EN
LA MIRA
“FREXIT”
En la próxima vuelta será elegido el nuevo mandatario francés y allí se juega entre otras cosas el regreso de Francia a un camino independiente de la UE
Por
Charles H. Slim
Por lo que se ha
podido oír de Le Pen y Macron, la salida de la UE es algo más que una opción. Tanto el aparente centrista independiente de Le Marché como la candidata e la
derecha moderada del Frente Nacional mantenerse dentro de la Unión no es un
negocio para Francia.
En
apariencias ambos candidatos estarían apuntando a una salida de la unión y con
ello, encienden las alarmas de los partidarios europeístas quienes a su vez son
fieles y obedientes a pies juntillas de los “globalistas” estadounidenses que
intentan continuar con su agenda de disolución de los estados nación.
Y bien
decimos en apariencias habría una idea de salida de Francia de la UE, ya que en
solo uno de los candidatos esta opción es creíble. La postura que ha dejado
entrever la candidata del Frente Nacional Marine Le Pen no deja lugar a dudas
de ello. En uno de sus últimos discursos aseguró que el principal problema de
la UE “es que se ha vuelto casi totalitaria” haciendo incapie en las políticas
de bloque que son diseñadas e implementadas por burócratas que no son franceses,
tirando un disparo por elevación a Ángela Merkel.
Igualmente
Le Pen no habla de una salida como lo hizo Gran Bretaña el año pasado y que
quedo oficializado a comienzos de éste. En este sentido, ella apuesta por un
consenso con otros países europeos que compartan sus mismas tendencias en búsqueda
de una reestructuración o un cambio radical en su estructura en general proponiendo
cuando menos una nueva denominación. Así sugiere que de Unión Europea se pase a
llamar “Alianza Europea de Estados Independientes”, algo muy fácil de escribir
pero muy dificultoso de aceptar por los poderes estatuidos.
Uno
de los puntos que Le Pen critica de la UE es precisamente la moneda, a la cual
la candidata ha señalado que el “Euro está muerto”.
Sin
lugar a dudas que esta postura ha revuelto el espectro financiero de la UE y no
es para menos. La salida de Francia de ésta moneda daría un golpe letal al ya
precario sostén del Euro y con ello, desarmaría multimillonarios negocios que
existen dentro de la Unión.
Se
hace evidente que Le Pen busca restablecer la moneda nacional (el Franco), es
decir una moneda de cambio soberana que recupere las medidas y los parámetros
que respeten a los intereses públicos y privados franceses, sin verse sujetos a
los vaivenes de una administración político-financiera que responden a intereses
completamente ajenos al ciudadano francés.
Desde
éste punto de vista y por los antecedentes del Frente Nacional la opción de una
salida efectiva se hace muy posible e incluso que ello conlleve a serios
conflictos de intereses con sus socios unionistas, especialmente con Alemania y
con EEUU. Para Le Pen la alternativa de
un referéndum surge mucho más creíble del que Macron pudiera hablar ya que no
se halla sujeta a los intereses sectoriales a los que su rival responde sin
lugar a dudas.
Muy
por el contrario el candidato de Le Marché Emmanuel Macron, se sabe que
proviene del bloque financiero francés con raíces en la banca londinense con lo
cual sería algo muy difícil de creer que pueda implementar reformas
estructurales que perjudicarían a los poderosos intereses creados en torno a
estos estratos de la banca francesa tan bien posicionados y respaldados por la
UE.
Macron
también habla de reformas y de la disfunción de la Unión proponiendo un
referéndum legislativo para que la ciudadanía francesa –similar a la
británica- exprese si es o no conveniente la salida de la UE, pero sosteniendo
la idea de mantener a Francia dentro de la Unión. Sinceramente no hay entre los
discursos de éste candidato una propuesta tan firme para ello sino que más bien
han sido alguna que otra alusión a posibilidades muy remotas.
Desde
esta perspectiva, Macron es más realista y apegado a lo que la Constitución
francesa prevé en su articulado en donde expresamente esta determinado que “la
república forma parte de la Unión Europea” con lo cual, hacer un parámetro con
lo realizado por Londres o tratar de realizar análisis análogos con el caso
británico surge claramente incomparable.
Pero para concluir, lo que destaca y separa a Macron de Le pen no es ese realismo aparentemente apegado a la constitución de aquél sino como ya lo señalamos, se basa en su innegable lealtad a la banca francesa y a sus colegas de la Bolsa de París que, de no verse favorecidos por éste viejo colega podrían destronarlo en un periquete. Es por ello que deberíamos preguntarnos ¿Será posible un Frexit
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