domingo, 11 de noviembre de 2018



EN LA MIRA



TESIS CALIENTE”

A pocos días del aniversario de la desaparición del submarino argentino ARA San Juan, las hipótesis sobre éste hecho se amplían a una que sería la más cercana a la realidad pero de la cual el gobierno y los medios no quieren discursar



Por Javier B. Dal
A un año de la desaparición del submarino de la Armada Argentina “ARA San Juan”, desde el gobierno y los medios oficiales no se ha dado ningún tipo de respuesta que explique “el por qué” aún no se ha hallado una sola pista de la posición en donde se habría hundido el aparato. A la vista de muchos, esto no tiene lógica y cada vez más se consolida la tesis de que lo que realmente ocurre es que no quieren encontrarlo.

Las condiciones para este ocultamiento no podrían ser más propicias.  
Como país, Argentina carece de fuerzas armadas operativas y peor aún, con capacidad tecnológica competitiva para afrontar los desafíos actuales como es claramente una situación como la suscitada con el submarino. El arco de medios está descaradamente financiado por Londres y beneficiarios privados con sede en New York que fabrican un trasfondo ideológico distendido que trata de hacer olvidar la real situación en la que tienen sumida al país, hace su parte para instalar el olvido. Adunado a esto, un gobierno claramente adicto a Londres que hace esfuerzos por quebrar la idea de soberanía[1] sobre las islas Malvinas, imposibilita cualquier tipo de investigación imparcial que pueda terciar en rededor de las posibles implicancias de la Real Armada Británica, estadounidense  y su aliado regional (Chile) en el incidente del 15 de noviembre de 2017.

Ante estas circunstancias no hay dudas de que las pueriles alegaciones a un accidente por el mal estado del sumergible o las increíbles suposiciones que hablan de la entrada de agua por el snorkel que habría causado la explosión de unas vetustas baterías, son una tomadura de pelo que insulta a la inteligencia de muchos y es una afrenta tanto a la memoria de sus cuarenta y cuatro tripulantes como a la de sus familiares. Pero si nada de ello tiene asidero ¿Qué  es lo que realmente sucedió en aquella tarde gris en medio del agitado mar del Atlántico sur?

Como se había dicho en un comienzo, los rusos supieron lo que había ocurrido y tras presentarle a la Casa Rosada las evidencias de lo ocurrido trataron de ganarse la condescendencia de un gobierno que –para su desilusión- encontraron mucho más leal a la geopolítica anglosajona que a la posibilidad de desarrollar una propia. Pero no sean ingenuos en creer que la ayuda sería por una mera cuestión humanitaria o de una simpatía histórica. El interés ruso en lograr una base de operaciones en la región es un anhelo geoestratégico que viene de las épocas de la guerra fría.

Igualmente y pese a no conseguir aquello le dio a la Casa Rosada una nueva oportunidad para lograr hallar al submarino y a los cuarenta y cuatro miembros de la tripulación. Fue así que Putin ordeno la intervención del buque de exploración “Yantar” tan o mejor equipado que el “Ocean Infinity” de bandera estadounidense que actualmente realiza las “tareas de búsqueda”.

Aquella intervención rusa causó una migraña a británicos y estadounidenses aunque si es cierto señalar, Moscú no pasaría los límites que secretamente tiene acordados con estos supuestos rivales y en especial con Gran Bretaña. 
En este sentido y más allá de los entorpecimientos que el mismo gobierno argentino (obedeciendo a directivas de Washington) propicio para que el buque ruso pudiera explorar con libertad y en los sitios que calculaban como más probables de hallar al submarino, los mismos rusos eran conscientes de que hallazgo podría abrir una caja de pandora que incluso podría comprometer a sus propios intereses ligados al fabuloso negocio del desarrollo de la industria armamentística.

Sobre los esfuerzos por desinformar y desviar a la opinión pública, el mismo presidente Macri mediante la firma del Decreto 216/2018  premio al vocero de la Armada que tanto hizo por aquello comisionándolo como agregado naval en la embajada argentina en Washington[2].

Algunos rumores han dejado entrever que lo sucedido en aquella tarde del 15 de noviembre fue la prueba de una nueva y secreta arma naval a base de plasma (fuerza electromagnética) la causa del siniestro y que debía mantenerse a cualquier costa en el mayor de los secretos. Pero aparentemente pese a las limitaciones técnicas del submarino argentino, detecto que algo no usual estaba ocurriendo a unas millas de su ruta y al tratar de verificar aquello, fueron fulminados por aquel dispositivo.

