jueves, 7 de abril de 2016

INTERNACIONAL



CIRCO Y ELECCIONES EN U.S.A.

Cómo afectara a la Argentina la nueva administración estadounidense de acuerdo a cada uno de los posibles candidatos




Por Dany Smith
The White House

Como si de una comedia alocada se tratara, las elecciones primarias en los Estados Unidos parecen dirigirse a un final desopilante y ciertamente muy previsible.  Es más allá de la multifacética oferta de candidatos en la que la propaganda del Stablishment comunicacional estadounidense  se agarra para hacer gala de su tan promocionada “democracia”, en realidad se esconde un sistema electoral cerrado y muy lejano a las decisiones de pueblo llano y directamente al servicio de las élites que conforman el estado profundo norteamericano.

No se puede negar que todo el circo mediático en rededor de la campaña política que se grafica mediante las discusiones, debates y hasta las parodias que se realizan en importantes shows televisivos como “Saturday Nigth Live” trasmitida por la cadena NBC , son un poderoso estimulo para llamar la atención de un público que, sacudido por las crudas realidades cotidianas, ve en apariencias como candidatos demócratas como Hillary Clinton o Bernie Sanders se cruzan con republicanos como Ted Cruz, John Kasich o el inefable Donald Trump en aparentes e irreconciliables contiendas de ideas, donde todos y al mismo tiempo  ofrecen soluciones mágicas para la grave situación en la que el estado de la unión se halla sumido.

Pero serán los gobernadores de cada estado de la Unión, quienes se encargaran de elegir a su respectivo candidato a presidente, pesando para ello la opinión de entidades como la National Governors Association  que aglutina lo que se podría llamar, a la crema innata de la sociedad blanca estadounidenses, al espíritu conservador de los EEUU y que se representa en los llamados WASP (White Anglo-Saxxon Protest), tan preocupados por conservar la pureza de la sociedad estadounidense.  Tal como lo señalan interesantes artículos de periodistas como Therry Meyssan (v. ¿Quién será el próximo presidente de Estados Unidos? http://www.voltairenet.org/article191079.html ) , los candidatos para presidente no traen consigo ningún programa de gobierno o solución orientada al bien común dado que, el único y principal interés dentro de éste curioso sistema “democrático”, solo se busca beneficiar a sus electores quienes a su vez, están influidos por intereses del más variado índole.
Op. Gerónimo, un fiasco

De todo éste berenjenal de candidatos y de presuntas propuestas para un cambio superador de la era Obama, lo cierto es que, analizando a cada uno de los más posibles candidatos a ocupar La Casa Blanca, tienen en sí, graves y contradictorias situaciones que pueden ir en detrimento de sus gobiernos y del mismo país.  Primeramente tenemos a un extraño candidato como Ted Cruz, quien no puede considerárselo con chances para acceder a la presidencia. Para varios analistas éste hispano convertido en ciudadano estadounidense y en un converso  protestante solo es una maqueta para el adorno y la demostración de hasta dónde un hispano puede arrastrarse para tratar de ser aceptado por los círculos políticos estadounidenses. Del otro lado tenemos a Hillary Clinton, senadora por el estado de New York y convertida en una activista por los derechos de la mujer, cree que se ha metido al bolsillo al electorado femenino y varias organizaciones feministas que rayan con el activismo pro- Lesbianas. Pero aunque la fachada de la abogada neoyorkina se presente como una especie de “progresismo feminista”, lo cierto que detrás de ella, además de su genio neurótico e imprevisible  penden causas penales por graves delitos entre ellos, la sospechosa muerte del embajador estadounidense en Bengazi en 2012 y sus inexplicables implicancias con asuntos tan turbios como son la aparición del “ISIL” en Siria, tratativas para apoyarles monetariamente y con la provisión de armas. Y si eso no fuera suficiente, la farsa de la llamada “Operación Gerónimo” en la cual, supuestamente, se asesinó a Bin Ladem y se lo arrojó al mar.
Donald Trump

Otro de los candidatos en danza es el estrambótico empresario Donald Trump quien posicionado en una de las alas del republicanismo, es el representante de un populismo estadounidense que pretende alejarse de la clase política elitista que se ha vuelto rica a costa de sus posiciones dentro de la función pública. En este sentido, Trump representa una amenaza al Stablishment y no es para nada deseado tenerlo como ocupante de la Casa Blanca.

