LA GUERRA DEL ESTRECHO
¿Por qué es una pésima idea escalar el conflicto contra Yemen en el Mar
Rojo? Cuando ni la razón ni la moral asisten a Washington y a sus aliados
Por
Charles H. Slim
Todo sea por el bien de Israel! ... claman rabiosos los sionistas en
Washington D.C., pero ¿Hasta dónde y a qué precio? Entre el 22 y el 23 de enero
serán uno de esos momentos que los burócratas de la administración
norteamericana querrán olvidar y es que ese día una flota de destructores que
escoltaban dos buques de carga estadounidenses que pretendían cruzar por el
estrecho de Bab Al Mandeb se convirtió en uno de los escenarios que ningún
almirante ni asesor del Pentágono creyó que podía ver.
Por las
radios de los puentes de cada una de las unidades estadounidenses sonaron las
advertencias de los vigilantes costeros yemeníes emplazando a los buques de
carga y sus custodios a dar la vuelta o atenerse a las consecuencias. Es muy
probable y que haciendo honor al típico carácter arrogante del americano,
aquello haya arrancado alguna carcajada de la oficialidad de los puentes hasta
que vieron a lo que se enfrentaban.
La
respuesta a esa arrogancia fue rápida y certera. Misiles balísticos que los
Huties calificaron como “navales apropiados” fueron lanzados contra las
fragatas estadounidenses que custodiaban al buque OCEAN JAZZ contratado por
Washington, en momentos que pretendía ingresar a las aguas del Golfo de Adén. El
intercambio de fuego fue sin precedentes digno de un documental bélico. Según
el mando de la resistencia yemení, tuvieron éxito en impactar sobre el buque en
cuestión e incluso causando daños en una de las fragatas estadounidenses.
Inmediatamente el NAVCENT desmintió furiosamente esta versión.
El solo
hecho de que una batería de misiles haya partido desde sus lanzaderas ya
representa una demostración de audacia y poder ante los sistemas de alerta
temprana y sofisticados software de guerra electrónica de los buques estadounidenses
salvo que...los misiles “apropiados” sean de nueva generación y ello signifique
a su vez muy difíciles de interceptar.
Sin dudas
que quienes mejor sabrán informar sobre las características de estos misiles
son los oficiales de los buques que formaron parte de la escaramuza naval. Incluso
más. Fuentes anónimas de la Inteligencia Naval habrían reportado que el nivel
de peligro para el grupo de tareas es tan alto que simplemente bastó decir; “Washington,
We have a serious problems”.
Como fuera
que haya sido, La Casa Blanca había creído que con los bombardeos sobre Saná y
algunas bases de “Ansar Allah” iban a moderar a los yemeníes. Error estratégico
de Biden, uno más en lo que va de su presidencia. Siguiendo esta lógica el
gobierno británico se aventuro a seguir ciegamente a los estadounidenses y
ahora comprueban para su desagrado y consternación que las cosas son más
difíciles que lo especulado. Ante semejante impotencia y como era de esperar
Biden implemento su primera batería de sanciones administrativas contra “Ansar
Allah” promulgando la Orden Ejecutiva 13224 que la declara “Terrorista Global”
¿Qué pretende esta medida? Estigmatizar a los Huties y a los yemeníes en
general para que los demás estados, organizaciones o particulares que tienen
relaciones de cualquier clase y/o realizan transacciones se alejen de ellos
como si tuvieran la peste.
Tal vez
esto haya funcionado antes, en especial con naciones latinoamericanas como Cuba
y Venezuela, y los países árabes como Iraq en los noventas o Siria actualmente,
pero hoy hemos visto como una batería de infernal de sanciones similares
emitidas por Washington contra Rusia no le han hecho mella y por el contrario
rebotaron como una pelota de goma que les dio en su propia cara.
Una vez más hay que remarcar las diferencias entre lo que sucedió entre 1990 y 1991 en el Golfo Pérsico y lo que hoy sucede en el Mar Rojo. En aquellos años EEUU y su ladero británico aprovecharon las ventajas que le ofrecía la supremacía militar con la que contaban tras el descalabro de la URSS y las ambivalencias políticas con las que descaradamente Naciones Unidas ayudo a ganar tiempo para preparar lo que se llamaría la Operación Tormenta del Desierto. En aquel momento Bush, el Departamento de Estado y sus generales del Pentágono ya tenían decidida una guerra se retiraran o no los iraquíes. Entonces pregúntense ¿Qué moralidad hubo en ese entonces?
Los Huties
no son las fuerzas iraquíes de Saddam Hussein ni Yemen es el Iraq de 1990. Lo
estadounidenses pareciera que no entendieron las diferencias y es por eso que
fracasaron en su primer intento de castigar a los yemeníes. Los europeos que no
quisieron unirse al grupo naval intuyen que nada bueno vendrá de esa
intervención. No solo hay determinación en los Huties por continuar bloqueando
el tráfico de buques israelíes o de otras banderas que vayan a puertos de la
Palestina ocupada, han demostrado que pueden lidiar con la armada
angloestadounidense utilizando con una pericia asombrosa los misiles balísticos
con los que cuentan.
Pero las
presiones sobre Washington no solo provienen de Tel Aviv sino del agravamiento del
flujo comercial visto en los faltantes de implementos y materiales para ciertas
industrias europeas producto de lo que sucede en el Mar Rojo. La escalada
angloestadounidense contra Yemen podría agravar la ya pésima situación
económica de la UE la cual ya acusa un descenso en la actividad productiva y
por ende laboral nacida de la aventura en Ucrania que está derrapando por un
desfiladero.
La presión
que la resistencia islámica está imprimiendo sobre los estadounidenses tanto en
Siria como en Iraq estaría determinando que Joe Biden tome muy enserio el
retiro de sus tropas algo que los neoconservadores y los lobbies sionistas como
AIPAC ya están resintiéndolo como un supuesto “triunfo de Irán”. Si la
influencia iraní coopto lo que hoy puede llamarse gobierno en Bagdad fue
gracias a invasión de 2003 y la sangrienta limpieza en la sociedad iraquí gestionada
por la CIA con el beneplácito de Tel Aviv durante toda la ocupación y también
por ese monstruo llamado “ISIS” creado como una continuidad de la farsa de “Al
Qaeda” (para justificar su estancia en ambos países), entonces ¿Quién es el verdadero
responsable de todo esto?
Al mismo
tiempo, las implicancias morales por este apoyo a Israel que le cuesta más
dinero público a las arcas del tesoro, dejan muy mal parado a los EEUU ya que
no hay discusión alguna sobre la criminalidad con la que Netanyahu y su estado
mayor están actuado en Gaza. EEUU sigue enviando miles de millones de dólares
en armas, bombas y repuestos para cooperar con el genocidio que se está
cometiendo. Biden, Sullivan y por supuesto Blinken lo saben muy bien y como
dice el refrán “no hay peor ciego que el que no quiere ver”.
Washington
está solventando los gastos de armamento a granel con el cual las FDI están
asesinando indiscriminadamente y con un sadismo inimaginable a simples
habitantes palestinos, aun cuando existan en el régimen sionista muchos
extremistas que consideran en sus retorcidas mentes matar a todos los
palestinos, ese no debería ser el espíritu de un buen estadounidense ¿Hay
reamente buenos estadounidenses en el gobierno?
Es por eso
que si Biden no da un paso atrás en su locura de querer abrir otra guerra y
esta vez con Yemen solo para apoyar a su amigo “Bibi”, avísenle a este viejo
pederasta y a los sionistas que lo están acompañando que los yemeníes podrán
ser pobres, verse desastrados y escuálidos con armas portátiles que deberían
estar en un museo pero tienen algo que no tienen los israelíes que siguen a
Netanyahu ni los puritanos que les secundan en EEUU y eso es, la razón y la
moral del por qué luchar.
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