En este sentido cabría preguntarse ¿Qué tan novedosa será el arma utilizada para anular al submarino argentino, que hay que ocultar su ubicación para que no revele sus efectos?  Si nos atenemos a esta hipótesis la misma nos lleva por el camino de un sistema que no deja rastros, o al menos no visible a simple vista y que puede ser conducido por el espacio acuático. Otro elemento a tener en cuenta es la ausencia de restos del submarino, de manchas de carburante o aceite de máquinas, típicos indicios de que hubo una explosión o implosión que hubiera abierto un boquete por donde se inundó la nave. Otro elemento que no puede dejarse de lado es el repentino silencio en las comunicaciones desde el navío, lo que revela la afectación de la fuente eléctrica de la nave e incluso, de los teléfonos celulares de algunos de los tripulantes; en ese sentido nos preguntamos ¿Qué fue lo que los anuló?

Con los avances en el campo del desarrollo de las armas navales como ser los cañones “Electro-Termo-Químicos” o en inglés “Electro-Thermal-Chemical” (ETC), el cañón laser “MK-38” y otros más sofisticados como son las armas electromagnéticas de superficie como son los cañones laser fijos y los montados (LaWS-Laser Weapons Systems) en torretas especiales en buques de la Armada estadounidense[3] que pueden batir un objetivo en movimiento sin el menor sonido ni rastro advertible a simple vista, no es de extrañar que se hallen en la fase desarrollo (enmarcados en el “Proyecto DARPA”)[4], de armamentos subacuáticos que no necesiten un vector para llegar al blanco (Rayo).  Y para mayor asombro, que dicho sistema cause además de la fulminación del sistema eléctrico de toda la embarcación, el achicharramiento de cualquier organismo vivo sin alterar el material inerte del aparato.

Es aquí donde radicaría el principal obstáculo para localizar al submarino ya que de hacerlo, dispararía una cadena de cuestionamientos que no podrían ser eludidas por la Casa Rosada y subsidiariamente por Londres (por su presencia de facto en el Atlántico sur).

En este último sentido, hallar al submarino casi intacto en su exterior pero con su tripulación carbonizada sin que sus ropas de fajina presenten quemaduras externas, no es una hipótesis fuera de la realidad o un delirio de la ciencia ficción. Un hallazgo semejante significaría un escándalo internacional del que tanto Washington como los organismos internacionales como Naciones Unidas, la OPAC y la OIEA no podrían escapar. Cuanto más tiempo pase, mayor deterioro de los cuerpos y con ello, los rastros de lo que realmente ocurrió se perderán ¿Cuánto tiempo más podrá encubrirse este hecho?


[1] Embajada de Gran Bretaña llama a concurso sobre las Islas Falkland. https://www.gov.uk/government/news/396362.es-419
[2] PERFIL.com. “Enrique Blabi, vocero de la Armada, será agregado naval en Estados Unidos”. Publicado el 8 de noviembre de 2018. https://www.perfil.com/noticias/politica/aniversario-ara-san-juan-Enrique-Antonio-Balbi-vocero-armada-sera-agregado-naval-en-estados-unidos.phtml
[3] RT.com. “Armada de los EEUU presenta su cañón laser”. Publicado el 2 de diciembre de 2014. https://www.youtube.com/watch?v=Hm-tMteTOas
[4] Bajo la competencia de la Oficina de Investigación Naval “ONR” a cargo de proyectos como es el Solid State Laser Technology Mutations Program.

jueves, 8 de noviembre de 2018


EN DEBATE




CONFUSIÓN
GEOE STR ATE GICA”

En medio del marasmo económico y político que azota a la población de la Argentina, sus gobernantes no saben para donde encarrilar la alta política de un país que pareciera en vías de extinción ¿Hay una planificación para remediar esto?



Por Charles H. Slim
Actualmente en Argentina nadie sabe (incluyendo a su presidente) dónde demonios está parado el país y nos referimos particularmente al punto de vista geoestratégico. Ello no solo surge de la actual y compleja situación socio económica que lo azota sino peor aún, por la deficiente (por no decir carente) planificación de políticas estatales de largo plazo para la reconstrucción de un país que ha caído desde ya hace más de una década, por debajo de los más atrasados del globo.

Ahora bien ¿Quién podría vaticinar con algún grado de certeza el rumbo de éste país en los próximos seis meses? Sinceramente, nadie con un poco de sentido común y conociendo los antecedentes de éste mismo, quien así lo hiciera se arriesgaría a jugarse su reputación ante la costumbrista inconstancia de sus habitantes, tan veleidosos como los políticos que ellos mismos eligen y los representan.  Y es que como bien dice aquel dicho “tienen los gobernantes que se merecen”.

