miércoles, 10 de julio de 2024

 

HACIA UN SISTEMA DE SEGURIDAD MULTIPOLAR

¿Cuáles son las motivaciones y también los beneficios para la estabilidad global de una iniciativa de defensa multilateral como la que plantea el presidente ruso Vladimir Putin?

 

Por Charles H. Slim

Sin dudas que quienes inspiraron a Joe Biden para continuar con las ambiciones de extender la menguante hegemonía estadounidense mediante la estructura de la OTAN, vieron tras la invasión rusa de febrero del 2022 la oportunidad de oro para acelerar en ese plan. El problema fue y eso ya quedo bien claro, es que la organización atlántica no es tan organizada y mucho menos coherente en sus objetivos.

A estas alturas de las circunstancias la intentona de hacerse de Ucrania mediante el régimen títere de Zelensky ha fracasado y salvo que Washington siga con sus jugarretas sucias, solo le queda el camino de las negociaciones. La reciente visita del mandatario húngaro Viktor Orban a Kiev y su cordial recibimiento es una prueba muy gráfica de ello.

Igualmente, el daño ya fue causado y la desconfianza que la injerencia estadounidense ha creado a ambos lados y en particular entre Eurasia y la UE no se remediara en mucho tiempo. Además, EEUU (valiéndose de sus vasallos europeos) se encargará mediante sus juegos sucios (como el chantaje financiero, la subversión y el terrorismo) de que esa desconfianza se perpetúe en el tiempo.

Moscú no va caer en la misma trampa dos veces con lo cual, si Kiev quiere negociar, el gobierno ruso deberá cerciorarse de que no lo haga para ganar tiempo -con la complicidad de Alemania, EEUU y Francia- y rearmarse como ya lo hizo aprovechando los acuerdos de Minsk. Es posible que Putin y su gabinete hayan llegado a preguntarse ¿Qué podremos hacer para evitar eso?

La Federación de Rusia saben muy bien de esto y es por ello que más allá de las apariencias, hay que construir un sistema de seguridad moderno que vaya más allá de lo militar (incluyendo la alimentaria, sanitaria y psicológica), estratégicamente inteligente y acorde al formato del multilateralismo que poco a poco va tomando cuerpo con el crecimiento de los BRICS+.

En la actualidad, el concepto de seguridad estratégica no alcanza con tanques, aviones y flotas poderosas, se hace imprescindible establecer un control soberano sobre el ciberespacio con desarrollos informáticos propios y novedosos ya que es un área de movilidad de recursos e información incalculables. Sin dudas Rusia está varios pasos adelante en esto con la ventaja extra de la experiencia inigualable adquirida en los campos de Ucrania.

Las conversaciones entre Vladimir Putin y el Xi Jinping avanzan a estrechar la cooperación en este tema. Tras el encuentro que ambos mandatarios tuvieron en Kazajstán en el marco de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shangai (OCS), esas conversaciones reforzaron los objetivos comunes. Los crecientes movimientos de la OTAN en el Asia-Pacífico y en especial sobre el Mar Meridional hace que China tome muy enserio el interés de conformar un nuevo sistema de seguridad que seguramente tendrá como otros pilares estratégicos a Corea del Norte en la península coreana, a Irán en la zona del Golfo Pérsico, a Sudáfrica al sur del continente africano y a países latinoamericanos como Brasil, Venezuela, Cuba, Nicaragua y cualquier otro estado regional que busque salirse del circulo vicioso de Washington.

La proyección de este sistema apuntara sin dudas a ser superador del OTSC y por supuesto del formato de la OTAN. Obviamente que su funcionalidad inmediata tendrá por asegurar y fortalecer el espacio geográfico Euroasiático, con la posibilidad de extenderse hasta cubrir al resto de países -sin importar su posición geográfica- adherentes al pensamiento de un desarrollo multilateral que quieran estar al margen de los compromisos y políticas que conlleva la hegemonía angloestadounidense.

