GAZA
¿Por qué el genocidio
que aún se sigue ejecutando con total impunidad en la franja y que hoy se lleva
a cabo milimétricamente en la ciudad de Gaza es el tiro de gracia para la
legalidad internacional?
Por Charles H. Slim
Por estas horas solo los palestinos y los valientes trabajadores humanitarios que han decidido quedarse pese a las amenazas del carnicero de Tel Aviv, saben lo que es el infierno. Durante horas, días enteros los aviones, los obuses y los misiles israelíes han bombardeado cada sector de la ciudad de Gaza matando en el acto y por aplastamiento de los escombros a cientos de inocentes entre ellos a muchos más niños y mujeres.
El
ultranacionalismo sionista da rienda suelta a su sed de sangre y como lo
hicieron sus homónimos europeos del fascismo y el nazismo de la primera parte
del siglo XX, van a la conquista de espacio vital ajeno en este caso, de los
palestinos.
Ciento de miles de
civiles tratan de huir a pie, con carros o incluso bicicletas, obligados por el
fuego deliberado de los tanques y tiradores israelíes que en varias
oportunidades han sido pillados sonriendo al ver el dolor de sus presas. Muchos
gazatíes huyen como pueden y lo hacen en estado de debilidad tras meses sin
comida y agua e incluso con heridas que no han podido ser tratadas por los
constantes ataques (de sus colonos y mercenarios) israelíes a los camiones con
medicinas y comida. Atrás dejan sus casas o incluso los restos de lo que
quedaba de ellas y que los sionistas ambicionaran apoderarse tras el final de
la limpieza. Una verdadera carnicería se esta llevando a cabo a plena luz del
día y frente a cientos de dispositivos que captan en tiempo real como las bombas
de las FDI van cayendo tras de sí como una forma de arrear a esa marea humana
empujándola al sur.
No hace falta
intuir que no hay un lugar seguro en Gaza y mucho menos cuando el agresor tiene
la intención de buscar y matar cuantas personas se le crucen.
La impotencia es total y con ella la indignación por un organismo ciertamente inútil como Naciones Unidas que no ha hecho nada -más allá de sacrificar a muchos de sus empleados- por frenar este genocidio a cielo abierto. Las familias enteras asesinadas (como era la familia Zaqout de 43 miembros), las desaparecidas de quienes no sabemos nada y los lisiados incluyendo entre ellos a personal de la UWNRA ya no tienen remedio pese, a que este mismo organismo burocrático supo ser muy veloz y contundente para impulsar medidas tan discutibles como de dudosa imparcialidad como fueron las intervenciones sobre Iraq en 1991, 2003 y las reprobables acciones cohonestadas con la OTAN contra Yugoslavia en 1999.
Los extremistas
judíos en su mayoría de origen askenazi (europeos) están envalentonados por la
política del gabinete supremacista liderado por Netanyahu que se frotan las
manos a la espera de arrasar Gaza para seguramente volverla en un gran negocio
inmobiliario. Igualmente y aunque las FDI cuentan con un apoyo ilimitado de la
logística y abastecimiento de material militar estadounidense ya saben que ni
sus tanques “Merkaba” les aseguran salir indemnes de las emboscadas de la
resistencia.
Entre tanto y ante
las condenas de la mayoría de los gobiernos europeos (tardías y nada creíbles),
Netanyahu y sus principales ministros acuden una vez más a la retórica del
antisemitismo cuando en realidad son ellos, Netanyahu y Cia quienes con este
horrendo genocidio y contra toda la legislación internacional, han cometido uno
de los crímenes antisemitas más abominables precisamente, contra un pueblo
semita como es el palestino (descendiente de Sem, hijo de Noe), que será
recordado en la historia como una vergüenza en la historia del judaísmo.
Pero mientras esta
tragedia humana se agudiza, los planes del gabinete sionista y de sus aliados
en los gobiernos de occidente (en especial en EEUU y Gran Bretaña) se centran
en ver cómo lograr en menor tiempo posible la captura de Gaza asegurándose de
asesinar a cualquier sobreviviente.
El cuadro no solo es trágico sino francamente siniestro, tanto que no es posible disfrazarlo con nada. Es más, los medios en occidente, consecuentes y conocidos colaboradores del sionismo no han podido hacer el esperado control de daños que se esperaba de ellos. La imposibilidad de tapar los hechos y mucho menos explicarlos, rompe con una estrategia discursiva que desde 1948 ha estado basada en mentiras, encubrimientos y deformaciones deliberadas de la realidad. Las otroras jactanciosas excusas apelando a ser víctimas del mal y de ser perseguidos porque son “el pueblo elegido”, el “antisemitismo”. el “holocausto” y toda una variedad de argumentaciones tiznadas de falacias hoy ya no cuajan y solo les quedan el silencio o meras rumiaciones que les deja al desnudo en su propia inconsecuencia.
En EEUU los mismos
estadounidenses de a pie y una parte importante de la intelectualidad judía ya
son conscientes que tienen un gobierno o más bien un sistema político que se
halla cooptado por el ideario sionista tanto en la política interna como en la
exterior que -por el cabildeo directo e indirecto- brega por intereses
propios del estado de Israel representado por grupos como AIPAC, ZOA, la LIGA
ANTIDIFAMACIÓN o JSTREET entre los más
influyentes, que han terminado por convertir al estado de la unión en un
operador automático, en especial de y solo por el interés geopolítico-estratégico-mesiánico
de Israel. Incluso se han incluido a
estas filas los cristianos sionistas (como son los de CUFI) que más que
verdaderos cristianos y practicantes de las enseñanzas de Cristo, son la
representación de una versión retorcida y política del evangelio.
Pero a pesar de toda
esta batería de organizaciones y redes que consumen y se sostienen con miles de
millones de dólares provenientes de las donaciones (incluidas las de origen
negro), no pueden tapar la sistemática criminalidad del estado de Israel. Tal
vez Netanyahu y sus partidarios tanto en Israel como en este lado del
hemisferio crean que lograrán su objetivo sin pagar costo alguno, entonces
preguntemos ¿Realmente creen que no pagaran por semejante atrocidad?



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