sábado, 5 de noviembre de 2022

 

“NEBLINA EN EL DESIERTO”

¿Por qué hay signos que muestran la búsqueda de ampliar el teatro de la guerra en Eurasia al Asia Central? ¿Quiénes están detrás? Sigue el rastro del dinero y verás quienes son los implicados

Por Ali Al Najafi

La guerra en Ucrania que no es otra cosa que un conflicto entre la OTAN y Rusia en suelo europeo, ha trastornado la vida comercial y energética de una gran parte del mundo y ello a su vez ha abierto las puertas de la oportunidad para los gobernantes más despiertos. A la par de ello varias cosas raras están pasando en Asia y en también en Asia Central que no son producto de la causalidad. El intento de asesinato del ex mandatario pakistaní Imran Khan, el aumento de los ataques armados contra el gobierno iraquí y la agitación social provocada dentro de Irán hace sospechar que se están tirando hilos invisibles para abrir nuevos frentes bélicos que obligarían a Rusia intervenir.

Obviamente que esto beneficia a los EEUU pero no significa que actue directamente en el asunto o que otros no se beneficien de las circunstancias. Entonces ¿Quiénes podrían sacar ventaja de todo esto? Uno de ellos sin dudas es el príncipe heredero saudita MBS quien está muy cuestionado tanto en su reino como en el extranjero por su política represiva contra la disidencia, algo que ha puesto en un entuerto a su viejo e interesado socio, EEUU. Pero Salman parece haber ido más lejos que lo que el mismo Departamento de Estado o incluso la CIA esperaban tras haberle hecho creer a Joe Biden que bajaría la cuota de producción de crudo simplemente lo deja de lado y hace todo lo contrario.

A pocos días de las elecciones de medio termino en EEUU, la OPEP decidió reducir la producción de petróleo, algo que a comienzos de año Biden le había pedido a Salman que no sucediera y éste le hizo creer que lo haría. Pero Salman hizo todo lo contrario y voto a favor de reducir las cuotas trastornando el mercado estadounidense y beneficiando al mismo tiempo a Rusia. Al parecer, el príncipe heredero se estaría cobrando con creces las palabras del mismo Joe Biden quien durante la campaña electoral sentenció que haría pagar a Arabia Saudita por las violaciones a los derechos humanos que quedó patente con el brutal caso del periodista Jamal Kashoggi.

Pero la jugada de Salman no es al azar claro. A Biden le interesa levantar su popularidad para lograr sortear esta elección y para ello, su socio árabe estratégico (Arabia Saudita) es ineludible para concretar los planes que se están llevando a cabo en torno a la guerra contra Rusia. Si fuera necesario, Biden debería arrastrarse a los pies de Salman para suplicar por su cooperación. Usted enseguida se preguntará ¿Acaso hay tropas sauditas operando en Ucrania o quizás el reino encuentre algún beneficio en lo que allí ocurre? En cuanto a lo primero, es claro que no hay tropas regulares pero nadie podría asegurar si hay otros elementos menos detectables jugando en las sombras el papel de asesores y agitadores.

El interés y peso de Arabia Saudita pasa por su potencial energético, punto central en la actual guerra. Además, hace un tiempo que viene coqueteando con Rusia que tiene un innegable peso en la región. Todos están ofreciendo su gas y petróleo a una Unión Europea que se halla recortada de estos recursos y a punto de entrar en el invierno bajo restricciones tercermundistas producto de la ciega obsecuencia a Washington de los políticos europeos (que incluye a los británicos) y que tuvo como toque cúlmine los sabotajes contra los gasoductos Nord Stream en el Mar Báltico.

Así Salman está usando la sucia carta, la misma que Washington ha usado desde hace décadas contra quienes ha querido arrodillar; la extorsión. La misma que en última instancia uso contra Rusia pero que -a contrario de lo esperado- ha causado todo el actual desbalance financiero y comercial. Pero el problema es que su reino y en particular su mukhabarat ha estado estrechamente implicada en los asuntos sucios contra sus hermanos de toda la región, en especial contra los iraquíes a quienes ha traicionado y usado conforme la CIA lo requería y es por eso que, Salman y sus súbditos deben dormir (como dice el dicho) “con un ojo abierto”.

Riad ha sido la puerta trasera por donde occidente e Israel se han colado para sorprender a los países árabes y también a Irán.

Está claro también que la inteligencia saudita estaría operando dentro de Irán, instigando a grupos de choque callejeros y compartiendo esfuerzos con agrupaciones extremistas como los “Muyahedin Al Kalq” (MAK) y kurdas (como el Partido Democrático del Kurdistán iraní, Partido Vida Libre del Kurdistán y otros) quienes a su vez están respaldados de forma promiscua por Washington e Israel. La excusa por la muerte de la joven Mahsa Amini ha sido el trampolín para exagerar y utilizar como propaganda, la versión difundida por algunos periodistas iraníes quienes tienen vínculos con la CIA, entrenados para generar artículos híbridos como parte de operaciones de acción psicológica destinados a manipular a la opinión pública.

