martes, 5 de abril de 2016


EN LA MIRA



“ESCANDALO EN EL PENTÁGONO”

Cómo aparentes errores de cálculo y las manipulaciones informativas sobre el ISIL han causado una crisis interna en una de las áreas más sensibles de la defensa estadounidense



Por Dany Smith

Al parecer, el “ISIL” o “ISIS” tiene sus días contados y pronto podríamos ver una desaparición de lo que los medios anglosajones pintaron como “la amenaza terrorista más importante de lo que va del siglo”. 

 Pero esta presumible extinción no sería por el éxito militar que vino de la poderosa mano rusa demostrada en Siria, sino más bien porque ésta franquicia nacida de un programa de la inteligencia estadounidense e israelí en épocas de la ocupación a Iraq, ha venido quedando expuesta en lo que realmente fue: un fraude para justificar la geopolítica de Washington en la región.

Las pruebas de que algo andaba mal con este grupo  supuestamente extremista e islámico, se vinieron viendo desde lejos en el tiempo. Habría que remontarnos a la ocupación de Iraq en 2005 en momentos que la resistencia iraquí estaba descalabrando a los invasores y causando serias deserciones dentro de los cuadros de colaboracionistas que se habían adscripto a la mafia que, elegida por la entonces Secretario de Estado Condolleza Rice, administraría el país. 

Para ese entonces, “Al Qaeda-Iraq” un monigote claramente implantado para tratar de crear divisiones dentro de la sociedad iraquí había fracasado. Los iraquíes ni bien percibieron la presencia de esta franquicia supieron que estaban ante una rama más que sus enemigos –estadounidenses, británicos e israelíes- habían infiltrado en el caótico panorama que se vivía por entonces.  Conscientes de ello los altos jefes militares y de inteligencia, recomendaron al entonces presidente George W. Bush ponerle fin a sus operaciones en momentos que la reelección de éste mandatario pendía de un hilo por la impopularidad de la ocupación que parecía extenderse por varios años.  Fue así como por arte de magia y en una muy puntual acción aérea, el 6 de junio del 2006 un avión de combate  F-16 estadounidense lanzó una bomba  de 500 libras guiada por laser, que impacto certeramente en una casa en Hibib, Baquba, matando a Abu Muzab Al Zarqawi quien el Pentágono y los medios occidentales sindicaban como el líder de “Al Qaeda-Iraq”. El golpe tuvo su efecto y Bush fue reelegido como presidente.
El show se acabo

Pero el sacrificio de Zarqawi y una media docena de personas que estaban en aquella casa, no fue solo para mejorar la imagen de Bush; detrás de ello estaba el cierre del programa “Al Qaeda-Iraq” y la inauguración de un nuevo programa de contrainsurgencia –que debería ser más creíble- que profundizaría definitivamente las grietas que se habían creado con la invasión y las que el gobierno títere de Al Maliki seguía profundizando con sus brutales arbitrariedades.  Casualmente unos meses después, el 15 de octubre del 2006, hace su asombrosa aparición el “Islamic State of  Iraq”  (ISI) que con un particular logo que sigue vigente hasta estos días, dio a conocer en uno de sus primeros videos, el derribo de un helicóptero norteamericano usando un misil SA-7, lo que le dio la espectacularidad y la credibilidad que sus artífices habían esperado.

Con estos antecedentes y muchos otros que, al paso de los años trataron de ser sepultados bajo el olvido, se puso en el escenario a éste sangriento embuste que organizado por la inteligencia estadounidense, obviamente, sería muy conveniente para sus panificadores mientras solo derramara sangre de iraquíes o de cualquier otro árabe (v. El Gran Espantajo. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2016/03/internacional-el-gran-espantajo-como-el.html )   

El desarrollo de esta pequeña franquicia fue –obviamente con el apoyo de la CIA y de otros socios- escalando hasta mediados del 2008, donde tras varios traspié a manos de las fuerzas de seguridad iraquíes e incluso de los grupos de la resistencia, fueron siendo eliminados del escenario de la ocupación, desbancando el verdadero objetivo que  perseguían con sus operaciones que no era otra que, causar el odio irremisible entre sunitas y chiitas.  De esta manera y pese a los arduos esfuerzos por reimpulsar sus operaciones y tratar de obstaculizar a la resistencia chiita que estaba haciendo estragos entre sus efectivos,  los ingenieros a cargo de este programa  fueron despedidos y pasados al olvido hasta nuevo aviso.

