miércoles, 3 de mayo de 2017

 INTERNACIONAL



“RELACIONES ESTRATEGICAS”

Como Berlín sabe que necesita más de Rusia que de EEUU al momento de sostener las necesidades del pueblo alemán



Por Charles H. Slim
En la alta política internacional, las tratativas entre gobiernos están más allá de las tragedias y los desencuentros históricos. Un ejemplo de ello es la continuidad en las relaciones entre Alemania y Rusia, que pese a la sangrienta y reciente historia que las hizo protagonistas, hoy siguen avanzando a la cooperación en varios temas de la agenda bilateral y de la geopolítica internacional.

Igualmente cabe recordar, que en los últimos años las relaciones entre Berlín y Moscú no han venido siendo las mejores. Y es que para mal que les pese a muchos, Ángela Merkel ha sido más bien la vocera y presentadora de todos los planes estadounidenses en el Medio Oriente como en el este de Ucrania y todo lo que los estadounidenses tienen en mente para Europa, llevando a que prácticamente haga –diplomáticamente hablando- el trabajo sucio de Washington.

En el último encuentro realizado éste 2 de mayo en Sochi, Rusia, la primer Ministro Ángela Merkel y el presidente ruso Vladimir Putin fijaron sus posiciones en temas cruciales  y muy complejos tales como la situación de “Ucrania”, “Siria” y obviamente el tema de la “lucha contra el terrorismo”, en todos ellos, surgen controversias por la clara y solapada injerencia estadounidense que usa a Berlín como el interlocutor de la Unión Europea contra Moscú.

Antes de que se desarrollaran las conversaciones a puertas cerradas, ambos mandatarios dieron una conferencia de prensa a la cual asistieron no solo las planas de funcionarios adjuntos de ambos países sino también, medios y periodistas alemanes, rusos y de varias partes del mundo. En esta, la canciller alemana y fiel a su estilo comenzó su alocución con palabras alagueñas y de agradecimientos a su par por haberla convocado para tratar temáticas tan importantes para ambos estados.

De esa manera y poco a poco, Merkel fue metiendo sus consideraciones y puntos de vista sobre lo que sucede en Ucrania, repitiendo casi al dedillo la postura de Washington solo que un poco más liviana y adornada, señalando supuestas divisiones impuestas por Rusia en el este de aquel país –alegando indirectamente a  una invasión- y supuestas expropiaciones contra empresas realizadas por los “separatistas pro-rusos”, calificación mediática que surge de las editoriales necon de insignes medios anglosajones.

A primera vista, se podía intuir una cierta incomodidad en ambos mandatarios especialmente en la canciller alemana que solo bastaba con verle el rostro rígido y respuestas esquivas, indisimulables a la vista de los presentes.
masacre de Odessa

Una de las acusaciones más frontales que lanzo Merkel contra el gobierno de Putin fue sin lugar a dudas, las acusaciones de detenciones arbitrarias contra opositores políticos –muchos de ellos agitadores a sueldo de occidente- y las agresiones contra los homosexuales en la república islámica de Chechenia, una realidad muy cruda pero ajena al poder del Kremlin dado que aquella, pese a estar bajo la egida de Moscú mantiene su autonomía política y una lealtad a sus costumbres basadas en la ley islámica “Sharia”.

Precisamente y en lo que refería a las supuestas detenciones arbitrarias efectuadas por la policía y los cuerpos de seguridad rusos, el presidente ruso se limito a dejar bien en claro que aquellos estaban actuando en el marco del estricto respeto de la ley y así “seguirían actuando”.  Al mismo tiempo Putin le recordó a su invitada que los métodos rusos eran bastante más civilizados que los vistos en occidente. El argumento de la “arbitrariedad” había venido siendo una de las excusas más usadas por occidente para tratar de horadar la legitimidad de los gobiernos que buscaba desestabilizar y ello lo sabía muy bien Putin. Fue por ello que su respuesta fue tan asertiva como contundente.