Tal como les sucedió a los iraquíes y los libios en postrimerías de ser atacados, se generó una gran propaganda que les hacía creer que los “demócratas” venían a liberarles y pronto cayeron en cuentas de esa falacia. Ahora en Irán se están replicando las mismas acciones que en Libia y Siria. Incluso se han cometido varios asesinatos (como los de Shiraz) y masacres en Mezquitas por artefactos explosivos colocados por supuestos elementos del “ISIS” (del cual ya se sabe su origen) y que claramente han sido convocados para el aquelarre pero que los medios occidentales presentan como ejecutados por las fuerzas de seguridad iraníes.

Desde occidente y en especial los principales socios de Washington en Europa (Alemania, Francia y Gran Bretaña) y en particular la Unión Europea, la campaña contra Irán (claramente apoyada por entidades sionistas) se ha doblado a niveles histéricos. Esto está potenciado por la estrecha cooperación existente con Rusia que está poniendo en serios problemas a la OTAN. Una vez más, desde los medios (DW, BBC, Reuters etc) se trata de instalar una falsa compunción y preocupación por los derechos humanos y en particular de las mujeres iraníes, tal como lo escenificaron con las mujeres árabes cuando instigaron la “Primavera árabe”.

Tan artificioso y falaz es el intento por manipular a la opinión pública que hasta un niño se da cuenta de ello. Y es que si realmente hay tanta inquietud por estos valores ¿Por qué no hay verdadera preocupación y condena cuando Israel asesina a mujeres y niños palestinos o, los sauditas bombardeaban escuelas con los niños yemeníes y mucho menos cuando los estadounidenses masacraban en Iraq y Afganistán a estas mismas personas o peor aún, cuando sus policías matan a personas por cuestiones de raza? Hipocresía de niveles cósmicos.

Todo este entramado tóxico y macabro ya es conocido por Teherán y con justa causa no dudará en cortar de raíz lo que no es otra cosa que una “revolución de color” como la que se gestó y ejecuto (mediante un ejército de mercenarios drogados) contra el gobierno libio de Mohammar Al Gadafy en 2011 pero que fracaso en Siria gracias, a la intervención de la Federación Rusa.

Hoy la república Islámica de Irán se halla bajo el mismo asedio (una agresión de la que el art. 51 de la Carta de la ONU trata) y ejerciendo el derecho a la defensa no se quedará de brazos cruzados sin devolver las gentilezas a sus promotores.

Es por ello que hace una semana se viene rumoreando que la inteligencia saudita ha estado informando a Ben Salman que Irán estaría preparando ataques contra el reino y que incluso los podría vehiculizar a través de sus aliados Houties yemeníes con quienes han estado en un alto al fuego hasta el pasado mes de octubre. En este sentido, podría tratarse de dos posibilidades: La primera, que sea la CIA la que esté preparando ataques para endilgárselos a Teherán obligando a Riad a someterse a la protección total de Washington o, Salman busca manipular una vez más al senil mandatario de la Casa Blanca con la esperanza de protegerse a él mismo y a sus partidarios de estas jugadas sucias pero, tal vez el príncipe heredero no ha tomado en cuenta que las decisiones en Washington las toman otros (No Sleepy Biden) y que incluso, él mismo en el marco actual, este bailando al compás de los planes de los estadounidenses.

martes, 1 de noviembre de 2022

 

“¿DÓNDE SE HALLA LA ARGENTINA?”

La vieja y repetida historia de gobiernos argentinos que no saben en donde están parados


Por Javier B. Dal

Saliendo del continuo circulo de la degradación socio-político y social que se palpa con solo caminar por las calles de Buenos Aires y mucho más en el interior, pocos son quienes ven lo que sucede en los altos círculos del intelectualismo nativo, también muy marcado por una grieta doctrinaria y filosófica entre quienes aceptan como una nueva religión al Globalismo esponsoreado por Biden y Cia y quienes a su propio gusto e interpretación, también lo aceptan.

Recordemos que Mauricio Macri expuso su abierta militancia a esta propuesta a la cual también adhieren el PRO y personajes sueltos del frente Todos por el Cambio. En este caso no asombra ya que hay en estos sectores un convencimiento que mana de su anglofilia. Pero en el Kirchnerismo o si se quiere el Peronismo 2.0 (nacional y popular), que supuestamente esta en las antípodas del liberalismo, también se milita con gran entusiasmo (y gran ingenuidad) los preceptos del Globalismo.

Esto demuestra que no hay dos bandos claros y en oposición ya que, ambos y en su propia conveniencia aceptan los engañosos mandatos originados en las elites angloestadounidenses que el actual presidente estadounidense Joe Biden y su vieja amiga Hillary Clinton militaron desde hace ya dos décadas con tanto entusiasmo y que lograron colocar ante Naciones Unidas con la Agenda 2030; pero ¿De qué se trata ese globalismo?

Es una agenda trazada por elites liberales internacionales que bajo la apariencia de propender al respeto de los derechos humanos y beneficiar a todos sin distinciones de ningún tipo, buscaran cambiar la dinámica de las relaciones humanas en todos sus aspectos (desconstrucción) que terminaran impactando en cada persona y así en la sociedad de cada país donde se acepte. Se trata de imponer un patrón de pensamiento único que bajo las apariencias de igualdad y la libertad individual, además -como velado objetivo geopolítico- de destruir los valores de cada comunidad y a los mismos estados nación, trata de normalizar cuestiones que no son parte del común e incluso, son antinaturales.

Acá en Argentina un signo claro de esto es el “idioma inclusivo” que bajo el argumento de que busca “igualar” el trato indistintamente de géneros tradicionales, anulando los masculinos de las palabras para reemplazarlos con la letra e o el @, solo crea confusión y mayor desentendimiento entre las personas en especial sobre una niñez que está creciendo en medio de un sistema educativo caduco. Pero lo más preocupante es que este delirio es promovido por referentes políticos del gobierno e incluso, ha penetrado en el ámbito académico de algunas casas de estudio.

Para la elite estadounidense (que va más allá del gobierno), esta agenda tiene dos objetivos: En lo doméstico, se trata de un truco que solo busca sumar adherentes quienes luego serán votantes, así de simple. Pero ¿Puede ser solamente eso? EEUU que se ha jactado de ser el modelo de la democracia hace tiempo que está en baja y ya no es un secreto que para sobrevivir necesita de los recursos de los demás. Las políticas de intervención y la agresión bélica enmascarada bajo pretextos engañosos ha sido el motor de progreso de los últimos treinta años de esta “gran democracia”. Esto en el campo de la macro economía y las finanzas pero en casa, los demócratas comenzaron a ver que los derechos que prometían en cada elección ya no abarcaban a la media de sus ciudadanos y fue allí que se les prendió el foco y se preguntaron ¿Quiénes están fuera de la vista del sistema pero son muy inherentes a él?

El avance político del movimiento homosexual en los caucus de la vida partidocrática estadounidense no bastaba ya que allí no había lugar para otras minorías sexuales en crecimiento. Que ellos fueran discriminados no significaba que ellos no discriminaran. Allí ni se veían (y aún muchos siguen rechazándoles) con buenos ojos a los travestis (Trans), lesbianas y otra serie de variantes sexuales de las cuales cada persona se auto percibe. Igualmente y de cara al exterior se trata de persuadir a las nuevas generaciones, de vender un estilo de vida disfrazado de igualdad.

Así desde fundaciones como el National Endorment for Democracy (NED), la “Open Society”, el Centro por las Libertades Civiles fundado en Ucrania allá por 2007 (CCL que tuvo incumbencia en el golpe de Kiev en 2014)  los cuales a su vez promueven foros “democráticos” en países de la periferia, solo son mascaras coloridas que ocultan operaciones de la CIA en el exterior y personajes como George Soros ligados a las finanzas en Wall Street que presumen de un falso altruismo en pro de los derechos humanos, se comenzó a financiar e impulsar la militancia de organizaciones LGTB alrededor del mundo, como una forma de impulsar la militancia por el reconocimiento de derechos a esta minoría llegando a que al día de hoy, en nombre de la libertad y la igualdad se esté sexualizando a la niñez (incluso con intervenciones quirúrgicas) bajo el pretexto de presuntos avances científicos que buscan “corregir” la sexualidad de quienes por su corta edad no han llegado a madurarse.

En Argentina el gobierno supuestamente y desde el discurso, se halla en la vereda de enfrente de los liberales pro-globalismo (los mismos que se disfrazan de republicanos), pero eso no se refleja en los hechos. Tanto unos como otros cumplen con esta agenda. Es muy posible y más allá de las inconsecuencias crónicas de su presidente los mismos peronistas no tengan ni idea de la fagocitación ideológica a la que fueron expuestos. Incluso hay una pregunta que no hallará una respuesta univoca y es ¿Cuáles son los valores de la nación argentina?

Caso diferente se da en otras latitudes donde existen sociedades con profundas raíces que se entrelazan con el actual estado y que, al contrario de alentar los disvalores del Globalismo, los combaten. El rechazo frontal de esta agenda por parte de Rusia, China e Irán, cada uno defendiendo los valores de sus culturas los ha puesto desde hace tiempo en la mira de una persistente e insidiosa campaña de demonización direccionada desde los sectores globalistas a través de sus costosas propagandas de medios y que hoy ya ha saltado a su fase de guerra abierta en Ucrania. Porque en último sentido lo que allí sucede (y más allá del fabuloso negocio que representa) se trata de un enfrentamiento entre el tambaleante hegemonismo angloestadounidense (sobre el que se apoya la idea globalista) y la opción del multilateralismo liderado por Rusia.

