miércoles, 29 de octubre de 2025

 

ENCUENTRO EN BUDAPEST

¿Cuáles habrían sido los obstáculos para una cumbre en Hungría entre Donald Trump y Vladimir Putin?


Por Javier B. Dal 

El lugar ya esta fijado, ahora solo queda precisar la fecha en la que se reunirán el presidente estadounidense Donald Trump y el homólogo ruso Vladimir Putin para ver si es posible llegar a un acuerdo que permita detener la guerra en Ucrania. Para Trump esto ha sido una constante frustración (o al menos eso aparenta); para Putin una nueva y gran oportunidad política para dejar muy claro quiénes son los que tratan de perpetuar la guerra. Precisamente para ellos el éxito en los ejercicios estratégicos de la tríáda nuclear es un mensaje alto y claro.

Pero volviendo a la reunión, la falta de precisión sobre el día del encuentro tiene su razón en las posibles acciones encubiertas que la OTAN podría ejecutar para intentar el arresto del presidente ruso por los cargos -no comprobados- que se formularon en su contra ante la Corte Internacional (algo que no sucede con el premier israelí y su gente). Ese problema no esta en Hungría ya que Víctor Orban ha dado todas las garantías para respetar investidura del presidente ruso, sino en las rutas por donde pase el avión presidencial. El gobierno polaco ya ha expresado que impedirá el paso al avión si intenta cruzar el espacio aéreo y de ser posible, arrestaría al mandatario.

Obviamente esto se trata de una empresa maquinada y dirigida por la gestión de Keir Starmer desde Londres quien junto a sus socios menores Macron y Merz, tienen bien clara la misión de continuar con las operaciones sucias (incluido el terrorismo) para debilitar a la Federación de Rusia como una manera de contrapesar las continuas derrotas militares de Kiev. Incluso los ataques terroristas contra instalaciones petroleras en Rumania y Hungría ponen de manifiesto hasta donde pueden llegar esos actores para tratar de sabotear las negociaciones. Es curioso como esta apotema de violencia que surge de este triángulo de conspiradores europeos, no es medida por la justicia internacional con la misma vara ¿O acaso el terrorismo que asesina civiles rusos es diferente a otro?

Por lo pronto, el Kremlin ya esta bien al tanto de este clima hostil y de los gazapos que tratarán de poner al ruedo los empleados atlantistas, en especial los británicos (MI6) quienes están a la cabeza en la organización y dirección del juego sucio. Las posibles tretas que podrían montar mediante intermediarios van desde posibles operaciones de sabotaje electrónico contra la aviónica del aparato presidencia que lo obligue a un aterrizaje forzado en suelo de país atlantista hasta un montaje mediático para escenificar un accidente, serían posibles para hacer fracasar la reunión. Y es que la reunión para ellos representa una muy mala noticia y de tener un viso de éxito, una derrota a sus aspiraciones por seguir sosteniendo las hostilidades (con ello el negocio de la industria armamentística) lo que a su vez significaría seguir sosteniendo al régimen neonazi conducido por un judío askenazi como Zelensky, que a simple vista suena como una contradicción pero que en realidad nunca lo fue.

Algunos consideran que la guerra de Ucrania ya esta pérdida para la OTAN y EEUU y que lo único que trata de hacer Trump con estas mediaciones es salvar los trapos para no caer más abajo de la humillación. 

La reunión sería la oportunidad para que Trump deje bien en claro a su colega ruso cuál su posición y en especial, explicarle a su colega cómo garantizará poner fin a las provocaciones y los atentados contra la seguridad estratégica de la Federación de Rusia. Trump no ha hecho nada por frenar esta dinámica, incluso es el eje de cooperación para que eso continúe. Mientras Donald Trump dijo “nos vamos de la OTAN”, por la otra ventanilla le vender las armas y los equipos a los europeos quienes se los suministran a Kiev. Tampoco olvidemos que fue Trump quien potencialmente le prometió a Zelensky proveerle de misiles Tomahawk en una nueva versión móvil en un lanzador terrestre que ya cruza todos los límites de la tolerancia y obliga a Moscú ser más explícito en sus señales. A su vez Volodomyr Zelensky (dejando entrever su faceta de cómico) propone convertirse en proveedor de Drones…de fabricación china (¿?), dejando en claro que también parece moverse sobre la misma realidad paralela por la que se mueve Trump. También no dejemos de ver que cuando se reunió con Zelensky aseguró que “Rusia no tenía victorias en el campo de batalla” demostrando que o Trump está pesimamente informado o simplemente es otra de sus tantas frases dirigidas a contentar al anfitrión.

La charla en Budapest podría propiciar un nuevo panorama, pero no debemos dejar de lado a los saboteadores europeos muy activos en la tarea.

Hoy por hoy todas estas consideraciones ya no importan dado que se suspendió la reunión donde cada parte puso sus excusas. Trump decidió que ello sería en vano ya que los ataques rusos no se detienen, pero eso solo fue una excusa ya que él y su administración son parte de esto. A decir verdad, hay demasiadas inconsistencias en la política de la Casa Blanca para que el presidente Vladimir Putin pierda el tiempo en un viaje lleno de periplos para no hallar lo que se busca. Mientras Donald Trump puede decir que “la reunión sería una pérdida de tiempo” alegando falsamente que Rusia no detiene la violencia cuando es el régimen neonazi quien (con el apoyo de Londres y sus empleados) continúan sus ataques terroristas sobre el territorio de la Federación de Rusia, el presidente Putin podría decirle en la cara que sus buenas intenciones para la paz solo han sido una mascarada para continuar con lo que siempre ha llevado adelante Washington: Tratar de desestabilizar a Rusia y dejarla de rodillas.  

 

 

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