De este modo los estados con esta orientación tendrán garantizada la libertad de comerciar y de ser de su interés, relacionarse en paridad con el occidente colectivo evitando de ese modo ser cooptados para seguir sus lineamientos político-económico y comerciales y mucho menos, los geopolíticos. 

Nunca como desde el comienzo de este siglo, la seguridad ha sido tan necesaria como vital para garantizar la soberanía de las naciones. La descarada y agresiva política exterior de ciertos estados justifica que parte de los presupuestos estaduales se dirijan a incrementar y modernizar sus defensas. Es cierto que la seguridad no se limita solamente al área militar pero en lo referente a custodiar los intereses estratégicos (recursos naturales, energéticos, rutas comerciales), esta materia sigue siendo la punta de lanza para concretarla.

El presidente ruso Vladimir Putin lo entendió apenas fue designado por Boris Yeltsin para sucederle y tras su abandono del gobierno, aquel pudo poner en práctica de forma paciente y paso a paso una política de reestructuración y modernización del gigantesco ejército soviético que además de inoperante estaba infestado de corrupción.

El tiempo y las circunstancias le han dado con creces la razón a Putin. De no haber procedido así otra sería la realidad. La actual situación de Ucrania ratifica esto y una victoria definitiva rubricara políticamente su decisión. Mientras en países como Argentina que tiene mucho por proteger, una política semejante habría sido blanco de obstrucciones políticas y protestas de ciertos sectores sociales (que esconden negociados), Putin puso por encima de los intereses sectoriales y de los oligarcas (aún los más ruidosos) a Rusia. A la conocida frialdad de Putin, el tiempo ha demostrado que también era consecuente, hábil y persistente en la concreción de sus planes con lo cual, si la Federación de Rusia no se ha desintegrado tras la crisis económico-social de pos-era soviética, las guerras independentistas alimentadas por las agencias de inteligencia atlantistas y menos aún con las sanciones unilaterales del occidente colectivo, ha sido gracias al plan desarrollado por Putin.

Sin dudas que el actual proyecto de un sistema de defensa multilateral ha surgido de su mente y se halla basado sobre las capacidades tecnológicas de la industria rusa. Al mismo tiempo y con la cooperación de su socio estratégico chino, este sistema podrá ser impulsado para que se ponga en marcha en lo inmediato.

 

 

 

 

martes, 9 de julio de 2024

 

LÁGRIMAS DE KOKODRILLO

¿Por qué los gobiernos argentinos de los últimos 40 años y en particular la llamada “casta política” de los últimos 20 tienen un cero en Real politik?

 

Por Javier B. Dal

No, no. La caligrafía del título de este articulo no ha sido escrito erróneamente. Solo aguarde a ver cómo se desarrolla y verá el por qué del mismo.

Ciertamente que si hoy la Argentina está más entregada que nunca, indica que las supuestas fuerzas nacionales y populares que existían hasta el 10 de diciembre pasado, fueron eliminadas por una feroz invasión, o se han retirado para luchar desde la clandestinidad o fueron abducidas por platos voladores. Queda claro el sarcasmo ya que cualquiera de esas posibilidades, en Argentina, es francamente ridícula.

En la última semana se conoció que los Kelpers están avanzando en su proyecto para la explotación de yacimientos petrolíferos en la cuenca norte de las islas Malvinas y aguas circundantes encomendándole la tarea a la empresa israelo-estadounidense NAVITAS PETROLEOUM con lo cual, habría que preguntarles a los “nacionales y populares” K que estuvieron por casi 20 años en el poder ¿Qué hicieron para contra restar lo que desde hace décadas se venía advirtiendo?

Recordemos que las islas del atlántico sur se hallan usurpadas por Gran Bretaña y desde 1982 base estratégica de la OTAN con lo cual ponemos en contexto estas actividades.

