viernes, 27 de enero de 2017

DEFENSA Y SEGURIDAD




“MIG-29 EN CAMINO”

En una aparente muestra de sentido común y pragmatismo político, Buenos Aires pareciera haber tomado el toro por las astas y comenzado gestiones serias para la adquisición de 15 cazas de combate de origen ruso



Por Charles H. Slim
La situación de las FFAA y en especial de la Fuerza Aérea Argentina no daban para más y en ese sentido habíamos venido explicando la necesidad imperiosa que requería una reestructuración seria y profunda del área de defensa teniendo en cuenta la compleja realidad geopolítica y geoestratégica internacional  que no perdona ni a débiles, cándidos e improvisados (PEP. https://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2015/11/en-debate-justo-tiempo-se-frustra-la.html )

Para cuando Macri asumió la presidencia la situación del área de la defensa era lamentable. La década “ganada” de los K, solo dejo devastación y abandono en el tema evidenciando una severa ignorancia y la ausencia de un proyecto de país a futuro. 

Particular caso era y sigue siendo el de la Fuerza Aérea, una de las más reconocidas en la historia del siglo XX tras haber probado en 1982 la capacidad –tanto individual como colectiva- de sus hombres quienes con voluntad, pericia y heroísmo pudieron pilotar aviones tan vetustos como los “A-4Q” de fabricación norteamericana o los “Mirage- III” de fabricación francesa, para atacar con armas no aptas para la guerra naval a una de las flotas más modernas de la OTAN como era por aquel entonces, la “Real Flota Británica”.

En aquella guerra por Malvinas, las islas Sandwiches y Georgias del sur, en algunos casos el sacrificio de los pilotos argentinos llego a extremos impensados. Ante la falta de la tecnología que pudiera compensar los novedosos recursos con los que contaban los ingleses, los pilotos argentinos llegaron a volar a un metro al ras del agua dejando inútiles los sistemas de misiles “Sea Cat” que habían sido instalados apenas unos meses antes en varios de los buques de la flota. Incluso, para tratar de ser certeros en sus ataques con las bombas para blancos terrestres, los pilotos argentinos llegaron a pasar por entre medio de las antenas y los radares de los buques británicos dejando estupefactos a los marinos de su “graciosa majestad”.

A pesar de la experiencia y de los excelentes recursos humanos, los gobiernos pasatistas, enceguecidos por sus intereses partidocráticos,  dejaron de lado la profundización en el estudio de aquel conflicto y de las carencias tecnológicas que había que compensar, abandonando a los combatientes y desentendiéndose de cualquier tipo de estudio dirigido a la reestructuración de las FFAA para el futuro.  
sistema de armas del MIG-29

La dimensión territorial de Argentina presenta unas necesidades particulares para su eficaz y rápida defensa, siendo sin dudas el arma más importante para conjurar una amenaza en ciernes, tener disponibilidad de una potente y rápida reacción aérea que llegue inmediatamente al sector que presenta una amenaza tanto a la seguridad como a la integridad territorial del país.

Las características geográficas hacen del país, un escenario que debe ser atendido por una determinada y precisa planificación que además involucre determinados elementos que respondan a las necesidades que el país necesite proteger. Durante décadas hemos estado viendo como esos intereses habían sido abandonados a su suerte dejando de lado obviamente políticas de desarrollo coherente en el tea de la defensa y en un compromiso serio de cómo abordar un tema que no es para cualquiera.

La realidad se impone y la política de la mojigatería presumiblemente se ha terminado. 

El país requiere que el área de defensa pase a estar ocupado por planteles de argentinos, tanto personas individuales como empresas que se hallen comprometidas con el desarrollo a largo plazo de un sistema defensivo dinámico, eficaz y moderno que vaya más allá de los gobiernos de turno y se mantengan al día en la tarea de saber y mantener afilada la defensa estratégica del país.

En ese sentido, Londres sabe muy bien que si Argentina rompe con esa dependencia política y tecnológica, Argentina se convertiría en una potencia regional en tan solo quince años y eso para la lógica del Foreing Office no debe pasar nunca. Asimismo se sabe que Gran Bretaña tiene sus hilos enganchados en varios asuntos internos de la región que buscan mantener un estado de caos de baja intensidad especialmente, manipulando el tema aborigen –especialmente de los Mapuches- con apoyos que obviamente se efectivizan con agentes locales.

Igualmente y pese a las cercanías políticas que se sintonizan entre el gobierno de Mauricio Macri y Londres, parece que ha primado el sentido común y el pensamiento pragmático que se refleja en las tratativas que se han venido gestionando entre el Ministerio de defensa argentino con el Servicio Federal de Cooperación Técnico Militar (FSMTS) de Rusia, para la posible adquisición de unos 15 aviones de combate MIG-29KR.
MIG-35

El trascendido fue confirmado por el mismo director adjunto del FSMTS Anatoli Punchuk, quien en medio de la presentación de los nuevos modelos del MIG-35 que se realizó el jueves 26 de enero pasado en Lujovitsi a las afueras de Moscú, dejo entrever que “Argentina había solicitado un presupuesto para la adquisición de 15 aviones MIG-29, por lo cual estaban evaluando la respuesta correspondiente”. De confirmarse esto, revelaría un salto cualitativo en el estado de la Fuerza Aérea y una decisión política  inteligente que no se veía hace más de dos décadas.
Solo se vio un timorato y fallido intento de acercamiento de Buenos Aires con Moscú en las postrimerías del gobierno de Cristina Fernández que al final quedo en la nada. 

Incluso y como muestra de la carencia de visión estratégica y de conocimientos sobre la realidad aeronáutica global, aquel gobierno estuvo a punto de ser literalmente estafado con la oferta de chatarra israelí que de no haber sido por la oposición de un alto oficial de la Fuerza Aérea, el país habría tirado millones de dólares a la basura.

Ahora bien. Con la posibilidad de adquirir estos MIG-29, Argentina debería complementar su sistema de defensa y vigilancia aérea que también es prácticamente inexistente. Tal cual lo habíamos señalado anteriormente, los sistemas de radar de alerta temprana rusos –en su extensa variedad- han demostrado una gran eficacia en detectar acciones reales contra las actividades furtivas de sus rivales de la OTAN.
Sin dudas de que éste avión cumpliría con los objetivos que el país urgentemente requiere, sin dejar de señalar que solo sería el primer paso de un largo recorrido. 

Anteriormente habíamos previsto como una acertada decisión, la adquisición de aparatos MIG-31 que por las características técnicas y la variedad de sistemas de armas que puede llevar, lo haría un elemento ideal para una defensa todo tiempo tanto para el aire, la tierra y el mar, éste último especialmente para un litoral marítimo tan extenso como el que Argentina posee.

Radar de defensa aérea temprana ruso

Los antecedentes del MIG-29 como aparato ampliamente probado en situaciones de combate real y su polivalencia operativa, lo hace un producto de amplio requerimiento que durante las últimas dos décadas –por las presiones de Washington y Londres- se había mantenido muy restringido su acceso a la región. En el caso argentino, Washington había venido negando cualquier posibilidad de acceso a tecnología aeronáutica que preocupara a su aliado británico. Las actuales condiciones que se están registrando en el campo político tanto en los EEUU como en Gran Bretaña apuntan a una introspección a los asuntos más ligados a lo interno que a sus aspiraciones expansionistas. 

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