domingo, 19 de junio de 2016

INTERNACIONAL


“EL ORQUESTADO ATAQUE DE ORLANDO”

A quienes beneficia estos sangrientos actos de distracción  en los que se ven involucrados elementos gubernamentales




Por Charles H. Slim y Pepe Beru
Omar Mateen
Cuando el 12 de junio último un hombre ingreso armado con un fusil de asalto a un club gay en la ciudad de Orlando, Florida, donde acabó con la vida de nada menos que cincuenta personas e hiriendo gravemente a otras decenas más, los medios occidentales saltaron una vez más desde sus editoriales, tratando de instalar y masificar el supuesto accionar del “ISIS” en pleno EEUU que casi inmediatamente fue desmentido por el mismo presidente Barack Obama cuando al referirse sobre el tema adujo que se había tratado más bien de un hecho de “extremismo autóctono”, una declaración aborrecida por los sectores necon y sionistas en Washington que no dudan en implicar en el hecho a un militante extremista musulmán que habría operado para ISIS.

Para varias fuentes estadounidenses, todo esto se resume a una operación de FALSA BANDERA en la cual se involucran agencias de inteligencia, de seguridad privada  (G4S) y programas de manipulación de la conducta mediante siniestros experimentos con individuos para lograr lavarles la mente y volverlos verdaderos exterminadores.

El episodio de Orlando entra en una secuencia de otros hechos que se han venido dando en los últimos cuatro años dentro de EEUU, que buscan estigmatizar a una parte de la comunidad que habita en el globo como es la musulmana. Como por arte de magia, un supuesto loco solitario o hermanos de orígenes caucásicos pertenecientes al credo islámico como fue el caso de los hermanos Tsarnaev –Chechenia- radicados en EEUU, se levantaban por la mañana para ir a matar a quien se le cruce por delante; esta claro, que además de ser un insulto a la mediana inteligencia, es una incoherencia argumentativa que no cabe ni siquiera en las malas películas de Hoolywood. Detrás de estos hombres y sus actos hay mucho más que dementes o supuestos “extremistas islámicos” que hoy los medios etiquetan como “ISIS”.

Así Omar Mateen pasó  a ser un personaje más en este entreverado y muy sucio juego de la desinformación con fines geopolíticos que siguen los mismos lineamientos que los hechos el 9/11 propiciaron ejecutar a las elites en Washington, Londres y sus refrendadores en Naciones Unidas. Con una descarada liviandad los medios no dudaron en señalar al monigote de moda que, impostando una cara islámica, sirve para movilizar el gran negocio de la muerte que Washington y sus socios llaman “guerra contra el terror”.  Solo basta ver como el dinero saudita y las redes financieras sionistas que controlan  “Wall Street”  y el “London Stock Exchange”, se han coligado para movilizar esta falsa ola “yihadista” que busca propósitos muy diferentes al verdadero frente de la resistencia árabe-islámico casualmente, liderado por Siria, Irán y el chiismo libanés.
Militarización, el efecto esperado

Para darle más credibilidad a estas versiones y como siempre, enriquecido con elementos que hagan parecer relaciones que en realidad, no se relacionan en nada, salen a la luz –y detrás de los acontecimientos consumados- los famosos informes del FBI que son verdaderas trampas legales ya que como se visto desde el 9/11, son fabricantes de cargos desvergonzadamente ex post facto que son tan increíbles como arbitrarias para las garantías constitucionales.  Esto debería ser tenido en cuenta por los fanáticos defensores de EEUU como el “adalid de la libertad” a quienes claramente habría que sacarles las capuchas que tienen en sus cabezas para que puedan ver lo que al amparo de legislaciones aberrantes como las “Patriotic Act” que nacieron por efecto –muy convenientes- de oscuros hechos como el mismo 9/11, Boston y éste reciente, han sido las justificadoras de miles de casos de secuestros, torturas, asesinatos, desapariciones y por supuesto, las criminales  invasiones a países árabes.

