viernes, 26 de mayo de 2023

 

¿OTAP?

Como la OTAN se halla exhausta en sus operaciones en Ucrania, a Biden se le ha ocurrido una magnifica idea ¿Por qué no creamos otra organización militar, pero en el pacífico?

 

Por Dany Smith

Mientras la guerra en Ucrania distrae la vista de la opinión pública mundial y en especial la de los europeos, Washington avanza en sus planes de conformar otro bloque político-militar al estilo OTAN pero en Asia Pacifico (OTAP). Como se puede intuir, lo que menos le interesa a la administración de Joe Biden es la paz.

Estas tratativas que se llevaron a cabo entre el 19 al 21 de mayo en la cumbre del G-7 en Hiroshima, Japón fueron denunciadas por Corea del Norte señalando que EEUU, Corea del sur y Japón buscan crear un organismo militar más amplio que supere a los ya existentes y provocativos operativos AUKUS y el QUAD.

Es importante señalar que si bien son los norcoreanos quienes han denunciado estos planes, el objetivo principal que persigue La Casa Blanca es China. El involucramiento de Seúl y Tokio en la estructuración de una organización militar supraestatal semejante potenciaría la inestabilidad regional e invitaría a una carrera armamentística. Pero más allá de los argumentos sobre la seguridad y el control de las rutas comerciales en el Mar Meridional existe un incentivo más interesante para la administración de Biden. Recordemos que Washington bajo la excusa de “proteger” a la isla de Taiwán y de “contener la influencia china en el Mar Meridional” en el fondo lo que se busca es apropiarse del formidable y estratégico negocio de los semiconductores.

Agregado a esto, en algún sentido también es una extensión geopolítica de las acciones contra Rusia en Ucrania.

La administración demócrata necesita distraer la atención del público de esta nueva estrategia para ampliar el escenario de guerra que ya gestiona en Ucrania. Cuando le comentaba esto a un amigo, al cabo de unos minutos me pregunto ¿Acaso crees que Biden tenga ganas de abrir un frente bélico en el sudeste asiático? Y le respondí con otra pregunta ¿Por qué no?

Le explique que La Casa Blanca aún no ha involucrado oficialmente al estado en la guerra que se desarrolla en Europa del Este pero, eso no significa que no estemos allí. Cuando vi lo que el gobierno federal ha estado fabricando contra el joven filtrador Jack Texeira para desacreditarle ante el jurado, me queda muy claro que una parte de la información que le dejaron a mano, es cierta. Es por eso que los burócratas del gobierno necesitan y por cualquier medio desacreditarlo de costa a costa.

Y sino ¿Por qué la fiscal Rachel S. Rollins expuso al conocimiento público y sin autorización supuestos antecedentes escolares de Texeira para usarlos como un argumento en su contra? Esto es algo que podrías ver muy corrientemente en países con administraciones de justicia altamente corruptas o bajo gobiernos dictatoriales o de estados con esas siniestras “policías secretas” ¿Pero aquí en América? Se supone que es una democracia.

Como sucede con todos los fusibles del Estado profundo, se achicharran para proteger al sistema y eso fue lo que sucedió con Rollins quien hoy ya no está en su cargo y por supuesto, guardará silencio ante cualquier cuestionamiento por este proceder. Eso te lleva a que cualquier escolar de la preparatoria que está siguiendo con atención esto se pregunte ¿Acaso esto sucede de forma excepcional o es una práctica usual del gobierno?

Con estos nuevos planes, Biden debería explicarle al pueblo estadounidense los alcances de estos en Asia-pacifico y claro ¿Cuánto le costara al erario público? A propósito, todavía estamos al borde de un Default y no creo que el pueblo americano tenga ganas de hundirse más profundo en el fango por los jueguitos sucios de los neoconservadores y sus socios que conforman el “parido de la guerra”.

Parece que Biden esta mal asesorado o mal interpreta lo que le susurran. Para ser honesto, nadie podría creer que un mandatario que ocupa el Salón Oval por más viejo que sea, no entienda lo que está haciendo, no lo creo.

Tal vez debería levantar el teléfono o enviar un mensaje de Whatsupp a Kissinger quien con sus recién 100 años cumplidos, encontrara pese a la avanzada edad, un razonamiento (pese a su maléfico uso que le dio) impecable tras décadas de conspirar, para que le dé un panorama de lo que podría costarle a los EEUU estas locuras.

Pero ni Kissinger querría gastar su aliento con el actual mandatario ni Biden estaría dispuesto a escuchar consejos mesurados de un lobo moribundo. Biden parece estar tentado a morder una manzana jugosa y grande y confía que su boca tiene suficiente capacidad para un buen mordisco. Pero no ha calculado que podría abrirla tanto que se acalambre y no pueda sacarse la manzana de su boca o peor aún, se atragante mortalmente.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario