domingo, 9 de agosto de 2020

 

“EL TOQUE LETAL”

La explosión de un depósito de agroquímicos en el puerto de Beirut poco o nada tiene de accidental ¿Quiénes y cómo pudieron ejecutar este atentado terrorista?

Por Charles H. Slim & Yossi Tevi

Era una tarde soleada en Beirut y pese a las dificultades socio económicas que el país de los cedros viene sufriendo desde inicios del año, los habitantes acostumbrados a sufrir tribulaciones mucho más terribles y extremas estaban por experimentar un nuevo y sorpresivo episodio de terror rodeado de muchas sospechas.  El 4 de agosto siendo las 6:00hs de la tarde, se escucha una explosión que provino de la zona portuaria. Rápidamente la advirtieron, muchos libaneses levantaron sus teléfonos celulares y desde diversos sectores de la ciudad pudieron captar una primera explosión en proceso para unos segundos después ser testigos de una segunda y más terrible detonación proveniente de unos almacenes cercanos. El resultado 154 muertos, decenas de desaparecidos y 5000 heridos. Tan poderosa fue aquella explosión que además de escucharse en la isla de Chipre, formó un gigantesco hongo similar a la de una bomba atómica.

¿Puede usted creerse que esta explosión se haya producido por la detonación de fuegos artificiales sobre el nitrato de amoniaco? O por el cigarrillo tirado por algún operario descuidado. Ciertamente no lo creo ¿Por qué no pudo más bien ser una nueva arma nuclear táctica?

Tan pronto se disipo el humo y el polvo, el gobierno apunto las responsabilidades por el mal acopio de nitrato de amonio (una sal inodora de uso agrario) que había sido confiscada en 2013 a un buque georgiano que tenía destino a Mozambique. Pero pese a que tratan de acusar las causas al depósito deficiente de este material químico (que también sirve para confeccionar explosivos), no explica qué y cómo fue la ignición para que ello ocurriera. Es decir, más allá de que estuviera muy mal acomodado o incluso expuesto a altas temperaturas, se requiere de una fuente de ignición muy potente para que detone.

A pesar de que el gobierno de Michel Aoun en un comienzo no quiso hacer suposiciones de las probables causas, con el paso de las horas y basado en elementos que habían quedado expuestos tras la explosión, no dudo en tener en cuenta la posible intervención extranjera en esta tragedia. Ciertamente las circunstancias históricas contemporáneas y políticas de la región llevan a varias hipótesis en ese sentido.

El Líbano ya venía pasando por momentos tensos tanto dentro de su política interna como con uno de sus más peligrosos vecinos, Israel. Una situación de crisis económica endémica que parece llevar al colapso al país que en alguna época, su capital Beirut fue considerada como la “París del Medio Oriente”, hoy transita por la cornisa de la inestabilidad institucional y quiebra financiera, algo muy auspicioso para Tel Aviv y para los lobies sionistas en Washington que han estado trabajando por años por anexarla al proyecto sionista del “Gran Eretz”.

Las acciones solapadas y los intentos por desestabilizar al país nunca se detuvieron. El año pasado, Drones israelíes invadieron el espacio aéreo libanes para incursionar en el sur de Beirut con intensiones de atacar las oficinas de Hezbola en la ciudad, que de no haber sido descubiertos y anulados, habrían causado alguna masacre que los medios presentarían otro “misterioso ataque terrorista”. 

Pero más allá de los sofisticados medios con los que cuenta Tel Aviv (y que utiliza el Mossad), los motivos para agredir al Líbano son básicamente dos: Un eminente interés territorial y su obsesión por destruir a Hezbolá. Desde hace años viene trabajando en este último sentido. Sus fracasos por ocupar militarmente el Líbano en 1978 y 1982, llevo a que pasara a operar indirectamente mediante acciones encubiertas ejecutadas por el Mossad y su inteligencia militar.

