domingo, 10 de junio de 2018

EN LA MIRA



“NACIONALISMO VS
MACRISMO”

Hay posibilidades de que surja un movimiento nacional que contenga los planes Atlantistas que se ocultan detrás del gobierno de Macri?


Por Charles H. Slim
El mundo se convulsiona y la Argentina no va a ser la excepción, aunque el egocentrismo argento crea que es a la inversa. Las medidas agresivas tanto militares, comerciales como económicas de Trump han levantado olas que reverberan hasta el último rincón del planeta[1]. Quien no estaba preparado para saltarlas lo único que pudo hacer fue cerrar los ojos y aguantar la respiración con riesgo de morir ahogado en esta tormenta perfecta que sin lugar a dudas ha sido creada, para manipular las condiciones políticas, sociales y del mercado internacional.

Sobre estas circunstancias no hay que olvidar cual es el trasfondo que existe detrás de las políticas de Trump, signadas por poderes fácticos político financieros basados en los influyentes lobbies pro-israelíes que dictan en último término la política exterior de EEUU[2]. La convulsa realidad en Venezuela, los misteriosos alzamientos en Nicaragua, el desembarco de la OTAN en Colombia con miras a extenderse en el continente y el masivo despliegue de la 4º Flota estadounidense en el Atlántico sur ponen el contexto de cómo se va a sacudir la región.

Como decíamos Argentina no va a ser la excepción. El gobierno neoliberal ecléctico y pro-sionista de Mauricio Macri pese a bajar a los más bajo de la obsecuencia con los capitales externos, estos no han creído en sus promesas pese, a que tiene una fuerte credencial por “pedigree” empresarial que lo une a estos círculos de banqueros y accionistas que tienen sus centros de operaciones en Wall Street y la banca de Londres. Detrás de esa insulsa y fría expresión, Mauricio Macri representa la unión de todas las contradicciones de un país que ha llegado al límite de sus expectativas como nación, víctima en parte de su propia desidia colectiva que durante décadas se dejó llevar de las pestañas por los engaños de políticos arribistas y transas que cambian de camiseta política como cualquier simple mercenario. Hoy el país pende de un delgado cordel y se debate entre retomar la soberanía política (con todo lo que ello representa) o acostumbrarse a la ocupación político financiera que en no mucho tiempo degenerará en algo peor.

Consecuencia de ello y de varias medidas gubernamentales, ha comenzado a multiplicarse un sentimiento de nacionalismo que yacía hace bastante, guardado en el arcón de los recuerdos. Y lo ha hecho con una variada gama de expositores y tendencias que lo hace mucho más interesante como propuesta para recuperar la vendida independencia política nacional. En este marco, los socialismos nativos han demostrado una vez más su absoluta funcionalidad con el sistema y siguen siendo solo un cliché de adorno pero nada más.

Cuando llegaron al poder y se plegaron al “Cristinismo”, se cambiaron la camiseta llamándose “progresistas”, un término que a fin de cuentas no dice nada sobre cuáles son los parámetros a los que representan. Cuando en 2015 se cayó todo abandonaron la nave y dieron la espalda a sus “convicciones”. Así tras el fracaso del llamado “populismo” encabezado por los Kirchner, el país cayó en una atomización política tal como si un jarrón de cristal se hubiera estrellado contra el piso rompiéndose en miles de pedazos, disolviendo las lealtades que estaban unidas por meros intereses monetarios y prebendarios; así, como ese jarrón quedó lo que se conoce como el “Peronismo”.

A pesar de haber nacido como un movimiento popular nacional, la era menemista de la década de los noventas infesto las bases ideológicas del partido y guardo el cuadro del general Perón y Eva Duarte en los cajones polvorientos de sus sedes partidarias. Fueron horas oscuras para los verdaderos militantes peronistas –si es que en realidad aún existían-   y nunca más se recuperaron. Y si faltaba algo para rematar lo poco que dejo aquel adefesio mutante del “peronismo liberal”, vino el Kirchnerismo que con su pretendido mensaje seudo revolucionario setentista, termino por condenar al descrédito definitivo al peronismo.   

