BIBI ¿LO SABIA?
¿Por qué lo sucedido el 7 de octubre no pudo suceder sin una buena
ayuda interna? Netanyahu podrá hacerse el distraído sobre esto, pero ¿Hasta
cuándo?
Por
Yossi Tevi
Tal como muchos nos cuestionamos lo sucedido en la mañana del 7 de
octubre en territorio adyacente a Gaza en la Palestina ocupada, hay muchos
huecos inexplicables en el comportamiento omisivo del régimen de Tel Aviv y más
puntualmente del silencio de Netanyahu y su gabinete tan pronto se conoció la
situación.
Ha quedado
claro que Hamas y las demás agrupaciones de la resistencia palestina que
participaron en la operación “Inundación de Al Aqsa” no son unos improvisados
ni mucho menos incapaces, pero eso aún no logra explicar la formidable mano que
los militares del FDI, la inteligencia y la contrainteligencia le dieron a la
concreción exitosa de esta acción.
El estado
de Israel por su naturaleza y la forma en que se instauro se ve condenado a
vivir en el sobresalto y dormir por las noches con un ojo abierto y eso no es un triunfo. Los elogios y la mitología mediática
en rededor de su eficacia en el área de inteligencia podrá ser un material interesante
para libros y libretos de películas en Hollywood pero no es motivo de algarabía
para los israelíes ya que a medida que su estado comete más crímenes contra la
población palestina, además de su debilidad deja en evidencia la necesidad de más
vigilancia en prevención, llevándoles a donde están hoy, cercados dentro de un
verdadero estado policial.
Parece una
ironía ¿no? Considerarse una democracia pero obrar como los peores regímenes
dictatoriales como lo fue el Apartheid sudafricano del cual, Tel Aviv fue
amigo. Son las ironías del destino diría un amigo.
Pero en lo
que respecta a lo sucedido el 7 de octubre pasado, los medios en occidente
(como ya es una costumbre) se han mostrado remisos a profundizar sobre estas
opacidades. Y es que desde que salieron a la luz muchas inconsecuencias en lo
que sucedió y cómo sucedió, las preguntas molestan de forma caustica al
establecimiento sionista. Cualquier cuestionamiento del mundo “goyin” ya trata
de ser pintado como “antisemitismo” recordando que las masacres que las FDI ha
llevado a cabo contra los civiles palestinos, son crímenes horribles contra un
pueblo semita. Pero ¿Cómo acallar sus propios ciudadanos especialmente los
familiares de los cautivos y paisanos alrededor del mundo que preguntan con
sagaz puntualidad y persistencia sobre lo ocurrido?
Todos esos
cuestionamientos están dirigidos a un solo hombre: Bibi Netanyahu. Sobre lo que
podrían haber sabido sus funcionarios supremacistas poco importa porque todos
saben que es “Bibi” quien tiene el acceso a las llaves de las fuentes más
directas de la inteligencia ¿Qué el AMAN no sabía nada? No cuadra ¿Qué el Shin
Bet no tenía idea? Menos cuadra ¿Qué el Mossad no tenía una sola información
sobre lo que se estaba preparando y su inminencia? No es creíble.
Esta
supuesta y generalizada ignorancia de lo que iba a pasar es lo que los medios occidentales
tratan de instaurar para mantener el discurso tuerto, pero va quedando muy
evidente que no es posible que esas intenciones prosperen. El informe que se
elabore luego que las armas se callen (Como el informe Winograd de 2006), no
sería creíble si es ejecutado bajo el régimen de Netanyahu. Simplemente no hay
garantías de imparcialidad ni de que la verdad sea expuesta ¿Por qué? Porque
nadie que es parte de un asunto puede ser juez a la vez. Si realmente los
israelíes y en especial los familiares de quienes murieron a manos de Hamas o
del fuego de las mismas FDI (por la implementación de la doctrina “Hannibal”) quieren
saber la verdad deberán pelear por una comisión desintoxicada y aislada de las
conexiones de Netanyahu y sus partidarios.
