miércoles, 24 de septiembre de 2025

 

NEGOCIACIONES,

DILACIONES Y MALAS INTENCIONES

 

¿Cuáles son los verdaderos factores que impiden un final de la guerra en Ucrania?

 

Por Charles H. Slim

Se supone que una negociación implica la buena fe entre las partes. En lo que vemos en la guerra en Ucrania, todas las pomposas declaraciones y las cumbres realizadas a instancia del presidente Donald Trump en Turquía, Arabia Saudita y Alaska solo han servido para estirar las hostilidades y nada más. En conclusión, las negociaciones no han ido a ningún lado ¿Por qué?

El acumulado de acciones sucias y contrarias a buscar la paz son tantas y provenientes de actores bien determinados, que nadie puede ser engañado sobre el por qué esto no parece tener arreglo.

Desde el Kremlin y en particular desde el propio Vladimir Putin las muestras de paciencia y elasticidad política con el fin de dar por terminadas las hostilidades han sido tantas y proporcionalmente inversas a las ansias obstructivas y destructivas de los patrocinadores atlantistas que apoyan al régimen de Kiev.

Cuando hablamos de patrocinadores nos referimos a Gran Bretaña, Alemania y Francia como los principales instigadores dentro del bloque europeo occidental. Detrás de estas cabezas políticas y a las que se integra la de la UE (Úrsula Von Der Leyen y Cía) tenemos a los estados de Europa oriental con Polonia y los estados Bálticos como principales escuderos y activos participes de los planes de estos complotadores.

A contrario de lo que la administración Biden-Harris había pensado, la Federación de Rusia no se desplomó por el peso de la guerra, ni el ejército ruso se descalabró por no estar a la altura de la situación, ni la presión desacreditó políticamente al presidente Putin. Trump llega a la Casa Blanca con este panorama y sabiendo que los rusos son un hueso duro de roer, se creyó que mediante anuncios y declaraciones grandilocuentes impondría un alto al fuego en 24 horas ¿Lo logró? Obviamente no. Y ¿Por qué no lo ha logrado?

Primero que todo veamos que la buena fe ha estado ausente en las intenciones y las acciones de occidente (anglosajón). No hay forma de establecer un dialogo creíble que establezca una confianza mutua si mientras los líderes pública y supuestamente tratan de consensuar una solución, uno de los bandos sigue actuando bajo cubierta y de forma artera y muchas veces cobarde para lograr ventajas tácticas o al menos intentarlo.

Desde el grupo de los “dispuestos” encabezados por el gobierno británico de Keir Starmer se han impulsado toda clase de operaciones sucias, incluido el terrorismo y falsas banderas en territorio ucraniano con la finalidad de frustrar un alto al fuego. El último intento de esto ha sido sin dudas la supuesta incursión de una flotilla de drones rusos tipo “Gerbera” sobre los cielos polacos que claramente buscaba que se activara el artículo 4º del Tratado de la OTAN y justificar así una “provocación rusa”. A pesar de que los medios del hemisferio hicieron una gran historia sobre esto, ninguno de ellos ha respondido a una sola y simple pregunta ¿Realmente eran Drones rusos o, eran simples duplicados?

Todo el circo mediático montado en los medios polacos mostrando el despliegue camiones del ejército y personal policial buscando los restos de esos “drones rusos”, nos lleva también a sospechar si estos aparatos no han sido plantados para escenificar todo este cuento.   

No es algo nuevo que en las tácticas de una Falsa bandera se utilice material o incluso sujetos del origen a quien se busca incriminar. Artífices y organismos encargados de fabricar estos escenarios son las agencias gubernamentales de inteligencia las cuales, por formar parte del estado, cuentan con una cobertura y recursos casi ilimitados sin tener que aclarar, la cooperación de los medios para hacérselos tragar a la opinión pública.

Desde utilizar aviones con insignias y matrículas falsas, armas y explosivos extranjeros hasta el uso de tipos disfrazados como extremistas islámicos (Charlie Hebdo, Irak, Afganistán), las agencias de inteligencia han demostrado gran imaginación y falta de escrúpulos para fastidiar políticamente a sus enemigos incluso a costa de la vida y bienes de los ciudadanos de sus propios países.

Como no es posible golpear de frente a la Federación de Rusia sin acusar graves consecuencias y las actividades blandas (de propaganda e intoxicación informativa) que llevan adelante para subvertir la situación interna de los países en la periferia (como Kazajistán) no han bastado, los chicos del MI6 y sus activos militares euroasiáticos (y nórdicos), con previos antecedentes de ello (Bucha, Zaporiya, Kramatorsk, Gasoductos Nord Stream I y II y podríamos seguir con la cuenta)  han estado concentrando sus actividades en refinar estas tácticas a fin de crear la excusa perfecta y definitiva para involucrar oficialmente a la OTAN y obligar a EEUU a volver plenamente.

No hay lugar a dudas que el desarrollo de las maniobras “Zapad 2025” han puesto muy nerviosos a los atlantistas que inmediatamente han puesto a rodar sus propios ejercicios militares en territorio polaco.

Si bien podríamos considerar (haciendo un esfuerzo de imaginación) que Trump tuvo buenas intenciones con su última cumbre en Alaska con Putin y luego en La Casa Blanca con Zelensky, al final y como si se tratara de una vieja comedia del cine mudo Donald Trump recibe varios pastelazos en plena cara que lo deja en ridículo; Y ¿Quiénes creen que se los arrojan?

Si así es, los británicos secundados por sus pequeños socios son quienes arrojan esos pastelazos que en la realidad son una simpática metáfora que representan sus ataques terroristas, asesinatos y los quiebres de cada alto al fuego que se ha acordado.  

En el último intento con esos drones que supuestamente eran rusos -como aquel misil que cayó en la campiña polaca en noviembre de 2022-, el secretario general de la OTAN Mike Rutte y el gobierno polaco no perdieron la oportunidad para inyectar más desconfianza y con meras especulaciones lanzar acusaciones, jugando peligrosamente con una tercera guerra mundial sin haber aclarado algunas curiosas peculiaridades sobre esos aparatos, una de ellas, que no llevaban cabezas explosivas. Entonces sino llevaban carga ¿Estaban de paseo?

 

  

 

 

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