¿FINAL O INICIO?
El inicio del cese al fuego entre el estado de Israel (y todo el bloque
atlantista) y la resistencia palestina y el intercambio de prisioneros
¿Significará una paz duradera?
Por
Charles H. Slim
Con gran ansiedad y nervios todos los familiares de los capturados, israelíes y palestinos esperaban el momento para implementar el acuerdo de alto al fuego y el intercambio esperado y así volver (de ser posible) a recomenzar con sus vidas pero, ya muchos se preguntan ¿Será el final de la pesadilla o una pausa para el inicio de una peor? Por lo pronto las tres primeras prisioneras israelíes fueron entregadas por Hamas a la Cruz Roja como primer paso para la liberación de 69 mujeres y 21 jóvenes palestinos en las cárceles israelíes.
Ante todo, no debemos dejar de señalar un elemento inherente a esta
situación y que será muy difícil de sortear y ese es el odio que se ha profundizado
haciendo muy difícil volver a una instancia de negociación sobre los legítimos
reclamos políticos de los palestinos. Ni los israelíes van a ceder a sus
posiciones, ni los palestinos van considerar la posibilidad de dialogar tras
las bestiales masacres que se han perpetrado contra sus hermanos. Sobre ello,
un gran ausente y un gran perdedor es Mahmmud Abbas y todo el corrupto aparato
del Fatah que no representa los intereses de los palestinos.
Otro elemento vital para un acuerdo es la confianza, algo que ya no
existía entre ambos bandos pero que Israel ratifico violando el alto al fuego en
momentos de su vigencia cobrándose la vida de decenas de más mujeres y niños.
Si algo quedo claro en todo esto es que Tel Aviv y sus gobernantes
supremacistas pretendieron un exterminio y para el cual contemplaron incluso,
el uso de artefactos nucleares. Si no lo hicieron fue porque los ojos del mundo
han estado sobre Gaza, nada más.
También hay que señalar que se llega a esta instancia ante la
insostenibilidad política de Netanyahu quien hay que decirlo, se halla
fuertemente presionado por fuertes críticas provenientes desde Washington DC, por
los familiares de los rehenes y de varios representantes dentro del Knesset que
hace tiempo esperan verlo destituido y enjuiciado. Incluso Netanyahu trató de
retasar el inicio del cese al fuego argumentando que antes se debían publicar
los nombres de los rehenes que se iban a liberar. No olvidemos que una de las
expectativas de su administración era la de exterminar a la resistencia
palestina y en ese plan, todos los habitantes de Gaza fueron considerados -aunque
su ministerio de relaciones públicas diga lo contrario- como partidarios e
incluso entre otras oprobiosas calificaciones como “animales no humanos”.
Para los palestinos el cese al fuego es un alivio que solamente ellos
pueden explicar dado que, solo ellos conocen lo que es vivir hora a hora el
terror y la incertidumbre que causan las bombas. Igualmente, cuando las
familias lleguen a sus hogares en el norte de la franja muchos, para no decir
la mayoría, solo encontrarán edificios demolidos, polvo y montañas de escombros
producto de una destrucción sistemática y deliberadamente planificada por las
FDI. No olvidemos que uno de los planes de Tel Aviv y sus extremistas
Talmúdicos es anexar todo el territorio de la franja y construir allí nuevos
asentamientos para colonos importados.
Militarmente, las FDI no lograron ninguno de los objetivos para los cuales existen: Primero (y más allá de las contradicciones que involucran al mismo Netanyahu), no lograron prevenir la incursión del 7 de octubre 2023, ni rescatar a los rehenes y mucho menos garantizar su seguridad ya que muchos de ellos fueron asesinados por ellos mismos y el más difícil de excusar ante su público, es no haber podido vencer a Hamas y al resto de la resistencia palestina. Esto último es lo que más disgusta a Netanyahu y sus partidarios (dentro y fuera de Israel) quienes confiaban que pulverizando centímetro a centímetro las ciudades palestinas (sin importar los civiles) podrían destruir a la infraestructura de la resistencia y acabar incluso con todos sus combatientes.
Pero como lo han dejado notar incluso varios analistas israelíes, la
destrucción y el genocidio causado solo ha causado que Hamas haya ganado mayor
fuerza política captando nuevos componentes y combatientes que reemplazaran a
las bajas que han tenido en estos 15 meses de desproporcionados enfrentamientos
ya que recordemos, mientras los combatientes palestinos se sostuvieron con
recursos y armas propias (incluso de fabricación casera), Tel Aviv no paro de
recibir armas de última generación, explosivos, bombas termobáricas, misiles y
la cooperación -además de fuerzas especiales occidentales DELTA y SEAL- de
grupos de mercenarios extranjeros atraídos por muy buenos incentivos económicos,
y aun así, no lograron su propósito.
Pese a todo ese ventajoso combo, los combatientes palestinos
perseveraron y sin dudas fueron tácticamente muy superiores a sus enemigos
dotados de todas las ventajas tecnológicas que EEUU y la OTAN les dotaba. La
proporcionalidad de bajas y pérdidas materiales israelíes en el terreno pone en
evidencia esto.
Prueba de aquello sin dudas fue el comunicado que dio el vocero de
Hamas Abu Obaida quien entre varios pasajes, no dejo de señalar que pese a las
criminalidades del ocupante y a su poder de fuego, los muyahidines nunca perdieron
la dignidad ni renunciaron a enfrentar al enemigo sionista agradeciendo al
mismo tiempo la incondicional ayuda y sacrificio demostrado por los hermanos de
la resistencia islámica de Hezbollah del Líbano, la de Iraq y los Huties de
Ansar Allah del Yemen llamándoles “compañeros de armas”.
Por último, también es de destacar que Israel no ha podido imponer su
voluntad ni menos aún, cambiar el relato de los hechos. En su intento ha
causado un abominable genocidio que es motivo y seguirá (para el desagrado de
los sionistas en occidente) siendo motivo de pesquisas futuras. A su vez, esta
desproporcionalidad no ha hecho sino también mostrar una debilidad intrínseca
de este estado de cosas y que sin dudas ha despertado a la reflexión a muchos
judíos no sionistas tanto dentro como fuera de la entidad.
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