martes, 18 de noviembre de 2025

 

LANZA DEL SUR O

¿LANZA EPSTEIN?

¿Cuánta tolerancia habrá en Latinoamérica para tolerar los opacos juegos de EEUU en el Caribe que buscan tapar los trapos sucios del caso Epstein?

 

Por Charles H. Slim 

No decimos nada nuevo cuando hablamos de distraer con una guerra externa para tapar las porquerías de la política doméstica, no cuando hablamos de EEUU ¿Casualidad? No lo creo. Dos días después que se liberan los mail[1] que vinculan a Trump con su viejo amigo el pederasta y abusador Jeffrey Epstein, Washington ordena el inicio de la “Operación Lanza del sur” como parte de la parodia denominada “lucha contra el narcoterrorismo” que solo busca un cambio de régimen en Caracas.

A diferencia de otras épocas, la información y los detalles que involucran al presidente estadounidense con aquel activo del Mossad israelí (supuestamente muerto)[2], están a la vista de la opinión pública sin necesidad de interpretaciones maniqueas de los medios.

Así MAGA recibe un nuevo golpe a la credibilidad que ya se ve discutida y causando mucha controversia en las bases. El asunto no es menor. Las perversiones sexuales (con drogas de por medio) vinculadas a la política no es algo nuevo. Menos si tenemos en cuenta y a muchos miembros de esta elite (demócratas[3] y republicanos) de degenerados que forman parte de un imperio que se cae a cachos. Así mismo no perdamos de vista que esta ventilación no es desinteresada ni busca una justicia verdadera, se trata de operaciones políticas bien calculadas, urdidas por quienes seguramente también han estado metidos en el mismo fango.

Como reacción, la administración Trump ha generado un nuevo episodio con posibles consecuencias bélicas y en esa tarea ya estaban trabajando los expertos en distracciones y cortinas de humo.

Los llamados “Think Tanks” o tanques de pensamiento estadounidenses no son más que cerebros puestos a maquinar estrategias, relatos y fórmulas para complotar contra los intereses y las soberanías de otros estados y eso no es una exageración. Cuando los dilemas por algún escándalo dentro de las cuatro paredes de La Casa Blanca lo requieren (el caso de Clinton y la becaria[4]), estos cerebros en conjunto con los asesores de la defensa y los expertos en juegos sucios de la CIA, trazan una estrategia que bajo el disfraz de la “seguridad nacional” o de cualquier otra excusa, crearan una distracción que terminara mutilando y asesinando a otros seres humanos; como diría cualquier burócrata cínico en Washington: “Son cosas del daño colateral”.

Ahora podemos ver que es el presidente Donald Trump quien se ve en serios problemas y necesita una distracción lo suficientemente ruidosa para desviar las miradas de su escabroso pasado. Para ello habría autorizado al Comando sur a cargo de las operaciones en el Caribe para llevar adelante una operación militar contra Venezuela que podría implicar cuando menos, ataques contra objetivos estratégicos como son las bases aéreas, los puertos y centros de mando de las fuerzas bolivarianas. Una vez más hay que decirlo: Olviden a Naciones Unidas y a la genuflexa OEA hacer algo por frenar la mano de Washington.

Tan solo las revelaciones de este informe del Congreso serían suficiente motivo para esta movida sucia. Pero todo lo que rodeaba a Epstein, sus contactos, sus clientes, sus amigos entre los cuales había funcionarios políticos (hombres y mujeres) de todas partes del globo (pero especialmente vinculados a las elites de occidente), hace del asunto un verdadero foso séptico en el cual la política partidaria se halla íntimamente vinculada y que es imposible de ocultar su hedor.

Precisamente y parte de esa inmundicia esta la conveniente muerte de una de las principales protagonistas en destaparlo como fue Virginia Giuffre quien a los 41 años (pese a que los medios no lo dijeron) fue asesinada en su granja en Australia occidental. Si bien lo presentaron como un “suicidio” por un choque de su automóvil contra un autobús escolar, fotos que se tomaron en el lugar y que se filtraron mostraban a la víctima con moretones y golpes en todo su rostro algo que surge muy sospechoso a la luz de quienes querían y se beneficiaron con su silencio. 

Los movimientos navales que se están registrando en el mar Caribe que involucran la llegada del portaaviones USS-Gerald Ford para unirse a las actividades del operativo “Southern Spear”, están preludiando una inminente agresión ¿Cuáles son los objetivos principales? Derribar al gobierno de Maduro y establecer uno régimen títere que controle y administre el petróleo. Por lo pronto, los medios adeptos a Washington y hoy rabiosamente alineados por la derecha con Donald Trump, fogonean sin cesar el argumento del fentanilo y los carteles de droga como centro del relato que usan para acusar al gobierno venezolano de “narcoterrorista”. En cierto sentido y haciendo una retrospectiva, los burócratas estadounidenses ponen a este precursor químico como si fueran las armas de destrucción masiva que decían de Iraq en 2002 y que como vimos luego, eran puras mentiras.  

A estas alturas y con tantas injusticias acumuladas, farsas sangrientas y el costo humanitario que ellas conllevan los ciudadanos del mundo deberíamos pedir al unísono: ¿Dónde están las pruebas de cargo que justifiquen todo esto?

 



[1] Comunicaciones que datan desde 2013 a 2016 y que solo son una parte del historial total existente https://www.nytimes.com/es/2025/11/12/espanol/estados-unidos/trump-epstein-emails-correos.html

[2] Hay fuentes en EEUU y en países del Commonwealth que afirman que Jeffrey Epstein se halla vivo, protegido y escondido en Israel como devolución por los valiosos servicios prestados al estado. Entre las piezas de información desclasificadas se hallan contactos estrechos con el oficial de inteligencia israelí Yoni Koren y el ex primer ministro Ehud Barak, una relación que mereció la vigilancia discreta de la NSA. Una investigación publicada en Democracy Now ahonda esto: https://www.democracynow.org/2025/11/12/epstein_israel

[3] El llamado “Pizzagate” que involucraba entre varios políticos a Hillary Clinton, se refería a un negocio que bajo la apariencia de una simple pizzería en Washington DC, se escondía un prostíbulo de menores para una clientela selecta vinculada al poder. Pese a que se lo ha tratado de desmentir como un “bulo” creado para difamar a la candidata demócrata, nunca se profundizó en demostrar lo contrario.

[4] El escándalo de Clinton con Mónica Lewinsky se hizo público en 1998 como parte de un affair sexual secreto que causó un tembladeral dentro del gobierno demócrata y dentro del matrimonio presidencial con Hillary Clinton y el pedido de impeachment ante la Cámara de representantes. Justamente y al mismo tiempo Clinton ordenó en agosto de 1998 bombardear a Sudán y Afganistán creando así una cortina de humo que distrajo al público norteamericano de su escándalo. 

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