Así queda claro que en lo externo, la finalidad del Globalismo es bien clara: subvertir el orden y las costumbres de los países con valores filosóficos y religiosos que son financiera y económicamente inviables para su agenda de consumismo recargado que (con el ambicionado “reseteo” financiero de Klaus Schwab) es lo que realmente se esconde detrás del Globalismo. En este sentido, el Islam y algunos países que practican esta religión se presentan como los más impermeables y problemáticos a estas expectativas. Como ya vimos y seguimos viendo, la implantación del caos, fomentando el terrorismo, la desconfianza y la inseguridad seguirá siendo la principal receta para estos escenarios.

En América Latina se persigue lo mismo solo que por otros medios más suaves aunque, sin dejar de ser violentos. Para ello se valen de ONGs y supuestos expertos en promover políticas de género que entre algunos temas apuntan a promocionar los beneficios del cambio de sexo, la unión civil entre personas del mismo sexo y el aliento a la infertilidad quirúrgica entre la juventud como parte de una rebelión contra los patrones sociales y religiosos que se oponen a esta cartilla global acudiendo para ello a todos los medios posibles, incluida la violencia.

No se puede dejar de señalar que atrás de estos temas tan sensibles y que se los presenta como nuevos aspectos de la libertad individual se esconde el oscuro tabú de la pederastia, consumido en los altos círculos del poder tanto en los EEUU como en Gran Bretaña que los medios establecidos han sabido acallar.

También es parte de esta pervertida agenda, el aborto legal, un tema que los políticos argentinos han demostrado (pese a que muchos se presentan como católicos practicantes) estar muy bien alineados al Globalismo abriéndole paso al feroz supremacísmo feminista que ha hecho de esto una bandera de su irracionalidad. Sumado a ello, la reducción de la natalidad por la negativa de un amplio sector de los jóvenes en no traer descendencia aporta otra problemática para el futuro demográfico inmediato. Un país con un vasto territorio sin ocupar y con inacabables posibilidades para progresar, aceptando este tipo de políticas eugenésicas disfrazadas de derechos de la mujer a disponer de su cuerpo (sin considerar su propia responsabilidad) sin dudas condenará a la nación a la degradación y su inexorable extinción.

 

domingo, 30 de octubre de 2022

 

“OPERACION PROPAGANDA”

Occidente pasa por una severa crisis de unidad y queda claro que EEUU ya no es el líder confiable que alguna vez fue. Quienes más acusan esto son los europeos. Mantener las apariencias y demonizar al enemigo es más primordial que nunca…¿Ha comenzado la madre de las batallas para los medios occidentales?

 

Por Charles H. Slim

¿Qué hacer cuando no podemos justificar la participación de una guerra y mucho menos cuando la hemos instigado nosotros? Esta es la pregunta que los británicos se hicieron desde el inicio de sus campañas coloniales y en toda su historia imperial para poder crear una imagen suave, tolerable y hasta idílica de sus carnicerías en la India, en la península arábiga o en la castigada África (Kenia y Lesoto). Para ser sinceros con la historia y no caer en las simplonas demonizaciones, no fue Goebbels el primero en aplicar las técnicas insidiosas de la propaganda con su famoso eslogan “miente, miente, que algo quedará”; los anglosajones ya lo practicaban mucho antes en sus actuaciones diplomáticas con sus colononizados y en lo que han enseñado sobre los hechos de la historia. Esta lógica no iba a cambiar justo hoy y mucho menos cuando tiene a su archi enemigo ruso al frente.

En Europa vemos esto con el arreglado y artificial festival de Eurovisión en el que los rusos fueron cancelados. Si en realidad a los europeos les indigna y preocupa los derechos humanos ¿Por qué no se indignaron de similar forma con los estadounidenses y británicos por sus apoteóticas violaciones y brutalidades contra la humanidad en Iraq y Afganistán?

Este talento fue adoptado por sus primos estadounidenses quienes desde el final de la segunda guerra mundial (1945) con la innegable influencia de la industria del cine han hecho de la propaganda una herramienta estratégica. En este universo de fantasía, Washington ha fabricado a sus enemigos, inventado superhéroes que les combaten (apuesta que Israel también está poniendo sobre la mesa) y convierte sus derrotas más humillantes en victorias pírricas.

