistas que van desde el criminal Benjamín “Bibi” Netanyahu y su gabinete de racistas hasta las asociaciones como AIPAC y ZOA quienes han sido importantes e influyentes instigadores de las intervenciones belicistas de EEUU en los países árabes (en especial en Irak y Siria). 

Los israelíes tratando de domesticar a los árabes siguen implementando una política de la zanahoria y el garrote, asestando sus golpes sin discriminar entre combatientes y pobladores por el simple motivo de que no les importa y la justicia penal internacional no parece ser competente. Con esto en vista ¿Cómo se puede hablar de paz?