REVERSIONANDO
EXCUSAS Y ARGUMENTOS
¿Qué tan precisa y
confiable es la cobertura de los medios argentinos sobre lo que Israel está
haciendo en Gaza? Cuando los hechos aplastan al relato
Por Javier B. Dal
A nadie le quedan dudas de que lo que Israel esta llevando a cabo en toda la franja de Gaza es un genocidio y que tiene como fin último, desalojar a toda la población árabe-palestina y reocuparla con colonos judíos importados desde occidente y en especial de países como EEUU, Argentina, Brasil y la UE. Por estas horas dos Divisiones de las FDI, la 98º y la 162º con miles de hombres (muchos mercenarios), cobertura aérea y apoyados con docenas de vehículos blindados están arrasando todo a su paso. La venganza de los supremacistas judíos está en el pináculo de su monstruosidad.
Y es tan evidente
todo esto que los expertos del departamento de relaciones públicas y sus
cerebros de la inteligencia israelí tratan de que este crimen de masas ante la
imposibilidad de justificarlo, pueda ser matizado con relatos artificiosos a
tal punto que vaya perdiendo el impacto en la psique de quienes lo ven.
Para ello la
siempre presente y útil colaboración de los medios “amigos” (es decir los que
se apegan al guion) es imprescindible para trasmitir una realidad alterna y
diluida que calme las ansias y hasta las controversias que arrecian contra los
partidarios pro-israelies alrededor del mundo. En ese plan el gobierno de
Netanyahu no ha escatimado en enviar emisarios e invitaciones a los medios que
el Mossad (previamente) califica de “amistosos” para llevarlos con todo pago
para que vean las bondades que las FDI están ejecutando en Gaza.
Como no podía ser
de otro modo en la Argentina del gobierno de los hermanitos Milei no iba estar
al margen y fue por ello que hay algunos periodistas acreditados de medios como
“Radio Rivadavia”, “TN”, “LN+” y otros notablemente comprometidos con la
“causa” de Israel, que ya están retrasmitiendo desde un lugar seguro y bien
controlados por los israelíes, una versión muy lavada y al mismo tiempo
asquerosamente insultante no solo para las miles de familiares que han visto
morir a sus familiares y amigos sino también, para la inteligencia de quienes
son cotidianamente informados de la crudeza de lo que realmente sucede.
La militancia
sionista en estos medios es tan explicita que hasta un ciego puede verla. Pero
ese no es el problema, sino el intento de colar sus puntos de vista altamente
ideologizados y estas inconsecuencias como la verdad revelada.
Uno de los puntos
que están tratando de maquillar es el referente a la ayuda humanitaria diciendo
que los camiones ingresan cargados de alimentos y medicamentos tratando de
desmentir el bloqueo y los saqueos que las fuerzas regulares e irregulares
israelíes estuvieron realizando creando una hambruna atroz que se halla bien
documentada.
Igualmente, en
este país hay una buena parte de sus habitantes que están bien despiertos de la
intencionalidad y la lealtad que tienen estos editorialistas pro-israelies para
con el estado de Israel. Incluso no es nada nuevo ver esto principalmente en
Buenos Aires, sede en donde se asientan los principales centros de actividades y
difusión de los intereses sionistas del país.
Y es que estos mismos medios y varios de sus periodistas, vienen siguiendo esta línea tuerta y parcializada en la cual los palestinos no existen, utilizando de forma maliciosa y con un claro sesgo deliberado, la palabra terrorista para hablar de los palestinos e incluso, como sucede con algunos -que como dice el dicho- siendo más papistas que el papa, se atreven a decir que la bandera palestina es, “la de Hamas”.
Esto tampoco es
una sorpresa ya que hace tiempo que desde esas tribunas y otros actores de la
intelectualidad rioplatense se ha instalado una retórica islamófoba y de un
odio a los árabes que ha pretendido justificarse con los atentados de 1992 y
1994 que dicho sea de paso y más allá de lo que artificiosamente resolvió su
justicia federal (antes de que asumiera Milei), no hay pruebas precisas y
concretas que determinen lo que a la embajada de Israel en Buenos Aires esperaba
escuchar.
Por estas horas
algunos de estos corresponsales son llevados al borde la franja en donde y bajo
la estricta vigilancia militar israelí (y del Shin Bet) informan o relatan lo
que sus anfitriones le autorizan a decir. Ninguno de estos “periodistas” ha
cruzado ni mucho menos han ingresado -y no los dejarían hacerlo- a lo
profundo de Gaza no solo por el peligro que representa sino porque, hay muchas
cosas que a Netanyahu y a su gobierno no le conviene que vean estos amigos. Así no verán los hospitales bombardeados (como
“Al Shifa” y “Al Nasser”), las mezquitas demolidas, los daños a la iglesia
católica de la “Sagrada Familia” o los colegios dinamitados por los zapadores
de las FDI como parte del plan de borrado de la identidad palestina.
Hay un alto grado
de credulidad -para no decir parcialidad- en estos empleados de medios
ya que no hay otra forma de calificar su conformismo (salvo que lo hagan por
afinidad ideológica como algunos innombrales) para no querer ir más allá de lo
que los guías israelíes les permiten incursionar. Tal vez sea mejor para su
integridad física y no porque la amenace como lo remarcan con énfasis muchos de
estos exponentes en Buenos Aires “el terrorismo de Hamas”.
La lista de “neutralizados” por poner en riesgo los intereses del estado de Israel y del mismo Netanyahu es extensa y prueba de ello son los más de 270 periodistas que desde octubre del 2023 han sido asesinados por cubrir la brutalidad sionista o incluso, fastidiar sus personales intereses en Washington (como sucedió con el asesinato de Charlie Kirk). Sobre esto un dato a tener en cuenta y que estos simplones medios argentinos no dicen es que, hoy el régimen de Netanyahu tras amedrentar a Donald Trump ya se aseguró por medio de uno de sus partidarios (como lo es el multimillonario CEO de medios) Larry Ellison de tomar el control del algoritmo de “Tik Tok” para que todas las imágenes y emisiones de lo que sucede dentro de Gaza o incluso en toda la Palestina ocupada no puedan ser vistas ni compartidas por la juventud en EEUU.
Semejante maniobra,
ejecutada al amparo de la oscuridad en la que arreglan estos asuntos del poder
y que en el pasado gozaban del misterio absoluto que les daba su clandestinidad
ya no es ignorada por los estadounidenses. En Argentina los sionistas no
necesitan ser tan agudos para presionar ya que, aquí los políticos se convencen
con una bolsa de dinero.
Es curioso que la
sagacidad de la que se jactan muchos de estos exponentes del periodismo brilla
por su ausencia al momento de analizar esta clase de datos tan importantes como
sensiblemente trascendentes para la libertad de expresión global. En realidad
no asombra ¿Cuándo han hablado de Julian Assange o del asesinato a sangre fría
de la periodista Shairin Abu Akle?
Los argentinos que
aún consumen las noticias de esta clase de medios tal vez puedan contentar sus
obtusas visiones pero, es seguro que no se las creen. No olvidemos que existe
en la idiosincrasia argentina un consabido pensamiento gris y errático por el
cual, por miedo a ver y saber la verdad, omiten comprometerse hasta no estar
seguros de quien es el ganador.



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