La propaganda audiovisual (Cine y radio) sin dudas durante la mayor parte del siglo pasado ha sido una de las columnas vertebrales de la geopolítica del occidente anglosajón y prueba de ello son los miles de millones de dólares que sean invertido para su desarrollo. Obviamente siguió teniendo la misma importancia en el nuevo milenio solo que ya no con el mismo impacto. Pero la realidad es muy difícil de maquillar. La multiplicidad y alcance que los medios informativos alternativos llegaron a tener en el nuevo milenio, ha quitado la ventaja estratégica de contar con el control del discurso por las principales corporaciones de medios globales para armar a conveniencia sus relatos políticos. CNN fue la punta de lanza de la desinformación en las campañas bélicas contra Iraq en 1991 y luego junto a FOX NEWS en 2003 apenas podían convencerse ellos mismos de que las cosas iban tan bien como lo aseveraban en Washington. Internet hizo colapsar aquel monopolio de la propaganda ayudando a exponer la verdadera naturaleza de las acciones de esos gobiernos y las consecuencias sobre los derechos humanos. Incluso los esfuerzos por levantar la moral con películas, documentales de dudosa imparcialidad y series que maquillaban los abusos y masacres que se cometían en nombre de la “guerra contra el terrorismo” no fueron suficientes para apuntalar la decreciente credibilidad en la “democracia”.

La cobertura de lo que sucede en Ucrania es hoy el escenario de una salvaje guerra de propaganda en la que además de la descarada participación de los medios occidentales, todo vale. En realidad, pocos (de la prensa) deben saber lo que está ocurriendo en el terreno; pero una cosa es seguro, no tiene nada que ver con lo que CNN, The Washington post, BBC, Reuters y todo el arco corporativo occidental de los medios publican.

Por ejemplo, la foto que aquí se ve capto el momento en que un Dron “kamikaze” ruso similar al “Shahed-136” iraní (que los medios tratan de involucrar) golpeaba un centro de comando y control ucraniano. Pero de ser real la provisión de esos Drones a Rusia, no sería nada en comparación con el volumen de armamento, financiamiento y asesoramiento que la OTAN provee a Kiev.

Tampoco es nada en lo que hace al uso de tácticas sucias y terrorismo que los ultranacionalistas de Zelensky usan (y aparentemente estarían dispuestos a usar) bajo asesoramiento de agencias occidentales. Como señalo el hoy (tras haber molestado a alguien en Washington) desaparecido periodista estadounidense Gordon Meek al referirse en su último Twitt sobre lo que realmente pasaba en Ucrania, toda esta estrategia no es más que “una montaña de mierda”.

En los medios argentinos hace rato que se han olvidado del asunto. Los pocos y sobreactuados informes de corresponsales que cubrieron algo y que no fueron más allá de los límites de Kiev ya no dan sus asombrosos, actuados y entusiastas relatos del “patriotismo ucraniano”, o de las “cuantiosas pérdidas” rusas en relatos semejados a libretos Hollywoodenses. Hoy reina el silencio ¿Qué sucedió? Simplemente, no hay nada bueno para informar y punto. Los incautos voluntarios que (tragándose la propaganda) habían sido enrolados en embajadas ucranianas como la de calle Ollero 2169 en Buenos Aires, hace tiempo que han abandonado el campo de batalla ¿A dónde estarán? Ciertamente los medios no se preocuparon ni se preocuparan por responder esta cuestión. Saben que si quieren relatar una situación favorable para lavarle la cara a la Ucrania de Zelensky hay que enterrarse hasta la cintura en un barrial de mugre y excremento y eso ya es otro precio.

Pero sus mentores en Londres y EEUU no se han detenido y por el contrario, siguen a toda marcha en la tarea.

Mientras la prensa británica y estadounidense aseguran en sus editoriales que los ucranianos mediante épicas contraofensivas están recobrando territorios, que el presidente Vladimir Putin está enfermo y moribundo, que está solo y que la oposición interna ha aumentado de forma crítica y que será derrocado, o que los rusos estaban huyendo en masa para no ser reclutados, o incluso que Rusia puede llegar a crear una catástrofe nuclear en Zaporiye (fabricada mediante una Falsa Bandera), según otras visiones, nada de eso forma parte de la realidad. Es más, esta misma propaganda opera también con omisiones como es ocultar el carácter reaccionario, supremacista y opresor que ha adoptado el régimen de Kiev, prohibiendo los partidos políticos, cerrando medios locales, arrestando y desapareciendo periodistas que se opongan a las políticas del “Churchill eslavo”.

Pero la propaganda que los anglosajones están radiando es más amplia y prueba de ello lo vemos con lo que se está cocinando contra Irán, una reedición de las tácticas desinformativas a cargo de los medios occidentales como las impulsadas (con montajes y falsificaciones) en 2010 sobre el mundo árabe con la farsa de la “Primavera árabe”. Entre tanto y en el marco del Foro Internacional de Discusiones de Valdái el presidente ruso Vladimir Putin el jueves 27 de octubre como parte de sus consideraciones del discurso que dio ante los presentes sentenció, que occidente lleva a cabo un “juego sangriento, peligroso y sucio” y para el cual, la propaganda es una parte inescindible para manipular a la opinión pública y encubrir sus acciones.

