miércoles, 17 de abril de 2024

 

UN DIBUJO JUDICIAL

¿Por qué es muy sospechosa y a la vez conveniente la repentina resolución de la Cámara de Casación federal sobre los atentados de la embajada y la AMIA?

 

Por Charles H. Slim y Yossi Tevi


Si hay algo en la Argentina que no cambia con el paso del tiempo, es la administración de justicia que dicho sea de paso, no es lo mismo que el valor justicia. Una es el conjunto de edificios y burócratas que conforman este poder del estado y otro, el propender a impartir justicia. Acostumbrada a moverse al ton de la administración política de turno, la “justicia federal argentina” no ha dejado de lado este reprochable hábito, que en las actuales y muy complejas circunstancias geopolíticas en las que los Milei insertan al país, debiera primar la prudencia y el verdadero ejercicio de ese valor.

El jueves 11 de abril una noticia puso en autos sobre lo que menciono. La repentina (y muy conveniente) resolución expedida por la Cámara de Casación sobre las causas embajada de Israel y AMIA difundida a bombo y platillo por los medios de la capital, me dio una sensación extraña, tanto como los aparentes fundamentos de lo resuelto. En realidad, más que informar la conclusión fundada de dos causas que estuvieron por años frizadas en “letra”, se trató de un golpe mediático ajustado a la nueva sintonía política en “La Rosada” con finalidades estrictamente geopolíticas.

Sin más fundamentos que las apariencias plantadas por operadores al servicio de las agencias de inteligencia Mossad y la CIA, los camaristas han entendido muy convenientemente que los responsables de aquellos ataques fueron la República Islámica de Irán y (por supuesto) Hesbollah. “Fin”.

Con ello, Buenos Aires se pone a tono con la geopolítica estadounidense y a la vez trata de lavarle la cara al estado de Israel que ya causado un genocidio de más de 33.000 palestinos asesinados y contando más el ataque terrorista a la embajada iraní en Damasco perpetrado el 1º de abril último que abrió la puerta para que Irán ejerciera su legítimo derecho a una respuesta la cual (y aunque los medios israelíes y locales no mencionan) fue dura y muy precisa[1].

Si tenemos en consideración este último evento, pareciera que Tel Aviv esperaba la réplica iraní para usarla como argumento político con el cual influir en esta repentina decisión judicial.

Pero, aunque ese sería el plan del actual gobierno argentino, no debería de entrometerse e influir en las decisiones de la justicia, si es que en realidad fuese independiente ¿Acaso es una sorpresa esta clase de intrusiones intrapoderes? Tan escandalosa es esta conclusión, que a la secuencia procesal, histórico-temporal y los elementos que debieran probar su argumentación, simplemente no existen.

Tanto el atentado de la embajada de 1992 y el de la AMIA de 1994 presentan inconsistencias, contradicciones y hechos que han sido pasados por alto desde el inicio de las investigaciones. Ambas son grandes ejemplos de lo que es “dormir” causas judiciales cuando hay involucrados muy influyentes que no deben ser expuestos en el expediente judicial. Lo único que se mostró en cada una de estas causas fue la imperiosa necesidad de desviar las pesquisas a hipotesis bien limitadas y estereotipadas. Así, en el inicio se achacaron estos ataques a una célula de neonazis, luego a los palestinos de la “Yihad Islámica”, luego a los sirios y ya dos años después tras el segundo atentado y rodeado por un gran interés geopolítico, se decidieron por centrarse en Irán y el Hesbollah libanes.

Nadie al parecer reparó en esta veleidosa y maniquea propuesta de candidatos a culpar y que incluso más tarde fue desmentida por el mismo Mossad desde Tel Aviv.  El público en general menos aún ha estado al tanto del contenido de dichos expedientes y las incongruencias documentadas de algunos periodistas que en los micrófonos decían (o notas) una cosa y sus declaraciones entre las cuatro paredes del despacho del juez, todo lo contrario. Con esto y durante treinta años los intereses que se esconden detrás de los medios pudieron manipular a la opinión pública planteando un relato islamófobo y a los posibles y convenientes autores de ambos ataques ¿Es normal que esto ocurra?