Otra de la alegaciones en contra de Rusia pero que fueron disparadas por un periodista del foro fue, que Rusia proveía de pasaportes rusos a los ciudadanos de las regiones independientes del este de Ucrania y además, estaba inyectando la moneda rusa (Rublo) dentro de aquella región, ambas medidas como una forma de “rusificar”, algo que el mismo Vladimir Putin con total calma y estoicismo le respondió diciendo primeramente, “que todo comenzó con el golpe de estado contra Kiev que derroco al anterior gobierno, lo que causó entre otras consecuencias, la inexistencia de bancos, de un sistema financiero del que puedan vivir los ciudadanos del vecino país”, dejando en claro que Kiev hizo todo lo posible para que la ayuda no llegara, causando sin lugar a dudas un agudo  escozor en las entrañas de Merkel quien no daba crédito a lo que escuchaba.

Sobre la situación ucraniana el mandatario ruso dejo en claro que la única herramienta que tenían para tratar de pacificar la situación era el Tratado de Minsk del 2015 y que agradara o no a Alemania, era mejor que nada.

Toda la inestabilidad creada en Ucrania tenía responsables y no eran precisamente rusos. Por otra parte, Putin le recordó a su par alemana que entre algunas de las brutalidades llevadas a cabo por estos golpistas, estuvieron la masacre de Odesa en la que quemaron vivos a 48 personas (implicados el “Batallón Azov” de Ucrania). Esto le dio a entender y con una muy clara expresividad el presidente ruso, que no se guardo ningún detalle al momento de comparar los métodos occidentales que había causado las actuales crisis que soportaba el mundo. Solo bastaba ver la cara de Merkel con cada traducción que recibía por su auricular para notar que prácticamente deseaba salir disparada por alguna ventana de haber habido alguna por allí.
tropas germanas en Siria

Sobre la situación de Siria, Merkel expreso que estaban trabajando para tratar de ayudar a las poblaciones y que se hallaban comprometidos en la lucha contra el terrorismo sin posicionarse con claridad sobre hasta donde se hallan comprometidos en erradicar al “Estado Islámico” y los demás grupos agresores. Por su parte, Putin enfatizo en la necesidad de realizar una investigación por el incidente en Khan Sheijun, algo que, además de haberse negado la OPAQ, no entusiasma a EEUU. Si una periodista alemana trato de pintar al presidente Putin como el “influyente sobre Assad” a lo que con simpleza pero firme le respondió que quien influye sobre el presidente sirio es su pueblo.

Otro tema que esquivo la canciller, fueron las alegaciones de esa misma periodista alemana sobre qué opinaba de la supuesta interferencia rusa en la elección estadounidense y los rumores de que lo haría con las alemanas, a lo que Putin con mucha holgura y perspicacia rechazo como meros rumores.

Pese a estos tironeos y momentos de tensión, ambas partes saben que se necesitan mutuamente y tienen varios temas por los cuales deben mantener unas relaciones estables, una de ellas es sin lugar a dudas  el gas ruso que alimenta a la Unión Europea pero especialmente a Alemania. Esto no es poca cosa. La provisión de éste combustible es vital para Europa y en Berlín como en Bruselas saben que si Moscú se enojara con ellos solo tendría que cerrar un grifo. Es allí donde se han visto involucrados los países europeos con los planes estadounidenses, quienes les habrían prometido por su cooperación que logrando consagrar su agenda en el Medio Oriente, Washington le proveería –entre otros beneficios- el gas de los campos del norte de Iraq y Siria sacándolo a través de Turquía.


Pero como estos planes hasta el momento han fracasado y en ello ha tenido mucho que ver la administración de Putin, Merkel ha optado por acercarse nuevamente a Rusia para tratar de redimir su posición en la era Obama.

martes, 2 de mayo de 2017


 EN LA MIRA




“FREXIT”

En la próxima vuelta será elegido el nuevo mandatario francés y allí se juega entre otras cosas el regreso de Francia a un camino independiente de la UE




Por Charles H. Slim
Por lo que se ha podido oír de Le Pen y Macron, la salida de la UE es algo más que una opción.  Tanto el aparente centrista independiente  de Le Marché como la candidata e la derecha moderada del Frente Nacional mantenerse dentro de la Unión no es un negocio para Francia.

