viernes, 11 de noviembre de 2022

 

 

“RETOMAR LA INICIATIVA POR LA LIBERACIÓN”

¿Podrá la Liga Árabe retomar el papel para el que fue creada y dar el apoyo que los palestinos necesitan para afrontar el ascenso al poder en Israel del extremismo judío?

 

Por Charles H. Slim

El pragmatismo ha sido el gran telón por detrás del cual, se han escondido las reivindicaciones nacionales, las reclamaciones humanitarias y por supuesto, los crímenes de guerra y lesa humanidad que se han venido cometiendo contra los árabes palestinos (semitas) en los últimos setenta años hasta el presente. Esta situación es un verdadero y continuado crimen antisemita ejecutado de forma sistemática por un terrorismo de estado ocupante.

Los palestinos no son víctimas, son luchadores contra una de las injusticias más grandes del siglo pasado y han demostrado con mucha sangre derramada, dolor y sufrimiento infringido por un estado arbitrariamente implantado por occidente, que no abandonaran sus reivindicaciones.

En apariencias, el estado de Israel y su poderoso lobbie político-mediático y financiero con sustento en el mundo anglosajón (con presencia en el Congreso norteamericano, en los medios y en la banca) además de frenar las investigaciones (de incontables crímenes cometidos por sionistas de varias nacionalidades) ante la Corte Penal Internacional, han logrado cooptar a los árabes, pero eso no es tan exacto. Primero que todo, distingamos con cuidado de quienes hablamos cuando nos referimos a los “árabes”. Los ciudadanos árabes comunes sin distinción de su clase social ven a la causa palestina como “la madre de las causas árabes”, algo que algunos de sus gobernantes hace tiempo han transado por meros intereses financieros.

En razón de verdad y para ser más precisos, quienes han traicionado esta causa son las opulentas monarquías árabes del Golfo, tal vez con una honrosa mención distintiva de Kuwait que, pese a ser una monarquía, ha sido constante en sus críticas a Israel y en el apoyo a la causa palestina. No se puede decir lo mismo de Bahrein, Emiratos Árabes Unidos y obviamente Arabia Saudita el puñal más artero y ensangrentado a costa de traicionar a sus hermanos árabes de Iraq, Siria, Yemen y Libia. En este último sentido ¿Por qué cambiaría su proceder artero para con los palestinos?

Pero a pesar de que estas monarquías y Sudán han receptado el llamado “Acuerdo Abrahámico” para establecer relaciones con el estado de Israel, los ciudadanos de a pie en cada uno de estos reinos no se ven ni se sienten obligados por ese engendro, nacido de negociaciones a puertas cerradas entre el yerno sionista de Donald Trump, Jared Kushner y sus socios neoconservadores, el entonces primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y otros personeros del estado sionista. Pese a ello, la voz de los árabes del común no ha tenido un órgano de reverberación (y mucho menos en los medios) que exprese esto y mucho menos que exponga su oposición.

En Arabia Saudita (gran socio de EEUU) no sería saludable oponerse a esto. Pregunten a la familia de Jamal Kashoggi si no lo creen. Es sabido como la brutalidad y arbitrariedad de las fuerzas policiales del príncipe heredero Mohamed Bin Salman, al momento de acallar reclamaciones que molesten a Tel Aviv no ha dudado en encarcelar a los palestinos que se hallen fortuitamente en el reino.

Así mismo y pese a que son monarquías absolutamente represivas (y en eso nada tiene que ver el Islam), son las principales socias en las maniobras geopolíticas regionales de la “democracia” estadounidense, lo que siempre ha representado un contra punto difícil de tragar y explicar para las relaciones públicas del Departamento de Estado (‎‎en especial la “Public Diplomacy and Public Affairs”) y La Casa Blanca. Lo mismo sucedió con Saddam Hussein en los ochentas, cuando era útil para frenar a los iraníes fue elogiado por Washington. Cuando el presidente iraquí comenzó a reclamar compensaciones por esa guerra a los jeques y lo peor de todo, cuando expuso su intención de crear un mercado petrolero por fuera del dólar, paso a ser el demonio y a partir de ese momento, las monarquías árabes pasaron a colaborar con entusiasmo contra Iraq y contra cualquier otro hermano descarriado (como Libia).

Estos regímenes ciertamente no han sido la voz de los árabes, sino todo lo contrario. En 1945 cuando se fundó la Liga árabe se esperaba que cumpliera con esas expectativas, en particular cuando en 1952 Gamal Abdel Nasser representante del nacionalismo árabe toma el poder. Pero tan pronto Nasser cae en desgracia, la liga comenzó a demostrar su disfuncionalidad como familia y ello fue bien aprovechado por Gran Bretaña -con estrechos vínculos de la época colonial- lo que a su vez represento un acceso para que el sionismo (nacionalismo judío) -otro socio secreto de los británicos en épocas del protectorado de Palestina- operara desde dentro contra sus principales enemigos árabes que precisamente no eran las monarquías.  