A pesar de algunas medidas políticas y designaciones para reactivar ambas causas (como la del Dr. Alberto Nisman), nunca se sumó un solo elemento comprobable que ayudara a ello. En este sentido, la famosa denuncia del Dr. Nisman implicando elípticamente a Irán como el autor de esos ataques no solo estuvo huérfana de pruebas sino, que y que por dicho motivo fue desestimada en siete instancias. Incluso hasta la sospechosa muerte de éste fiscal en 2015 (y de la cual el agente Pacher estuvo al tanto) ha estado sometida bajo un halo de total incertidumbre, meras suspicacias y operaciones judiciales que demuestran que alguien muy influyente se esconde detrás del telón y que no es precisamente CFK y su pandilla de revoltosos setentistas.

Se puede decir con mucho, que los interesados en encubrir a los verdaderos autores responden a un poder que está más allá de la famélica influencia estatal argentina o de una organización terrorista.

Siguiendo con esta mirada crítica, podemos ver que a la artificiosa lista de sospechosos para colgarles este crimen, se les escaparon algunos sin argumentar por qué. Por ejemplo, hay quienes señalan que se dejó de lado la pista siria por el estrecho lazo que existía con la familia Menem, pero también se dejó de lado otra hipotesis conducente pero muy incómoda (en especial para las autoridades políticas de la comunidad) como es la pista del extremismo judío -sucesores del grupo Leji[2]-  ligado a los colonos ilegales que no solo operaba en los territorios ocupados sino, que en ese preciso momento estaba en pie de guerra contra el primer ministro Rabin[3].

El actual y obsecuente alineamiento del gobierno de los Milei con Israel y Washington es el motivo por el cual la Cámara de Casación sacó este engendro jurídico que tiene como claro fin, convertir a Irán en la cabeza de turco de estos crímenes. Pero ¿Por qué ahora?

Sin dudas que la motivación se apoya en la espiralización de la violencia en Oriente medio especialmente tras el ataque israelí contra la embajada de Irán en Damasco, un acto terrorista que ha representado una declaración de guerra y que dio lugar a la captura del portacontenedores israelí “MSC Aries” en el estrecho de Ormuz y la respuesta del 14 de abril en la que los misiles y Drones del El Cuerpo de Guardias de la Revolución Islámica de Irán (CGRI) golpearon entre otros puntos, el aeropuerto internacional Ramón, la base aérea Nevatim (desde donde salió el F-35 que bombardeo el consulado iraní en Damasco) y la base de misiles en el Monte Hermón.

Queda esperar y más allá de la sobreactuación, que la obsecuencia del gobierno de los Milei y su posicionamiento ante esta crisis no implique actos de irresponsabilidad con participaciones militares o implicaciones en operaciones de inteligencia que arrastren al país a un punto de no retorno, salvo que (como se advirtió en la reunión de gabinete de su gobierno) sean otros quienes conducen la política exterior del país.



[1] Según fuentes dentro de Palestina, varios misiles cayeron sobre bases militares israelíes causando grandes explosiones. Entre los blancos golpeados estuvieron el aeropuerto Ramón, la base en el monte Hermón, la base Nevtim y otros emplazamientos no precisados. Parte de esos golpes fueron filmados y pueden verse aquí: https://spanish.almanar.com.lb/955055 

[3] El Primer ministro Yizack Rabin fue asesinado el 4 de noviembre de 1995 por uno de los colonos extremistas de la misma rama. https://es.wikipedia.org/wiki/Asesinato_de_Isaac_Rabin

lunes, 15 de abril de 2024

 

MAS ALLÁ DE PUTIN

¿Por qué la OTAN ha sido el gran responsable de realzar la figura del presidente ruso Vladimir Putin y de perpetuar su producto geopolítico el BRICS+?

 

Por Charles H. Slim

Cuando el presidente ruso Vladimir Vladimirovich Putin advirtió ante una atenta audiencia en la Conferencia de Seguridad celebrada el 10 de febrero de 2007 en Münich sobre un constante y peligroso avance de la OTAN y sus socios hacia el este, al descredito del entonces secretario de la OTAN Jaap de Hoop Scheffer, la mayoría de los medios en occidente no le dieron mayor importancia e incluso se tomaron a la ligera lo que se estaba exponiendo. Siete años después de aquel evento vimos materializarse en el golpe de estado del Maidan en Ucrania una parte de aquellos temores y pese a las pruebas de la injerencia atlantista en aquel evento, ni Naciones Unidas ni los organismos de justicia internacional hicieron nada por frenarlos.

Por aquel entonces el “sistema internacional” claramente influenciado (y ciertamente corrompido) por Washington comenzaba a resentirse producto de una creciente oposición de la opinión pública global a las políticas belicistas e invasivas de Washington y sus aliados atlantistas, que pusieron de manifiesto aberraciones contra los derechos humanos en especial con los casos de Afganistán, Iraq y el asunto de Guantánamo. En esas circunstancias la personificación de George W. Bush como el artífice y responsable de todo aquello fue una manera (inútil y crédula) por tratar de mantener a salvo la imagen de los EEUU y en especial, a ese sistema de cosas que permitió concretar sus atrocidades.

Así como Bush no pudo hacer todo aquello y ser el único responsable del millón y medio de iraquíes asesinados, de otros millones que debieron huir o ser desplazados y de todo el dolor causado, Vladimir Putin en un sentido inverso, fue quien tras intervenir en Siria logró erradicar las bandas terroristas que respondían a agencias de inteligencia occidentales y puso una regla para que no prosperasen.

Así mismo, ha sido quien materializó la idea del multilateralismo. En ese camino, invita a construir una geopolítica multipolar como alternativa a la hegemonía angloestadounidense y que se traduce en el agrupamiento de países del sur global en torno a los BRICS+. Ha sido el producto de la organización inteligente de un estado ruso renovado acompañado por instituciones modernizadas y funcionales administradas por la dirección de un estadista sin parangón.  

Esta alternativa multipolar ha representado para lo que se denomina “sur global”, una esperanza de un proyecto de relaciones internacionales más equitativas y coherentes, separándose de las demenciales y peligrosas políticas angloestadounidenses -y de sus aliados- que durante los últimos 30 años han llevado al caos a vastas regiones del mundo con las consecuencias que hoy presenciamos.

Esta creación que va en un crecimiento paulatino, sin duda sobrevivirá a Putin y más allá de la costosa propaganda demonizadora de los medios occidentales, existe un consenso en ambos hemisferios sobre sus indiscutibles capacidades como estadista-visionario y los logros que ha cosechado en esa función.

Putin no surge del lanzamiento de la Operación Especial sobre Ucrania en febrero de 2022, ni es el único responsable por esta compleja maniobra. Tras de sí hay tres décadas de un marco circunstancial que los medios occidentales -incluidos los argentinos- desenfadadamente adeptos a Washington y Bruselas gustan de tapar. Pero no se puede abordar un tema y un punto de vista, en especial de la geopolítica, sin situarlo en el debido marco referencial.

Si se quiere entender un problema hay que ver la película entera y no fotogramas sueltos como ha sido el artilugio de los medios en la región y que hoy se busca repetir con lo que sucede en Oriente Medio.

La llegada de Putin al poder se dio en medio de una administración incapaz de controlar y menos aún resolver la caótica situación de la Rusia de la pos guerra fría. Como suele recordar el mismo Putin, “Boris Yeltsin hizo lo que pudo” sin inquirirle mayores responsabilidades por su calamitosa gestión.

Ciertamente que Yeltsin no podía hacer más y eso era funcional para Washington y en especial, para los planes que ya había puesto en marcha desde el mismo instante que los alemanes comenzaron a derribar el muro en Berlín. En vista a ello, Putin sabía que los estadounidenses y sus socios europeos no se detendrían en su avance hacia las fronteras de la joven Federación y aunque el joven Putin poco podía hacer para evitarlo, fue algo que siempre tuvo como objetivo muy claro y a mediano plazo para resolver si quería ver florecer a su nación.

Obviamente que el cambio de un Yeltsin con serios problemas de salud por un Putin vigoroso y conocedor de los intersticios del estado representaría a la larga una calamidad para los intereses angloestadounidenses, aunque esta muy claro que el Departamento de Estado y la misma CIA no pudieron preverlo o simplemente lo menospreciaron. Es más, de seguro que subestimaron sus capacidades y como de costumbre, solo se quedaron en el estereotipo sin profundizar en la realidad del propio hombre, su carácter y las circunstancias que lo rodeaban.