En apariencias ambos candidatos estarían apuntando a una salida de la unión y con ello, encienden las alarmas de los partidarios europeístas quienes a su vez son fieles y obedientes a pies juntillas de los “globalistas” estadounidenses que intentan continuar con su agenda de disolución de los estados nación.

Y bien decimos en apariencias habría una idea de salida de Francia de la UE, ya que en solo uno de los candidatos esta opción es creíble. La postura que ha dejado entrever la candidata del Frente Nacional Marine Le Pen no deja lugar a dudas de ello. En uno de sus últimos discursos aseguró que el principal problema de la UE “es que se ha vuelto casi totalitaria” haciendo incapie en las políticas de bloque que son diseñadas e implementadas por burócratas que no son franceses, tirando un disparo por elevación a Ángela Merkel.

Igualmente Le Pen no habla de una salida como lo hizo Gran Bretaña el año pasado y que quedo oficializado a comienzos de éste. En este sentido, ella apuesta por un consenso con otros países europeos que compartan sus mismas tendencias en búsqueda de una reestructuración o un cambio radical en su estructura en general proponiendo cuando menos una nueva denominación. Así sugiere que de Unión Europea se pase a llamar “Alianza Europea de Estados Independientes”, algo muy fácil de escribir pero muy dificultoso de aceptar por los poderes estatuidos.

Uno de los puntos que Le Pen critica de la UE es precisamente la moneda, a la cual la candidata ha señalado que el “Euro está muerto”.

Sin lugar a dudas que esta postura ha revuelto el espectro financiero de la UE y no es para menos. La salida de Francia de ésta moneda daría un golpe letal al ya precario sostén del Euro y con ello, desarmaría multimillonarios negocios que existen dentro de la Unión.

Se hace evidente que Le Pen busca restablecer la moneda nacional (el Franco), es decir una moneda de cambio soberana que recupere las medidas y los parámetros que respeten a los intereses públicos y privados franceses, sin verse sujetos a los vaivenes de una administración político-financiera que responden a intereses completamente ajenos al ciudadano francés.

Desde éste punto de vista y por los antecedentes del Frente Nacional la opción de una salida efectiva se hace muy posible e incluso que ello conlleve a serios conflictos de intereses con sus socios unionistas, especialmente con Alemania y con EEUU.  Para Le Pen la alternativa de un referéndum surge mucho más creíble del que Macron pudiera hablar ya que no se halla sujeta a los intereses sectoriales a los que su rival responde sin lugar a dudas.

Muy por el contrario el candidato de Le Marché Emmanuel Macron, se sabe que proviene del bloque financiero francés con raíces en la banca londinense con lo cual sería algo muy difícil de creer que pueda implementar reformas estructurales que perjudicarían a los poderosos intereses creados en torno a estos estratos de la banca francesa tan bien posicionados y respaldados por la UE.

Macron también habla de reformas y de la disfunción de la Unión proponiendo un referéndum legislativo para que la ciudadanía francesa –similar a la británica- exprese si es o no conveniente la salida de la UE, pero sosteniendo la idea de mantener a Francia dentro de la Unión. Sinceramente no hay entre los discursos de éste candidato una propuesta tan firme para ello sino que más bien han sido alguna que otra alusión a posibilidades muy remotas.

Desde esta perspectiva, Macron es más realista y apegado a lo que la Constitución francesa prevé en su articulado en donde expresamente esta determinado que “la república forma parte de la Unión Europea” con lo cual, hacer un parámetro con lo realizado por Londres o tratar de realizar análisis análogos con el caso británico surge claramente incomparable.

Pero para concluir, lo que destaca y separa a Macron de Le pen no  es ese realismo aparentemente apegado a la constitución de aquél sino como ya lo señalamos, se basa en su innegable lealtad a la banca francesa y a sus colegas de la Bolsa de París que, de no verse favorecidos por éste viejo colega  podrían destronarlo en un periquete. Es por ello que deberíamos preguntarnos ¿Será posible un Frexit

domingo, 30 de abril de 2017

 SEGURIDAD Y DEFENSA






“EL ARMA INVISIBLE”

Puede EEUU aun considerarse la primera potencia militar con lo que ha demostrado Rusia en el campo bélico actual?