Aprovechando las internas políticas nacidas tras la guerra civil y claramente con el propósito de crear discordias entre las comunidades que conviven en el Líbano, los israelíes han estado tratando de quebrar esa convivencia que persiste entre musulmanes sunitas, chiitas y cristianos. Fue así como el 14 de febrero de 2005 es asesinado en un brutal atentado el ex primer ministro libanes  Rafiq Hariri, hecho que a posterior y con mucha persistencia se intento enculpar a Hezbola con la creación de un Tribunal especial altamente cuestionable por los actores que lo componen y lo financian. Aquí también se aseguró que hubo una camioneta bomba que detono al paso del automóvil que trasladaba a Hariri pero algunas fuentes que investigaron a fondo el hecho, han referido que ello se argumento para más bien, encubrir (además de las implicancias políticas)[1] los rastros dejados por el uso de un sofisticado misil guiado lanzado a larga distancia[2].

Desde que el Movimiento de la resistencia Islámica “Hezbola”  en mayo del 2000 recuperó la franja del sur del Líbano ocupada por los israelíes (con la cooperación del ESL[3]) tras su última invasión en 1982, las tensiones entre Israel y el Líbano se mantuvieron intermitentes. Los esfuerzos mediáticos  por crear controversias y malestar contra el movimiento chiita se extendieron a occidente, desplegando un relato intoxicado y haciendo afirmaciones que jamás se han comprobado.

Por supuesto, esos mismos medios que se encargan de calumiar a la resistencia islámica nunca reparan en la conducta de Israel. Acciones de infiltración, sabotajes y espionaje de los israelíes dentro del Líbano y las devoluciones de parte de los combatientes chiitas fueron las constantes hasta que en Julio de 2006, el Primer Ministro Ehud Olmert y su gabinete en represalia por la captura de algunos soldados en la frontera y el fracaso por rescatarlos lanzaron una desproporcionada (y costosa) operación militar denominada Operación Recompensa Justa que pretendió destruir a la resistencia chiita, recuperar la franja del sur del Líbano e incluso llegar a Beirut.

Los excesos en el uso de la fuerza israelí quedo en evidencia y las imágenes de los efectos de sus impiadosos bombardeos sobre edificios civiles, hospitales, hogares  y centros de comunicaciones (en especial contra “AL MANAR”[4]) dieron vuelta al mundo. Entre los muertos por esta bestial represalia israelí se contaron cuatro observadores de la ONU[5], una prueba más del desprecio por la legalidad internacional.

Quedaba claro que Israel perdería esta guerra en lo militar y lo peor, ante la opinión pública lo que arrastraría a la desgracia política de Olmert y todo su gabinete (en especial su Ministro de Defensa Amir Peretz y el Comandante de las FDI Dan Halutz). La única que saco ventajas de este desastre seria su Ministra de Relaciones Exteriores Zipi Livni[6] quien tras salir indemne de las investigaciones de la Comisión Winograd saltaría a otra formación política.

Precisamente, de estas investigaciones administrativas se evidenciaron graves fallos en la inteligencia, la logística y cadena de mando de las FDI que intentaron justificar el fracaso.

Hezbolá, una milicia chiita fuertemente disciplinada y pertrechada con armamento convencional, había humillado una vez más y de forma indescriptible al cuarto ejército más poderoso del mundo y el más tecnificado del Oriente Medio. Estaba claro que Tel Aviv buscaría su revancha desde las sombras.

No era la primera vez que Tel Aviv era escarmentado por tratar de apearse en el Líbano. En 1997 a comienzos del mes de septiembre en horas de la madrugada un grupo de diesciseis comandos israelíes desembarcaron sigilosamente en las cosas de Ansariyah a unos quince kilómetros de la ciudad portuaria de Sidón. Su objetivo era vengarse de un ataque en Jerusalen secuestrando a un comandante chiita de la milicia “AMAL” (Esperanza) y destruyendo su campamento base. Pero Hezbolá logro obtener  detalles de inteligencia sobre los planes y junto a milicianos de “AMAL” y del ejército nacional libanes emboscaron a los asaltantes. El desenlace fue un desastre para los intrusos, once comandos muertos y la perdida de todo el equipo dejo a Tel Aviv en el desconcierto y la frustración.  Una vez más, el Líbano le devolvía el golpe a Israel.