Durante las últimas décadas, el papel de la Liga Árabe ha brillado por su inutilidad. Es más, su disfuncionalidad producida por desencuentros, rencillas tribales e intrigas inoculadas por los anglosajones lo convirtió en un testigo abúlico e impotente de las agresiones, invasiones y violaciones masivas de los derechos humanos por quienes (casualmente) insertaron y hoy sustentan a un estado teocrático (no democrático) y de Apartheid que estará capitaneado por extremistas judíos de la extrema derecha como Itamar Ben Gvir quien junto a sus seguidores han cometido todo tipo de crímenes y profanaciones contra los palestinos cristianos y  musulmanes por igual.

Ben Gvir es un reconocido racista y claramente antisemita ya que su odio por los árabes canalizado en sus constantes arengas a “matar a los árabes” y su entusiasta apoyo a los crímenes de los colonos judíos cometidos contra los palestinos, hace tiempo ha puesto en problemas al relato de la propaganda sionista, recurrentemente etnocentrista  y victimista mostrando a los israelíes como los únicos bajo una persecución antisemita.

Sin lugar a dudas, la ausencia en este foro de liderazgos fuertes como lo fue Yasser Arafat para los palestinos, Saddam Hussein para Iraq y una parte del mundo árabe y obviamente Mohammar Al Gadafi para los libios ha facilitado el avance del Apartheid israelí.

Pese a ello esta peligrosa realidad no pasa desapercibida para el ciudadano común del mundo árabe. Los sionistas han ido muy lejos y están cebados de impunidad, no tanto por su poder sino más bien por la desunión que -desde adentro de algunos gobiernos árabes incluido al Fatah de Abbas- han sabido manipular entre los árabes. En el caso de Palestina una de sus armas secretas más valiosas ha sido usar a los “árabes israelíes” como agentes para infiltrarse en las aldeas, secuestrar o asesinar a otros palestinos señalados por Tel Aviv. Para Israel ha sido fácil crear estas aberraciones ya que, sembrando por décadas la miseria, la precariedad y la desconfianza entre los palestinos y no le cuesta nada comprar por unas cuantas monedas a estos verdaderos apostatas.

Según algunos indicios, tras dos años sin sesionar, la Liga pareciera estar retomando ese espíritu inicial, recobrando fuerzas y dispuesta a abandonar ese pragmatismo revulsivo para tomar los riesgos que un posicionamiento político conlleva enfrentar las posiciones de EEUU y su aliado Israel.

Coincidiendo con las elecciones llevadas a cabo en el ente sionista, los 22 representantes de los países árabes (y con la ausencia de Siria) se reunieron en donde contaron con la visita del Secretario general de Naciones Unidas Antonio Gutiérrez quien llamó a la unidad y ratificando el compromiso de la organización para terminar con la ocupación israelí.

Tal vez él no lo sepa, pero muchos de los presentes (en especial las monarquías) han sido funcionales para dicha situación. Contrariamente a ello, Siria que ha sido un incondicional en el apoyo a la causa palestina se vio segregado desde 2011 -impulsado por estos jeques corruptos- por el complot urdido por EEUU y sus socios de la OTAN tratando de recrear el caos que ya habían desatado en Libia en 2011. Al parecer estos colaboradores han perdido la influencia que supieron tener.

En el mes de julio pasado el ministro de relaciones exteriores de Argelia Ramtane Lamamre condenó esa situación en Palestina haciendo renacer las esperanzas de volver al camino del cual la Liga se había apartado. El foro árabe debe volver a retomar el compromiso debido y seguir de forma comprometida, la situación de los palestinos. De igual forma, Gutiérrez, como buen burócrata a sueldo en un organismo que es alojado en suelo estadounidense, actuó bien su papel.

Igualmente, no se deje engañar. Los mismos representantes árabes presentes seguramente no lo hicieron. Gutiérrez -como se dice acá en Argentina- solo hablaba “para la tribuna” ya que, pese a tocar un tema sensible a la familia árabe-islámica como es la Liberación de Palestina, no ha demostrado la misma preocupación en otros asuntos que afectan a los árabes como ser los saqueos de granos de trigo y los crímenes que hoy por hoy las tropas estadounidenses y sus esbirros kurdos (apoyados por Israel) llevan a cabo en el norte de Siria y menos aún, con el desastre humanitario que Washington con sus socios europeos, siguen cometiendo al impedir la llegada de fertilizantes rusos al África, causado una merma en las cosechas. Cuando EEUU se ve involucrado el “gatopardismo” de Naciones Unidas apesta y es cuando más hay que pensar en una nueva estructura deliberativa internacional que atienda los problemas sin parcialidades ni excepcionalidades odiosas.

miércoles, 9 de noviembre de 2022

 

“HACIA UN DESDOBLAMIENTO INTERNACIONAL”

Los esfuerzos de Washington por obstaculizar la labor de los representantes rusos ante Naciones Unidas ¿Podría traer más dolores de cabeza que alivio para los anglosajones?

