miércoles, 23 de noviembre de 2022

 

“LOS HIJOS DE LA BESTIA”

El problema y las consecuencias de emplear el terrorismo como táctica masiva de la guerra hibrida


Por Charles H. Slim y Ali Al Najafi

Mucho antes de que la bandera negra de ISIS fuera arriada de la ciudad de Mosul, en los lugares donde se manejaban y dirigía la matanza en Iraq conocían la naturaleza falsa de esa organización ¿Cómo lo sabían? Simplemente porque ellos la construyeron. Este monstruo ingenierizado y armado por las agencias de inteligencia además de sembrar la muerte y el terror, apoderándose de la simbología islámica (como la “Shahada” que luce en el paño) ha sido un fabuloso negocio, fue un activo para la propaganda islamófoba que campea por Europa.

Su sorpresivo salto a la escena en junio de 2014 trajo consigo un fabuloso negocio para la venta de armas y el reclutamiento de mercenarios (en principio árabes) como peones imprescindibles para el juego que Washington y sus colegas europeos de la OTAN y las monarquías del golfo habían puesto a rodar sobre el norte de África en 2010. Tras destituir al gobierno libio y asesinar al presidente Mohammar Al Gadafi, convirtieron al país en base de toda clase de agrupaciones yihadistas de orientación Takfir y Wahabis entre ellas, los remanentes del “Estado Islámico de Iraq” dispersos en el desierto “Al Sham” ubicado entre Siria e Iraq ¿Quién y por qué los llevaron hasta allí? La respuesta la conoceríamos pronto.

Mientras los servicios de inteligencia franceses y británicos coordinaban con sus colegas emiratíes el despliegue de agitadores contra Siria, Ankara y Washington pactaban en secreto rearmar y poner en actividad al “Estado Islámico de Iraq” con nuevos elementos, moderno armamento y objetivos tácticos exclusivamente atinentes a la agenda geopolítica de EEUU. Pero el primer ministro turco Erdogan puso una condición para jugar este juego: Vía libre para llevar adelante su propia guerra contra los kurdos sirios a lo que Obama no puso reparos siempre y cuando cumpliera con su parte. Pero esto último no significaba que los estadounidenses (y en particular los israelíes) no se sirvieran de los kurdos YPG y PKK para atacar a Damasco.

Estos elementos eran vitales para las operaciones y estaba en sus planes, sumarlos a los kurdos iraquíes del Clan Barzani, algo que muchos de los kurdos sirios no estaban dispuestos a aceptar. Cuando la ciudad de Kobane fue sitiada por el ISIS, fue muy difícil convencer al Clan Barzani para que ayudara a sus hermanos sirios. Barzani no movería ni un dedo sin lograr algo a cambio y el despliegue del ISIS le dio la oportunidad para tomar ganancias de estas circunstancias. Fue así que aprovecho para apoderarse de los campos petrolíferos de Kirkuk arrebatándole el control a Bagdad. Otra cuestión que no hay que olvidar es su cooperación permitiendo albergar en el Kurdistán bases estadounidenses y cuarteles del Mossad israelí desde donde se opera tanto contra los países árabes como contra Irán.

Así, mientras Obama hablaba de sus preocupaciones por la violación de los derechos humanos en Siria por parte de Assad y proclamaba la “lucha contra el terrorismo”, la CIA y el Pentágono ya estaban en acción, ultimando los preparativos para el despliegue del “ISIS” sobre Iraq y al mismo tiempo, compraban las voluntades de algunos comandantes kurdos sirios, bajo la promesa de protegerlos de Turquía, si volvían sus esfuerzos contra Damasco.

De esta manera y con estas complicidades, Washington y Ankara propiciaron que se instauraran santuarios para un terrorismo a su servicio. Así Idlib bajo el control de una confederación de yihadistas afiliados a “Al Qaeda” tutelados por Ankara y la provincia siria de Deir Ezzor bajo el control de pistoleros kurdos protegidos por EEUU han venido siendo las fuentes y puntos de salida para los ataques terroristas no solo sobre Turquía sino también en toda la región. Hoy seguramente Erdogan mira hacia atrás y ve muy difícil desanudar esa madeja de enredos que él mismo ayudo a crear.

