lunes, 3 de abril de 2017


DEFENSA Y SEGURIDAD




“¿REESTRUCTURACIÓN MILITAR?”

La supuesta adquisición de material militar estadounidense para las FFAA ha causado una discusión estéril entre sectores políticos argentinos que carece de argumentos




Por Charles H. Slim
Tras haberse hecho público que la Casa Rosada había aprobado la adquisición de armamento y equipos por unos dos mil millones de dólares, cundieron las versiones sobre el tipo de material, su origen y los propósitos para los que se los destinaran. Ante ello, no faltaron las controversias y las contradicciones que han desatado una fuerte discusión política impulsada por los remanentes del kirchnerismo alegando entre otras, una “carrera armamentística”  que puede amenazar a los países vecinos.

Ante semejantes comentarios, solo queda aclarar que los mismos carecen de realismo y demuestran una muy mala comprensión de la situación político militar de los países limítrofes y de toda la región.  Otra cosa que hay que dejar claro es de que, solo se trata de un trascendido y no de un hecho confirmado.

Según se pudo conocer de fuentes del Congreso estadounidense, el representante argentino ante Washington, presento un pliego con una lista de materiales y equipos militares para las Fuerzas Armadas que tras décadas de desarticulación, carece de una operatividad real y eficaz ante la peligrosa realidad global. El requerimiento que deberá ser aprobado por el Congreso, prevé material bélico para reforzar a las tres fuerzas que se hallan en estado de coma tras más de una década y media de desinversión y abandono, especialmente durante la última gestión del ministro K Agustín Rossi que poco menos le dio un tiro de gracia al área.
Corbeta misilistica rusa

El allanamiento de esta venta está motivado por un interés claro de Washington por retener a la Argentina ante las estrechas y avanzadas tratativas que se habían venido gestionando con Moscú, desde donde a mediados del año pasado, se habían avanzado en varias alternativas para reforzar a las Fuerzas Armadas, en especial a la marina y a la Fuerza aérea con la provisión de buques, aviones y helicópteros medianamente modernos.

En aquellos momentos, Londres estuvo constantemente presionando a la administración de Barak Obama para que se intercediera ante las gestiones que se estaban desarrollando entre Moscú y Buenos Aires que podían llevar a que Argentina adquiriera material bélico que podía amenazar a su presencia en las aguas del atlántico sur. Y había motivos serios para ello. Según lo habíamos referido en aquel entonces, se hablaban de que la Armada pudiera ser dotada de entre otros armamentos, con el sistema de misiles crucero “Kalbir” que demostraron en el escenario de Siria, una precisión y destructividad asombrosa contra los bunkers “mercenarios” (https://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2016/11/veteranosde-ayer-kalibr-una-opcion.html )

Aquello obligaba a que con ese sistema, se entregara las naves que utilizan estos misiles dado que están estructuralmente preparados y acondicionados para usarlos.
F-16D posiblemente adquirido

Cuando el Pentágono tomo conocimiento de esas posibilidades, a modo de incentivos se puso sobre la mesa la viabilidad de proveer algunos buques que pese a ser antiguos para la armada estadounidense, son inestimablemente avanzados para una fuerza naval sin navíos. Tampoco esto calmaba a los británicos especialmente al Foreing Office  que ven en la posibilidad de una reestructuración de las fuerzas militares argentinas, una amenaza a sus intereses insulares en los cuales EEUU comparte reciprocramente.

En este sentido se puede decir que, por un lado llegó el alivio para las FFAA pero a su vez dichas posibles adquisiciones están lejos de conformar una amenaza real para alguien en la región y menos aún para Gran Bretaña.  No solo por el tipo de equipamiento y su antigüedad sino también por las funciones que prestan, los mismos están muy lejos de ser armas ofensivas, desarmando así las diatribas claramente maliciosas de algunos periodistas K.

Sin dudas y pese a las buenas intensiones –tomémoslo de ese modo- del gobierno de Macri, hay en esta posible compra una clara demostración de falta de visión estratégica en lo que hace a la utilidad del equipamiento y un renunciamiento político a revitalizar realmente el área. Esto podríamos enmarcarlo en lo que alguna vez Menem había prometido a las FFAA tras haber involucrado al país en la guerra del Golfo Pérsico en 1991 y jamás cumplió.

El listado filtrado revelaría la adquisición para el ejército argentino de varios vehículos blindados ligeros tácticos, unos cuantos helicópteros artillados “Cobra AH-1”, algunos  “Chinook” que Argentina disponía y uso en la guerra de Malvinas en 1982; una docena de helicópteros “BlackHowk UH-60”  (tal vez, la mejor pieza del lote); unos cuantos helicópteros “Bell 412” para observación; dos aviones “Cessna 208 Grand Caravax”, unos 24 aviones a hélice TEXAN T-6 (que reemplazarían a los PUCARA), dos “ORION” para la Armada y una docena de reactores F-16 que pueden considerarse como lo más inteligente de lo adquirido.

En lo atinente a la marina, solo se habría comprado para su fuerza de infantería unos 24 vehículos de transporte anfibio “AAVR-7A1”  relegando con ello las tratativas de compra de los vehículos anfibios chinos “ZBD-97”  que eran también materia de serias preocupaciones para Londres.
EB 707-Condor-FACH

Si bien el material adquirido le daría oxigeno a las deterioradas fuerzas argentinas, existen claros indicios que el equipamiento que se adquirió tiene otros propósitos más dirigidos a beneficiar a los intereses del Pentágono que los de propender a la defensa de los intereses argentinos. Incluso ello, no termina con el largo y más complejo problema de una operatividad real para desplegarse ante una amenaza real, que pareciera no ser advertida por los analistas estratégicos de la Casa Rosada. (http://www.infodefensa.com/latam/2017/02/13/opinion-sustentablesi-argentina.php )

En estas particulares observaciones se ha concluido que la amplia variedad de helicópteros adquiridos y los particulares aviones a hélice artillados que  -en parte- ha entregado Washington, apuntan más bien a tareas de lucha contra el narcotráfico en zonas selváticas del norte argentino y posiblemente, contra grupos guerrilleros que incursionan por el norte. Con ello, se puede concluir que el resto del material que se le ha entregado o entregaría a Buenos Aires se podría decir que es meramente simbólico; y ello en atención a la real situación de las fuerzas armadas vecinas.


Si pensamos que la FACH chilena dispone de tres grupos de aviación con aviones F-16M compuestos por unos veinte aparatos repartidos a lo largo de su territorio (que coordina tareas con la RAF) y una dotación de aviones EB-707 “Cóndor”  de guerra electrónica (con tecnología israelí) como tiene también Brasil, queda muy claro que Argentina se halla muy atrás en lo que hace a la tecnología militar de sus vecinos por lo que las críticas que se han escuchado son cuando menos baladí.

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