HACIA UNA UNION ISLAMICA GLOBAL
¿Por qué cada vez más se hace necesaria la defensa y protección
colectiva de los musulmanes del mundo?
Por
Charles H. Slim
El ascenso y consolidación del elemento sionista en la política norteamericana que se ha visto desde los últimos 35 años hasta hoy y que tan bien representa el neoconservadurismo de núcleo “Straussiano”, han evidenciado ser el factor más determinante para el avance progresivo de la agresión, la conspiración política y la violación de los derechos humanos de un sector particular de la comunidad global como es la UMMA. Hoy más que nunca queda clara la finalidad de esa agresividad y las consecuencias humanitarias para los musulmanes.
Desde 1990
hasta el presente, se han cometido toda clase de atrocidades que en algún u
otro modo, fueron respaldadas por el actual fracasado e influenciable sistema
de Naciones Unidas quien como lo vemos hoy (una vez más) en toda Palestina
ocupada y el Líbano no puede garantizar siquiera la integridad física de sus
propios empleados de la UNWRA, mandatarios e incluso de las fuerzas de paz ¿Por
qué pasa esto? Simplemente porque el sistema legal internacional está quebrado por
excepciones odiosas nacidas de influencias espurias, y eso ha hecho perder la
confianza en las instituciones.
En relación
a esto la influencia sionista (entiéndase Tel Aviv y sus redes globales), ha
sido un factor central para consolidar esto.
En 1991 la
administración republicana de George Bush ya albergaba la semilla sionista que
luego florecería dentro del Departamento de Estado y que echaría raíces dentro
del seno del poder estadounidense propiciando otros grandes crímenes de este
siglo en 2001 y 2003. Esa influencia fue la que impulso a Bush a traicionar a
Saddam Hussein luego de haberlo sostenido contra Irán. Así apenas un año
después de la guerra del golfo en 1992, Paul Wolfowitz un sionista militante y
sus colegas elaboraron un esquema geopolítico no para potenciar a los EEUU sino
más bien, para fortalecer las ambiciones de Israel para ser potencia regional
en el Medio Oriente. En ese plan, Iraq era un obstáculo que instigaron a
remover.
Hussein e
Iraq fueron usados como chivos expiatorios para ir formando al nuevo enemigo
pos-guerra fría y el Islam fue el elegido pero no por el azar, sino porque era -y
sigue siendo- un obstáculo político (no religioso) para Israel. A medio
camino, la CIA se puso manos a la obra para reclutar y activar cuantos
extremistas musulmanes hallará reactivando en ese proceso el programa “Al
Qaeda” (creado en 1979 para Afganistán) así fue dándole forma al embuste. En
esto obviamente cooperaba Tel Aviv quien mantenía (como hoy) sus propios
interlocutores dentro del gobierno y agencias estadounidenses). El intento de
volar las torres Gemelas en febrero de 1993 fue quizá una prueba piloto de este
plan o tal vez, el fallido intento por ampliar tempranamente la presencia de
los EEUU en Medio Oriente.
Desde
entonces EEUU además de entrar en Oriente Medio ha violado la soberanía y
destruido a estados y sembrado entre sus pueblos las calamidades que Washington
argumentaba combatir. Precisamente, los pueblos en su mayoría musulmanes
quedaron a merced de los enjuagues políticos y mediáticos implantados por los
estadounidenses (y sus aliados británicos) que, como nadie duda, escondían la
cizaña sionista propia que servía a Tel Aviv. Así como usaron el terrorismo
para las banderas falsas contra el mundo árabe-islámico (con embustes como
ISIS), lo usaron para crear la discordia dentro de las comunidades islámicas de
los países invadidos quedando los musulmanes, desprotegidos y sin voz.
Consecuencia de ello, la estigmatización, persecución y la injusticia se
cristalizaron en infames nombres como Guantánamo, Abu Graib, Bucca, Nama,
Bagram y la lista de cárceles secretas de la CIA y sus asociados continua que
se visualizó en millones asesinados, lesionados, abandonados y otros tantos desplazados
¿Qué han hecho los gobiernos por estas atrocidades?
En las
actuales circunstancias, vemos como el estado de Israel con apoyo occidental
ilimitado, está masacrando de forma impune y sin miramientos a los musulmanes
palestinos, sirios y libaneses sin que se oigan las voces críticas de eruditos
o santones que se arrogan la custodia de los lugares sagrados. Ciertamente
“Allah lo ve y lo sabe todo” y todo lo que ocurre “es por su voluntad”, pero
ello no significa que una potencia enemiga y sanguinaria pueda hacer carnicería
de un pueblo sin que sus gobernantes hagan algo para evitarlo.
He allí el
problema. Los gobiernos árabes (en especial los más opulentes) no entran en la
ecuación. Están corrompidos por políticos y líderes que tienen lazos y tratos
con esta potencia enemiga con lo cual tienen comprometidos sus intereses ¿Cómo
podrían lidiar contra quienes les dan de comer?, ¿Les importa las profanaciones
sionistas a la mezquita Al Aqsa o las carnicerías como las cometidas de forma premeditada
y reiterada en Deir Al Balah[1],
Yabaliya, Nuseirat, Rafah y otros campamentos de refugiados en toda la franja
de Gaza?
Esto pone
sobre la mesa la necesidad de una institucionalidad política nueva, cohesiva pero
elástica y global en base a un verdadero compromiso político y humano por
representar y defender a la UMMA[2]
y a cada uno de sus miembros, no solo en cada región o país en el que los
musulmanes están siendo oprimidos, perseguidos o asesinados, sino especialmente
en occidente donde radican las fuentes de argumentación islamófobas que
precisamente están diseñadas para crear el miedo, el odio y la justificación de
la violencia contra los musulmanes. Esto último es lo que se ve con la limpieza
étnica y el genocidio que Israel lleva adelante en Gaza y el Líbano.
En
conclusión, se hace imperiosa la estructuración de una organización destinada a
reivindicar y proteger los derechos humanos de los musulmanes quienes son tan
humanos como cualquier otro que pisa esta tierra.
[1]
Como la llevada a cabo hace horas y que se documenta aquí: https://spanish.almanar.com.lb/1082017
[2] Del
árabe Comunidad de creyentes https://es.wikipedia.org/wiki/Umma_(islam)