Por aquí se suele escuchar por sus etnocéntricos medios informativos (Radio, Tv y portales digitales), como “la clase media esto”, la “clase media aquello” y en última instancia ante la debacle económica que no pareciera tener fin, se han centrado en formular aseveraciones tales como “la clase media es responsables de esta situación”, haciendo alusión al terrible déficit que aqueja al país y que varios economistas de corte liberal achacan al brutal gasto fiscal que vino siendo desde hace décadas, la panacea para alimentar el ego de gobiernos de corte populista.

Hay en estos análisis algunos fallos histórico-interpretativos que pondremos a consideración. Primero que todo, este servirse de los fondos del estado para beneficio de sujetos privados (personas físicas como jurídicas) es una práctica que viene incluso desde la primera administración peronista allá por mediados del siglo pasado y que nadie (pasando por radicales, militares y socialdemócratas) hasta el presente ha cortado totalmente; salvo si, las actuales políticas del gobierno de Mauricio Macri que ha emprendido un recorte severo sobre las esferas del empleo estatal pero, que ha terminado por comprometer otra vez al país con la toma de deuda al FMI.

Pero el problema no es el sobre empleo estatal que consume recursos de la caja pública o su pésima asignación; el problema en la Argentina es que estos empleos (además de ser en muchos casos injustificados e inoperantes) han sido el instrumento por excelencia  para llenar cupos de favoritismos personales (para amantes, parientes y amigos) y como forma de reclutar partidarios y cautivar votantes para cada gobierno que ha subido al poder. Menem no era un populista y su administración (además de apátrida) apestaba a clientelismo partidario y familiar. A pesar de su “estrecha amistad” con Washington, cuando llegaron capitales de inversión los mismos se evaporaron al poco tiempo de su radicación.

Despiertan carcajadas los comentarios de funcionarios políticos del gobierno anterior cuando hablan de términos como la “industrialización”,  “la modernidad” y “la educación” cuando han sido ellos una parte importante del problema del derroche acusado.

Si un país dedica gran parte de su PBI solamente para pagar sueldos de empleos parasitarios ¿Qué tipo de política de progreso industrial podría llegar a tener?  Saquemos algunas cuentas y entenderán de qué se trata esto. 
Si el estado tenía empleos administrativos tan inútiles como inoperantes por los cuales se gastaban anualmente ciento de millones de pesos tan solo para pagar sueldos de burócratas (44% del PBI en épocas “K”)[1], se estaba dejando de lado el desarrollo industrial de las más variadas ramas. 

Tomemos el ejemplo del Ministerio de Educación que cuenta con unos 31.000 empleados por lo cual insume casi seis mil millones de pesos, gasto en su gran parte para sueldos e insumos sin que ello haya mejorado la calidad de la educación. A la par de esto, no puede registrarse ninguna mejora en el campo científico y tecnológico, no al menos que favorezca al desarrollo de la industria nativa ya que en muchos casos, por falta de financiación los cerebros que se han preparado en las universidades nacionales, terminan fugándose a los centros globales de desarrollo.

En lo referente a la industrialización, Argentina hace décadas que no sabe de qué se trata eso. Desde Menem hasta el presente, el país fue relativamente desmontado y no se fabrica en el país sino piezas y algún que otro producto de firmas extranjeras. De la llamada industria nacional hace mucho que no hay nada, salvo que como lo hacía el gobierno K, se considere a la manufactura de zapatillas y lavarropas como “industria pesada”. Incluso hoy día hablar de industrialización es algo anacrónico ya que el avance de la economía de un país ya no pasa por la producción masiva, la exportación y oferencia de materias primarias o incluso de productos de desarrollo tecnológico convencional (automóviles, aviones y barcos).

En aquel sentido Argentina se haya en un limbo, a medio camino de una industrialización que no tiene (y a la cual pretende llegar) y el desarrollo de la era de la “IA” o “inteligencia artificial”, un campo de desarrollo de las tecnologías de última generación que están abarcando desde el campo privado del entretenimiento hasta el particular campo de la sofisticada industrialización militar (Caso del programa DARPA y otros) y de varios estratos de la vida política y comercial de las naciones.  Mientras Argentina trata de revivir al MERCOSUR, a Brasil poco le importa esto ya que, a pesar de la crisis interna que sufre, tiene resto político, económico y financiero que se comprueba con su participación en el BRICS desde donde puede acceder a este nuevo paradigma del desarrollo. En esta nueva era, la información y las comunicaciones a niveles inimaginables, son la mercancía más preciada de intercambio. Para colmo de males, el sistema educativo argentino no es de los mejores (para no decir el peor de sud América) y sus representantes no están dispuestos a dejar de lado la engorrosa burocracia que lo alimenta y de la cual maman miles de empleados parasitarios.