Por Dany Smith

Dos siluetas encorvadas que venían con sus manos alzadas en señal de rendición son imágenes que todos los días se registran en el frente ucraniano. En este caso, eran dos sobrevivientes de lo que quedo de un grupo de asalto enviado por Kiev en la llamada contraofensiva contra Rusia. Se trataba de Igor y Vasili, dos jóvenes reclutas ucranianos de un regimiento especial muy bien pertrechado, conducido por “asesores británicos” que había sido destinado a infiltrarse en cercanía de la central eléctrica de Kajovkaya en Khersón. La fortuna hizo que sobrevivieran a la respuesta de las tropas rusas. Con sus caras deformadas por la frustración y la fatiga exclamaron a sus captores “Fuimos enviados al matadero” dijo uno de ellos mientras los trasladaban a un camión. Para alguien que lo ve desde afuera se pregunta ¿Hasta cuándo seguirá esta guerra?

La evidencia del apoyo occidental y en particular de EEUU y Gran Bretaña está regado por todos lados. En lo que va de la guerra, las tropas rusas y las ucranianas de la RPD y de la RPL han capturado incontable variedad de fusiles de asalto entre los que hay SCAR L belga, SA80 británicos, FAMAS francés y claro, las infaltables AK-47 en todas sus versiones. Sumado a ello, cientos de piezas de misiles anti tanque FGM-48, antiaéreas MANPAD, los lanza misiles estadounidenses HIMARS y vehículos varios donados por algunos miembros -especialmente alemanes, polacos y británicos- de la OTAN.

En ocasión de rechazar esta malograda infiltración, los Drones kamikaze rusos lograron abatir un sistema de misiles de fabricación estadounidense HIMARS y junto a los restos humeantes, yacían los equipos de radio, algunos Drones de reconocimiento y pertrechos gentileza de la “Royal Navy” demostrando la estrecha implicancia de elementos británicos.

La nueva estrategia conducida por el general ruso Sergei Surovikin apodado “Armagedón”, responsable de haber aplastado a los “yijadistas” reclutados por los turcos y coordinados por occidente para destruir a Siria, está dando resultados y con creces. Los ucranianos leales a Zelensky están desesperados y como forma de contra restar esto, tratan de crear una catástrofe humanitaria atacando centros de abastecimiento de agua potable, plantas de energía eléctrica y lo más peligroso, a la Central nuclear de Zaporiye con tal de crear un impacto mediático, todo ello sin dudas, bajo la dirección de la polifacética democracia angloestadounidense.

A pesar de que estas evidencias han sido puestas sobre la mesa ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (como los laboratorios de Guerra Biológica estadounidenses), el interés por abordar la situación con la debida imparcialidad brilla por su ausencia. Esto vuelve a poner en discusión una vez más, la neutralidad del organismo que hace tiempo ha fracasado por constituir un sistema de seguridad internacional y velar al respeto de la Carta orgánica que con solo ver lo que viene sucediendo desde hace treinta años hasta el presente con mucha seguridad podemos decir, no se respeta.

Como principio de cuentas, hoy más que nunca ha quedado a la vista la indeseable e ilegítima influencia que tiene su anfitrión sobre Naciones Unidas, es decir los EEUU, país que es parte en acciones desestabilizadoras, agresiones bélicas de todo tipo y propulsor de la inestabilidad alrededor del mundo.

En realidad, hace tiempo que muchos mascullaban en los rincones de este organismo y en los de muchos gobiernos de varios estados parte, que había que hacer reformas que le dieran a las facultades del foro, verdaderas prerrogativas (obligatorias) que estén por encima de todos los miembros (incluyendo a los EEUU) sin las odiosas excepciones que ya conocemos.

Ello ha causado un grave daño a la imagen de este organismo y también a la legalidad internacional, aún más que las agresiones y latrocinios que se han venido registrando en los últimos treinta años hasta esta parte. No es posible que el anfitrión cabildee con total descaro, en favor o no de ciertas votaciones, se ejerzan presiones o se impulsen complots o censuras contra los miembros catalogados por las partes interesadas como “indeseables”.

No es un secreto de que EEUU ha estado jugando un juego cínico y esquizofrénico en el cual haciendo gala de su influencia política y financiera (dado que es el que más dinero pone para el mantenimiento de la ONU), se comporta como juez y parte restando credibilidad al foro.

Ya a comienzos del 2000 el entonces presidente venezolano Hugo César Chávez clamaba a bocajarro y frente a multitudinarias audiencias como fue en la ponencia ante el foro en septiembre de 2005 la necesidad de cambiar el lugar de sede y reformar Naciones Unidas. Chávez tuvo la valentía de denunciar crímenes y las arbitrariedades que EEUU y socios como Israel cometían ante la vista pasiva de la llamada “Comunidad internacional” y por ello, se ganó la admiración de unos, pero también el odio de los sectores más oscuros y tenebroso de esos estados. Y es que, a la vista de grandes injusticias internacionales harto comprobadas ¿Puede seguir teniendo legitimidad semejante ente para señalar a los estados miembros cuáles son los lineamientos para la paz?

