lunes, 16 de octubre de 2023

 

OPERACIÓN VENGANZA

¿Por qué Israel ha ido mucho más allá del simple derecho de defensa y solo busca un castigo colectivo contra los palestinos? Cuando el chacal trata de hacerse pasar por oveja

 

Por Charles H. Slim

El intenso y sistemático bombardeo a la Franja de Gaza ha ido mucho más allá del alegado derecho a la defensa de Israel. Las evidencias están poniendo sobre la mesa la saña y la intencionalidad por castigar al colectivo palestino no tanto por los civiles israelíes asesinados sino más bien por la humillación y el severo golpe asestado por la resistencia a una potencialidad militar sionista que hace tiempo dejo de ser invulnerable.

Lo que vive la población palestina en Gaza no tiene parangón. Se puede graficar como un polígono de tiro humano para los obuses, los aviones y la marina israelí que viene siendo utilizado desde 2008 y que en estos momentos ya es un gigantesco cementerio de civiles.

En Gaza hace mucho tiempo que los bebes y los niños son lisiados o asesinados por Israel y sus familias no han hallado jamás la atención de los medios occidentales y mucho menos de la justicia para cada una de esas almas. También, hace mucho tiempo que los israelíes cortan los suministros y en especial el agua potable a la cual han llegado a envenenarla para tratar de causar más daño y hacer insoportable la vida de los gazatíes.

Para intentar cubrir esto, los medios occidentales han tratado manipular el relato de los hechos, descontextualizando el conflicto e  insertando un fuerte sentimiento de victimismo sobre los israelíes, dejando de lado al mismo tiempo toda esta gigantesca y grotesca masacre que intentan tapar demonizando a los palestinos y en algunos casos con la intención de extender esa visión a todos los musulmanes[1].

Los medios occidentales presentan lo ocurrido el 7 de octubre como algo inédito, como si este grado de violencia no hubiera existido antes. Lo que en realidad tratan de decir es que los ciudadanos israelíes que ocupaban territorios árabes convertidos en Kibutz que habían sido previamente robados, habían sido atacados por “terroristas” palestinos. Una vez más el reduccionismo engañoso salpicado de términos artificiosos buscando modelar un discurso de buenos y malos.

Por el contrario los palestinos conocen en carne propia lo que es ver demolidas sus casas, ser bombardeados con agentes químicos como el fósforo blanco y a golpe de bombas derruidos sus edificios. Para cualquiera que ha visto cada una de las brutales incursiones israelíes que desde 2009 se realizan sobre Gaza, no hay otras palabras que las de terror y dolor, ejecutadas por una estructura estatal muy bien organizada, sustentada y financiada desde EEUU y la Unión Europea con un poder de daño indiscriminado e inhumano.

Tampoco vimos ninguna conmoción en los medios occidentales y obviamente menos en los gobiernos cuando en 2018 los palestinos de Gaza fueron masacrados y muchos otros más fueron lisiados[2] tratando de emprender la llamada “Gran Marcha del retorno”[3] que los mismos ciudadanos palestinos, hombres, mujeres y niños (no Hamas) intentaron llevar adelante para cruzar las cercas electrificadas protegidas por esas mismas fortificaciones con ametralladoras automatizadas que fueron tomadas por el cuello el 7 de octubre pasado.

Para los colonos judíos de los asentamientos cercanos aquellas jornadas fueron un espectáculo de jubilo y recreo pero que obviamente sería ocultado en occidente.

Más allá del fondo y cómo la resistencia palestina logro penetrar las defensas israelíes y hacer todo lo que se ha visto, muchos de los hechos fueron rápidamente alterados y también exagerados como ya lo dijimos, buscando crear un relato propio y único de lo que había sucedido. Uno de esos relatos que habla de la masacre en una fiesta electrónica en un Kibutz en “Reim” próximo a Gaza, se ejemplifica como se puede alterar un relato sacando y agregando ciertos elementos. Según los testimonios de algunos sobrevivientes y que han sido replicados en los medios occidentales con sus propias crónicas intoxicadas, los milicianos palestinos llegaron y comenzaron a disparar indiscriminadamente e incluso violando a muchas mujeres dando cuenta que estaban totalmente indefensos. Pero, de las grabaciones de videos en los celulares de muchos de los asistentes, registraron la presencia de policías y también militares israelíes en esa fiesta quienes tras ser superados fueron eliminados o capturados.