En ese sentido, su vecino brasuca lo desplaza cómodamente del sitial de calidad de la educación en el Cono sur, tal como lo dejan en evidencia una publicación de hace dos años sobre las pruebas PISA[2].

Es más, Brasil, el estado “tapón” de las aspiraciones industriales y mercantiles regionales argentinas (apoyado por EEUU y Gran Bretaña) se ve convulsionado por su propia crisis interna que se corona para colmo con la designación de un orate como Bolsonaro que claramente juega a favor de la agenda estratégica de Washington-Londres y Tel Aviv.

Por lo pronto no hay perspectivas de una geoestrategia coherente con los intereses nacionales; por el contrario, Buenos Aires ha renunciado a varios aspectos estratégicos de su soberanía en favor de un enemigo histórico y de sus aliados, llevando a que muchos argentinos con seria preocupación se pregunten: ¿Cuánto costara a las próximas generaciones las políticas del gobierno de Mauricio Macri y su troupe de amigos cleptocaratas? ¿Desarrollara el país alguna geoestrategia o consolidara la cooptación a la que se haya actualmente en desarrollo con los intereses anglosajones en el Cono sur?




[1] LA NACION.com. “Gasto público, el gran mal que aqueja a la economía del país”. Publicado el 8 de abril de 2018. https://www.lanacion.com.ar/2123492-gasto-publico-el-gran-mal-que-aqueja-a-la-economia-del-pais
[2] BBC.com. “Pruebas PISA ¿Cuáles son los países que tienen la mejor educación del mundo? ¿Y cómo se ubica América Latina? Publicado el 6 de diciembre de 2016. https://www.bbc.com/mundo/noticias-38211248

lunes, 5 de noviembre de 2018


VETERANOS DE AYER


“DOS DIAS EN BAGDAD”

La crónica ligera y anónima de un aventurero italiano durante el inicio de la invasión a Iraq en 2003


Por Pepe Beru
Corría el mes de marzo de 2003 y el Medio Oriente estaba a punto de estallar en una nueva conflagración encabezada por EEUU y sus aliados, solo que esta vez no se quedarían del otro lado de las fronteras kuwaitíes y sauditas; las órdenes para las tropas norteamericanas eran precisas: invadir a Iraq y derrocar al gobierno de Saddam Hussein. Fue así como dio comienzo a una guerra que para muchos, aun no culmina.

Es un capítulo de la vida política norteamericana que los neoconservadores y sus historiadores a sueldo quisieran borrar con una goma mágica pero, la sangre no solo no puede borrarse sino que es muy difícil de limpiar. Aún no se ha blanqueado el alcance real de las arbitrariedades y los crímenes que los invasores cometieron desde que desembarcaron en el país árabe y mucho menos, su responsabilidad en el sostenimiento de un gobierno colaboracionista como el de Nouri Al Maliki y sus sucesores que realizaron (y continúan realizando) los trabajos sucios que los mismos estadounidenses y sus colegas británicos no querían llevar a cabo.

No hay como los testimonios en primera persona de quienes presenciaron parte de aquella historia de terror. Este es el relato de quien llamaremos Genaro H. un joven traductor de idioma árabe y arqueólogo por afición de origen italiano quien movido por su avidez investigativa, viajo desde Italia a Egipto y de allí a Iraq en momentos que todo estaba muy caliente. 
Preocupado por las reliquias arqueológicas de Babilonia y en especial por los jardines colgantes, Genaro quería ir a estudiar cual era la situación de aquella reserva milenaria que ya había sido en 1991 blanco de los ataques aéreos de los aviones estadounidenses y británicos. Era evidente que, ante la compleja situación en ese momento su presencia en Iraq no estaría exenta del peligro mismo de un ataque inminente de la coalición sino también de una estrecha vigilancia por el temible servicio de inteligencia iraquí.

Sin pensar en nada de eso, Genaro tomo su mochila y su cámara “Nikkon D 1” que había comprado una año antes en Roma y se embarcó en El Cairo para en pocas horas tocar tierra en Aman, Jordania y así llegar definitivamente a Iraq.

