viernes, 8 de enero de 2016

NACIONAL


“ALGO HUELE HORRIBLE EN ARGENTINA”

De la fuga de tres supuestos perejiles del penal de máxima seguridad en Alvear involucrados en la causa Efedrina, a verdaderos comandos muy bien armados



Por Javier B. Dall y Samantha Maruga

A pesar de que ha pasado más de una semana de la insólita “fuga” de los tres supuestos sicarios de la causa de la Efedrina, además de no haberse localizado a los fugados, éstos parecieran empeñados en llamar la atención con sorprendentes actos dignos de una película de acción y suspenso.  Para ser tres simples supuestos prófugos, cuentan con una múltiple y variada fuente de apoyo que se asemeja al recibido por los Carteles de la droga colombiana en épocas de la fuga de Pablo Escobar Gavidia y más cerca en el tiempo del “Chapo” Guzmán en México.  Pero en el caso de los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci, no estamos ante capos del narco ni cosa por el estilo.

Como suele suceder con temas urticantes y muy poco convenientes, los medios locales se dedicaron más a especular que a informar objetivamente y cuando pretendieron realizar esto último, solo ventilaban trascendidos y rumores tan engañosos como la identidad de los supuestos perseguidos. Como podrán leer, no hemos dicho “fugados” sino perseguidos dado que, no hay confirmación fehaciente de que los que bajaron de aquella HILUX gris plata para balear a esos policías bonaerenses en el control de la ruta 11, eran los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci.

Desde el comienzo de esta “odisea”, se han podido ir viendo importantes y costosos elementos que rodearon la extracción de estos tres  peligrosos testigos.
camioneta de fuga

Aquellos habían escapado en una camioneta negra y tan solo en 24hs la habrían cambiado por aquella HILUX gris que sería detenida en un reten de la ruta y de la cual dos de sus ocupantes, descendieron ágilmente para  disparar contra los policías que los detuvieron. Es a partir de ese curioso episodio, que se desataron varios cuestionamientos, como ¿qué necesidad de hacer tanto ruido con este aparatoso tiroteo? O incluso ¿sería esos tipos muy bien armados, los fugitivos?

Pasaron los días y pese a la estrecha búsqueda por tierra y aire, no se pudo rastrear a esa camioneta hasta que, en pleno día apreció ardiendo en un camino rural.  Para que el lector se entere, una camioneta no se prende con un fosforo y unas ramitas; claramente tenían preparado una pequeña bomba molotov que pudo haber sido lanzada dentro o detonada con un mecha de tiempo. La finalidad de ello, borrar todo rastro de sus identidades y entonces sale la pregunta ¿para qué, si están identificados?  Esto da la pauta de una planificación bien urdida y un profesionalismo que supera a tres desesperados prófugos fuera de estado físico, que en una situación semejante, estarían bastante nerviosos.

Con el paso de las horas y los días, se puede comprobar que los “supuestos prófugos” no solo carecen de nervios sino que, controlan muy bien la situación. Esto lleva a otro cuestionamiento ¿Habrá apoyo externo?
Igualmente y sin que los medios considerasen estas ampulosas incongruencias, los “perseguidos” –léase supuestos prófugos- se hicieron humo durante varios días sin que, bloqueos, retenes de control ni reconocimientos aéreos con helicópteros y Drones, dieran con la ubicación de estos sujetos.

Para el gobierno provincial y nacional, acá hay gato encerrado y no dudaron en señalar a una parte de los cuadros policiales, como cómplices en todo esto, incluso proveyendo información desde dentro para trasmitirla  en tiempo real a estos “perseguidos”.  A todo esto, se agregaban las versiones sobre las supuestas visitas de estos prófugos a familiares lo que de por sí, resulta inverosímil ya que si son tan inteligentes, saben que el primer lugar donde buscaran las autoridades será en los círculos más cercanos. De este modo entre dime y diretes, puterío televisivo y pescado podrido para venderle a la opinión pública,  la ubicación de estos personajes seguía en la nebulosa. De pronto se dio a conocer que, una vez más, habían cambiado vehículos tomando como medio de transporte una camioneta “Kangoo” blanca que habría sido robada por uno de los Lanatta a su ex suegra.  Si se le da crédito a las versiones periodísticas, su relato se asemeja más a la persecución que allá por el 1932 realizaron los federales estadounidenses contra la pareja “Bonnie & Clyde” que la persecución contra nuestros criminales coterráneos. Unas horas después, aquella camioneta “Kangoo” aparecía incinerada en la ruta 53 en Florencio Varela. Una vez más, los supuestos prófugos se adelantaban a las autoridades y los dejaban sin pistas.

Entre tanto, la novela con rasgos paranoides llegaba a la “Triple frontera” al norte de nuestro país, donde un taxista misionero que llevó a tres hombres que  se alojaron en un hotel de Posadas,  fue detenido como sospechoso de haber colaborado con la fuga de éstos tres sujetos. Tras chequearse la identidad de los señores que se alojaban en aquel hotel, se dieron cuenta que había sido un error.  Muy seguramente este direccionamiento provino de los círculos sionistas que rodean al gobierno y que relacionados con las agencias de inteligencia norteamericana e israelí que seguramente comienzan a instalarse cómodamente en nuestro país, vieron muy conveniente la oportunidad  para tratar de volver a plantar las sospechas sobre la comunidad islámica que allí radica.