Por Dany Smith
La vida del hombre, desde que pisa la tierra está innegablemente ligada a las situaciones bélicas y a los enfrentamientos permanentes que llevan a una constante elucubración de ingenios y medidas para tratar de estar por encima de sus rivales que amenazan a sus intereses. Desde la caída de la URSS en 1991, EEUU y la OTAN han tratado de extender los dominios de su alianza a toda el Asia tratando de engullirse a los entonces países satélites de la era soviética.

Actualmente tras la asunción de Donald Trump, contrariamente a lo que había prometido, la Alianza ha visto revitalizado su papel de conquista para lograr de una buena vez la hegemonía político militar que los jerarcas de Bruselas soñaron desde su creación. Pese a los aspectos económicos que Trump saca a relucir a cada momento cuando se habla de las contribuciones que hace los EEUU para esta organización, las últimas decisiones de política internacional de la Casa Blanca no dejan lugar a dudas de que no hay precio para los beneficios que éstas traerán a la organización.

Pero la OTAN no es una organización “democrática” y menos aún, un club de amigos; se trata de una colusión de intereses geopolíticos con un poderoso brazo armado en el cual EEUU y sus aliados europeos, tratan de sobrevivir tras perder sus objetivos con la caída de la URSS y el desbande de la amenaza que suponía aquel portentoso “ejército rojo”.  

En ese plan han trabajado en los más diversos proyectos tanto de ampliar su jurisdicción usando su poder militar, como sus influencias políticas amañadas con operaciones de inteligencia en las que no hay que olvidar a las estructuras de ejércitos secretos bajo la denominación “Gladio”, uno de los escándalos históricos más reveladores y muy ligado a lo que actualmente sucede con el llamado “terrorismo internacional”.

La OTAN y EEUU gozaron de impunidad operativa desde 1990 hasta mediados del 2003 cuando ya habiendo invadido Afganistán con excusas muy pocos creíbles (y en base a un atentado en 2001 muy poco claro), avanzaron en contra de una abrumadora mayoría de la opinión pública mundial contra la soberanía de Iraq.

Una amplia franja de la población mundial y que no puede centralizarse por países en forma individual, se preguntaban ante estos avasallamientos imperialistas ¿quién podrá detener todo esto? Era algo desesperante ver como a la par de las carnicerías y la troperias impunes que las fuerzas estadounidenses, británicas y de países colaboradores causaban contra poblaciones civiles, usando como frontón una despreciable propaganda islamofoba que justificara semejantes aberraciones.

Sin justificaciones y de ser necesario, inventándolas, Washington decretaba unilateralmente embargos despiadados, exclusiones aéreas y realizaba sin posibilidad de contrarestarlas, ataques y masacres como el mundo ha sido testigo.

Desde cinco años a esta parte las cosas han venido cambiando en grado superlativo y en gran parte se ha dado por la aparición de una potencialidad de Rusia que los mismos estrategas norteamericanos y sus colegas de la OTAN no esperaban ver, al menos no en un plazo tan cercano.

Es muy cierto por otra parte, que el desarrollo militar de Rusia representa un excelente ambiente para los negocios de las industrias armamentísticas sin importar la procedencia o nacionalidad de las mismas. EEUU no puede vivir sin un rival y ello se ha visto en estos últimos largos 25 años desde que se tomo la libertad de comenzar la guerra del Golfo Pérsico que sigue ardiendo en otras formas, los bombardeos de la OTAN a la ex Yugoslavia y todas las demás calamidades que es sin lugar a dudas, producto de las administraciones norteamericanas han convertido al mundo en un lugar mucho más impredecible.

Rusia ha dado muestras de variadas formas de avance en su tecnología aeroespacial y militar en general que ha venido preocupando en silencio al Pentágono y a sus aliados de la OTAN.  Pero como ha sido la acostumbrada política informativa de occidente, si hay alguna debilidad o información que sea inconveniente para los intereses de EEUU, ello será enterrado en el olvido y de ser posible, eliminado de los records informativos.