Sin dudas la propaganda angloestadounidense no solo oculta las implicancias de la OTAN y los millonarios negociados que EEUU ha logrado a costa de los europeos cortando el suministro de gas ruso, sino también está camuflando nuevas y más sucias tácticas ejecutadas por un monstruo que como todos los que anteriormente ellos mismos han creado (dictaduras militares, Al Qaeda, Muyahedin Al Kalq, ISIS entre los más destacados), necesita sangre para saciarse y luego cuando no lo necesiten más lo dejaran suelto por su cuenta ¿Qué hará entonces Naciones Unidas si es que aún existe?

miércoles, 26 de octubre de 2022

 

“FABRICANTES DE LA PESTE”

Al parecer no era errada la postura de muchos virólogos sobre la artificialidad del Covid-19. De ser ciertas dichas conclusiones y tras las consecuencias económicas, políticas y sociales creadas por la declaración de la pandemia ¿Quiénes se harán cargo?


Por Javier B. Dal

Tal vez la gran mayoría de las personas se hallan olvidado de los dos tortuosos años que debimos pasar confinados por la supuesta aparición de un virus que los “expertos” de la OMS denominaron como “COVID-19” poniendo a los virólogos e infectologos a cargo de la dirección de la vida de los habitantes obligando a los gobiernos a adoptar medidas draconianas y medievales dirigidas a prevenir una aparente y masiva infección que según sus discursos, era letal.

Muchos fueron quienes no se tragaron esto e incluso otros expusieron pruebas sobre la falsedad del mediatizado origen de un “murciélago en un sucio mercado de la ciudad de Wuhan”. Se conformo un discurso uniforme y para el cual no había lugar a disensos. Incluso los médicos que se resistieron a creer en la versión oficial fueron silenciados, ridiculizados, encarcelados y otros corrieron una suerte mucho peor.

Ni mencionemos las inconsistencias que surgieron desde la administración de Trump que sindicaban cuando menos, un conocimiento de “que algo se había producido” y sin dejar pasar, que eran momentos críticos en las relaciones comerciales con China. Inmediatamente se implanto una censura al estilo militar innegable.

¿Cómo impacto esto en la Argentina? Como no podía ser de otro modo, tanto el gobierno como los medios se plegaron a pie juntillas a la versión oficial y en tal sentido fueron fieles acatadores en sembrar el pánico 24 horas al día y 7 días a la semana con “expertos” más interesados en sembrar las culpas sobre los ciudadanos que querían respirar en libertad (sin barbijo) que debatir la realidad de ese “virus”. Sobre los dobleces aquí mencionados, ni una sola letra. Para ser sinceros ¿Quiénes de estos empleados de los medios se hubieran atrevido a mencionar la sola posibilidad de una fuga de un engendro biológico creado por estadounidenses y chinos?

En un país como Argentina hablar de estas cosas no despierta interés en los sagaces medios informativos y mucho menos en sus filósofos baratos avenidos en cruzados de la democracia, aunque se presenten como la expresión de la libertad y comprometidos con la verdad, son simples y enanos subalternos del poder de turno. Incondicionales adscriptos a lo que de continuo dice Washington, no había por qué dudar de lo que los “expertos” como Anthony Fauci y del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) afirmaban sobre esta pandemia. Tampoco se interesarán en revisar el papel de Fauci en los programas de Armas Biológicas durante las administraciones de Reagan y Bush; pero tal vez lo más embarazoso en cuanto a su papel fue el encubrimiento de correos electrónicos de otro virólogo estadounidense que informaba de la artificialidad del Covid.

En ningún noticiero ni de la boca de ningún “formador de opinión” de los que se pavonean en la Tv abierta, se escucho un ápice de estos antecedentes y menos aún de hechos como fue la fuga biológica que infectó a todo el personal de “Fort Detrick” meses antes de que se declarase esta “pandemia” o cuál es la realidad de los EEUU en cuanto al desarrollo de estas armas prohibidas y pestilentes.

Lo que menos se les cruzo por la cabeza en aquellas circunstancias fue poner en duda lo que decía la OMS, El Pentágono y mucho menos a los “expertos” que copaban los paneles televisivos para sermonear a la población.

El tiempo ha pasado y, la luz está revelando lo que muchos acusaban en soledad por aquellas horas: “El Covid es una fabricación artificial”. Lo más interesante es que son médicos estadounidenses y alemanes los que se han unido a las voces de estas conclusiones. Sin dudas que las actuales circunstancias de guerra en Ucrania han servido para generar estas revelaciones. Y es que, el descubrimiento de una veintena de laboratorios secretos controlados por EEUU desperdigados en el este de ese país euroasiático (con implicancia de laboratorios como Pfizer) en los que se hallaron pruebas de fabricación y experimentos con SarS-CoV2 y otras variantes bacteriológicas como el SARS 2003 y el MERS-CoV pusieron en una embarazosa situación a los EEUU.