Al llegar al aeropuerto “Saddam Hussein” de Bagdad, la presencia militar era indisimulable aunque, sin causar la misma tensión e incomodidad que se podía ver en otros países occidentales o africanos donde matones uniformados (o vestidos de civil) te sacaban de una fila y a tirones y cachiporrazos te llevaban a un cuarto aledaño para interrogar. Más allá de las aburridas y cancinas versiones de los medios occidentales sobre la supuesta torpeza de los árabes en estos temas y de la brutalidad con la que se conducían, con lo que respectaba a los iraquíes ello no concordaba.

Aquel joven recuerda diciendo: a pesar de la amenaza inminente de los estadounidenses y sus aliados, la gente en Iraq sigue su vida y las fuerzas militares que merodean en las calles y carreteras se muestran alertas pero gentiles; para un momento después agregar No hay esa psicosis que ves en los carabinieri de mi país o policías de otros países europeos que ya señalan a alguien como sospechoso por su forma de vestir; aquí es muy diferente.

Genaro pretendía obtener el permiso del gobierno para llegar a Babilonia y tomar fotos y apuntes sobre el estado de las ruinas del zigurat de “Ur”, los jardines colgantes y las asombrosas obras sobre relieve que representan las hazañas del Gran Nabucodonosor II entre otras edificaciones del lugar. Para ello debía ir al centro de Bagdad y tramitar su visado ante las autoridades locales las cuales a su vez notificarían al Ministerio de interior que se encargaba de los asuntos de  seguridad interior. Como su propósito en la visita no escondía nada raro ni era parte de algún equipo al servicio de agencias de inteligencia que estaba colando agentes europeos o árabes de países aliados para sabotear instalaciones, no tuvo temor de que se le indagara e incluso acompañara en su periplo.

Terminado con los trámites y agotado por el trajín, tras preguntar a un taxista “dónde podría darse un baño y descansar” aquel se ofreció a llevarlo a un pequeño hotel no muy lejos del palacio presidencial y allí se alquiló un modesto cuarto en el segundo piso de aquel adusto pero sólido edificio para descansar y salir en la mañana hacia la provincia de Babilonia. Disimuladamente pero a la vista, quedaron afuera dos agentes de la mutkhabarat cerciorándose que ingresara al edificio.

Pero no pasarían dieciséis horas tan solo de que había llegado a Bagdad, para que de repente en medio de la noche cuando se hallaba sumido en un profundo sueño y casi sin esperarlo, comenzó a escuchar entre dormido el incesante ulular de sirenas acompañadas de tableteo de potentes disparos antiaéreos que retumbaban por toda la ciudad.  Apenas comenzó a tratar de entender lo que estaba sucediendo, cuando repentinamente... una brutal explosión a unas calles de donde se encontraba arrojó a Genaro de su cama de aquel pequeño hotelucho del barrio de Karrada en Bagdad donde se había alojado apenas tres horas antes. Aturdido por el golpe y el polvillo por aquella explosión que además de dejarle ese ensordecedor zumbido en los oídos, había  cortado la energía eléctrica, lo dejo unos segundos eternos en un limbo consciente y hasta embriagador; Genaro se quedó tendido unos segundos inmóvil en el piso preguntándose ¿Qué, acaso estoy teniendo un sueño? Rápidamente se dio cuenta que algo sucedía y tan pronto se quiso asomar por la ventana de su segundo piso otra brutal explosión a pocas calles lo lanzó hacia atrás…el infierno se había hecho real. Genaro no sabía que los misiles crucero estadounidenses estaban lloviendo sobre Bagdad.

Tan pronto como pudo y dejando la mitad de su ropa, y con su cámara tan solo corrió hacia la calle con la vana intensión de escapar de ese lugar. Al ver que ello era peor de lo que imaginaba volvió adentro para refugiarse en el sótano del hotel junto a la familia que lo alquilaba. Los estampidos de las bombas eran infernales y hacían que todo temblara. El dueño con una asombrosa calma lo trataba de distraer diciéndole que pronto terminaría todo. La madrugada fue fatal y de ello nunca se olvida. Al salir el sol los bombardeos cesaron (solo por unas horas)  y Genaro tomo su mochila a medio llenar para salir cuanto antes de allí. Y fue así que logró que un parroquiano que salía con su camioneta cargada de bártulos, lo llevara entreverado entre bolsas, alfombras y cajas, hasta la frontera jordana. Por el camino y semitapado entre las alfombras, tomo crudas postales de los daños causados por los bombardeos retratando entre algunos de ellos, mezquitas y cuadras enteras barridas por los estadounidenses. Cuerpos de personas y pedazos de otros regados en los escombros que obstruían las calles, hacía imposible sostener el lente; el paisaje era dantesco y él era testigo privilegiado de ello. Las calles pese al caos, eran transitables y bajo su cámara para taparse y recostar su cabeza. Sin darse cuenta, se había dormido en el trayecto y por fortuna al no haber nadie en la valla de seguridad iraquí logro cruzar inadvertido en las narices de la policía fronteriza jordana. Fue su anónimo salvador quien lo despertó para que pudiera bajar y cuando lo hizo, pudo ver allá a lo lejos detrás del horizonte en el lado iraquí, las fumarolas de humo negro que testimoniaban la brutalidad de la guerra.  Y se dijo para sí “Adiós Iraq, tal vez algún día vuelva”.

jueves, 1 de noviembre de 2018



EN LA MIRA




“DE RASEROS DOBLES”

La relativización del valor de la vida según su nacionalidad, posición política o pertenencia a una creencia en particular ha creado el actual sistema internacional de arbitrariedades disfrazado de un falso humanismo.



Por Charles H. Slim
Cuando un periodista saudita como Jamal Khashoggi es asesinado, torturado y posiblemente desmembrado  por agentes de su propio estado, los medios y las redes no tardaron en clamar a los cuatro vientos  por semejante crimen acudiendo a todo tipo de argumentos humanitarios para condenar el hecho. Pero cuando se trata del asesinato de más de 50.000 ciudadanos anónimos yemeníes (en su mayoría mujeres y niños) y mucho más cuando hablamos de los miles de palestinos que vienen siendo carne de prueba de las armas experimentales israelíes, Washington y la Unión Europea callan.

En lo que respecta a las relaciones de Washington y Bruselas con Arabia Saudita no se puede dejar pasar estos vomitivos dobleces que demuestran quienes son los que, además de participar en este tipo de hechos, tratan por todos los medios de dominar al mundo.

Mientras estos dos socios proporcionan el grueso del apoyo militar y político a la monarquía saudita, son países como gran Bretaña, Francia, España y Alemania quienes también proporcionan –cada uno en sus posibilidades- los recursos inmediatos para armar a los sauditas. Para los gobiernos de estos países europeos las violaciones a los derechos humanos que comete la monarquía petrolera pasan inadvertidos para su vara de lo que debe entenderse por aquellos.

Ello demuestra que pese a los instrumentos legales como son los tratados de derechos humanos  que aspiran a tener un alcance universal y que son ejecutables por organismos como son la Corte Penal Internacional (CPI) mediante el Estatuto de Roma  y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) con sede en Estrasburgo con ambición de establecer una jurisdicción internacional sin restricciones políticas que logre la protección total de los derechos humanos, vienen siendo arbitrariamente desconocidos y muchas veces obstaculizados por quienes supuestamente se llenan la boca hablando de violaciones a los derechos humanos.

Las implicancias que han venido teniendo los gobiernos europeos en actos de agresión y las aventuras militares lideradas por EEUU en los últimos 25 años hasta esta parte y en particular en lo visto hace siete años en el norte de África (con la farsa de la Primavera árabe) y el Medio Oriente, dejan en claro que persiste una incoherencia discursiva entre lo que se dice y lo que se hace que a la altura de las circunstancias ya no es posible sostener. 

Tal como lo señala un excelente artículo de Globalresearch[1], en lo que atañe a la Unión Europa, la misma como entidad política carece de toda moral y ética “ni nada” que se le parezca dejando en claro que la llamada Comisión Europea para colmo no representa a nadie salvo claro, los intereses de quienes la ocupan.  La misma conclusión se puede sacar de las políticas exteriores implementadas por Washington que lejos han estado en representar los verdaderos intereses de su país. Es allí donde radica la verdadera razón de toda esta hipocresía que ha desatado la indignación de los pocos europeos y ciudadanos estadounidenses despiertos; negocios y solo eso, dinero que proviene del intercambio de petróleo por armas, un negocio demasiado lucrativo para que la sangre de pobres inocentes desate algún tipo de reclamo.

Tan solo la industria armamentística norteamericana embolsa al año por sus ventas de armas al reino saudita la friolera suma de 110 mil millones de dólares, ganancias que además de retroalimentar el sistema financiero (con esos créditos usurarios donde por cada dólar existente  en un banco estos prestan diez) son demasiado buenas para que un maniático megalómano de los negocios como Donald Trump las deje de lado por sentimientos altruistas. Pero ¿Dónde está la ONU en todo esto; o incluso la OPAC para verificar y condenar el uso indiscriminado de bombas con residuos venenosos como son el Uranio y el fósforo blanco? Por lo pronto solo se han limitado a levantar informes sobre los daños y las muertes que han venido causando los bombardeos sauditas sobre la población civil, pero nada más.