Es por esto que el mismo Obama al salir a la palestra, hablo más bien de un “hecho local, de un asesinato de odio”  que un hecho vinculado al “ISIS”, e incluso, señalando los peligros que representa la portación libre de armas de guerra que la 2º enmienda de la Carta magna posibilita a los ciudadanos estadounidenses, intentando bajar la temperatura en medio de una campaña política en la que entre otros temas, el tema de la inmigración, las intervenciones externas y el crecimiento de la impopularidad de EEUU en el exterior, puede cambiar abruptamente el curso del país. Además, había que sacar importancia al evento y de ser posible tratar de desviar la identidad del joven Matee de los medios ya que, como claramente sucedió en otros casos develados como BANDERAS FALSAS, los investigadores independientes descubrirían su verdadera identidad o más bien, sus nexos con  su propio gobierno.
Dos matones de Xe con armas como la usada por Mateen

No hay que olvidar que Washington desde al menos unos quince años hasta aquí ha venido tercerizando en una amplia gama de tareas sucias, que de ser descubiertas ante la vista pública podrían involucrar muy inconvenientemente a las agencias como la CIA, NSA o DIA, avocadas entre otras cosas,  a la “estabilización” de los países invadidos mediante la ejecución de “limpiezas de opositores”.  A pesar de ello, aun siguen retumbando en la memoria colectiva de los iraquíes, de los afganos, pakistaníes y muchos otros ciudadanos del mundo abusados por grupos mixtos de contratistas civiles que bajo la supervisión de la CIA y de militares actuando en el marco de dichas “intervenciones”, dejaron plasmadas  las imágenes de “Abu-Graib”, “Bucca”, “Guantánamo” y muchos centros de torturas más que serán muy difícil de borrar de los libros de historia.

Precisamente sobre las posibles conexiones que habría entre las elecciones y el ataque aun emblemático local nocturno gay, si lo vemos desde un ángulo político en los que visualizamos a los dos candidatos que se juegan la llegada al Salón Oval, veremos que quien queda muy mal parado por este hecho es el excéntrico multimillonario Donald Trump, quien ha declarado en varios de sus mitin su abierta homofobia para distanciarse de la ex secretario de estado Clinton que encontró en la defensa de los derechos de los sectores LGTB, el nuevo factor para ganar apoyo electoral interno y externo. Con esto a la vista, muchos se preguntan ¿Cómo gravitara éste crimen homofóbico en las próximas elecciones? Para quienes consideran a la opinión pública como una masa informe que se deja arrastrar por manipulaciones –como claramente así creemos que es- Hillary Clinton sabrá capitalizar el hecho para sumar votos mientras que al mismo tiempo, el hecho roza sospechosamente al desagradable Donald Trump quien no acusó recibo.

Pero más allá de los oportunismos o incluso, de la muy posible inducción de éste muchacho para realizar este hecho que beneficia sospechosamente a uno de los candidatos, vemos que éste joven tenía una extensa foja con relaciones laborales con nada menos que una de las empresas de seguridad privada más extendidas en el mundo como es la G4S que opera también en la Argentina.  No solo eso, sino que según los informes del FBI el joven habría exteriorizado por las redes sociales su simpatía por “Al Nusra” que como una de las extensiones de “Al Qaeda” en Siria, tiene probadas conexiones con la CIA y el mismo Israel. Estas versiones no parecen sopesar que, ir por éste camino llevarían a que éste hecho, toque las fibras más delicadas de las operaciones clandestinas de las agencias federales en Siria e Iraq, donde ya se sabe quiénes son los verdaderos orquestadores de ésta franquicia y del publicitado “ISIS”.  


Más allá de los posibles móviles antigay del matador, lo cierto es que sus pasadas relaciones con una empresa que entre otros, emplea a ex CIA, MI-6 y otros especímenes de la inteligencia occidental, la masacre es funcional para la posición electoral de una embustera como Hillary Clinton quien ve muy conveniente  para aliviar la carga que lleva sobre sus espaldas referida a las investigaciones judiciales que la tienen en la mira por delitos graves que casualmente la vinculan a contactos con los mercenarios de “Al Qaeda” en Libia y el asesinato del embajador en Bengazi, Christopher Stevens en 2012. 

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