Estas inconsecuencias se vienen reiterando hoy día contra Rusia, que bajo la excusa de la guerra en Ucrania y anteponiendo una verdadera propaganda sesgada en la que (como no podía ser de otra manera) no se muestra las injerencias -que desde 1996- tiene la OTAN, se ha estado poniendo obstáculos y barreras administrativas a los representantes rusos en el foro. Ante esto, la Federación Rusa ha enviado a cada uno de los miembros de Naciones Unidas una carta denunciando este proceder arbitrario y abusivo que viola entre otras obligaciones, lo previsto en la Resolución 76/122 de la Asamblea de Naciones Unidas. De esta forma y aprovechando su condición de país anfitrión, las autoridades estadounidenses vienen negando el visado y poniendo trabas burocráticas a cada uno de ellos en momentos que (casualmente) EEUU pretende impulsar reformas en la Carta de Naciones Unidas que excluirían a Rusia de su membrecía.

Es posible que de prosperar semejante engendro administrativo, Rusia lleve adelante la constitución y construcción de un foro mundial alternativo que más allá de cualquier juicio de disvalor que desde la maquinaria mediática occidental pueda llegarse a formular, creará un hito revolucionario e histórico que de prosperar cambiará el equilibrio geopolítico y geoestratégico del mundo y en dónde podrán ventilarse asuntos que hasta hoy, son imposibles plantear ante la ONU.

domingo, 6 de noviembre de 2022

 

“CAMBIOS NO CAMBIANTES”

Pese a que por un apretado margen Ignacio Lula Da Silva logró llegar a la presidencia de Brasil, los resultados lejos están de haber desbancado el liderazgo y la influencia política de Jair Bolsonaro. Ello alienta a los partidarios de Trump en los EEUU y a la vez autoengaña a los populistas argentinos

 

Por Charles H. Slim

Los resultados en las elecciones de Brasil que han encumbrado a un revindicado Lula Da Silva y que a su vez ha cortado las aspiraciones reelectivas del actual presidente Jair Bolsonaro, para muchos pareciera ser un cambio de época que viene a señalar -para bien o para mal- un aparente reposicionamiento estratégico en el cono sur. La importancia de Brasil como estado es gravitante y no hay otro entre sus vecinos que tenga un estado con el orden estructural y grado de competitividad que este a su par en la región y eso está más allá de las pueriles especulaciones sobre “derechas o izquierdas”. 

Claramente esta situación Argentina no puede ni siquiera imaginársela. Su actual situación institucional deja mucho que desear para ser considerado un estado competente y por lo que se ve, su clase política (gobernante y de oposición) no parecen ser la mejor opción para cambiar la situación. Más allá del presuroso y “espontaneo” viaje del presidente Alberto Fernández para saludar al ganador, eso no le da la paridad que en alguna época los río platenses llegaron a tener. Incluso se dice que el mismo Lula quedó sorprendido de ver al sonriente Fernández ya que, más allá de la efusividad que destaca al mandatario argento, ambos en lo político, hoy por hoy, no tienen muchos puntos de encuentro.

Para ser sinceros, ni Lula es un rabioso militante de izquierdas (que en algún momento pudo ser) ni Fernández es (ni fue jamás) el peronista que dice ser. Para describirles de una forma simpática este encuentro no hay mejor título al ver ese cuadro, que el de “dos picaros sinvergüenzas”, rememorando esa fabulosa película cómica de 1988 sobre dos estafadores interpretada por los magníficos actores Steve Martin y Michael Caine. 

Pero más allá de los nombres, la situación del Brasil en la región no verá alteraciones en lo que respecta a la macro economía y el impulso de las políticas comerciales con alcance internacional. A contrario de Argentina, los gobiernos brasileros trabajaron indistintamente de filiaciones políticas partidistas, por mantener en orden las cuentas, colocar los productos nacionales, estableciendo contactos y compromisos políticos en bloques competitivos con la finalidad de ampliar el acceso a mercados más amplios y exóticos como el asiático mediante su membrecía en el BRICS. Incluso vemos como la creciente presencia de inversiones y relaciones comerciales chinas ha catapultado las preocupaciones y movimientos del Departamento de Estado norteamericano que ha tratado infructuosamente de condicionar las políticas del gobierno de  Bolsonaro precisamente por la solidez institucional del estado.

En resumen de cuentas, el estado brasileño sigue en pie, es administrado más allá de la ideología del mandatario de turno y funciona con una aceptable normalidad.

Por el contrario, los argentinos durante tres décadas se han bamboleado de un lado a otro y sus políticas exteriores han quedado rehenes de los colores políticos que pasaron por su Casa Rosada. El hoy proclamado “estado presente” es solo un eslogan vacío. En lo comercial se quedaron atrás marcando el paso y por visiones miopes, prejuiciosas y cortoplacistas nunca se trazaron políticas y relaciones comerciales audaces como las que el estado brasilero estableció con Asia y Eurasia.

Si lo vemos desde el ángulo discursivo con contenido político (presuntamente opuesto al capitalismo liberal anglosajón), los Kichneristas de CFK podrían haber establecido con Rusia y China relaciones de preferencia; pero una cosa es lo que se dice ser y otra lo que se es ¿Cuál es la diferencia entonces con el Brasil? La primera es que no se personifica en el mandatario de turno, pero la más sustancial es que Argentina carece de infraestructuras estratégicas como son los puertos de aguas profundas, los aeropuertos e incluso la falta de desarrollo defensivo que además de la fuerza, es necesaria a los fines proveer seguridad a una cada vez más insegura realidad internacional. Pero lo peor, es que -como estado- no tiene un concepto propio de su política estratégica y ello se refiere a cómo quiere estar parado en el mundo. Y la conclusión es muy clara: A los gobiernos argentinos la camiseta les queda muy grande.

La competitividad del estado brasilero está por fuera de los mezquinos y contingentes intereses de un partido político determinado. Esto no significa que no haya corrupción en la vida pública del Brasil. La diferencia en el manejo del erario público es capital. Allí no se mezclan ni se confunden las temáticas del estado, sacando del presupuesto dineros de un área estratégica para tapar agujeros y reivindicaciones sociales. Hay contrafuegos institucionales que funcionan y -más allá de las denuncias contra sus instituciones- la estabilidad institucional y la seguridad jurídica (algo que en la Argentina no existe) en Brasil queda de manifiesto.

A pesar de que hay un fuerte enfrentamiento ideológico por la polaridad existente entre la corriente de derecha (con gran apoyo de las iglesias evangelistas y neosionistas) que sigue a Jair Bolsonaro y la que representa el ex mandatario Lula Da Silva que se ubica ideológicamente del otro lado y más allá del disgusto que los primeros sufrieron por el regreso de Lula al poder, los pilares estratégicos del estado siguen en pie y no se verán afectados.

En cuanto a lo que se ve de Argentina, el futuro inmediato no revela nada nuevo e incluso es seguro que será la reedición de lo mismo de los últimos veinte años.

En síntesis, el Brasil tiene un estado cimentado y en funcionamiento mientras que Argentina esta parado sobre barro y con una clase política atrasada en discursos antiquísimos y llevando aún al día de hoy, los muertos de su pasado a la rastra para generar empatías y votantes. Sin dudas que a Brasil con Lula o sin él, un país como Argentina con semejante tara además de no ser un socio fiable, es un lastre que frena su expansión comercial y es por eso que el Mercosur hace tiempo está muerto y enterrado.  

sábado, 5 de noviembre de 2022

 

“NEBLINA EN EL DESIERTO”

¿Por qué hay signos que muestran la búsqueda de ampliar el teatro de la guerra en Eurasia al Asia Central? ¿Quiénes están detrás? Sigue el rastro del dinero y verás quienes son los implicados

Por Ali Al Najafi

La guerra en Ucrania que no es otra cosa que un conflicto entre la OTAN y Rusia en suelo europeo, ha trastornado la vida comercial y energética de una gran parte del mundo y ello a su vez ha abierto las puertas de la oportunidad para los gobernantes más despiertos. A la par de ello varias cosas raras están pasando en Asia y en también en Asia Central que no son producto de la causalidad. El intento de asesinato del ex mandatario pakistaní Imran Khan, el aumento de los ataques armados contra el gobierno iraquí y la agitación social provocada dentro de Irán hace sospechar que se están tirando hilos invisibles para abrir nuevos frentes bélicos que obligarían a Rusia intervenir.

Obviamente que esto beneficia a los EEUU pero no significa que actue directamente en el asunto o que otros no se beneficien de las circunstancias. Entonces ¿Quiénes podrían sacar ventaja de todo esto? Uno de ellos sin dudas es el príncipe heredero saudita MBS quien está muy cuestionado tanto en su reino como en el extranjero por su política represiva contra la disidencia, algo que ha puesto en un entuerto a su viejo e interesado socio, EEUU. Pero Salman parece haber ido más lejos que lo que el mismo Departamento de Estado o incluso la CIA esperaban tras haberle hecho creer a Joe Biden que bajaría la cuota de producción de crudo simplemente lo deja de lado y hace todo lo contrario.

A pocos días de las elecciones de medio termino en EEUU, la OPEP decidió reducir la producción de petróleo, algo que a comienzos de año Biden le había pedido a Salman que no sucediera y éste le hizo creer que lo haría. Pero Salman hizo todo lo contrario y voto a favor de reducir las cuotas trastornando el mercado estadounidense y beneficiando al mismo tiempo a Rusia. Al parecer, el príncipe heredero se estaría cobrando con creces las palabras del mismo Joe Biden quien durante la campaña electoral sentenció que haría pagar a Arabia Saudita por las violaciones a los derechos humanos que quedó patente con el brutal caso del periodista Jamal Kashoggi.