Pero, unas horas después, un automóvil oscuro que quiso ser detenido por un control de la Gendarmería Nacional en la ruta 11, cerca de Coronda,  provincia de Santa Fe, repentinamente sus ocupantes abrieron fuego con fusiles FAL (7,62mm) contra los efectivos.  Si eso no era bastante espectacular, los atacantes tras someter a los gendarmes se hicieron con una de las camionetas de las que disponían y huyeron con ella. Lo mismo ocurrió  en un operativo que realizaba también ésta fuerza federal en la ruta 6, cerca de San Carlos Sur y Gessler, en la provincia de Santa Fe donde se trabo en una escaramuza supuestamente con estos fugitivos.

Ahora bien, si el lector se detiene por un segundo a analizar estas informaciones y los hechos que se describen, podrá ver que tenemos a los mismos  “prófugos” repartidos en tres lugares diferentes del país y al mismo tiempo, una incongruencia que no resiste análisis alguno. A parecer los comunicadores sociales y los medios no se han detenido a considerar esta verdadera incoherencia fáctica que pone de manifiesto que, o estamos frente a tres ex presidiarios muy rápidos y con poderes extraordinarios, los tres reyes magos o, se trata más bien de una  coordinada operación de engaño para dilatar el desenlace de ésta novela. 
¿los hermanos Lanatta?

Si apelamos a un mediano razonamiento deductivo y usando las herramientas básicas que nos dan un mapa y una regla, veremos que entre los tres lugares que se dijo que habían interactuado con los supuestos prófugos,  hay cientos de kilómetros que en teoría, estaban cubiertos por efectivos policiales y de Gendarmería. Y no solo esto, también hay que considerar el armamento que han demostrado poseer y que dicho sea de paso, parecen tener suficiente municiones como para enfrentarse a las partidas que les busca. Y las preguntas son evidentes ¿De dónde sacaron esas armas, las municiones y la información para moverse en el terreno? Y también ¿Solo serán éstas armas las que poseerían? O incluso también, ¿Serán varios grupos operando al mismo tiempo?

Estos cuestionamientos ponen en entredicho, la teoría de que estos pistoleros sean los prófugos que se fueron de la Cárcel de Alvear el 27 de diciembre pasado; y esto simplemente, porque por su actuar, se parecen más a un comando armado que a tres sicarios cuarentones fuera de estado físico. Además, el tipo de armamento que portan no solo es de guerra sino que supera en poder de fuego al que tienen los Gendarmes.

En las últimas horas del 7 de enero y en la mañana del 8, se  informaba que en medio de un amplio rastrillaje de fuerzas policiales y de Gendarmería por los parajes de la Laguna Paiva, los perseguidos tras haberse visto cercados, se habrían enfrentado a fuego limpio con las fuerzas del orden, logrando nuevamente escapar sin rumbo conocido. Si eso fue lo que en realidad  ocurrió, se demostraba que estos sujetos, además del armamento, contaban con mucha munición disponible y un muy buen entrenamiento físico ya que, no cualquiera puede soportar el trajín de una escaramuza y lograr huir sin un rasguño. Si en realidad esto es lo que ha sucedido, estos tipos deberían ser la envidia de los “SAS” británicos o los “Rangers” americanos e incluso, de los mercenarios del “Estado Islámico”.

Tal como lo dice el título de ése artículo, “algo hule mal” y sin dudas que si se sigue su rastro, puede llegarse directamente a los ampulosos palacios de los personeros –y personeras- que estuvieron llenándose los bolsillos gracias a cargos políticos carentes de calificación y empleos creados a costa del erario público.

Todo esto se puede resumir a dos conclusiones: Primero, que los perseguidos están siendo asistidos con inteligencia y soporte material bastante sofisticado, lo que no alberga explicaciones razonables del por qué  tanto interés –y gastos- para que se salven por las suyas  tres simples matones o como es nuestra hipótesis, solamente se trate de una gran parodia orquestada por sectores mafiosos enquistados en el gobierno provincial con conexiones nacionales y tal vez, de entes externos.  Consecuente con esta teoría, los tres prófugos claramente fueron eliminados tan rápidamente salieron del penal.
Granero y Fernández dos pájaros de cuenta

Esta última opción parece ser la más ajustada a la realidad. Desde el punto de vista judicial, los tres, eran una bomba de tiempo, potenciales testigos de los negocios sucios de altos funcionarios gubernamentales que dicho sea de paso, resulto en el procesamiento del encargado (José Granero) del órgano encargado de la lucha contra el Narcotráfico SEDRONAR. Pero, tras el recambio de gobierno, las amenazas de extender las investigaciones más allá de aquel funcionario y otros colaboradores, ampliaba las expectativas de que insignes funcionarios K, como Aníbal Fernández terminasen marchando a tribunales para responder por muchas irregularidades durante su gestión.

Con la repentina “huída” de estos tres valiosos testigos de los negocios sucios que entre otros, involucraron al tráfico de Efedrina,  haría que tras su desaparición, no existiera la posibilidad fáctica y jurídica para que éstos ratifiquen los cargos que constan en los autos de estas causas.


De esta manera a nivel  nacional, no hay que olvidar, la realidad financiera y económica ha sido nutrida por largos doce años  en los que, entre otras cuestiones, el dinero negro del narcotráfico de saco y corbata de alto nivel, se ubicado y acomodado en muchos negocios comunes de la sociedad y que ha podido prosperar, gracias –y sin lugar a dudas- a la connivencia de sectores de la política y de allí, influenciado en áreas intermedias de la función pública municipal, provincial y nacional.

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