EN LA MIRA
“ESCANDALO EN EL PENTÁGONO”
Cómo aparentes errores de cálculo y las manipulaciones informativas sobre el ISIL han causado una crisis interna en una de las áreas más sensibles de la defensa estadounidense
Por
Dany Smith
Al parecer, el “ISIL” o “ISIS” tiene sus días contados y pronto
podríamos ver una desaparición de lo que los medios anglosajones pintaron como
“la amenaza terrorista más importante de lo que va del siglo”.
Pero esta presumible extinción no sería por el
éxito militar que vino de la poderosa mano rusa demostrada en Siria, sino más
bien porque ésta franquicia nacida de un programa de la inteligencia
estadounidense e israelí en épocas de la ocupación a Iraq, ha venido quedando
expuesta en lo que realmente fue: un fraude para justificar la geopolítica de
Washington en la región.
Las
pruebas de que algo andaba mal con este grupo
supuestamente extremista e islámico, se vinieron viendo desde lejos en
el tiempo. Habría que remontarnos a la ocupación de Iraq en 2005 en momentos
que la resistencia iraquí estaba descalabrando a los invasores y causando
serias deserciones dentro de los cuadros de colaboracionistas que se habían
adscripto a la mafia que, elegida por la entonces Secretario de Estado
Condolleza Rice, administraría el país.
Para
ese entonces, “Al Qaeda-Iraq” un monigote claramente implantado para tratar de
crear divisiones dentro de la sociedad iraquí había fracasado. Los iraquíes ni
bien percibieron la presencia de esta franquicia supieron que estaban ante una
rama más que sus enemigos –estadounidenses, británicos e israelíes- habían
infiltrado en el caótico panorama que se vivía por entonces. Conscientes de ello los altos jefes militares
y de inteligencia, recomendaron al entonces presidente George W. Bush ponerle
fin a sus operaciones en momentos que la reelección de éste mandatario pendía
de un hilo por la impopularidad de la ocupación que parecía extenderse por
varios años. Fue así como por arte de
magia y en una muy puntual acción aérea, el 6 de junio del 2006 un avión de
combate F-16 estadounidense lanzó una
bomba de 500 libras guiada por laser,
que impacto certeramente en una casa en Hibib, Baquba, matando a Abu Muzab Al Zarqawi
quien el Pentágono y los medios occidentales sindicaban como el líder de “Al
Qaeda-Iraq”. El golpe tuvo su efecto y Bush fue reelegido como presidente.
El show se acabo |
Pero
el sacrificio de Zarqawi y una media docena de personas que estaban en aquella
casa, no fue solo para mejorar la imagen de Bush; detrás de ello estaba el
cierre del programa “Al Qaeda-Iraq” y la inauguración de un nuevo programa de
contrainsurgencia –que debería ser más creíble- que profundizaría
definitivamente las grietas que se habían creado con la invasión y las que el
gobierno títere de Al Maliki seguía profundizando con sus brutales
arbitrariedades. Casualmente unos meses
después, el 15 de octubre del 2006, hace su asombrosa aparición el “Islamic
State of Iraq” (ISI) que con un particular logo que sigue
vigente hasta estos días, dio a conocer en uno de sus primeros videos, el
derribo de un helicóptero norteamericano usando un misil SA-7, lo que le dio la
espectacularidad y la credibilidad que sus artífices habían esperado.
Con
estos antecedentes y muchos otros que, al paso de los años trataron de ser
sepultados bajo el olvido, se puso en el escenario a éste sangriento embuste
que organizado por la inteligencia estadounidense, obviamente, sería muy
conveniente para sus panificadores mientras solo derramara sangre de iraquíes o
de cualquier otro árabe (v. El Gran Espantajo. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2016/03/internacional-el-gran-espantajo-como-el.html )
El
desarrollo de esta pequeña franquicia fue –obviamente con el apoyo de la CIA
y de otros socios- escalando hasta mediados del 2008, donde tras varios
traspié a manos de las fuerzas de seguridad iraquíes e incluso de los grupos de
la resistencia, fueron siendo eliminados del escenario de la ocupación,
desbancando el verdadero objetivo que perseguían con sus operaciones que no era
otra que, causar el odio irremisible entre sunitas y chiitas. De esta manera y pese a los arduos esfuerzos
por reimpulsar sus operaciones y tratar de obstaculizar a la resistencia chiita
que estaba haciendo estragos entre sus efectivos, los ingenieros a cargo de este programa fueron despedidos y pasados al olvido hasta
nuevo aviso.