Pero en lo estrictamente político y militar, aún hay muchos huecos sin explicar.

Tel Aviv y tampoco los medios en occidente se han explayado en el asalto de cada una de las instalaciones militares y la cantidad real de los militares capturados sin que lograsen disparar un tiro. Para los comandantes israelíes fue shockeante y no hallan explicación ver como las tripulaciones de los tanques “Merkaba” eran sacados y llevados como prisioneros. Tampoco como un helicóptero de transporte con 50 soldados del FDI que tras aterrizar de emergencia en uno de los Kibutz que había sido tomado por los comandos de “Izzedin Al Qassam” fue destruido sin conocerse el número de bajas y posibles capturados.

Al día de hoy no hay precisiones del número de rehenes y menos aún, de los militares israelíes en manos de la resistencia.

Pero allí no terminan los problemas. En el frente norte, las FDI han recibido duras respuestas de la resistencia islámica que podrían escalar de un momento a otro. Tras el asesinato de los periodistas de “Reuters” y “Al Jazzera” en la frontera libanesa, Hezbolá ha dado duros y puntuales golpes de advertencia contra las unidades militares israelíes.

Todo el gabinete de Netanyahu y en especial el ministro de defensa Yoav Galant se hallan por estas horas bajo una intensa presión por tratar de sobreponerse al golpe de “Hamas” y aunque la aviación, la artillería y las fragatas israelíes han pulverizado una buena parte de Gaza, eso no se ha traducido en que terminen los enfrentamientos. Por el contrario, ello ha servido para masacrar a la población[4] que ha estado tratando de huir por carreteras destruidas por las bombas israelíes y calles bloqueadas por los escombros de los edificios.

Pese a la demolición que aún continúan llevando a cabo las FDI, los comandantes de Netanyahu y su gabinete de extremistas religiosos no pueden dejar de recordar las experiencias de sus amigos estadounidenses en Faluya, Iraq en 2004[5], por lo sufrido por los rusos en Grozny en 1995[6] o incluso para los soviéticos en Stalingrado en 1943[7]. Solo pensar en una porción de las bajas en esos episodios de la historia militar, ya plantea un serio problema de viabilidad que se traduciría en la siguiente pregunta ¿Cuántos hombres estamos dispuestos a perder allí?

EL gobierno de Netanyahu ha quedado entrampado en un dilema muy difícil de resolver. O invade Gaza para cumplir con su electorado sediento de venganza o escucha las voces de la razón que le advierten los peligros de una guerra desgastante y con posibilidades muy ciertas de extenderse a toda la región.

A pesar de la concentración de más de trescientos mil soldados israelíes en torno a la Franja, del apoyo militar de EEUU en las costas del Mediterráneo, cumplido el plazo del ultimátum para que los civiles palestinos salieran de Gaza y a pesar de la superioridad material de cobertura con la que cuentan, hay muchas dudas de lanzar una incursión terrestre ya que los generales israelíes saben que pagaran un duro precio y lo peor de todo, que se traduciría en una guerra de desgaste que los mismos israelíes no soportaran.

 

 

 

 



[1] El asesinato a cuchilladas de un niño de seis años, musulmán de origen palestino en Chicago, pone en evidencia el alcance del veneno sionista https://spanish.almanar.com.lb/836816 

[2] Los francotiradores israelíes disparaban de forma deliberada en los pies y las rodillas de los palestinos usando una munición prohibida que literalmente despedazaba el miembro.

[3] Se trato de un intento popular de los ciudadanos palestinos para que se levantara el bloqueo asfixiante que mantenía Israel desde hacia años. https://www.amnesty.org/es/latest/campaigns/2018/10/gaza-great-march-of-return/

[4] Una Comisión de Naciones Unidas determino que  el bloqueo de agua, alimentos y medicinas más los bombardeos israelíes sobre Gaza constituyen crímenes de guerra https://sputniknews.lat/20231016/comision-de-la-onu-determina-que-ataques-israelies-contra-gaza-son-crimenes-de-guerra-1144812174.html  

[5] Diario de la Resistencia Iraquí, abril de 2004,  https://www.nodo50.org/csca/agenda2004/resistencia/diario_abril-04.html

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