En Siria fue necesario que Rusia tomara parte en la lucha contra las bandas armadas que asolaban al país árabe para que Washington con la complicidad de la UE no vendiera a través de los medios, pescado podrido como lo hizo en 2002 y 2003 con la farsa de las armas de destrucción masiva de Iraq, un capítulo de la infamia que no se borrará jamás de la historia.

Si bien la hipocresía en estos ámbitos administrativos y gubernamentales es vertical, la misma puede advertirse en forma horizontal en una parte importante de la opinión pública europea y anglosajona, constantemente absorta en sus vidas lujosas de ampulosidades personalistas, sexualidad cada vez más retorcida y un consumismo vacío que ya no les llena siquiera sus más exóticos caprichos. Mucho les cuesta darse cuenta de lo duro que es para gente simple como la yemenita cuando sus casas son arrasadas por las bombas más destructivas y costosas del mercado, sus escuelas y hospitales son sistemáticamente reducidas a polvo y escombros, y para peor tener que aprender a convivir con la miseria y la muerte sin esperanza de que la justicia llegue. Hay demasiada apatía en ellos y como muchos pensadores occidentales no dudan en vaticinar, un día los papeles se invertirán y entonces ¿Quiénes clamaran para ese entonces por las injusticias a las que serán sometidos?  Tal vez algunos pocos ciudadanos de a pie vayan dándose cuenta de ello pero jamás conmoverá a los funcionarios y empleados de los gobiernos involucrados en todo esto.

Pero lo que más molesta a las conciencias de los burócratas que ocupan puestos dentro de organismos como la Comisión Europea y por supuesto de la Casa Blanca, es que son sus aviones, sus bombas y los pertrechos que venden a Riad, los que permiten que los sauditas causen masacres masivas contra concentraciones de pobladores inocentes en mercados a cielo abierto, hospitales y escuelas e incluso, destruyan deliberadamente las fuentes de alimentación y agua potable ¿Quién diablos con un poco de sentido común y algo de escrúpulos puede justificar semejantes tácticas? Durante estos tres años los medios corporativos han cooperado para que todo esto no saliera a la luz pero, ya no es posible hacerlo. La catástrofe humanitaria que ha causado todo esto encuadra en una larga lista de crímenes de guerra y de lesa humanidad que aunque Washington no haya adherido a los Tratados como el Estatuto de Roma que aplica la Corte Penal Internacional, en algún momento de la historia les serán aplicables para aplacar tanta injusticia.


[1] GLOBALRESEARCH.Ca. “Khashoggi contra 50.000 niños yemeníes asesinados”. Por Peter Koening. Publicado el 27 de octubre de 2018. https://www.globalresearch.ca/khashoggi-versus-50000-slaughtered-yemeni-children/5658192

sábado, 27 de octubre de 2018


EN LA MIRA





“EL RÍO SIN PLATA”

Décadas de inconsecuencias y corrupción política han ayudado a la actual crisis argentina. La deuda con el FMI trepa a niveles impensados y el precio por ello es inimaginable. Para peor, la sanción de la ley de presupuesto 2019 dejo en claro la farsa de la supuesta oposición ¿Tiene salida el país?



Por Javier B. Dal
Buenos Aires amaneció agitado y el aire ya estaba cargado de nerviosismo y mucha incertidumbre. Los titiriteros del caos precalentaban sus planes para lanzar sus agentes a la calle. Se notaba con solo estar allí mirando como poco a poco se iban engrosando en torno al Congreso nacional y las cuadras cercanas los grupos de manifestantes que luego coparían las calles aledañas. La convocatoria era por un tema crucial “el presupuesto 2019” y ningún sector de la vida política argentina quería perder (ni quiere perderlo) su pedacito en la repartija.