Pero la jugada de Salman no es al azar claro. A Biden le interesa levantar su popularidad para lograr sortear esta elección y para ello, su socio árabe estratégico (Arabia Saudita) es ineludible para concretar los planes que se están llevando a cabo en torno a la guerra contra Rusia. Si fuera necesario, Biden debería arrastrarse a los pies de Salman para suplicar por su cooperación. Usted enseguida se preguntará ¿Acaso hay tropas sauditas operando en Ucrania o quizás el reino encuentre algún beneficio en lo que allí ocurre? En cuanto a lo primero, es claro que no hay tropas regulares pero nadie podría asegurar si hay otros elementos menos detectables jugando en las sombras el papel de asesores y agitadores.

El interés y peso de Arabia Saudita pasa por su potencial energético, punto central en la actual guerra. Además, hace un tiempo que viene coqueteando con Rusia que tiene un innegable peso en la región. Todos están ofreciendo su gas y petróleo a una Unión Europea que se halla recortada de estos recursos y a punto de entrar en el invierno bajo restricciones tercermundistas producto de la ciega obsecuencia a Washington de los políticos europeos (que incluye a los británicos) y que tuvo como toque cúlmine los sabotajes contra los gasoductos Nord Stream en el Mar Báltico.

Así Salman está usando la sucia carta, la misma que Washington ha usado desde hace décadas contra quienes ha querido arrodillar; la extorsión. La misma que en última instancia uso contra Rusia pero que -a contrario de lo esperado- ha causado todo el actual desbalance financiero y comercial. Pero el problema es que su reino y en particular su mukhabarat ha estado estrechamente implicada en los asuntos sucios contra sus hermanos de toda la región, en especial contra los iraquíes a quienes ha traicionado y usado conforme la CIA lo requería y es por eso que, Salman y sus súbditos deben dormir (como dice el dicho) “con un ojo abierto”.

Riad ha sido la puerta trasera por donde occidente e Israel se han colado para sorprender a los países árabes y también a Irán.

Está claro también que la inteligencia saudita estaría operando dentro de Irán, instigando a grupos de choque callejeros y compartiendo esfuerzos con agrupaciones extremistas como los “Muyahedin Al Kalq” (MAK) y kurdas (como el Partido Democrático del Kurdistán iraní, Partido Vida Libre del Kurdistán y otros) quienes a su vez están respaldados de forma promiscua por Washington e Israel. La excusa por la muerte de la joven Mahsa Amini ha sido el trampolín para exagerar y utilizar como propaganda, la versión difundida por algunos periodistas iraníes quienes tienen vínculos con la CIA, entrenados para generar artículos híbridos como parte de operaciones de acción psicológica destinados a manipular a la opinión pública.

Tal como les sucedió a los iraquíes y los libios en postrimerías de ser atacados, se generó una gran propaganda que les hacía creer que los “demócratas” venían a liberarles y pronto cayeron en cuentas de esa falacia. Ahora en Irán se están replicando las mismas acciones que en Libia y Siria. Incluso se han cometido varios asesinatos (como los de Shiraz) y masacres en Mezquitas por artefactos explosivos colocados por supuestos elementos del “ISIS” (del cual ya se sabe su origen) y que claramente han sido convocados para el aquelarre pero que los medios occidentales presentan como ejecutados por las fuerzas de seguridad iraníes.

Desde occidente y en especial los principales socios de Washington en Europa (Alemania, Francia y Gran Bretaña) y en particular la Unión Europea, la campaña contra Irán (claramente apoyada por entidades sionistas) se ha doblado a niveles histéricos. Esto está potenciado por la estrecha cooperación existente con Rusia que está poniendo en serios problemas a la OTAN. Una vez más, desde los medios (DW, BBC, Reuters etc) se trata de instalar una falsa compunción y preocupación por los derechos humanos y en particular de las mujeres iraníes, tal como lo escenificaron con las mujeres árabes cuando instigaron la “Primavera árabe”.

Tan artificioso y falaz es el intento por manipular a la opinión pública que hasta un niño se da cuenta de ello. Y es que si realmente hay tanta inquietud por estos valores ¿Por qué no hay verdadera preocupación y condena cuando Israel asesina a mujeres y niños palestinos o, los sauditas bombardeaban escuelas con los niños yemeníes y mucho menos cuando los estadounidenses masacraban en Iraq y Afganistán a estas mismas personas o peor aún, cuando sus policías matan a personas por cuestiones de raza? Hipocresía de niveles cósmicos.

Todo este entramado tóxico y macabro ya es conocido por Teherán y con justa causa no dudará en cortar de raíz lo que no es otra cosa que una “revolución de color” como la que se gestó y ejecuto (mediante un ejército de mercenarios drogados) contra el gobierno libio de Mohammar Al Gadafy en 2011 pero que fracaso en Siria gracias, a la intervención de la Federación Rusa.