Washington no se resignará a caer a un segundo lugar o mucho peor, ser humillado en otro conflicto asimétrico; no puede darse ese lujo con una Rusia que se alza con novedosos y poderosos sistemas de armas de nueva generación que ni siquiera causan un zumbido. Una de estas, son las de carácter electromagnético que pueden inutilizar en un pestañar a las fragatas más modernas e incluso a un portaaviones nuclear del tamaño del “USS-George H. Bush”.

El incidente del “USS-Donald Cook” en aguas del Mar Negro allá por el 2014, fue la prueba cabal de que Rusia tenía la capacidad de inutilizar con un solo avión de combate a un buque de cuarta generación dotado con lo último del sistema de combate electrónico Aegis y que dotado de cuatro poderosos radares de mediano alcance, detuvieron su funcionamiento apenas paso aquel SU-24 por encima del buque.

Fue demasiado para los tripulantes de aquel buque, quienes al ver como se fundían sus circuitos eléctricos, quedaron inermes y a la deriva hasta que los vinieron a rescatar y remolcar a un puerto aliado.

Otros incidentes similares fueron registrados en cercanías de Crimea, el Mediterráneo, el Báltico y también en el Mar Negro pero, esta vez los norteamericanos se encargaron de que nada saliera a la luz. Demasiado bochorno para el Pentágono como para que se multiplicaran otros casos inexplicables como el del “Donald Cook”.

Hoy se sabe que lo que Rusia posee es un sistema denominado “Russian Electronic Warfare” basado en el principio del electromagnetismo y algo más.  Aunque este es un principio conocido para los físicos y los expertos estadounidenses, no parece que ellos hayan podido reproducir con eficacia un arma de similares características.

Se sabe si, que EEUU tiene sistemas de armas laser  para el derribo de misiles, armas de ondas infrarojas, de ultrasonido e incluso de pulso electromagnético o plasma (utilizadas en Iraq 2003) que pueden fundir un tanque de combate en unos segundos.  

Pero todos estos ingenios siempre orientados en sentido ofensivo, fiel a su naturaleza.


La última muestra de estas capacidades se vio en el ataque con misiles Tomahawk contra la base siria de Shayrat donde se dispararon 59 vectores pero, solamente llegaron 20. Obviamente la versión oficial no habla de ello. Según otras fuentes, los 39 que nunca llegaron cayeron inermes a mitad de camino desperdigándose por los campos y los olivares de la zona.  Una barrera invisible o más bien una red electromagnética de defensa pasiva afecto a las cabezas de los misiles y simplemente los dejo inoperantes e incluso –se supone en algunos casos- fueron desarmados. Los generales y personeros en Washington exclamaron por lo bajo “We have a big problem”

viernes, 28 de abril de 2017

EN LA MIRA





“FRANCIA SE ALINEA POR LA DERECHA?”

Es verdad que puede ganar la ultraderecha francesa o se trata de una cortina de humo de los medios del establishment?




Por Charles H. Slim
Luego de una acérrima campaña electoral y celebradas las elecciones éste 23 de abril último, el pueblo francés parece haber dado un mensaje alto y claro a los círculos elitistas de la vieja política bipartidista y reciclable de los “Guallistas” y los “Socialistas” que como se ha visto en los últimos ocho años a esta parte, comparten el mismo interés neocolonialista que revivió aquel denominado “Chauvinismo” autóctono puesto a rodar en estos últimos siete años junto a sus colegas británicos y norteamericanos sobre los territorios árabes del norte de África y el Medio Oriente.

A pesar del atentado cometido tres días antes en pleno centro de París y que para muchos despertó las sospechas de ser una acción deliberada y destinada a influir en el electorado francés, los resultados ya se han computado y hay dos contendores para definir en última vuelta.

Quedaron para la segunda vuelta Marine Le Pen, representante de la derecha francesa con el Frente Nacional y el influyente empresario y ex banquero de las empresas Rothschild &Cie Emmanuel Macron, quien además de ser el seguro posible mandatario goza de las simpatías de los principales empresarios y corporaciones galas, algo que ha despertado la inquietud en amplio sector de la población.  Esta polaridad ha empezado a ser explotada por los viejos partidos que han sido relegados de la escena, señalando que esta segunda vuelta puede ser la elección en el menos malo.