Ese mismo prejuicio primó en la Cumbre de Münich y fue por ello que no dieron importancia a las advertencias de aquel Putin creyendo que solo serían palabras sin una sustancia.

La misma subestimación se vio en la preparación e instigación (en la que se comprobó la participación de la señora Victoria Nuland y el embajador estadounidense en Kiev Geoffrey Pyatt) de los hechos del Maidan de febrero de 2014, con la velada pero equivocada expectativa que podían salirse con la suya, imponiendo relatos -como lo hicieron en Libia allá por 2010- completamente manipulados sobre lo que realmente había ocurrido en Kiev.

No olvidemos que en esas circunstancias, aquel Putin en una maniobra política de sagacidad y coraje, tomo la decisión de intervenir para controlar a la península de Crimea cortándole las expectativas a la OTAN de ingresar para apoderarse de su estratégica posición y así concretar lo que realmente estaba en los planes de Washington y Bruselas.

Desde entonces la presión sobre la Federación, a la cual se le agregó la guerra en Ucrania y que lleva a cuestas Putin ha sido incesante y pese a ello, ha logrado reiniciar la economía rusa y sostener a la Federación pese a las sanciones unilaterales de EEUU más allá de lo que cualquier asesor en Washington ha podido prever.

 

viernes, 12 de abril de 2024

 

SITUACION EN GAZA

¿Qué es lo que realmente se oculta detrás del genocidio que Israel esta llevando a cabo y cuáles son los objetivos reales para arrebátarles la Franja de Gaza a los palestinos?

 

Por Javier B. Dal

A seis meses de haberse dado inicio a la “Operación Inundación de Al Aqsa” y que conllevo a la escalada actual, tanto Israel como sus aliados en Occidente (principalmente Washington) no han logrado avance en lo que a sus propios puntos de vista tienen interés. En este sentido, Netanyahu y su gabinete de extremistas religiosos pese a pretender aplastar a la resistencia palestina y con ello expulsar a todos los árabes palestinos de la Franja y asesinar a todo aquel que trate de asistirles (como sucedió con los siete voluntarios de WCK), muchos aún ignoran que es lo que realmente esconde el suceso del 7 de octubre pasado.

Sobre esto por acá en Argentina nadie dice nada y mucho menos los medios rentados y obsecuentes al poder de turno. En este asunto, su trabajo es ocultar.

Como se suele decir, lo que no se ve no existe y eso es lo que ha estado pasando con lo ocurrido desde aquel día fatídico. Pero ¿Qué quiero decir con esto? Adelanto que la respuesta no solo implica al corrupto y criminal Benjamín Netanyahu y su tétrica junta de carniceros “Kosher” que lo secundan. Hay detrás de este evento algo mucho más grande y valioso para los sionistas que la vida de los más de 139 rehenes y que se relacionan con los intereses del Establecimiento estadounidense e israelí.

Entre tanto y haciendo un breve resumen de lo que esta ocurriendo en el sur de la franja, debemos decir que la batalla por Yan Junis en los días pasados se había extendido inesperadamente y con duras consecuencias para el ejército judío. Según Tel Aviv, las FDI han desmantelado algunos batallones de Hamas y para probarlo muestran a hombres sin armas que tras ser capturados han estado siendo sometidos a humillaciones, torturas y mutilaciones a manos de los carniceros de la “Unidad 504” y la “Autoridad de Seguridad de Israel” (ISA) mientras otros han corrido una peor suerte (Masacres y fosas comunes en los escombros del hospital “Al Shifa”).

Pero a pesar de estas afirmaciones, tras semanas de batallar en Yan Junis las FDI debieron retirarse tras haber sufrido 14 bajas en un día y pérdidas materiales que implican tres tanques “Merkava” destruidos por los proyectiles de fabricación artesanal “Yasin-105”. Pero hay otra causal mucho más grave (en especial para Washington) para este repentino retiro y ello es el ataque israelí del 1 de abril a la embajada iraní en Damasco algo que puso en estado de alerta total a Tel Aviv ante una previsible escalada ¿Qué tan dramático es ese ataque para Israel? Se trato de una agresión en suelo iraní y todos saben que es un Casus belli violatorio de todas las convenciones internacionales que le ha dado a Irán el derecho a la represalia.

