martes, 27 de septiembre de 2022

 

“EL ASUNTO CHINO”

A pesar de que la OTAN trata de disimular la cruda realidad de lo que están pagando sus fuerzas en Ucrania, redobla la apuesta y bajo la dirección de EEUU busca un choque con China en el Mar Meridional ¿Movimiento estratégico o estupidez táctica?

Por Charles H. Slim

Aunque muchos, incluidos los políticos de muchos de los gobiernos europeos no lo vean o no quieran aceptarlo, EEUU los está empujando de forma disimulada pero sin pausa hacia una guerra total que tendrá como campo de batalla a toda Asia y claro, a Europa, que tendrá como frontales rivales a Rusia y a China.

Una vez más, el argumento falaz de “la lucha de la democracia contra la autocracia” llena las editoriales de los medios occidentales en un intento vano por ir justificando una guerra más amplia. En realidad, es una estrategia desesperada para que sobreviva la OTAN que como puede verse en los medios occidentales, pasa inadvertida y de ella no se dice nada en cuanto a su responsabilidad por lo que sucede en Ucrania.

Pero la miopía de los gobernantes de la UE y en particular de algunos de los más importantes de sus miembros ya debería estar preocupando a sus ciudadanos de a pie quienes recién comienzan a sufrir por la carestía y el desabastecimiento de muchos productos y servicios que no están disponibles por el simple hecho de haber seguido las jugarretas de los estadounidenses contra Rusia.

Sumado a esto, la disminución del agua potable en toda Europa refleja una situación que puede llevar a una crisis que los europeos jamás se imaginaron. Un informe de julio de 2022 del European Drought Observatory puso en evidencia que existe en curso un período de sequía que afecta a todo el continente incluyendo a las islas británicas con lo cual, ello podría influir en las decisiones gubernamentales tendientes a ir a regiones fuera de sus países para hacerse por la fuerza de las fuentes de agua ¿Qué creen que eso desatara?

Entre tanto el corte de suministro de gas ruso, autoimpuesto por los gobiernos de Alemania, Francia, Italia, Reino Unido entre los más destacados esta causando un verdadero suplicio para sus industrias y la provisión de energía doméstica, una medida que acusa una precaria alternativa que ya comienza a visualizarse con la inesperada e inimaginable utilización de primitivas fuentes de calor que nos remontan al siglo XIX con lo cual no se puede decir otra cosa que: Vaya estupidez!

Ahora parece que esta tara no terminara allí. Tal como lo viene presionando desde el Departamento de Estado norteamericano y obviamente desde la Secretaría de la OTAN en Bruselas, China debe ser cercada para evitar que su expansión comercial siga creciendo hacia los mercados occidentales y en particular en Latinoamérica. Sin dudarlo los gobiernos de estos países europeos parecen -una vez más- alinearse por la derecha sin discusiones ni ponderaciones, despreciando las consecuencias que ello traerá para la precaria estabilidad internacional, el comercio bilateral y el tránsito de rutas entre los países con la potencia asiática. Todo se resumirá a una breve frase “si lo dice Washington, no se discute”.

Pero este recorte no tiene los mismos fundamentos en cada caso. El caso de Alemania hay una conjugación de subalternidad política hacia EEUU (rusofoba) con un fanatismo contra las energías no renovables proveniente de los representantes del partido Verde que dan por resultado una abstinencia en el uso del gas y petróleo ruso.  Esto obviamente es funcional a Washington y a Bruselas quienes no satisfechos con esto, al parecer estarían especulando aprovechar el momento y mientras mantienen distraída a la opinión pública con Ucrania, para dar un zarpazo en el Mar Meridional.

¿Por qué estarían especulando esto? La situación en Ucrania parece ser el principal incentivo para que AUKUS y el QUAD, dos operativos tácticos bajo las órdenes de Washington operen con mayor agresividad sobre las aguas chinas. Mientras los medios concentrados centran su propaganda sobre lo que ocurre en Ucrania, la mano anglosajona se mueve sigilosamente hacia el sureste asiático. China es el próximo en los planes de la OTAN y eso debería preocupar todos. No hay dudas que la industria armamentística estadounidense está cebada y busca mayores ganancias y para ello, que maravilloso sería una confrontación “tercerizada” con China bajo la excusa de defender a la isla de Taiwán.