Por supuesto que los Milei están satisfechos con esta situación ¿Qué se puede esperar de un tipo como el presidente Javier Milei que diga que se siente identificado con Churchill, Reagan y Thatcher?; reconozcamos su honestidad intelectual al menos. Una cosa es clara y es que su gobierno no levantara un dedo para reclamar por estas explotaciones, aunque también seamos realistas, poco le importará a Downing Street 10. El problema viene por otro lado y se debe ver en quiénes debilitaron tanto al país para que hoy en las islas, empresas estadounidenses e israelíes trabajen de forma mancomunada para un magnifico negocio sin hacerse un problema por lo que pueda decirse desde Buenos Aires.

Desde el demagogo Néstor Kirchner pasando por su histriónica, archidemagoga mujer y también ex mandataria CFK, incluyendo al gobierno proto sionista de Mauricio Macri y el insulso Alberto Fernández, todos y cada uno en su medida además de robarse todo el efectivo posible de las arcas del estado, deshicieron las áreas estratégicas y de defensa innegablemente necesarias para garantizar la intangibilidad de los recursos estratégicos. Por cierto ¿Qué sucedió con el caso del submarino “ARA San Juan” y sus 44 tripulantes? Casualmente en esos momentos, en las islas se hallaban trabajando para los británicos ingenieros israelíes para montar un sistema anti misiles.

No se preocupen por buscar respuestas. Ni los supuestos revoltosos de la izquierda, ni los melancólicos setentistas de Montoneros y mucho menos los anglófilos del PRO y CAMBIEMOS hicieron algo por ello. Unos por señera ineptitud, los otros por cobardía política y los últimos por simpatías ideológicas no se van a poner de culo contra Tel Aviv y sus empresas de armamentos muy metidas dentro de la venta de repuestos y modificaciones para viejas piezas de museo de sus FFAA en especial de la Fuerza Aérea argentina.

La comodidad ha sido la clave de esta clase política. Su quietismo responde solo a una intensión por sobrevivir en la función pública y mantener sus negociados. Cada sector arrimo agua a su molino y lo que menos les ha interesado (y no les sigue interesando) es el bien común de la nación. Veamos sino lo que hacen otras naciones para proteger sus intereses estratégicos de las geopolíticas voraces y bestiales que no dudan en pisotear la legalidad internacional para hacerse de los recursos y hasta territorios de países más débiles. Mientras esta casta sigue mirándose el ombligo creyendo que son “estadounidenses del sur”, el sur global va entrando a la nueva dimensión geopolítica multilateral que ofrecen los BRICS+

Olvidemos la infame era menemista en la cual estas áreas fueron rematadas y gentilmente entregadas -con el consentimiento y otros su silencio- a la OTAN ¿O acaso se olvidan del señor Miguel Ángel Toma proponiendo disolver las FFAA para que la seguridad nacional y obviamente todo lo que se refiere a los intereses estratégicos quedará a cargo de esta organización?

El concepto de seguridad estratégica ha estado fuera del vocabulario (y en el caso de algunos de su conocimiento) de esta casta por cuatro décadas.

¿Qué hicieron para reformar y mejorar la defensa estratégica los gobiernos de Kirchner y su mujer Cristina Fernández (CFK)?; ¿Qué hicieron los anglófilos de Macri o los energúmenos del baboso Alberto Fernández? Supongamos que realmente cada uno de estos bloques políticos creían en sus ideologías y en honor a ellas, hubieran procedido a reconfigurar la seguridad estratégica de acuerdo a sus preferencias. Supongamos que Kirchner se hubiera inclinado hacia oriente, habría emulado a Chávez y trabado profundas relaciones con Rusia y China y que a su muerte, su mujer CFK pudo muy bien profundizar para desmantelar toda la infraestructura corroída de FM poniendo a los chinos y rusos a cargo ¿Por qué no lo hizo? Muy simple. Nunca tuvo semejante idea en su cabeza porque ante todo, estaban los negocios y además, no quería molestar a Washington. Para ella como para todo político argentino, los dólares son mucho más atractivos que una idea revolucionaria.