Pese a que los voceros israelíes han dicho que el retiro de todas sus fuerzas de la Franja de Gaza obedece a sus planes tácticos, la realidad en el terreno dice otra cosa y a su vez en Washington hay señales de que ya se han hartado de Netanyahu y sus jugarretas.  

Lo único que han desmantelado los israelíes es la vida de familias enteras, asesinadas de forma deliberada y planificada por todos los medios posibles incluido, los más sofisticados empleando la IA “El Evangelio” que rastrea familias palestinas dentro de sus casas para ser masacradas con bombas guiadas o simplemente mediante equipos de zapadores que dinamitan sus casas. Esa es la moral de los miembros de la FDI ¿Pero de dónde proviene esa moralidad tan peculiar? Sin dudas que esa idea supremacista que anida en los sionistas y de la cual se jactan cuando asesinan árabes “sin que ello traiga consecuencias”, se traspola a sectores del evangelismo neo sionista estadounidense que ciertamente, no tiene nada de cristiano. Representantes de este tenebroso sector como el pastor bautista Tim Walberg (que entras cosas considera a Netanyahu con “claridad moral”), han clamado que de ser necesario Israel use bombas nucleares para que “acaben rápido con ellos”. Los verdaderos cristianos nunca olvidaran estas últimas pascuas, ya que han sido testigos de una Gaza convertida en un Golgota.

Pero más allá de las exclamaciones de estos sectores, detrás del genocidio que Israel lleva de forma descarada y que occidente pretende normalizar, -al propio interés de Netanyahu y sus extremistas- hay un gigantesco proyecto que a lo geoestratégico, implica fabulosas inversiones para concretar una vía comercial que (adivinen)…beneficiaría a Israel.

El proyecto del “Canal Ben Gurión” que uniría el Mar Rojo con el Mediterráneo además de una ambiciosa obra de ingeniería hídrica representará un billonario negocio no solo para los involucrados en la empresa de su construcción sino para el comercio de Israel. Además, supone una alternativa estratégica al tránsito fluvial israelí que se ve obligado a pasar por el Canal de Suez que factura para las arcas egipcias entre unos 8000 a 10.000 millones de dólares. Este proyecto fue concebido allá tras el fracaso de la aventura franco-británico-israelí de 1956 por la cual trataron de apoderarse del canal y derrocar al presidente egipcio Gamal Nasser.

Fu así que por 1960 en pleno de las ambiciones expansivas del estado sionista y como una respuesta a los problemas económico-comerciales y financieros que suponen tener que depender del Canal de Suez (controlado por Egipto) en momentos de conmoción.

Pero ¿Qué tiene que ver la Franja de Gaza con este proyecto? Precisamente allí es donde sería la entrada al canal desde el mediterráneo y para eso es necesario deshacerse de sus habitantes palestinos.

miércoles, 10 de abril de 2024

 

LA GEOPOLITICA DE WASHINGTON EN ARGENTINA

¿Qué significará el nuevo realineamiento del país con Washington?, ¿Avance o retroceso?

 

 

Por Charles H. Slim

Para quienes aún no entienden la naturaleza política de la actual administración gubernamental en Buenos Aires, solo basta ver cuáles son los pasos que está llevando el gobierno de los Milei y a donde estarían dirigiendo al país. Pese a que el presidente Javier Milei se declara y presenta como un “libertario”, sus acciones y sus contactos externos revelan que es más bien un conservador-fanático religioso que se mimetiza muy bien con los neoconservadores estadounidenses quienes a su vez tienen estrechas vinculaciones con el genocida estado de Israel y el Lobbie sionista estadounidense representado entre otros por AIPAC.

Este es el actual liderazgo de la Argentina. En cuanto a cómo se halla la entidad política, el diagnostico no es mejor. No hay peor realidad para un estado, que carecer de una geopolítica autóctona. Pero peor aún, es servir a la geopolítica de otro. Esta es la lamentable realidad de Argentina.

Con este marco no era de extrañar que Washington pusiera su mirada sobre este extenso país ya que, además de las riquezas naturales que alberga y su importancia estratégica, es una plaza altamente importante desde el punto de vista geopolítico que fue dejada de lado durante la primera década del siglo permitiendo que se construyeran puentes con el oriente en especial con China y la Federación de Rusia.