Hace unas semanas atrás los movimientos militares israelíes en la frontera sur del país comenzó a preocupar al gobierno libanes  que aún mantiene un ejército muy inferior a las FDI. Pese a ello, Naciones Unidas poco ha hecho por advertir de estos actos agresivos, aunque también hay que dejar en claro que Tel Aviv ha demostrado lo poco que respeta al organismo internacional. Pero Tel Aviv cuenta con otros recursos tecnológicos de última generación (incluyendo armas nucleares) para llevar adelante golpes casí inadvertibles contra otro estado.

No hay dudas que la intensión de los sionistas con lo ocurrido en Beirut, es tratar de responsabilizar a Hezbola alegando que lo que exploto fue un zulo de explosivos o de sus misiles tierra-tierra proveidos por Irán.

Según se pudo comprobar de algunas placas fotográficas obtenidas por transeúntes ocasionales de antes de que se produjera la explosión del depósito de nitrato de amonio, se puede ver un objeto alargado que cae desde el cielo a gran velocidad  imperciptible a simple vista pero que fue captado en varios fotogramas. Según la fuente que ventilo estas fotos, los análisis arrojaron que las mismas no estaban trucadas y que por el contrario, evidenciaban la silueta de un misil aire-tierra similar al “Delilah” –usado en contra de Siria en enero 2020- necesariamente lanzado desde un avión F-16. Las posibilidades de ello son altísimas dado que es sabido que los aviones israelíes suelen invadir constantemente el cielo libanes para realizar ataques de similar tipo contra Damasco.

Y si si eso no fuera suficiente, éste misil en particular tiene la capacidad de albergar una cabeza táctica nuclear especial lo suficientemente poderosa como para producir la explosión vista. Incluso es posible que se haya usado uno mucho más pequeño (con nano partículas de Uranio empobrecido) y lanzado desde un Dron situado a gran altura e imposible de ser detectado por los radares libaneses. Sumado a esto, Jeff Smith de la OIEA confirmo la presencia de radioactividad que se detecto en el área de la explosión. Entre las capacidades de este misil esta la de llevar una cabeza nuclear táctica lo que explicaría el hongo y la potencia de la explosión, muy similar a las que se vieron unos años atrás en Yemen. De corroborarse esto, Israel ha sumado a su larga lista de crímenes impunes, uno de los más cruentos y traicioneros a los que se encuentra muy acostumbrado a causar ¿Habrá investigación exhaustiva sobre este brutal crimen de lesa humanidad?

 

 

 

 

 



[1] Las implicancias del gobierno Alemán de Ángela Merkel y de personajes intrigantes como Detlev Mehlis en los asuntos del Líbano quedaron bien expuestos en este crimen.

[2] Red Voltaire.org. “Revelaciones sobre el asesinato de Rafik Hariri”, Terry Meyssan, 29 de noviembre de 2010, https://www.voltairenet.org/article167579.html;  “Israel destruye Beirut-Este con un ‎arma nueva” por Thierry Meyssan, 7 de agosto 2020, https://www.voltairenet.org/article210674.html

[3] Ejército del Sur del Líbano fue una milicia de mercenarios cristianos libaneses pagados y pertrechados por Israel para tratar de controlar políticamente al Líbano. Estos junto a otros grupos siguen siendo activos al servicio de Tel Aviv dentro del Líbano.

[4] Pagina12.com.ar. “Israel ataca Líbano”, 13 de julio 2006, https://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-69862-2006-07-13.html

[5] EL MUNDO.es. “Mueren cuatro observadores de la ONU tras un ataque israelí a uno de sus puestos en el Líbano”, Actualizado miércoles 26/07/2006 11:13, https://www.elmundo.es/elmundo/2006/07/25/internacional/1153861768.html

[6] Ministra de Relaciones Exteriores en el gobierno de Ehud Olmert https://www.cidob.org/biografias_lideres_politicos/asia/israel/tzipi_livni

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