Hoy la realidad es más tenebrosa que la que el mismo Juan Domingo Perón pudo prever con sus proféticas palabras al decir “el siglo XXI no hallara unidos o dominados”. Argentina ni siguiera es un país dominado por la fuerza o la astucia del imperialismo angloestadounidense. Es un país desarmado y regalado por sus propios dirigentes y todo ello, consentido por una población abúlica y cómoda que prefiere ver pasar de manera pasiva el carro de la historia.

La descarada actividad petrolífera que los kelpers comenzaran con la asistencia israelo-estadounidense y consentida por un gobierno anglofilo-sionista en Buenos Aires, es parte de esa consecuencia. Una vez más, Argentina -que de constante gira en crisis financieras- verá impávida cómo miles de millones de dólares de esa explotación irán a los bancos en Londres y New York. Ciento de millones de dólares de esa actividad a su vez irán a las arcas isleñas y con ello los argentinos podrán ver como al poco tiempo esos isleños, ni siquiera necesitarán de Londres para protegerse.   

 

 

lunes, 8 de julio de 2024

 

MAS PRECISIONES SOBRE LA TORMENTA DEL DESIERTO

El aún no explicado papel del grupo ALFIL I en la guerra del Golfo Pérsico de 1991

 

Por el Dr. Carlos H. Castia

A
treinta y tres años de la guerra en el Golfo Pérsico en la cual, la Armada Argentina participo en el bando de la Coalición multinacional Aliada liderada por EEUU, surgen a la luz nuevos elementos que informan de manera clara y sin ambigüedades cual fue el involucramiento del país en la llamada “Tormenta del Desierto”.

Viene siendo una lucha sin cuartel la búsqueda de informes claros y completos por parte del estado sobre la participación del grupo de tareas GT.88 que tras zarpar de la base naval de Puerto Belgrano el 25 de septiembre de 1990, operó entre el 17 de enero al 28 de febrero de 1991 dentro de las aguas del Golfo Pérsico con el nombre táctico “ALFIL 1” en apoyo a las fuerzas navales de batalla que lanzaban constantes ataques aéreos sobre Kuwait e Iraq.

A presente día todos aquellos que participaron en las hostilidades, me refiero a los tripulantes de las unidades navales, destructor “ARA Alte. Brown” y la corbeta “ARA Spiro” han sido desconocidos en sus esfuerzos y las calidades que los mismos se desprenden para obtener los derechos correspondientes a esa veteranía. Sobre el papel del grupo argentino en la estructura de las operaciones bélicas, aún sigue siendo una gran nebulosa que se está tratando de aclarar.

En este caso, la desinformación ha sido la regla. Estos más de 500 hombres ni fueron “cascos azules” ni menos estuvieron en misión de paz por el simple hecho de que la “Tormenta del Desierto” fue una guerra abierta que se extendió desde el 17 de enero al 28 de febrero de 1991 causando miles de muertos, otros tantos miles de lisiados y una destrucción muy discutida y estudiada sobre la infraestructura civil iraquí.

A nivel institucional, el silencio viene siendo la regla más común. El estado argentino se ha desentendido de estos hombres precisamente mezclando aquella errónea información referida a una “misión de paz” con un notable silencio a requerimientos administrativos e incluso judiciales para que fundamente y de cuenta sobre el alcance e involucramiento de sus buques durante toda la campaña bélica.

A contrario de lo que cada gobierno y sus respectivos jefes de la Armada a lo largo de estas tres décadas han tratado de argumentar, una sucinta revisión sobre cuales fueron los parámetros geográficos en los que se desenvolvió aquella guerra, pone blanco sobre negro en lo referente a las implicancias del grupo ALFIL I y la importancia táctica que revistió en las operaciones.