Esas expectativas ya se han visualizado en las últimas semanas a la luz pública con los comentarios del embajador norteamericano en Buenos Aires Marc Stanley en referencia a la presencia china en el país, más específicamente sobre la base en “Bajada del Agrio” en la provincia del Neuquén. Aunque esto ya devela la directa -nada nueva- y voceada injerencia estadounidense en el país, algunos se preguntaron: ¿Hasta dónde llegara esta injerencia?

No faltó mucho para develar esta incógnita o al menos una parte de ella.

Antes que nada, dejemos bien en claro en cual situación se halla la Argentina. En medio de un proceso inflacionario al cual el gobierno aplica uno de los ajustes más inclementes que el país recuerde y con ello la creación de una recesión económica que va acompañada de un congelamiento de salarios, suba de precios de los alimentos, tarifas, combustibles y aumento de los servicios públicos -incluída la salud en medio de una epidemia de dengue- hasta en un 300% y una precariedad de los índices de ocupación, la situación no podría describirse mejor sino diciendo que es desesperante.

El viernes 5 de abril el presidente Milei voló presuroso desde Buenos Aires a Tierra del Fuego para recibir a la comitiva estadounidense que iba a ser desplantada por el gobernador Melella como una forma de protesta contra su presencia. Fue así como un Milei vestido con un uniforme de la Fuerza Aérea acompañado del ministro de defensa Luís Petri recibieron a la General Laura Richardson a quien tras un estridente discurso le juró (por así decirlo) su lealtad a los EEUU.

Ahora bien, se puede decir que Milei y su gobierno le han abierto alegremente la puerta en Sudamérica a los EEUU para que literalmente se instalen y desplieguen cuanta planificación tengan. Con esto, además del control británico que ejerce en todo el atlántico sur, la soberanía argentina se verá aún más condicionada por la presencia de la Armada estadounidense cerrando con ello un dogal perfecto.

Pero no seamos ingenuos. Washington hace años que navega las aguas del atlántico sur monitoreando a la región y a la Argentina en particular y para esa tarea la base de inteligencia electrónica de la OTAN que los británicos administran en Malvinas cumple con esas tareas.

Pero no solo este gobierno de anglófilos aplaude el nuevo realineamiento con Washington y todo el eje que lo secunda. Todo el resto del arco político que se denomina opositor, sin dudas se siente mucho más cómodo con el collar estadounidense ya que esperan que por dicho motivo, lluevan dólares frescos.

Pero mientras los políticos argentinos divagan, uno de los objetivos principales de Washington es tratar de desplazar la influencia china y de ser posible cortarla de cuajo. Dentro de ese objetivo Washington ha puesto a rodar un ambicioso plan de estructurar una espina dorsal militar y de inteligencia que se extienda por todo el continente algo para lo cual el SOUTHCOM y la CIA han comenzado a desplegar con su desembarco en Esequibo (Venezuela), el refuerzo de su presencia en la amazonia brasileña y que cerraría con la próxima construcción de una base naval bajo control de EEUU en la entrada a la Antártida algo de lo cual, Milei y su gabinete asienten de manera alegre.

Esos esfuerzos por agradar han tenido como “generosa” contraprestación la de surtirle a las desbaratadas FFAA un avión “Hércules C-130”, la autorización para adquirir (financiados en parte por EEUU) unos cuantos cazas “F-16” que Dinamarca ya no usa por el simple motivo de no ser operativos y la promesa de “cooperar” con la Armada para establecer un puerto en la isla de Tierra del Fuego. Esto no hace más que confirmar la total falta de planes para un desarrollo tecnológico propio y la subordinación completa de Buenos Aires a las planificaciones de Washington en la región.

En realidad Milei ya estableció esta hoja de ruta cuando entrego el control de la estratégica vía fluvial del norte como es la Hidrovía que conecta al país con Paraguay, Uruguay Brasil algo que supera a sus predecesores como Menem y Macri. Más allá de los militares estadounidenses y sus colegas de la inteligencia ya se han instalado en la zona, esto pone sobre la mesa un despliegue extranjero que no fue consultado al Congreso y aún no se sabe cuáles serán las próximas avanzadas planificadas. Más que relaciones carnales, hoy estamos viendo un simple derecho de pernada.

domingo, 7 de abril de 2024

 

GEOPOLITICS AND PRESS FREEDOM

Where is press freedom going in the democracies of the West, Is there democracy in the West?