Hoy la república Islámica de Irán se halla bajo el mismo asedio (una agresión de la que el art. 51 de la Carta de la ONU trata) y ejerciendo el derecho a la defensa no se quedará de brazos cruzados sin devolver las gentilezas a sus promotores.

Es por ello que hace una semana se viene rumoreando que la inteligencia saudita ha estado informando a Ben Salman que Irán estaría preparando ataques contra el reino y que incluso los podría vehiculizar a través de sus aliados Houties yemeníes con quienes han estado en un alto al fuego hasta el pasado mes de octubre. En este sentido, podría tratarse de dos posibilidades: La primera, que sea la CIA la que esté preparando ataques para endilgárselos a Teherán obligando a Riad a someterse a la protección total de Washington o, Salman busca manipular una vez más al senil mandatario de la Casa Blanca con la esperanza de protegerse a él mismo y a sus partidarios de estas jugadas sucias pero, tal vez el príncipe heredero no ha tomado en cuenta que las decisiones en Washington las toman otros (No Sleepy Biden) y que incluso, él mismo en el marco actual, este bailando al compás de los planes de los estadounidenses.

martes, 1 de noviembre de 2022

 

“¿DÓNDE SE HALLA LA ARGENTINA?”

La vieja y repetida historia de gobiernos argentinos que no saben en donde están parados


Por Javier B. Dal

Saliendo del continuo circulo de la degradación socio-político y social que se palpa con solo caminar por las calles de Buenos Aires y mucho más en el interior, pocos son quienes ven lo que sucede en los altos círculos del intelectualismo nativo, también muy marcado por una grieta doctrinaria y filosófica entre quienes aceptan como una nueva religión al Globalismo esponsoreado por Biden y Cia y quienes a su propio gusto e interpretación, también lo aceptan.

Recordemos que Mauricio Macri expuso su abierta militancia a esta propuesta a la cual también adhieren el PRO y personajes sueltos del frente Todos por el Cambio. En este caso no asombra ya que hay en estos sectores un convencimiento que mana de su anglofilia. Pero en el Kirchnerismo o si se quiere el Peronismo 2.0 (nacional y popular), que supuestamente esta en las antípodas del liberalismo, también se milita con gran entusiasmo (y gran ingenuidad) los preceptos del Globalismo.

Esto demuestra que no hay dos bandos claros y en oposición ya que, ambos y en su propia conveniencia aceptan los engañosos mandatos originados en las elites angloestadounidenses que el actual presidente estadounidense Joe Biden y su vieja amiga Hillary Clinton militaron desde hace ya dos décadas con tanto entusiasmo y que lograron colocar ante Naciones Unidas con la Agenda 2030; pero ¿De qué se trata ese globalismo?

Es una agenda trazada por elites liberales internacionales que bajo la apariencia de propender al respeto de los derechos humanos y beneficiar a todos sin distinciones de ningún tipo, buscaran cambiar la dinámica de las relaciones humanas en todos sus aspectos (desconstrucción) que terminaran impactando en cada persona y así en la sociedad de cada país donde se acepte. Se trata de imponer un patrón de pensamiento único que bajo las apariencias de igualdad y la libertad individual, además -como velado objetivo geopolítico- de destruir los valores de cada comunidad y a los mismos estados nación, trata de normalizar cuestiones que no son parte del común e incluso, son antinaturales.

Acá en Argentina un signo claro de esto es el “idioma inclusivo” que bajo el argumento de que busca “igualar” el trato indistintamente de géneros tradicionales, anulando los masculinos de las palabras para reemplazarlos con la letra e o el @, solo crea confusión y mayor desentendimiento entre las personas en especial sobre una niñez que está creciendo en medio de un sistema educativo caduco. Pero lo más preocupante es que este delirio es promovido por referentes políticos del gobierno e incluso, ha penetrado en el ámbito académico de algunas casas de estudio.

Para la elite estadounidense (que va más allá del gobierno), esta agenda tiene dos objetivos: En lo doméstico, se trata de un truco que solo busca sumar adherentes quienes luego serán votantes, así de simple. Pero ¿Puede ser solamente eso? EEUU que se ha jactado de ser el modelo de la democracia hace tiempo que está en baja y ya no es un secreto que para sobrevivir necesita de los recursos de los demás. Las políticas de intervención y la agresión bélica enmascarada bajo pretextos engañosos ha sido el motor de progreso de los últimos treinta años de esta “gran democracia”. Esto en el campo de la macro economía y las finanzas pero en casa, los demócratas comenzaron a ver que los derechos que prometían en cada elección ya no abarcaban a la media de sus ciudadanos y fue allí que se les prendió el foco y se preguntaron ¿Quiénes están fuera de la vista del sistema pero son muy inherentes a él?

