jueves, 21 de noviembre de 2024

 

DINERO POR MUERTE

Nunca como actualmente se puede ver que la situación entre el estado de Israel, los palestinos y la resistencia árabe-islámica es una cuestión meramente política por territorios ¿Cuánto cuesta la sangre humana para la entidad sionista?

 

Por Javier B. Dal

La aún irresuelta situación de los rehenes israelíes y la expulsión de más de 80.000 colonos judíos del norte de la Palestina ocupada son en buen romance, un dolor de culo para Netanyahu y su banda de extremistas talmúdicos. Las masacres en la Franja de Gaza (muchas de ellas festejadas y filmadas por los soldados de las FDI) ya han pasado a ser de conocimiento público en todo el globo y las bajas en la frontera norte ya están calando hondo en el subconsciente de la sociedad israelí y de las familias judías de otros lugares que enviaron a sus hijos para servir en las FDI.

Por estas horas Netanyahu, Gallant y el resto de sus colegas tienen una nueva preocupación para atender, tras la orden de arresto internacional emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) por nada menos que crímenes de guerra y lesa humanidad, algo que los abogados y las relaciones públicas de Tel Aviv trataran de minimizar. Como era de esperar en Buenos Aires el mutismo en los medios es sepulcral y no es para menos, cuando desde ciertos medios y periodistas se hace una descarada militancia sionista con aroma islamófoba. Por lo pronto, los planes de los Milei y sus amigos de la DAIA de recibir oficialmente y con honores a Benjamín Netanyahu en La Casa Rosada se quedarán en meros deseos.

Pero mientras la justicia parece llegar, la huida masiva de colonos del norte ha causado otro serio problema para los reclutadores de las FDI para llenar sus cuadros de combate. Las bajas están siendo otro problema que Netanyahu está escondiendo a su público, pero que los israelíes son conscientes. A ello se suma la renuencia de muchos jóvenes judíos a servir sea por no creer en las causas que el gobierno les vende, por ser miembros de la rama ortodoxa o simplemente por una cuestión de consciencia de cada uno de los jóvenes. Esto ha hecho que la impotencia y la caída de la moral se vaya incrementando a medida que los enfrentamientos escalan, pese a que Netanyahu diga otra cosa.

Este sentimiento se ha potenciado tras los duros reveces que Hesbolá le ha causado a los cuadros regulares de las FDI, a sus cuerpos especiales como el “Golani” y a los grupos de voluntarios de extremistas judíos quienes eran muy valientes torturando y asesinando mujeres y niños palestinos en Gaza, apenas llegaron a la frontera norte cayeron rápidamente al enfrentarse con la resistencia islámica en el borde con el Líbano.

A 13 meses de enfrentamiento con la resistencia palestina y solo 57 días con el eje de la resistencia libanesa, los generales y el mismo Netanyahu saben que por más que tengan mucho dinero para tapa bocas y comprar voluntades, todas las armas, las bombas y las municiones que EEUU les hace llegar, no basta. Sin hombres para usar esas armas aquella ayuda es inútil.

Esto ha motivado la movilización y despliegue de reclutadores “privados” en el exterior para pelear por Israel. Así entidades como Mahal y Lone Soldier que operan en todo el hemisferio occidental (y obviamente en Argentina) apuntan a reclutar en el primer caso a hombres y mujeres jóvenes judíos por una atractiva paga y beneficios para los reclutados. En el primer caso, los candidatos tienen familiares en zonas ocupadas, en el segundo caso no tienen familiares en el territorio ocupado, pero en todos los casos el incentivo principal es el dinero.

Ya era bien sabido que desde el inicio de la “Operación Inundación Al Aqsa” los activos judíos en Sudamérica comenzaron sus tareas para movilizar recursos a fin de destinarlos de forma inmediata a Israel. Pese a que al comienzo el goteo de reclutas fue entusiasta y sostenido, con el paso de los meses y las terribles noticias que llegaban sobre las bestialidades que se estaban cometiendo contra los civiles y las consecuencias para los que iban a Gaza, el reclutamiento comenzó a mermar.

También Tel Aviv ha contratado grupos de mercenarios privados de occidente en especial angloestadounidenses, europeos y elementos reclutados en Argentina. En este último caso, el reclutamiento de jóvenes judíos para que vayan a la Palestina ocupada es constante y lo hacen mediante varios programas de intercambio disfrazados de trabajo cooperativo y también medios de comunicación y canales dentro de la comunidad.

Pero sea cual fuere el medio por el cual Tel Aviv y sus redes sionistas tratan de llenar los cupos de carne de cañón para enviarlos a la Franja de Gaza y al Líbano, en lo que hace a sus propios, se les ha hecho muy dificultoso. Ante esto, Netanyahu hecho mano de cualquier recurso que se halle a la mano y los mercenarios (goy) no judíos de empresas privadas, bandas de criminales importados sin importar que sean negros, latinos o árabes, todos son bien bienvenidos para llevar adelante las tareas sucias que los judíos se niegan a realizar.

 

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