 

By Sir Charlattam

Journalism has long been surreptitiously spied on in the EU and it seems that, given the impossibility of continuing to hide it, governments will try to make it legal. In short, (and even if they don't say so) there is a great interest in establishing police control and repression of thought.

It seems that freedom of the press is a thing of the past in the West. Democracy in these parts is not as democratic as it seems and if not, let's look at the Julian Assange case or the more than 120 journalists killed in the Gaza Strip by Israel in the last six months. What were the motives behind their cases? To inform.

But in reality this is nothing new. During the invasion of Iraq in 2003 to the information censorship of the George W. Bush administration to the physical suppression of many Iraqi journalists, electronic intelligence tools were secretly implemented by the NSA and the CIA to intercept internet nodes and sites that disseminated information on the situation on the ground.

Despite those efforts, leaks remained a problem for Washington and its partners and the internet became a nightmare.

Here in the islands, too, the British government has been a habitual intruder into the communications of others through the British Government Communications Headquarters (GCHQ), and if not remember the scandal over the interception of mobile phones of some of those attending the G8 Summit in Northern Ireland in 2013, which was contemporaneous with the NSA scandal over the leaks of former agent Edward Snowden.

The advance in communications and the benefits it has brought to public information has at the same time brought with it its dark side, namely technological advances in the ways in which private communications can be intercepted and viewed covertly by methods as sophisticated as the media used to disseminate news.  In this way, from simple phone calls, posts on social networks such as Facebook, X, TikTok, even WhatsUp messages are now easily intercepted and worst of all, access and theft of information from personal mobiles.

One of the leading specialists in this field is Israel. The development in the field of AI and spy software has reached evil levels. It is no coincidence that one of the main suppliers of these intrusive systems to Western governments is the Israeli company “NSO Group” which among other applications is the supplier of the Trojan “Pegasus” and “Predator” which today are a serious problem in Europe.

European citizens began to realise that they were being stealthily watched and soon started to look into it to find out who their stalkers were.

For a while, governments kept silent about these stealth activities, even calling them ridiculous and trying to make people believe that this was impossible. Coupled with this discourse, it was pointed out that this is only done in "undemocratic regimes". But only a few years ago, the scandal of US phone and email tapping of European leaders (Operation Dunhammer) put the issue on the table. What's more, by September 2019, while Trump was in the White House, the secret service detected an eavesdropping network in key government buildings that had been set up by the Mossad. If an American president can have his privacy violated, what can be the difficulty with ordinary citizens?

Today, with the public airing of all this, many are asking what is the extent of these intrusive activities in the West?

The European Union in its subordinate role to Washington -especially Germany and France- over what is happening in Ukraine and Gaza is going too far against the rights and guarantees to inform and access information freely as we saw with the blocking of the “Telegram” network in Spain.

After becoming public knowledge about these technological resources, governments changed their strategy looking for arguments to sustain these policies. For several months now, European governments have been trying to legalise the spying on journalists' chats and sources of information under the well-known argument of “national security”, a very ambiguous and elastic concept, inserted from Washington, which is used to violate the constitutional guarantees of citizens.

But these intrusions into the communications of dissident journalists, citizens, activists and even government officials have mostly been motivated by special interests, linked to corruption and criminal activity within some EU governments. Greece, Hungary and Poland, all of which are known to be NATO members, have been the main targets of such use of resources against their citizens, but they are not the only ones.

Since the beginning of Russia's Special Military Operation in Ukraine, Atlanticist governments have been increasing their interference in information traffic, especially in situations that leave them in a very bad light.

These concerns have already been raised in the European Parliament, especially by MEPs such as Sophie In't Veld, who said that spyware undermines European values and is probably well aware that she herself may be a victim of these operations without realising it.

The debate is already underway and beyond the fact of malicious intrusion into private communications by many European governments, the theft of information from infected mobile phones and the anxiety this creates about the purpose of this, it becomes inescapable to investigate the role of Israeli industry in the development and provision of this malware, its extensions into the mobile manufacturing industry and the intentions of Israeli intelligence services in all of this.