A pesar de que Washington negó en todo momento esto, los silencios de los más altos responsables del área como el Dr. Fauci en referencia a los hallazgos rusos pone a los norteamericanos en un predicamento y si así no fuera ¿Por qué EEUU y sus socios de la OTAN se han opuesto a las investigaciones que solicito Rusia ante el Consejo de Seguridad?

Estas últimas implicancias quedaron reforzadas con el comprobado uso de armas químicas contra las tropas rusas en Zaporiye y un informe de expertos rusos quienes también determinaron el origen artificial tanto del SarS-Cov 2 como su antecesor SARS 2003 (patentado por el Pentágono) ¿Y quiénes les proporcionaron estos agentes biológicos? La moralidad de occidente hace agua por los cuatro costados.

Los recientes anuncios de investigaciones de expertos estadounidenses y alemanes se unen a los valientes virólogos indios quienes en las primeras horas de todo ese montaje, denunciaban que dicho “virus” (que no era tal) tenía componentes biológicos ensamblados como el HIV. También reivindica al distinguido y hoy fallecido virólogo francés Luc Montagnier quien tras poner reparos científicamente argumentados a todo el circo armado y un firme opositor a las vacunas “ARm”, fue atacado, vilipendiado y ridiculizado por sus colegas del Status Quo más preocupados por las ganancias y lo que decían los demás que por la verdad. En este último caso deberíamos clamar ¿Quién de todos estos irá a su tumba a pedir disculpas por tales agravios?

Así en una publicación científica cuyos autores son Valentin Bruttel de la Universidad de Wuerzburg de Alemania, Alex Washburne del centro de investigación Selva Analytics con sede en EE.UU. y Antonius VanDongen de la Universidad de Duke también estadounidense concluyeron tras sus estudios que el denominado “Covid-19” era en 99,9% una copia artificial del virus natural y que además presentaba señales de haber sido “cosido”, es decir manipulado en un ambiente controlado como lo es un laboratorio.

Obviamente hubo una reacción de otros virólogos del sistema que trataron de contra restar estas conclusiones calificándolas como “tonterías” aunque y más allá de lo que estos especialistas puedan ver en sus microscopios, las evidencias circunstanciales que se presentaron inmediatamente a la declaración de la pandemia más las halladas durante los últimos meses vuelcan la credibilidad a favor de la tesis de la artificialidad. La reacción es entendible y no es para menos. Ello pone sobre la mesa la existencia de una promiscua actividad de laboratorios de guerra bacteriológica de la “democracia” occidental y sus “enemigos” chinos y al mismo tiempo genera una pregunta muy incómoda como es ¿Fue dispersado o fumigado en el aire mediante?

La cacería de brujas también (y como iba a ser de otra manera) cundió en Argentina pero, los críticos fueron rápidamente aplacados. El lameculismo y la obsecuencia es por acá una actitud que muchos consideran una virtud. Si en el norte a estas cuestiones las llaman “teorías conspiranoicas”, para los obsecuentes de por aquí es suficiente para no ahondar en el tema. Sin dudas que este tipo de información tampoco está en el interés para los médicos, virólogos y sus colegas farmacéuticos llegue al conocimiento general y es que, como dice el refrán “no hay que no hay que morder la mano que les da de comer”.

lunes, 24 de octubre de 2022

 

“LA GRAN CRI$I$ DEL GAS”

Cómo se halla la Argentina en el actual contexto de la crisis energética que se interrelaciona con la geopolítica y la guerra en Ucrania


Por Charles H. Slim

Mientras el presidente argentino Alberto Fernández demostraba estar más atento a realitys Shows televisivos en donde algunos comentarios lo dejaban mal parado y su vocera se dedicaba con vehemencia a lavarle la cara ante la opinión pública, la realidad global le pasa por encima a la Argentina. No falta mucho para que a la crisis económico-financiera y social que aqueja al país comience a sentir los violentos sacudones de las consecuencias por la crisis de energética de alcance global.

Se necesitaron 39 años de ineptitud en las decisiones estratégicas del estado argentino para caer en cuenta sobre la importancia de desarrollar la industria energética nacional ¿Quién se hubiera imaginado que en el siglo XXI el gas iba a ser un recurso estratégico crítico de alcance global? Sin dudas que los burócratas y los políticos estaban mucho más preocupados por los dineros que se embolsaban que prever las contingencias del estado que se les confiaba administrar.

El suelo argentino tiene todo lo que actualmente demanda el mundo y el gas, es uno de esos productos. Pero, cada uno de los gobiernos que han pasado durante estos años, se han contentado con abocarse a las contingencias flemáticas más dedicadas al partidismo y al revanchismo internalista que a un desarrollo sostenido e integral del país. Más allá de las taras de la idiosincrasia, los argentinos tenían una infraestructura que habían heredado de mejores épocas. No olvidemos que el tan maldecido por los anglófilos y liberales de pacotilla del intelectualismo local, Juan D. Perón impulsó -para su desagrado- el crecimiento de las estructuras para el desarrollo energético nacional que ya existían desde 1922.