Primero. El grupo llego a la zona antes de iniciarse las hostilidades y lo hizo para plegarse a una coalición multinacional armada para, en primera instancia, cumplir con el bloqueo impuesto por Naciones Unidas y tras el vencimiento del ultimátum, participar de las operaciones bélicas bajo el marco de la Tormenta del Desierto.

Segundo. Ese plegamiento fue recibido y asignado a las tareas que iba a cumplir por encargo del Comando a cargo del Centro de Coordinación y Comunicaciones, en este caso a cargo de la Armada de los EEUU (NAVCENT) encargado de coordinar el despliegue de la fuerza naval de todo el Teatro de Operaciones que iba desde el Mar Rojo hasta el Golfo Pérsico y sus correspondientes sub teatros. Precisamente el grupo ALFIL I estuvo asignado al sub teatro más implicado en las operaciones que abarcaba el litoral marítimo de Arabia Saudita, Kuwait e Iraq y el cual tuvo un papel central en la estrategia de bombardeos y la cobertura aérea a las fuerzas terrestres.

Tercero. La Argentina en ningún momento argumentó restricciones políticas o de otra materia para intervenir dado que hubo casos de algunos de los partícipes como Bulgaria, Checoslovaquia, Corea del sur, Japón y Polonia que si lo hicieron y contribuyeron con puntuales objetivos sin querer ser involucrados en las operaciones. Al contrario, los buques argentinos, junto a otras unidades navales (como las canadienses y australianas) prestaron cobertura, apoyo logístico y de combate a los grupos de batalla que operaban desde el Golfo hacia tierra, sujetos por igual a las contingencias (ataques aéreos, misiles balísticos o minas navales) de una guerra abierta.

Cuarto. El grupo ALFIL I desde el mismo momento que cruzó el Canal de Suez, entró al denominado “Teatro General de Operaciones” que se extendía desde EEUU hasta todo el Oriente Medio y que se activó desde el 17 de enero de 1991 y por el cual legitimaba acciones en cualquier punto de esa extensión geográfica. Al parecer los gobiernos argentinos nunca han dado detalles sobre esto ya que ello determina una posición específica y un compromiso político que se reforzaría con su activa participación en el bando de la Coalición multinacional. Pero por si acaso quedaran dudas, según el despliegue de fuerzas navales para operar en las hostilidades, el grupo argentino operó durante toda la campaña bélica en uno de los sub teatros designados como fueron las aguas del Golfo Pérsico.

Dentro de estas áreas designadas, los buques argentinos llevaron adelante tareas de custodia armada de la ruta logística para asegurar el Transporte Marítimo-Estratégico diseñada por el Almirante estadounidense Pagonis para aprovisionar (de combustible, víveres, agua potable, munición, armamento, personal etcetc) a las fuerzas navales de ataque compuestas por los grupos de portaaviones y a las terrestres que debían desalojar el emirato ocupado.

La protección de esta ruta fue vital para concretar las operaciones ya que de haber sido interrumpida pudo haber obstaculizado el éxito de la campaña militar.

Es por ello que la sugerida independencia táctica en el desarrollo de las operaciones por parte del grupo ALFIL I hablando de que en ese entonces respondía a su comando en Buenos Aires, además de absurdo, no refleja la realidad y mucho menos la viabilidad en las circunstancias en las que se hallaban operando los buques. Esa irrealidad queda patente no solo por las interferencias (y confusión) que ello habría propiciado con el NAVCENT, sino también por la carencia de medios técnicos y comunicación (satelital y cifrado) propios para mantener contacto en tiempo real entre el grupo y Buenos Aires.

Incluso más. Hay dentro de los pobres argumentos de las autoridades argentinas un gran vacío lógico que lleva a preguntar ¿Cómo coordinaban entonces las operaciones aeronavales que llevaban a cabo con las otras armadas? Eso se hacía mediante las llamadas “Conferencias en Dhahram” que eran reuniones a las que acudían los comandantes de todas las flotas implicadas para precisamente, coordinar las operaciones y movimientos con el NAVCENT ¿Por qué los comandantes del grupo ALFIL I iban a ser la excepción? Un dato sobre esto es que, no había avión o helicóptero que no estuviera autorizado a volar sin el permiso de este comando naval y es por eso, que los helicópteros “Alouette III” embarcados en el destructor “Alte. Brown” no iban a estar exentos a esta regla.