El avance político del movimiento homosexual en los caucus de la vida partidocrática estadounidense no bastaba ya que allí no había lugar para otras minorías sexuales en crecimiento. Que ellos fueran discriminados no significaba que ellos no discriminaran. Allí ni se veían (y aún muchos siguen rechazándoles) con buenos ojos a los travestis (Trans), lesbianas y otra serie de variantes sexuales de las cuales cada persona se auto percibe. Igualmente y de cara al exterior se trata de persuadir a las nuevas generaciones, de vender un estilo de vida disfrazado de igualdad.

Así desde fundaciones como el National Endorment for Democracy (NED), la “Open Society”, el Centro por las Libertades Civiles fundado en Ucrania allá por 2007 (CCL que tuvo incumbencia en el golpe de Kiev en 2014)  los cuales a su vez promueven foros “democráticos” en países de la periferia, solo son mascaras coloridas que ocultan operaciones de la CIA en el exterior y personajes como George Soros ligados a las finanzas en Wall Street que presumen de un falso altruismo en pro de los derechos humanos, se comenzó a financiar e impulsar la militancia de organizaciones LGTB alrededor del mundo, como una forma de impulsar la militancia por el reconocimiento de derechos a esta minoría llegando a que al día de hoy, en nombre de la libertad y la igualdad se esté sexualizando a la niñez (incluso con intervenciones quirúrgicas) bajo el pretexto de presuntos avances científicos que buscan “corregir” la sexualidad de quienes por su corta edad no han llegado a madurarse.

En Argentina el gobierno supuestamente y desde el discurso, se halla en la vereda de enfrente de los liberales pro-globalismo (los mismos que se disfrazan de republicanos), pero eso no se refleja en los hechos. Tanto unos como otros cumplen con esta agenda. Es muy posible y más allá de las inconsecuencias crónicas de su presidente los mismos peronistas no tengan ni idea de la fagocitación ideológica a la que fueron expuestos. Incluso hay una pregunta que no hallará una respuesta univoca y es ¿Cuáles son los valores de la nación argentina?

Caso diferente se da en otras latitudes donde existen sociedades con profundas raíces que se entrelazan con el actual estado y que, al contrario de alentar los disvalores del Globalismo, los combaten. El rechazo frontal de esta agenda por parte de Rusia, China e Irán, cada uno defendiendo los valores de sus culturas los ha puesto desde hace tiempo en la mira de una persistente e insidiosa campaña de demonización direccionada desde los sectores globalistas a través de sus costosas propagandas de medios y que hoy ya ha saltado a su fase de guerra abierta en Ucrania. Porque en último sentido lo que allí sucede (y más allá del fabuloso negocio que representa) se trata de un enfrentamiento entre el tambaleante hegemonismo angloestadounidense (sobre el que se apoya la idea globalista) y la opción del multilateralismo liderado por Rusia.

Así queda claro que en lo externo, la finalidad del Globalismo es bien clara: subvertir el orden y las costumbres de los países con valores filosóficos y religiosos que son financiera y económicamente inviables para su agenda de consumismo recargado que (con el ambicionado “reseteo” financiero de Klaus Schwab) es lo que realmente se esconde detrás del Globalismo. En este sentido, el Islam y algunos países que practican esta religión se presentan como los más impermeables y problemáticos a estas expectativas. Como ya vimos y seguimos viendo, la implantación del caos, fomentando el terrorismo, la desconfianza y la inseguridad seguirá siendo la principal receta para estos escenarios.

En América Latina se persigue lo mismo solo que por otros medios más suaves aunque, sin dejar de ser violentos. Para ello se valen de ONGs y supuestos expertos en promover políticas de género que entre algunos temas apuntan a promocionar los beneficios del cambio de sexo, la unión civil entre personas del mismo sexo y el aliento a la infertilidad quirúrgica entre la juventud como parte de una rebelión contra los patrones sociales y religiosos que se oponen a esta cartilla global acudiendo para ello a todos los medios posibles, incluida la violencia.

No se puede dejar de señalar que atrás de estos temas tan sensibles y que se los presenta como nuevos aspectos de la libertad individual se esconde el oscuro tabú de la pederastia, consumido en los altos círculos del poder tanto en los EEUU como en Gran Bretaña que los medios establecidos han sabido acallar.

También es parte de esta pervertida agenda, el aborto legal, un tema que los políticos argentinos han demostrado (pese a que muchos se presentan como católicos practicantes) estar muy bien alineados al Globalismo abriéndole paso al feroz supremacísmo feminista que ha hecho de esto una bandera de su irracionalidad. Sumado a ello, la reducción de la natalidad por la negativa de un amplio sector de los jóvenes en no traer descendencia aporta otra problemática para el futuro demográfico inmediato. Un país con un vasto territorio sin ocupar y con inacabables posibilidades para progresar, aceptando este tipo de políticas eugenésicas disfrazadas de derechos de la mujer a disponer de su cuerpo (sin considerar su propia responsabilidad) sin dudas condenará a la nación a la degradación y su inexorable extinción.