jueves, 18 de febrero de 2016

EN DEBATE


“LEY DE DERRIBO: ADIOS A LA INOCENCIA ARGENTINA”

Cómo podría evolucionar el desarrollo de ésta política de seguridad y los trucos que podrían esconderse detrás




Por Dany Smith

Apenas solo unos cinco años antes, hablar de una ley de derribo, habría desatado un escándalo mediático y político, que en entre otras cuestiones, habría  dado de comer a los programas de opinologia más insulsos y cómicos de la Argentina. Es que y no hay que dejar de señalarlo, el país estuvo sumido bajo un sopor “seudo humanista” del cual se confundieron conceptos como el respeto a los derechos humanos con un relativismo entre quienes sí y quienes no estaban alcanzados por aquellos derechos inherentes a cada persona.  Para el colmo de los colmos, quienes se arrogaban ser los “pontífices” de los derechos humanos eran tan impresentables como corruptos. Y es que obviamente, esa mezcla no fue algo inocente o una ceguera producto de un idealismo juvenil de algunos sectores políticos, que de la militancia real e idealista,  creían poder cambiar el mundo. Por el contrario, aquellos “piratas”  demostraron que el único ideal por luchar es el que proviene de una bolsa llena de dinero –y si es en dólares mucho mejor-.

Para bien o para mal, el país ha bajado a la terrenal realidad y sus gobernantes se han dado cuenta de que los estados tienen que cumplir con tareas que como tales, están obligados a encarar no solo por y para la seguridad de si mismo sino también, para la seguridad común de cada ciudadano. En ese sentido y en referencia a la lucha contra el narcotráfico  el gobierno de Macri ha tomado con sensatez el toro por las astas y eso hay que reconocerlo. Lo que sí es criticable, son los socios que ha elegido para poner en marcha estos macro programas de seguridad que además de tener varias cuentas históricas con el país, solo están interesados en obtener beneficios para y solo para ellos.

La noticia de que la primera misión de aviones caza de la fuerza aérea Argentina despachados para interceptar una aeronave que no tenía itinerario autorizado por los cielos del norte especialmente sobre la frontera paraguaya,  dio inicio sin dudas a una nueva etapa de actividades –y muy valiosas por cierto- para cortar el flujo de estupefacientes que ingresan y sale por vía aérea de nuestro país. Esta primera misión ha sido sin dudas motivos de festejo para el Ministerio de Seguridad de la Nación que encabezado por una vieja colaboradora de la embajada de los Estados Unidos de Norteamérica podría llegar a que dicho ministerio se convierta en un apéndice del FBI o del mismismo Departamento de Estado.

Según fuentes confiables, las actividades de vigilancia aérea y coordinación de tareas de vuelo para reconocimiento y entrenamiento para situaciones más complejas, estaría siendo monitoreada por asesores militares norteamericanos y agentes de la DEA, organismo que está seriamente discutido por sus clandestinas conexiones con actividades del narcotráfico tanto en Latinoamérica como en Asia (v. http://elrobotpescador.com/2014/07/21/un-agente-de-la-dea-revela-como-la-agencia-protege-el-narcotrafico-para-la-elite/  ). Esto ha despertado suspicacias sobre las posibles y ocultas intensiones que estaría persiguiendo éste desinteresado apoyo a la lucha contra el mercado de los estupefacientes que en la última década, ha crecido exponencialmente en el noroeste argentino.

Para varios expertos, la dinámica se repite como lo han hecho en todos los países donde se entromete el 
Departamento de Estado  y sus organismos como la DEA, el FBI y por supuesto la infiltración de la CIA, el narcotráfico florece a niveles industriales.  Otra dinámica que aparece con estas intervenciones, son las agrupaciones armadas de carácter insurgente que de la noche a la mañana, aparecen dotadas de gran despliegue de material, armas y recursos financieros que los capacitan para operar en amplios sectores territoriales de un país que se halla “siendo asesorado por Washington”. El Perú es uno de los ejemplos más cercanos donde tras la llegada de los norteamericanos, no solo se incremento el tráfico de estupefacientes sino también, la violencia armada de grupos subversivos como el “Sendero Luminoso”, descabezado a comienzos de los noventas y disuelto casi inmediatamente.
Nuevo Sendero Luminoso

Como de la nada, “Sendero Luminoso” ha revivido con una inusitada fuerza.  Con nuevas armas, equipos y el dinero para financiar sus operaciones,  grupos senderistas han venido causando estragos contra puestos militares peruanos en las zonas inhóspitas del Perú sin que nadie pueda explicar cómo pudo suceder eso. 

¿Recuerdan la historia de Al Qaeda o del “Daesh” en Iraq? Si se mira con detenimiento como fue evolucionando la violencia en donde aparecieron estos “espantajos” creados por la CIA y socios,  la dinámica es muy similar. Como en Latinoamérica “Al Qaeda” no es un agente compatible con las  idiosincrasias y la cultura común de la región, si existen viejos monstruos que muertos o moribundos, podrían estar siendo revividos para llevar adelante una nueva oleada “revolucionaria” que amenacen a los nuevos gobiernos, que como el de Macri, tienen muy buena sintonía con Washington.


Los argentinos deben estar atentos a cómo podría evolucionar éstas colaboraciones en una materia tan crítica y en un territorio tan vasto como es el noroeste argentino. No sería extraño que a las medidas adoptadas por el gobierno de Macri, traigan contramedidas ejecutadas por sofisticados y muy bien armados  grupos insurgentes que como un virus, podría extenderse con facilidad ante un indefenso y desguarnecido territorio. Un dato para atender y no olvidar son los rumores que hace años corren sobre operaciones de grupos insurgentes en las zonas fronterizas con Bolivia y Paraguay que algunos han sindicado a células de las FARCS colombianas y hasta de “Sendero Luminoso”. Los argumentos que sostienen estas hipótesis se basan en las dificultades militares que han crecido en sus territorios y en el incremento del tráfico de estupefacientes en toda la región.

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