Como consta en el organigrama de mando estratégico para la Tormenta del Desierto, los jefes de cada arma occidental (Fuerza Aérea, Armada y Ejército) estuvieron a cargo de altos oficiales estadounidenses y en el caso de las fuerzas navales su coordinación en última instancia estuvo en manos del Almirante estadounidense Stanley Arthur entonces ¿Cuál fue la independencia táctica que algunos alegan?    

sábado, 6 de julio de 2024

 

BUMER WA`ER DEEPER STAMER

Will the election of Labour's Keir Stamer as Prime Minister of the United Kingdom make any difference to the situation of ordinary Britons and the relationship of conflict in foreign policy?

 

By Sir Charlattam 

The day after the election the streets of London did not change at all and the apathy of the public remained as it had been since the day before. Why should we Britons change our faces over the election of a new bureaucrat who is as conservative, if not more so, than the banker Sunak?

So when I sat down in my favourite pub in Piccadilly Circus for breakfast, the look on the face of the girl who came to serve me said it all. 

It didn't end there. When I bumped into my old friend and running buddy "Joe" who lives on the east side of London, as soon as he looked at me he said with his characteristic sarcasm "Bumer, wa`er, deeper the better man has won and it's Stamer" or something like that. He wasn't really celebrating, he was just trying to tease me with his lousy cockney sense of humour to see how I would react, as he knows very well who the new PM is.

Keir Stamer, a lawyer who took over the leadership of the Labour Party made it to 10 Downing Street for one reason: Britain was going anywhere and someone had to be put in. Some see him as a centre-right Labour and pro-Israel sympathiser who will continue to protect the Israeli position, others see him as a centrist who will seek balance without such extreme tendencies, and others see him as a true Labour man with the pragmatism that goes with it.

As a lawyer and human rights specialist, it would be quite difficult to argue that he should continue to endorse the massacres and genocide in Palestine which is internationally recognised. Although he has already shown his complacency with local Zionist sectors, appealing to anti-Semitism to try to justify silence about what Israel is committing is a very weak argument for a lawyer of his ilk.

If the new Prime Minister were a staunch friend of the IFC that should not interfere with his functional loyalty to the British people as he has been elected to represent their interests and those of the whole realm. Humanity does not go one way and I think no one should have to tell him that. From what is known of his sober personality we should not expect ridiculous stridencies of populism like those of the clownish Johnson or the "airhead" Truss who helped a lot in the so-called "Tory" disgrace.

Although Stamer tries to validate his sympathy for Israel by talking about how he secretly hated Corbyn for his support for the Palestinian cause, that should not be a licence to carry on with the same script as the CFI-friendly Tories.

There is much to get back on track and Stamer knows he does not have the time, let alone the public mood, to splurge. Either all Britons are listened to and served equally, or only those who go to synagogue and contribute the millions to fund local politicians. Halting the plummeting domestic socio-economic-political situation left by Rishi Sunak and fifteen years of conservative policies with a foreign policy wedded to Washington's guidelines is too much to change in one fell swoop.

Stamer appears sober and serious, character traits that suit him well for leading a country. Some might even say he looks more like a typical Conservative than Labour. But these particularities will help him as he will find a structure in the state (especially in MI6) with many Conservative subjects and especially in the foreign policy of the Foreign Office, a nest of pro-Israeli followers who will not want to spill their sympathies with the Jewish people but rather their political loyalty to Netanyahu and his gang of Kosher criminals who, with the Conservatives, showed their tough faces.

