martes, 12 de junio de 2018

VETERANOS DE AYER



“RAFIDAIN”

A quince años de la invasión a Iraq, algunas vivencias de los primeros momentos de la organización de la resistencia nacional


Por Horace Husseini
Corría 2004 y hacía ya un año que los EEUU y los británicos habían invadido Iraq. Las cosas estaban muy mal por aquel entonces y lejos estaban de la realidad lo que los medios occidentales mostraban sobre lo que ocurría allí. 
Mientras los invasores se acomodaban en Bagdad, en las mezquitas del centro se organizaban los ciudadanos para resistir y poner en marcha lo que en árabe se denomina como la Moqawama o la resistencia. Saddam y su gente se habían evaporado pero muchos de los comandantes de los Fedayin que ahora vestían de civil, se ponían a la cabeza de la organización para defender a la población y combatir a los ocupantes.

Entre los convocados para organizar una resistencia armada y política se encontraban varios ex agentes de las mutkhabarat de Saddam o agencias de inteligencia del Partido Baas, quienes advirtieron de inmediato que los planes estarían con seguridad infiltrados por traidores y espías al servicio de EEUU y de Gran Bretaña. Y no se equivocaron, cuando en una reunión que se habían convocado casi un centenar de iraquíes dentro de una residencia en el barrio de Amarah en Bagdad, fue repentinamente abortada por una redada de las fuerzas estadounidenses, que termino arrestando a la mayoría de los presentes. Un traidor por unos cientos de dólares aviso de la reunión.

Los grupos de tareas al servicio de los estadounidenses y los escuadrones de la muerte de la CIA, estaban haciendo desaparecer a todos los representantes y jefes del partido Baas. Incluso varias familias fueron sacadas de sus casas en medio de la noche para ser subidas a camiones y no volverse a saber más nada de ellas quedando sus casas como mudos testigos de aquella aterradora experiencia.  No había dudas de que el enemigo estaba desde hacia tiempo infiltrado entre los mismos iraquíes y había comenzado a operar y era imperioso actuar con cautela.

Muchos de los jefes de los primeros grupos de la resistencia tomaron nota y uno de ellos fue el mayor Ali H. quien había sido el secretario del jefe de inteligencia de la Guardia Republicana quien para esos momentos se hallaba desaparecido. Con treinta y dos años tan solo había aprendido mucho de los trucos de la profesión y en su puesto había visto como operaban las agencias enemigas como la CIA y el Mossad israelí, ésta última con siete fallidos intentos de asesinato contra el presidente Saddam Hussein.

Como suele suceder en esto, Ali H. no pertenecía a una familia renombrada o influyente y por ello no pudo llegar al rango de oficial de más gradación, pero si demostró una gran capacidad de análisis de la información que fue infravalorada o apropiada por sus superiores. Cuando desapareció el ejército y la Guardia Republicana paso literalmente a la clandestinidad, Ali no lo dudó y dejo a su familia para organizar una de las brigadas de los “Mujaidines” (soldados santos) que operarían entre la provincia de Bagdad y Salajedin. 

Consciente de la situación existente y de los peligros que ella representaba, tomo todos los recaudos para que los invasores siempre estuvieran un paso atrás e incluso para despistarlos por el camino incorrecto gracias a sus tácticas de engaño. Una de sus primeras operaciones fue la de minar los puentes de acceso a Bagdad, logrando destruir a dos tanques enemigos de un convoy que se dirigía a la base de “Campo Libertad”.  Pese a que el golpe resulto exitoso y demoledor para la moral de los norteamericanos advirtió que los medios informativos occidentales ignoraban el resultado de las acciones de la resistencia, sumado también a la cacería de periodistas y el cierre de medios iraquíes que habían seguido trasmitiendo  desde el norte contra la ocupación. Fue así que Ali H. y otros impulsores de la resistencia pusieron a prueba una táctica informativa propia y que estaría con ellos en cada una de sus operaciones: El video.

Los estadounidenses podían controlar las emisiones de TV, radio y todas las comunicaciones telefónicas entrantes y salientes del país, por ello, hicieron un uso muy fructífero del internet que, pese a la continua vigilancia que realizaban los especialistas militares de inteligencia cibernética y la CIA, la resistencia pudo colar cientos o tal vez miles de informes de sus acciones con videos explícitos sobre el daño que le estaban causando a los invasores. Pese al pesimismo de algunos miembros del Comité político, la táctica fue un éxito y así el mundo pudo saber que Iraq no había recibido a los estadounidenses y a los británicos con aplausos y flores como pretendieron pintarlo los medios como CNN, FOX, la BBC y la NBC entre muchos otros, y menos aún que iban a tolerar pasivamente su presencia.
agentes de la CIA y un prisionero para torturas

En cada acción que se lanzaba contra los objetivos invasores, había uno o dos hombres armados con video filmadoras que acompañando a los combatientes,  tenían la misión de captar el desarrollo y conclusión de una operación. De ese modo, los videos pasaron a ser un arma fundamental para la resistencia nacional iraquí que ayudo a allanar el camino a las nuevas tácticas de propaganda e información en medio de un escenario urbano que devendría en una guerra sucia. Para ese entonces grupos como “Ansar Al Sunna” (Espada de la tradición), las “Brigadas Revolucionarias 1920”, el “Ejército Islámico de Iraq”, el “Ejército Nakshaiabandi”  (Ejército de los hombres rectos) entre muchos otros, difundían por el ciberespacio el curso de sus operaciones.  
Un tiempo más tarde los grupos chiitas de Moqtadar Al Sadr editarían sus propios informes de sus acciones con las filmaciones tomadas por sus hombres.

Uno de los primeros sitios virtuales dedicados a denunciar la ocupación y publicar las brutalidades que se estaban cometiendo y obviamente las acciones de la resistencia fue  www.albasrah.net  que estaba dirigido por el académico Mahmmud Abu Nasr. Para abril de 2006 la página comenzó a mermar sus contenidos y ya no publicaba acciones de la resistencia. De los administradores del sitio y sus colaboradores no supo más nada. Según algunas fuentes, los administradores habían sido capturados por la CIA o simplemente fueron asesinados manteniendo en actividad la página para fines de contrainteligencia. 

Sobre esto mismo y casi inmediatamente a las primeras acciones los estadounidenses y sus agencias de inteligencia pusieron a rodar embustes bien elaborados para crear discordias entre los chiitas y sunitas tendientes a quebrar a la resistencia que la Autoridad Provisional conducida por Paul Bremer y los medios calificaban como “insurgencia”.


Fueron muchos los grupos que se armaron para resistir a la ocupación y muchos de ellos perecieron en acción y otros supervivieron cambiando sus denominaciones y realizando alianzas de conveniencia para operar en diferentes jurisdicciones. Nunca hubo diferencias entre chiitas, sunitas y cristianos (como querían mostrar los ocupantes a través de sus informaciones). 

Incluso para cuando los ocupantes habían logrado cooptar a ciertos sectores chiitas en Bagdad, colocando a elementos colaboracionistas en especial los de la secta pro iraní “Badr” y el partido también pro iraní “Dawa”, la mayoría de los chiitas y en especial los que seguían al clérigo Moqtadar Al Sadr decidieron luchar contra la ocupación y ese gobierno colaboracionista.  Otro ejemplo fue el “Ejército Islámico de Iraq” que tenía en su mayoría de componentes a ex miembros chiitas y sunitas del partido quienes tras haber dejado las armas actualmente participan en la política de un Iraq destruido por la corrupción y la violencia. 

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