Un asunto
que va paralelo a lo que ha sucedido tiene que ver con el negocio de las armas
y que por el volumen del abastecimiento que EEUU y la UE les ha proporcionado,
refleja un fabuloso negocio del que no solo se benefician las industrias
militares occidentales (en especial la estadounidense) sino también, a los
mismos empresarios de armas israelíes y claro también el señor Netanyahu sin
dudas, el centro de los cuestionamientos sobre lo que ocurrió. Detrás de ellos,
vienen frotándose las manos los dueños de emprendimientos inmobiliarios para
crear nuevos asentamientos para colonos (si logran barrer la población gazatí) lo
que se traduce en otro fabuloso negocio en el cual intervienen (y como podía
ser de otro modo) empresas estadounidenses, británicas y de algún otro país
satélite de estos.
Así es como
funciona la economía de la democracia liberal angloestadounidense (de la cual
Israel es uno de sus tentáculos), aunque eso ya se está acabando.
¿Pero eso
sería suficiente dinero como para sacrificar a su propia gente? Los 1200
israelíes asesinados y los 240 capturados no fue solo responsabilidad de Hamas.
Hay muchas cuestiones que no cierran y que aunque los medios occidentales las
oculten (o quizá las ignoren), ya son conocidas para la opinión pública. Solo
hay que mirar para atrás para ver lo que el sionismo puede hacer para lograr un
objetivo. Solo para citar un ejemplo, solo recuerden el caso del buque “SS
Exodus” repleto de refugiados judíos que intentaban entrar ilegalmente en Palestina
tras llegar en 1948 al puerto de Haifa. Los atentados en edificios públicos
británicos o el bombazo en 1946 contra el Hotel Rey David que los grupos
sionistas trataron de hacer pasar como de autoría árabe, pone en relieve con
quienes tratamos. En la llamada Operación “Yiftach” todo era válido. El lema
muy bien conocido para los sionistas del Mossad es “por la vía del engaño harás
la guerra” y en ello va matar a quien sea necesario.
En esta
lógica entran por supuesto sus “aliados”. En 1967 en momentos que Israel
pretendía extenderse al Sinaí, ataco al buque de inteligencia electrónica
estadounidense “Liberty” sabiendo su procedencia. No hubo confusión o error de
los pilotos, tenían órdenes de hundir al buque para que la información
recopilada nunca llegara a Washington.
En la
mañana del 7 de octubre pasado, la guardia israelí de todas las bases que
cercan a la Franja de Gaza no solo estaba relajada sino con personal reducido
compuesto especialmente por mujeres. “Bibi” había autorizado un día antes reducir
el personal a pesar de que había sido avisado de que algo estaba por ocurrir.
Como alguien diría, dejaron la puerta entreabierta para que Hamas pudiera
entrar. Es posible que “Bibi” haya desoído la advertencia del jefe de la
inteligencia egipcia Kamel Abbas por considerarlo un embuste, pero ¿Qué hay del
Mossad, acaso no tenía la misma información de los egipcios? Y ¿Por qué el jefe
de la inteligencia doméstica Shin Bet se hallaba reunido con todos los
responsables de la seguridad justo en esa misma mañana?
La lista de
incongruencias sigue y muchos israelíes con sentido común y de a pie se
preguntan ¿Tampoco funcionaron los sensores del perímetro ni las detonaciones
que abrieron las brechas fueron escuchadas por las brigadas que estaban estacionadas
en las inmediaciones? ¿Podría ser posible que Tel Aviv lo haya dejado pasar para
precisamente, lograr barrer a los palestinos de Gaza y anexarla bajo el dominio
de Israel? Preguntas que aún no tienen respuestas pero que Benjamín Netanyahu y
sus principales lugartenientes deberían responder.
Por lo
pronto, a Bibi no le conviene el alto al fuego y mucho menos una negociación de
paz. Si pudiera lograr expulsar a los palestinos de Gaza y destruir a la
resistencia podría silenciar cualquier investigación que se quiera iniciar.