Se trata de una argucia maliciosa que está especialmente dirigida a impedir que Marine Le Pen logre ser elegida. Apelando a la palabra ”fascismo” y una supuesta tendencia de que Francia llegue a ser gobernada por la “ultraderecha”, los sectores socialistas y autodenominados progresistas con  Francois Hollande entre los personajes más destacados solo se encargan de como dice el dicho “ven la paja en ojo ajeno sin ver la viga en el suyo”.

Solo basta un poco de memoria para ver qué tipo de socialismo han representado tipos como Hollande y su gabinete.  Mayor control policial y estigmatización sobre las capas más pobres de la ciudadanía francesa, especialmente compuesta por la inmigración turca y árabe tan útil (al momento de encontrar chivos expiatorios) para endilgarle los males sociales y la amenazas que el propio gobierno ha creado. Estos relegados de la Société decénte son la materia prima para la propaganda racista de los sectores conservadores y filosionistas que anidan tanto en los estratos del intelectualismo como dentro de las filas del estado francés.

Tan siniestros como son los maquinadores “necon” y sus aliados políticos en EEUU, los socialistas franceses no han dejado dudas de que muy poco pueden envidiarles a esos “halcones” norteamericanos ya que sus obras reflejan muy pocos escrúpulos al momento de avasallar la soberanía de otros países y pasar por encima de la ley internacional.

Recordemos sino lo que significó para Francia, para las poblaciones del norte de África –especialmente con Libia- y la paz en Medio Oriente, las políticas del aparente centrista Nicolás Sarcozi y ni hablemos de la agresividad con que se manejo la administración socialista de Hollande que muy poco de fraternal tuvo (uno de los principios del PS), con su apegada política de seguimiento a los lineamientos de la geopolítica estadounidense que siguiendo a sus segundones británicos, hicieron todo lo posible por tratar de derrocar al gobierno sirio. 

O que decir de las imposiciones mediáticas –salidas de un eslogan de Hollande- que tras ese extraño (y no revelado aún) ataque a la revisa Charlie Hebdo, hizo meter en la cárcel a quien no compartiera aquel eslogan engañoso “Yo soy Charlie Hebdo” que fue tan bien aprovechado por Benjamín Netanyahu y sus partidarios franceses. 

Con todo esto ¿qué podría significar que Marine Le Pen llegue a ser la mandataria de Francia?  Precisamente, la propaganda de estos sectores asustan a la opinión pública hablando de la posible ascensión de la “ultraderecha” y el “fascismo” pero ¿Eso es cierto? Tal como señalan algunos periodistas, se trata de un nuevo engaño para hacerles creer que Macron será la continuidad de Sarcozi y Hollande tratando de dejar un meta mensaje en la mente de los ciudadanos franceses que más o menos sugiere que más vale “malo conocido que bueno por conocer”.  Macron es un independiente con muy acusados rasgos de ser un liberal globalista como lo son los Clinton y en especial Hillary Clinton y es por ello que seguramente y con el apoyo de los sectores financieros del país, especialmente los sionistas, lograra ser el nuevo presidente francés.

Pero las esperanzas de éstos globalistas disfrazados de socialistas y centristas, se ven peligrar con el acercamiento en los votos de la ciudadanía al proyecto nacional impulsado por Marine Le Pen, que entre otras promesas, acabaría con las detestables aventuras neocoloniales que, pese a los millonarios negocios que se hicieron con ellas, han vuelto mucho más inseguro al país.

Lo que realmente espanta a los socialdemócratas franceses y estos insípidos socialistas es, que la candidata del Frente Nacional cuenta con las simpatías de  Rusia y eso a su vez no solo es algo que molesta a los sectores conservadores y filosionistas galos sino que, retuerce de preocupación a los neocon y al estado profundo norteamericano. Si Le Pen llegara a la presidencia y comenzara a tomar alguna de las medidas que ha prometido en su campaña como es la de cortar los lazos del extremismo islámico ligado a la “Hermandad Musulmana” que se entrelazan con las inescrupulosas políticas sucias que habían venido llevando a cabo tanto Sarcozi como Hollande, muchos negocios muy lucrativos y sucios corren peligro de no concretarse.