Pero ¿en qué puede beneficiar a la Argentina que triunfe una demócrata como Clinton o un republicano como Trump? Sinceramente no habrá cambios para la agenda de Argentina salvo que tal vez y de acuerdo a las posturas que han venido discursando cada uno de estos candidatos, es posible que sus políticas para el 
Cono sur y en especial para la Argentina, tenga algunas tonalidades pero nada que marque una diferencia contundente.  Una cosa es segura y es que sea quien fuese el presidente electo, Buenos Aires deberá bailar al compás de la tonada de la Casa Blanca. Lo que si a grandes rasgos es posible prever es que, si Donald Trump ganara la presidencia, habría lo que muchos analistas auguran como el regreso de un EEUU aislacionista –algo imposible en el mundo de hoy- o mejor dicho, la implementación de un el freno de las políticas expansionistas e intervencionistas a las que Barack Obama continuó de sus predecesores. Esto sin duda causa preocupación en los círculos conservadores –tanto republicanos como demócratas- y en especial en los grupos de presión sionistas –AIPAC y otros- lo que claramente, ha puesto al excéntrico candidato republicano en la mira de posibles obstáculos en caso de arribar a la presidencia.

Por otra parte, si Hillary Clinton fuese elegida como presidente, se prevé una política completamente contraria a la que esboza el multimillonario candidato. En lo interno las promesas de Clinton por mejorar la situación económica y empleo es una “remake” de las planteadas por Obama cuando aspiraba a la presidencia. En lo externo, la posición que ha demostrado cuando desarrollo funciones en el Departamento de Estado la acercan más a los “Halcones del Pentágono” y los “neocon” que a la histórica postura demócrata; aunque hay que recalcar que, la historia reciente ha dejado en claro que republicanos y demócratas no son más que posiciones variables y ajustables a los intereses del estado de la Unión que a su vez se ven influidos por las presiones de poderosos grupos e individuos. Es allí donde radica la panacea y las reales posibilidades para un candidato de llegar a la presidencia. En ése sentido, Clinton  estrechara lazos con el gobierno de Macri en un eje geopolítico que tratara de argumentar y justificar la autoría de Irán en las acciones terroristas de la década de los noventas en Argentina e incluso, la autoría del asesinato del fiscal federal Alberto  Nisman.

En éste sentido, la postura de la senadora de NY recibe con mucho beneplácito el apoyo de los grandes Lobbies pro-israelies y de poderosos individuos que –como Paul Singer, Goldman Sacks y muchos otros-, ligados a éste ideario sionista, están ingresando a la Argentina por la muy auspiciosa  posición del gobierno argentino.

De esta manera tanto Clinton como Trump, debieron pasar por el testeo sionista de estos grupos, quedando bien en claro que la postura que más agrado ha desatado entre sus adherentes ha sido las declamaciones de la candidata avenida en “feminista a ultranza”.

Obsérvese sino, como cada uno de ellos han pasado por el filtro de la poderosa AIPAC, en la cual éste 21 de marzo pasado, la candidata Clinton prometió entre otras cosas,  hostigar con mayor decisión a Irán con la imposición de las sanciones más duras posibles, obteniendo por su alocución un estallido de aplausos (v. TIME.“Discurso de Hillary Clinton a AIPAC”.  http://time.com/4265947/hillary-clinton-aipac-speech-transcript/ ). Tampoco hay que dejar de señalar, que la posición de Hillary Clinton es muy aplaudida por sionistas internacionales que esperan la profundización de las acciones de EEU en apoyo a Israel para que de una buena vez, se terminen con los reclamos y los reconocimientos de un estado Palestino.

Por último, la posición de Hillary Clinton congratula  sin dudas al poderoso sector de la industria armamentística que con éste tipo de expectativas, promete reactivar los jugosos contratos de defensa y desarrollo de novedosos  armamentos para probarlos seguramente en un nuevo escenario bélico que, con un gobierno a manos de Clinton  lleva a predecir sin margen de error, la ampliación de las operaciones militares a las aguas del Golfo Pérsico con objetivo en esta oportunidad, de atacar –o intentar alguna provocación- contra la República Islámica de Irán.  En éste escenario, la Argentina podría verse complicada por su nuevo posicionamiento geopolítico  sin despreciar la posibilidad de que llegue a ser parte activa, en operaciones conjuntas con las FFAA norteamericanas en otras latitudes, especialmente en el Medio Oriente.


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