Fue así que la nacionalización de YPF y YCF de haberlas seguido administrando con eficiencia y celo (castigando la corrupción y corrigiendo las malas administraciones) y de haberse centrado en recuperarse tras la guerra de 1982, los gobiernos sobrevinientes habrían encumbrado al país a un sitial de potencia, más allá de las zanjadillas de Londres.

La historia ya la conocemos. Cada uno de estos gobiernos fue el peor enemigo para el desarrollo de su país. Si bien la década del “peronismo neoliberal” de Carlos Menem aparento un avance en el campo económico, solo se trató de maquillaje consumista que le hizo creer al ciudadano argentino que habían llegado a ese idílico “primer mundo” que no era otra cosa que, una mala fotocopia de la hegemonía estadounidense. El dinero sin un objetivo y mucho menos, sin un control terminara generando corrupción algo que el país sufre de forma crónica.

El problema que la clase política argentina ha venido exhibiendo sin solución de continuidad, es su total falta de visión de cómo lo externo afecta a lo interno. No solo su inmovilidad político-académica y fáctica lo demuestra sino incluso, la falta de contemplación realista a las políticas de los centros de poder. Cada uno de estos gobiernos han optado por no salirse del molde y aplaudir sin miramientos (y en algunos casos con enfermizo entusiasmo) todas las políticas restrictivas y dañinas que bajaron desde el norte.

Abordar con mesura los asuntos de la política exterior y con una postura unificada es otra de las fallas del estado que da señales ambiguas que le restan seriedad ante los ojos del mundo.

Cuando Argentina participó en la Coalición contra Iraq en 1990/1991 creyó que estaba colaborando con la “paz, la legalidad internacional” y toda otra párvula de sandeces sin ver que lo que realmente estaban haciendo era ayudar a los EEUU (ya sin la existencia de la URSS) a conquistar uno de sus primeros objetivos estratégicos señalados por Henry Kissinger: “Controlar el petróleo para controlar a los países”. 

Aquí y ahora, la realidad internacional una vez más ha pasado por encima a los políticos argentinos y les halla en un total desconcierto. Esto va más allá del filibustero discursivo que los argentinos tienen como presidente. Los empresarios que si estaban en sintonía con la realidad energética global podían prever esto pero, o no fueron escuchados por el gobierno (que es lo más probable) o simplemente tienen sus lealtades compradas por empresas estadounidenses y europeas (una realidad más que probable).

Los argentinos en el último año han venido escuchando y viendo por coloridos spots televisivos, la potencialidad y supuestas obras para explotar el yacimiento de “Vaca Muerta” en la provincia del Neuquén en la Patagonia. Las obras del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) proporcionaría un 25% más de capacidad de transporte de gas natural propio terminando con una gran parte de la dependencia energética externa. Pero si bien aparenta una nota brillante y esperanzadora en medio de la actual oscuridad, pocos se preguntan ¿Cuándo estará disponible ese tendido?; ¿Habrá suficiente caudal para exportar? Y la pregunta más políticamente molesta es ¿A quiénes realmente, en el sentido financiero, beneficiará la explotación de Vaca Muerta? A la primera cuestión, nadie lo sabe. Y en cuanto a la segunda, la desregulación del precio del gas producto de la actual crisis por la guerra en Ucrania y los sabotajes al gasoducto Nord Stream que desconectaron a la Unión Europea de este recurso sin dudas ya están beneficiando a las Corporaciones estadounidenses de GNL y por supuesto, a los especuladores con los derivados financieros (en particular JP Morgan Chase) de “Wall Street” y también  a los de la “City Londinense”.

Bajo este marco, los argentinos tendrán que bailar al compás de los especuladores angloestadounidenses quedando sujeto el precio a lo que esos carteles impongan.

Hemos visto que, el corte del gas ruso (que incluyen los gasoductos que pasaban por Ucrania y Turquía) sin dudas ha causado más daño a la Unión Europea y en particular a Alemania y Francia que GAZPROM o la misma Federación Rusa. Como vemos, hay involucrados altos intereses estratégicos con actores preparados para sortear estas maniobras sucias aunque, con consecuencias indeseables que pueden llevar a una escalada mayor.

Argentina una vez más parece llegar tarde a los eventos. Pero hay esperanzas, si las nuevas generaciones de políticos argentinos salen del falso neutralismo (o más bien de la abulia) que solo sirve para los lobbies atlantistas y anglófilos que benefician a quienes pretenden usufructuar de esta crisis, en unos treinta años podrían llevar al país a poder autoabastecerse y tras un desarrollo serio y sostenido a llevar al país una importancia estratégica dentro del Cono sur.