Macron además de contar con el respaldo de Angela Merkel, goza del apoyo de los más importantes empresarios de medios franceses quienes a su vez mantienen fabulosos negocios con la UE, algo de lo cual e mismo Macron no ha desmentido. 

Pero está participación de la Unión Europea en la elección de quién deberá gobernar Francia ha estado rodeada de maniobras que cuando menos podrían catalogarse de sucias. Por ejemplo al candidato de “Los Republicanos” Francois Fillon, tras sembrar mediáticamente todo tipo de versiones sobre su vida íntima, se le abrieron investigaciones judiciales y policiales por rumores que enturbiaron su imagen.

Una maniobra similar se orquesto contra Marine Le Pen y su partido, al cual incluso las autoridades francesas le allanaron sus oficinas por supuestas malversaciones de dinero que habrían afectado a la Comisión Europea. Lo cierto es que, pese a todo esto y de las claras operaciones sucias, Le Pen le toca los talones a Macron quien de no haber sido ayudado por estas maniobras, nadie hubiera sabido de él.  Entonces ¿Francia se alineara a la derecha?



martes, 25 de abril de 2017

EN DEBATE

                             


“PRIMAVERA LATINA”

El derrumbe de los gobiernos progresistas en la región y la actual situación de caos en Venezuela ¿Revela un plan bien trazado de Washington?




Por Charles H. Slim
Lo que muchos vaticinaban hace unos años atrás y que fue menospreciado por los llamados “politólogos” nacionales, comienza a mostrar sus primeras señales de lo que Washington y Londres han venido preparando para toda la región. Más allá de la distancia y de los intereses particulares que occidente persiguió para el norte de África y el Medio Oriente con el montaje de la llamada Primavera árabe en 2010, queda claro que se trata de una estrategia reutilizable y aplicable a otras regiones adaptadas a las idiosincrasias latinoamericanas. Nada ocurre por casualidad se suele decir muy seguido y en política ello es una regla de hierro que no se puede ignorar. La primera etapa de estos planes ha sido cumplida y hoy estamos siendo testigos de la segunda fase, que no es ni más ni menos que la limpieza de la primera.

Tras una década y media de surgimiento de gobiernos “progresistas” en América Latina hoy podemos ver como quedan tan solo los restos humeantes de aquellas pantomimas políticas que sin lugar a dudas y salvo honrosas excepciones, fueron escenografías de cartón aprovechadas por bribones de poca monta que llegaron al poder para hacerse de cuanto podían guardar en sus bolsas. En ésta última categoría encaja el gobierno de los Kirchner, que además de corrupto, demostró ser ideológicamente indefinido.

Como bien señalaba, la primera etapa de los planes de Washington se cumplió con la instalación de gobiernos con tendencias izquierdistas ocupando el mapa de casi toda América Latina. Fue un “dejar hacer” bien calculado que lejos estaba de la ineptitud o el desinterés de las pasadas administraciones de Bush y Obama. Para los planificadores y los “Think Tanks” era necesario dejar que las semillas del populismo crecieran sin ningún tipo de interferencias e incluso si era necesario, había que regarlas.

Egipto, 2010

Se trata de una gimnasia política común para Washington que va variando de acuerdo a las circunstancias geopolíticas imperantes en el mundo. Recordemos sino como cuando en medio de la “guerra fría”, EEUU bendijo y apoyo los gobiernos militares los cuales a su vez y cuando las circunstancias geopolíticas, económicas y financieras lo ameritaban, abandonaron por mediados de los ochentas a estos colaboradores y fomentaron la  “democracia” como nueva estrategia para arrinconar los vestigios de un comunismo que desaparecería a comienzos de los noventas.

En Washington sabían que esos gobiernos civiles que se floreaban con la palabra democracia eran absolutamente insípidos y carentes de vocación por implementar crecimientos propios y estratégicos que pudieran amenazar a la Unión. Pero eso no era lo que motivo el dejar hacer y dejar pasar de estos, sino que gracias a las administraciones corruptas y partidocraticas que se erigieron a partir de entonces, darían el combustible para la degradación de las instituciones de cada país, en especial sus fuerzas políticas y militares, volviéndolas más dependientes de las sugerencias e intervenciones voluntarias de tecnócratas y asesores estadounidenses.