Pero
para mediados del 2012, cuando Siria comenzaba a ser asediada por una ola de
grupos mercenarios extranjeros que
occidente y sus medios pintaban como
“revolucionarios”, desde aquellos
claustros y con la autorización política de la secretario de estado Hillary
Clinton se reactivo el apoyo al “ISI” pero esta vez y con al abierto apoyo financiero
de Arabia Saudita, Qatar e Israel, para ser un factor tanto táctico como
estratégico en lo que se convertiría en el plan de la Casa Blanca por el
rediseño de un Medio Oriente sin estados árabes laicos. Para dicho plan, no se
escatimaron recursos e incluso, se llegó a fabricar una ideología que a la
vista de los honestos eruditos islámicos, lejos de la tradición (Sunna) más
bien se parece a una mutación del Wahabismo tribal saudita con ingredientes de
esquizofrenia y barbarismo agregados por manos no árabes ni menos aún
islámicas. Y es que sobre esto último,
las pruebas de que uno de los recursos para que estos presuntos “Yahid” tomaran
coraje para pelear, eran las drogas (Captagon) y el alcohol, lo que revelaba la
total falsedad de su origen que incluso ha quedado bien en claro con aquel
supuesto ciudadano iraquí que se avino a líder de la franquicia, sin que de él
los registros iraquíes dijeran nada (v. Al
Bagdadi o Elliot? http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2016/03/internacional-al-bagdadi-oelliot-dos.html )
Pero
más allá de estas peculiaridades, la invulnerabilidad demostrada por el “ISIS”
en el campo de batalla, desató la curiosidad tanto de propios como de ajenos
que, a pesar de las manipulaciones mediáticas y los falsos informes de
inteligencia, no logro engañar a varios investigadores independientes que indagando
en mayor profundidad sobre la real situación en la región, pudieron develar
aquel misterio que más bien era un gran encubrimiento (v. La inexplicable invulnerabilidad del
ISIL. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2016/01/en-la-mira-la-inexplicable.html )
Si
alguien se pregunta si es posible que exista un trabajo como es el de maquinar
cómo hacer para que la gente se mate una a otra, pues sepan bien que hace mucho
que existe y una de sus sedes se denomina el CENTCOM o más bien el Comando Central
de los Estados Unidos donde, bajo la denominación de “analistas”, funcionarios de inteligencia se encargan de
elaborar los informes a medida de los intereses de Washington. En estos claustros no hay lugar para arrebatos
de sinceridad y menos aún de discutir lo que se ordena desde lo alto. Pero la
gravedad y lo intragable de lo que representaba el programa “ISIS”, parece
haber desatado varios cortocircuito y desencuentros dentro de aquel plantel que
llego a que el mismo presidente Obama firmara las salidas de varios altos
oficiales militares y de inteligencia (v. Despiden a los analistas del
Pentágono que se negaron a proteger al Emirato Islámico. http://www.voltairenet.org/article191114.html )
A
parecer en uno de estos últimos episodios, los analistas que se resistían a
refrendar los informes adulterados que los militares pretendían que elaboraran
para La Casa Blanca, previó a ser
amenazados por los jefes militares que tenían a cargo, fueron despedidos por
haberse negado a manipular información que alterara la realidad de lo que
pasaba con el “ISIS” en el terreno (http://www.thedailybeast.com/articles/2016/04/03/intel-analysts-we-were-punished-for-telling-the-truth-about-obama-s-isis-war.html )
Precisamente
y en lo que respecta a la supuesta guerra contra el terrorismo y en especial
contra el “ISIS”, las contradicciones y las irregularidades que se han ido
viendo a los más altos niveles, ha llevado a que varios funcionarios de ésta
área, al poner de manifiesto sus desacuerdos en lo que ello involucraba, hayan
sido despedidos o removidos a destinos inciertos tras haberse negado a seguir manipulando
los informes sobre un “Estado Islámico” que la mayoría de los musulmanes del
mundo no reconoce como tal.