Aquellos (Kirchnerismo) también decían ser una corriente “nacional” pero, la realidad de sus actos mostro poco de eso. Su bizarro proteccionismo económico que debilito aun más la famélica industria nacional[3], conjugado con un delirante y poco claro horizonte político  (tras el abandono del Consenso de Washington) sin comprometerse a construir lazos serios con Rusia y China, que hizo énfasis en desarmar al país ante las amenazas internacionales más complejas, termino por hundir al estado en una ciénaga de desconcierto de cara a los grandes problemas internacionales que un estado debe afrontar. Con ello queremos decir que políticas demagógicas como fue regalar dinero (a todos y todas), cargos políticos y subsidios sin el menor control para juntar votos, no le hizo un bien al país, incluso mucho menos a la banda de avivados que usufructuaron de todo ese festival de dádivas sin contraprestación  alguna y menos aún al estado como nación.  

Hoy por hoy se ven las consecuencias de todo aquello. El país se halla en una situación financiera calamitosa que se está trasladando paulatinamente a la economía domestica, sumado a que ello propicio el regreso a pedir al FMI fondos para respaldar las inversiones extranjeras. Sumado a esto, la situación endémica de indefensión ha quedado más que patente con la dantesca desaparición del submarino “ARA San Juan” que a su vez ayudo a despejar dudas sobre la subalternidad de Buenos Aires con Londres, sirvió para reavivir los sentimientos de nacionalidad. Es que en éste último tema ¿Quién puede dar una explicación a los familiares, a los ciudadanos en general de lo sucedido si no es el mismo estado?  Y de encontrarse con la respuesta más dura (y más probable) como sería “un acto de guerra de Gran Bretaña” ¿Qué es lo que puede hacer Argentina como estado?

En estas circunstancias han aparecido propuestas anti sistémicas muy interesantes para cubrir ese déficit de proyectos integrales y de políticas concretas que los partidos clásicos –incluyendo a los de la izquierda- no han sabido articular. Así vemos como hay quienes proponen una refundación del estado con una “segunda república”[4] que asemeja a las mutaciones ocurridas durante el siglo XIX en la vida política francesa hasta aquellos que parecen más orientados a generar una revolución (en un sentido duro y claro) que abarque todos los espectros de la vida política, económica y cultural de la nación. Ambos sectores con la conciencia de que el imperialismo anglosajón y el sionismo son los verdaderos enemigos de la soberanía política, económica y cultural de la república y toda la región.   

En éste último caso ha surgido del periodismo una nueva figura política que, tras realizar una fuerte denuncia frente a cámaras[5] y haberse tenido que ir del canal para el que trabajaba, se lanzó a formar un frente nacional que por sus consignas pareciera ir directo al nudo de la problemática que afecta a la problemática del  país aglutinando a todas las tendencias de la corriente nacionalista las cuales comparten todos los elementos políticos gravitantes de la actualidad internacional y que  actualmente afectan de norte a sur y este a oeste a la estabilidad de los estados.

Ante todo esto ¿Quién triunfara en la pulseada? 




[1] Incluso ha creado controversia entre los aliados de EEUU que se vieron tras la Cumbre del G-7 en Canadá el 8 de junio pasado.
[2] HISPANTV. “AIPAC, un gobierno virtual que teledirige la política exterior de EEUU”. Por Germán Gorráiz López. Publicado el 16 de abril de 2016. https://www.hispantv.com/noticias/opinion/242023/aipac-politica-exterio-eeuu-oriente-medio-netanyahu-lobby-sionista; GEOPOLITICA.ru. “La fallida cumbre de Singapur y la interferencia Sionista-Atlantista”. Publicado el 5 de mayo de 2018. https://www.geopolitica.ru/es/agenda/la-fallida-cumbre-de-singapur-y-la-interferencia-sionista-atlantista
[3] LA NACION. “La industria, en caída libre: ya van 22 meses”. Por Pablo Fernández BLANCO. Publicado el 26 de junio de 2015. https://www.lanacion.com.ar/1805043-la-industria-en-caida-libre-acumula-22-meses-de-bajas-consecutivas
[4] PSR “Proyecto Segunda República”, es un emprendimiento liderado por el periodista Adrián Salbuchi que contextualiza la realidad de Argentina ante el complejo mundo actual. http://www.proyectosegundarepublica.com.ar/  
[5] Santiago Cúneo es un  periodista argentino que trabajaba en Crónica Tv y que tras haber criticado a Israel por las masacres en Gaza fue denunciado como antisemita y decidió irse de ese canal. Desde ese momento Cúneo tiene su propio programa en internet: https://www.youtube.com/watch?v=vjHgftJmwK0

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