Es la vieja y breve fórmula del éxito, “crear el problema, dejar que progrese y ofrecer la solución”. Así es como ha trabajado –y continua trabajando- Washington indistintamente de las administraciones que han pasado por la Casa Blanca. Aunque ello parezca una simpleza, se trata de una compleja trama de planificación que involucra a varias agencias federales, especialistas y “pensadores” que entre otras cosas deben prever como evolucionaran las situaciones a las diversas fórmulas que empleen contra ciertas situaciones y países en particular.

Una de las funciones de estos “caucus” es la creación de “ideologías” que subviertan el orden instituido de los países que desean dominar. Para ello, no se requieren de objetivos altruistas o apoyarse en minorías políticas y/o religiosas presuntamente oprimidas por el gobierno enemigo; solo basta hallar un elemento disociador en dichas sociedades para que, por medio de entes pantalla como son las ONG, las agencias federales de inteligencia se filtren y comiencen sus tareas desde dentro.

En el mundo árabe-islámico, sembrar la discordia sectaria dentro del islam ha sido una de estas estrategias para debilitar a los gobiernos que entorpecen el acceso a regiones de importancia geopolítica y estratégica sin parangón, siendo el Mossad israelí allá por la década de los sesentas uno de los primeros en crear e inyectar el furor del “islamismo militante” dentro de la sociedad palestina, alentando la creación de la “Jihad Islámica” con la intensión de destruir la militancia nacionalista que lideraba Yasser Arafat con la OLP.

En el marco de la guerra fría en la década de los ochentas, “Al Qaeda” el recurrente cuco del terrorismo internacional fue una creación de la CIA para fastidiar los planes de la URSS en Afganistán que usada en Iraq en 2004 al 2006 y evolucionar a lo que hoy es “ISIS”,  pretenden mostrarla como algo salido de la nada.
Venezuela Hoy

En América Latina tras algunos fracasados intentos solapados a comienzos del 2000 por derrocar a los gobiernos de Venezuela y Bolivia, se le dio la espalda a la región y Washington dejó gestar y desarrollar los liderazgos carismáticos y populares como el de Hugo César Chávez en Venezuela, el de Correa en Ecuador y Evo Morales en Bolivia siendo el resto de los gobiernos regionales (entre ellos Argentina), meras consecuencias de estos centros del nuevo populismo latinoamericanista que volvería a ensalzar el ideario antimperialista que a su vez crearía intimas rispideces con La Habana castrista por las ambiciones de extender sus proyecto de la “Gran Cuba Socialista”.

Con la muerte de Chávez en 2013, murió la mística que solo su persona encarnaba y que Maduro jamás pudo igualar. A partir de allí todo comenzó a desmoronarse ya que sus colegas Morales y Correa pese a ser los más cercanos al ideario chavista, no estaban del todo comprometidos con la base ideológica de Chávez. Ni hablemos de los mandatarios socialistas de Brasil enlodados en casos fastuosos de corrupción y menos aún, del desopilante circo de variedades del corrupto gobierno argentino de Cristina Fernández.

Hoy con un gobierno de extrema derecha en Washington que se refleja en sus acciones internacionales, no deberían haber dudas de hasta dónde podría llegar La Casa Blanca para cumplimentar las sugerencias de Henry Kissinger.

En estas horas Venezuela se incendia, el que supo ser el faro de una verdadera revolución realmente opuesta a EEUU, parece que nadará en sangre. Ciertamente el gobierno de Maduro es responsable en parte, pero también hay una muy copiosa ayuda externa para que los insumos médicos, alimentos, medicamentos y materias prima vitales para ciertas industrias no lleguen. La labor de agitadores profesionales llegados de afuera es innegable. Y también hay muy buenas recompensas dinerarias para quienes, desde dentro y jugando de opositores políticos, ayuden a derrocar la revolución Bolivariana, ¿Ha llegado la primavera latina?