He has said "country first, party second", which sounds very gentlemanly and even credible, but the vested interests that exist after so many years of being pushed by the Americans into other people's backyards like Libya, Ukraine, the Red Sea and all that is happening in the Gaza Strip, it is very difficult for him to extricate himself and the country from these dark compromises left by the Conservatives. 

Britain needs to return to balance and, if you like, apply the BREXIT doctrine in a good sense. That would be that the decisions made in London are for the benefit of and for the British people and not for cliques operating in parliament that in turn respond to orders from Washington that at the same time bring with them corporations and private subjects linked especially to arms deals and developments that will only benefit them.

Two essential issues he already has to resolve are the fall in employment, the rise in the cost of living which in large part stem from the exit from the pandemic and the subjection to US geopolitics over Ukraine which ended in a war that has only brought more calamity for all European citizens, including of course the British.

In reference to the odious comparisons that some have already been making with former PM Tony Blair, beyond the notorious personality differences that anyone can see between a dour Stamer and that charlatan from Edinburgh, let's hope that for the good of the British and the rest of the EU he does not end up being similar. It was Blair, behind that sinister smile, who, having taken umbrage at the findings of weapons inspector David Kelly who refuted arguments about Saddam Hussein's alleged weapons of mass destruction, reportedly ordered measures to silence him. And what happened? Kelly turned up in July 2003 dead in his garden staging a suicide.

We must not forget that Blair, in order to ingratiate himself with the US neo-conservatives who were encouraged by AIPAC and others, got the country into two calamitous wars, Afghanistan and Iraq, where, in addition to the lies that underpinned them, horrendous human rights violations, trampling on international law, were proven, as reflected in the "Chilcot report". 

Let us just hope that the new PM does not mess up as his predecessors did.   

viernes, 5 de julio de 2024

 

PERSPECTIVAS PARA UNA NUEVA ADMINISTRACIÓN DE TRUMP

Con la evidencia de la inocultable incapacidad de Joe Biden de incluso poder terminar su mandato y la asombrosa exoneración al candidato Trump por parte de la Corte Suprema todo indica que será este último el próximo inquilino de La Casa Blanca ¿Qué podemos esperar de este regreso?

 

Por Charles H. Slim

Es un hecho que los demócratas la embarraron en grande durante los cuatro años que estuvieron en el poder y Joe Biden en particular ayudo mucho en ello. Desde sus distópicas y demagógicas políticas domésticas hasta las imperdonables torpezas en política exterior (Afganistán, Ucrania e Israel), especialmente en los últimos dos casos que han puesto al mundo al borde de la tercera guerra, han llevado a los EEUU por un camino de incertidumbre dejando muy claro que ha perdido el rumbo que alguna vez fijaron sus fundadores.

Si recordamos que George Washington dijo y quedo plasmado en su discurso de despedida, que los principales intereses de la Unión con respecto a otras naciones extranjeras eran ampliar las relaciones comerciales sin mezclarlas con las relaciones políticas o hacerlo de la menor manera posible, intuimos que algo no calza con la realidad contemporánea. Esta breve referencia informa sobre como las administraciones posteriores -incluido en cierta medida a Trump- hasta llegar al presente han deformado el espíritu político original que tenía EEUU, llevándola a un enredo geopolítico actual imposible de deshacer.

En resumen, los padres fundadores diferenciándose de sus colonizadores británicos, habían sentado las bases de una política exterior no intervencionista.

La OTAN es el epítome de esta situación. Creada en 1949 para contra restar la temida influencia política de la URSS que seis años después y por razón de aquella creo su contrapartida PAC VAR, hace tiempo que dejó de tener ese propósito ¿Por qué? Porque hace ya 33 años que dicha amenaza desapareció. Entonces ¿Por qué sigue en pie?

La respuesta más general y a grandes rasgos que se puede dar es que, es un negocio muy lucrativo para cerrarlo.