Una vez más y alegando la defensa de la democracia, los sectores opuestos al gobierno tomaron las calles de la capital para expresar su contrariedad al proyecto de ley de presupuesto, mientras adentro del recinto sus jefes políticos (especialmente Agustín Rossi y Victoria Donda) arengaban para incrementar la presión para lograr que se levantara la sesión. Nada nuevo en éste país de contrastes absurdos. Afuera los grupos de la izquierda más variada se mezclaban con los grupos de gremialistas que respondían a Moyano, los llamados kirchneristas de la “Campora” y todo tipo de lumpen políticos que a la altura de las circunstancias no saben cómo colgarse de la realidad política de un país entregado. Entre todos ellos rumiaban las reivindicaciones nacionalistas (tardías por cierto), algo raro para estos sectores que ha sido históricamente tan entreguistas como los elitistas que dicen criticar. Sus reclamaciones no va más allá de lo cotidiano y en vez de solo protestar por las alzas en los impuestos, en los combustibles y los alimentos, no han propuesto políticas alternativas propias y viables que les de validez a sus movilizaciones.

Igualmente y más allá de la actuación para la gilada, la supuesta oposición “peronista” (ex Kirchneristas) negocio tras bambalinas el voto para que la ley pudiera ser sancionada ¿Qué tiene eso de nueva política?

La crisis ha puesto en evidencia las contrariedades y las absurdidades más inverosímiles que cualquiera pudiera imaginar; y sino ¿Cómo llamaría usted a la misa con esa feligresía tan peculiar que se realizó en la basílica de Luján? La imagen era imborrable y mucho más para los católicos de buena fe que no usan la iglesia como escudo y modo de tapar sus suciedades. Una verdadera horda de corruptos y delincuentes actualmente investigados por la justicia se autoconvocaron para una eucaristía mediática (atestada de fotógrafos, cámaras de Tv y corresponsales) oficiada por el Arzobispo Agustín Radrizzani con el solo fin de lavarse la cara antes la opinión pública.

Aunque el montaje teatral haya sido muy imponente, dudo mucho que Dios absuelva a personeros corruptos como Moyano y Magario, símbolos de esa política prevendista ligada a los negocios oscuros que surten las arcas paralelas de sus organizaciones.

Es que solo mostrar la bandera argentina como forma de simbolizar un enfervorizado sentimiento nacional no bastaba para el propósito y con o sin la venia del Papa Francisco, no dudaron en recurrir al uso de lo más preciado y profundo en los sentimientos de una mayoría que hace mucho ha dejado de serlo. Con esto último quiero decir, que no son precisamente los católicos tradicionales los que manejan los estratégicos puntos del estado, las finanzas y el comercio del país. Si hacía falta algo más para dañar la poca credibilidad de la iglesia argentina lo consiguieron con esta charada.

Para peor, esto demuestra la ausencia de una renovación política que se halle a la saga para reemplazar a toda esta vieja guardia corrupta y desprestigiada que no ha hecho más que continuar con los negociados y las corruptelas que desde hace décadas se hallan instaladas en los ámbitos donde conducen. Todo lo contrario. Se ha denunciado como últimamente en algunas escuelas públicas del conourbano de la provincia de Buenos Aires algunas maestras de la primaria hacían proselitismo partidario haciéndoles cantar a los pequeños de seis y ocho años la marcha peronista. Esto es tan absurdo y anacrónico como lo sería que maestras rusas les enseñaran a sus pequeños en alguna ciudad de su país a que sus alumnos juren lealtad a Josep Stalin.

Y es que más allá de las bondades que algunos siguen argumentando de aquel perimido “Peronismo histórico”, éste hace mucho que desapareció y prueba de ello son las inconsecuencias de sus propios representantes.  Aunque no es el único factor de la actual decadencia argentina, es sin lugar a dudas uno de los más importantes.

La situación en el país es francamente complicada. A la ausencia de una verdadera e inteligente oposición política y a un espectro mediático transparente e independiente que cuestione las inconsecuencias gubernamentales, no se detienen las aberraciones geopolíticas que sigue consolidando la administración de Mauricio Macri y Cía que ya ha blanqueado sin el menor de los tapujos, su decisión de entregar recursos y espacios físicos a intereses extranjeros. El control y vigilancia de la pesca en los mares australes cedidos por acuerdo a la Armada británica solo fue la formalización de una situación de hecho que ya se realizaba desde el final de la guerra en 1982. Y la instalación de una base de los EEUU en la provincia del Neuquén para “custodiar” los recursos de “Vaca muerta” consolida los objetivos estratégicos…de Washington.

Para rematar todo esto, se está viendo como el Ministerio de Defensa, además de estar impulsando la opereta de una supuesta búsqueda con el buque estadounidense “Ocean Infinity”,  bajo el argumento de que “no hay plata” reduce las actividades de las tres fuerzas armadas, achicando gastos, frenando compras y lo peor de todo, disolviendo lentamente la operatividad de unidades militares estratégicas en el sur argentino.