Pero para mediados del 2012, cuando Siria comenzaba a ser asediada por una ola de grupos mercenarios extranjeros  que occidente y sus medios pintaban  como “revolucionarios”,  desde aquellos claustros y con la autorización política de la secretario de estado Hillary Clinton se reactivo el apoyo al “ISI” pero esta vez y con al abierto apoyo financiero de Arabia Saudita, Qatar e Israel, para ser un factor tanto táctico como estratégico en lo que se convertiría en el plan de la Casa Blanca por el rediseño de un Medio Oriente sin estados árabes laicos. Para dicho plan, no se escatimaron recursos e incluso, se llegó a fabricar una ideología que a la vista de los honestos eruditos islámicos, lejos de la tradición (Sunna) más bien se parece a una mutación del Wahabismo tribal saudita con ingredientes de esquizofrenia y barbarismo agregados por manos no árabes ni menos aún islámicas.  Y es que sobre esto último, las pruebas de que uno de los recursos para que estos presuntos “Yahid” tomaran coraje para pelear, eran las drogas (Captagon) y el alcohol, lo que revelaba la total falsedad de su origen que incluso ha quedado bien en claro con aquel supuesto ciudadano iraquí que se avino a líder de la franquicia, sin que de él los registros iraquíes dijeran nada  (v. Al Bagdadi o Elliot? http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2016/03/internacional-al-bagdadi-oelliot-dos.html )

Pero más allá de estas peculiaridades, la invulnerabilidad demostrada por el “ISIS” en el campo de batalla, desató la curiosidad tanto de propios como de ajenos que, a pesar de las manipulaciones mediáticas y los falsos informes de inteligencia, no logro engañar a varios investigadores independientes que indagando en mayor profundidad sobre la real situación en la región, pudieron develar aquel misterio que más bien era un gran encubrimiento  (v. La inexplicable invulnerabilidad del ISIL.  http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2016/01/en-la-mira-la-inexplicable.html )

Si alguien se pregunta si es posible que exista un trabajo como es el de maquinar cómo hacer para que la gente se mate una a otra, pues sepan bien que hace mucho que existe y una de sus sedes se denomina el CENTCOM o más bien el Comando Central de los Estados Unidos donde, bajo la denominación de “analistas”,  funcionarios de inteligencia se encargan de elaborar los informes a medida de los intereses de Washington.  En estos claustros no hay lugar para arrebatos de sinceridad y menos aún de discutir lo que se ordena desde lo alto. Pero la gravedad y lo intragable de lo que representaba el programa “ISIS”, parece haber desatado varios cortocircuito y desencuentros dentro de aquel plantel que llego a que el mismo presidente Obama firmara las salidas de varios altos oficiales militares y de inteligencia (v. Despiden a los analistas del Pentágono que se negaron a proteger al Emirato Islámico.  http://www.voltairenet.org/article191114.html )

A parecer en uno de estos últimos episodios, los analistas que se resistían a refrendar los informes adulterados que los militares pretendían que elaboraran para  La Casa Blanca, previó a ser amenazados por los jefes militares que tenían a cargo, fueron despedidos por haberse negado a manipular información que alterara la realidad de lo que pasaba con el “ISIS” en el terreno (http://www.thedailybeast.com/articles/2016/04/03/intel-analysts-we-were-punished-for-telling-the-truth-about-obama-s-isis-war.html )


Precisamente y en lo que respecta a la supuesta guerra contra el terrorismo y en especial contra el “ISIS”, las contradicciones y las irregularidades que se han ido viendo a los más altos niveles, ha llevado a que varios funcionarios de ésta área, al poner de manifiesto sus desacuerdos en lo que ello involucraba, hayan sido despedidos o removidos a destinos inciertos tras haberse negado a seguir manipulando los informes sobre un “Estado Islámico” que la mayoría de los musulmanes del mundo no reconoce como tal.

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