Como este es un hecho imposible de negar, los imaginativos cerebros del partido de la guerra compuesto por neoconservadores (demócratas y republicanos) y socios interesados como son los Lobbies pro-Israel y todo el arco de sionistas que les sirven (judíos y no judíos) han superpuesto a aquellos intereses mencionados por Washington y Jefferson la idea de una “obligación moral” de que EEUU vaya por el mundo esparciendo la democracia y la libertad, que en realidad son excusas para concretar objetivos políticos-negociales ligados a sus propios intereses.  

Esto ha conformado la base de grandes calamidades contemporáneas detrás de las cuales se hallan grandes negociados y fraudes de estos sectores para beneficio propio a costa de la Unión y que han llevado a verse involucrado en cuanta guerra le convenga a esos intereses. Biden ha hecho una gran contribución en esta corruptela y Ucrania será una herencia pesada para quien lo suceda.

El cambio de polaridad es notorio. Del no intervencionismo de los padres fundadores que respeta la autonomía política de las otras naciones al feroz y descarnado intervencionismo que ha llegado a niveles extremadamente obscenos ¿Retomaría Trump estos principios fundacionales?

Cuando Donald Trump entro a La Casa Blanca en 2016, lo hizo de la mano de una imagen contraria a esta situación denunciando a la corrupta elite política y financiera como los beneficiarios de esto. Es cierto y en concordancia con ello ataco a la adhesión de EEUU a la OTAN involucrando a los “fellows americans” en guerra ajenas haciendo centro en la desigualdad en los aportes que prestan cada uno de los miembros. Los estadounidenses llevan la mayor parte de la carga para el sostenimiento de esta organización y ello hace a costa de los contribuyentes. Esa es la visión de Trump sobre la injerencia en política exterior que solo pasa por lo estrictamente económico, pero ¿Qué sucedería si esas cargas económicas se equipararan?, ¿Trump seguiría siendo un opositor a mantener al país en la OTAN?

Adelanto que ello no cambiaría su posición. Trump no es el aislacionista que muchos hablan y mucho menos, que surja de los fundamentos de los padres fundadores. Como buen empresario y hombre de negocios, el interés hace a la medida de sus acciones y si la gratificación es interesante que no queden dudas que hará lo mismo que sus predecesores.

Pero más allá de esta peculiaridad personal, Trump demostró durante su administración que su aislacionismo no lo era tanto. Durante su administración suministró misiles “Javelin” y otros equipos a los neonazis de Kiev que fueron usados contra los pobladores del Donbás.  Su reprobable reconocimiento de Jerusalen como capital del estado de Israel, dio prueba de que podía ir tan lejos como cualquiera de los serviles del “estado profundo” que él criticaba. Otra fue, su enconada oposición a negociar en buenos términos con China y su fracaso de llegar a un entendimiento con Corea del Norte, marcando de forma indirecta el acatamiento a la agenda de los neoconservadores del Partido de la guerra. La única diferencia con agenda de estos último es su respeto y cierta admiración hacia el mandatario ruso algo que parte de aquellos no le toleran.

Pero también, hubo otras señales controvertidas y más cruentas que echan por tierra ese supuesto aislacionismo. Recordemos como su autorización para que la CIA (con la implicancia israelí) asesinara en enero del 2020 al comandante iraní Qassem Soleimani en momentos que salía del aeropuerto de Bagdad, (además de las inmediatas consecuencias) marco otra señal de apoyo a la geopolítica de Israel que veía con temor el despliegue iraní en Quneitra, Siria.

En conclusión, podemos ver que Donald Trump no es el outsider que los medios establecidos habían vendido y que como cualquier político de la elite en Washington es tan pragmático como su conveniencia se lo indique, haciendo todo lo que el estado profundo le ordene. Incluso si llegase a tratar de esquivar esos intereses impulsado por su impredecible personalidad, correrá serio riesgo de ser removido de La Casa Blanca.

Es por eso que olvídense que hará algo por detener la guerra en Ucrania -salvo que tome enserio los aprestos de la Federación Rusa- y mucho menos en ponerle límites al pequeño y sanguinario estado de Israel.