Xi Jinping y todo su staff saben que EEUU sus aliados tratan de crear un incidente para que China tire por la borda todas estas décadas de crecimiento tanto en lo interno como en lo exterior. La visita de Nancy Pelosi fue un intento y por poco estuvieron por darle una justificación a EEUU.

La semana pasada el presidente chino junto a la Comisión Militar Central en una intervención en un seminario sobre Defensa lanzó el llamado para prepararse para la guerra y razones para ello no faltan. Las incursiones de Drones de reconocimiento estadounidenses sobre la zona adyacente al continente y las maniobras navales en toda la zona, ha dejado muy claro que Washington esta buscando crear una situación. Con esto en vista esta muy claro que el mandatario chino y su gobierno lejos están de sufrir de paranoia o (como dicen algunos medios occidentales) arrogancia. La pregunta que muchos seguimos haciéndonos es ¿Dónde está Naciones Unidas haciendo observar el Capítulo VII de la Carta orgánica?

Pero la posibilidad de pretender semejante plan debe tener en consideración algunas cuestiones de la realidad. La primera de ellas es la capacidad y cantidad de unidades que compone a la armada china que supera en número a la de los EEUU. No es por casualidad que el Pentágono la tiene clasificada como la Armada más grande del mundo. Obviamente y haciendo ciertas observaciones técnicas, pese a esta superioridad los chinos todavía no cuentan con el avance tecnológico en sus unidades y la doctrina naval para superar a la marina estadounidense o al menos así es para algunos expertos. Igualmente, los norteamericanos no irán al frente ante una posible acción y es allí donde sus socios tercerizaran en las operaciones.  

Decimos tercerizada por el simple motivo de que EEUU, tal como lo hizo durante los últimos treinta años (usando coaliciones) y hoy está haciendo en Ucrania (con una confederación de mercenarios) pondrá al frente de las principales acciones a sus socios o a quienes se presten para la aventura siendo AUKUS y el QUAD sus directores estratégicos. Una vez más debo decir que esto no es nada nuevo en el proceder de Washington pero el oponente que pretende provocar no es poca cosa y es muy posible que ante estos planes se produzcan alguna desavenencias dentro de estas alianzas estratégicas, en  especial en el QUAD en la cual la India, tiene participación y que, considerando las conclusiones que se obtuvieron la cumbre de Samarcanda, Narendra Modi y su gobierno no tienen interés en embarcarse en aventuras que (además de ajenas) puedan dañar su economía y las relaciones comerciales con su vecino.

Esta perspectiva esta demostrando el total desinterés por la paz y lo peor, por las consecuencias humanitarias que la extensión de la guerra traería a millones de habitantes ya no de Asia y Europa sino de todo el globo. Es una clara evidencia de la demencialidad y la hipocresía que se escudan detrás de los discursos de Joe Biden y sus acólitos europeos que bien se puede graficar tendiendo una mano con la palma abierta en señal de concordia mientras la otra mano detrás de su espalda sujeta con firmeza un puñal. Nada nuevo en la política exterior de los EEUU y de su socio más estrecho, el Reino Unido.

Pero los asesores de Biden y el partido de la guerra que conforman los neoconservadores más recalcitrantes no están ponderando algunos riesgos que dan por descontados. Sacando a la misma potencialidad de China (incluyendo la nuclear) para contra restar cualquier provocación hay un actor regional que podría ser más impredecible y perjudicial de lo esperado. Se trata de Corea del Norte que viene con mucho éxito desarrollando nuevos misiles balísticos de largo alcance que muy bien pueden dar fuertes dolores de cabeza a los aliados en particular a los vinculados con “Five Eyes”. 

Pese a la propaganda de los medios concentrados, Piongyang no improvisa. En las últimas pruebas llevadas a cabo el 25 de septiembre, los norcoreanos lanzaron un nuevo misil balístico que paso cerca de Japón que envía señales altas y claras a lo que está sucediendo en toda la región.  Las maniobras de los estadounidenses y sus aliados en torno a los mares orientales no pasan desapercibidas y si bien el gobierno de Corea del Sur es un leal aliado de Washington para contener al norte los ciudadanos de a pie no ven con buenos ojos tener que verse involucrados en una guerra instigada por occidente. Si EEUU está interesado en crear nuevas guerras que las peleen ellos y en su propio territorio.  

 

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