Lo ocurrido en Estambul el 13 de noviembre pasado es consecuencia de esta siniestra geopolítica. Una bomba colocada por una mujer siria en la concurrida peatonal del barrio Beyoglu que mató a seis personas e hirió a otras ochenta personas puso en discusión las consecuencias de estas políticas sucias de los estados ¿Por qué colocó esta bomba? Según las primeras investigaciones, la mujer habría confesado que cumplió órdenes del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), dichos que según las autoridades turcas fueron confirmados por grabaciones interceptadas de una llamada telefónica en la que elementos kurdos de esa organización ordenaban eliminarla después del ataque.

El problema con estas situaciones es poder identificar con certeza y precisión a los atacantes. Cuando son ataques suicidas la identificación se hace más factible y las dudas pueden disiparse. Pero cuando son esta clase de atentados en los que se plantan los explosivos las cosas se complican y la posibilidad de una manipulación esta presente. Como lo hemos venido viendo a lo largo de las últimas décadas, ataques terroristas que se endilgan a ciertos autores han sido Banderas Falsas fabricadas por ciertas agencias de inteligencia; entonces cabría preguntar ¿Será realmente esta mujer detenida la perpetradora del atentado o, es una coartada puesta por la policía o el MIT? Si bien los kurdos del PKK habían estado lanzando sangrientos atentados desde 2015 y que se extendieron hasta 2017, las circunstancias preexistentes en el que se produce el ataque del 13 de noviembre pasado obliga a sospechar sino podría estar motivado por otros asuntos, ajenos a los kurdos.

Recept Tiyip Erdogan llego al poder en agosto de 2014, precisamente por su dura postura en asuntos de seguridad pública y en particular, la referida a la persecución del terrorismo separatista kurdo. Sin dudas, su presidencia fue vital para posibilitar que los planes de desestabilización contra Siria y particularmente para el despliegue del “ISIS” contra Iraq. Desde hace un tiempo hasta esta parte la imagen de su gobierno se ha venido abajo, especialmente por la severa crisis económica que azota al país. El atentado del 13 de noviembre podría suponer la reactivación de los ataques terroristas del PKK y sus colegas del YPG (Unidades de Defensa Popular) dentro de Turquía, pero también podría tratarse de una operación orquestada desde adentro (Falsa Bandera) para reimpulsar su reelección.

 

 

lunes, 21 de noviembre de 2022

 

“UNA LUCHA CONTRA LA IMPUNIDAD”

Las investigaciones por el asesinato de la periodista palestino-estadounidense Shireen Abu Akle estuvieron al borde de ser cajoneado producto de la poderosa influencia global que aún siguen desplegando Israel y sus partidarios ¿Es posible romper esta cadena de complicidades?

Por Charles H. Slim

Como se viene viendo desde que se creo Naciones Unidas allá por 1945, el entendimiento y alcance de lo que significa el respeto a los derechos humanos a tomado carriles caprichosos y discrecionales de acuerdo al momento, a los actores y a las situaciones en que ellos se ven involucrados. Si consideramos que todos somos parte de una misma familia (raza humana) no deberían existir estas arbitrarias discriminaciones; pero lamentablemente las hay.

El asesinato a sangre fría de la periodista palestina Shireen Abu Akleh llevado a cabo el 11 de mayo de 2022 en momentos que cubría el asalto de las fuerzas israelíes al campo de refugiados situado al norte de la localidad de Jenin, vino a poner sobre la mesa la persistencia de esta discriminación e impunidad con la que aún se siguen moviendo ciertos actores internacionales. La señal de ello no podría haber quedado más manifiesto si consideramos que Shireen trabajaba para la influyente y controvertida cadena árabe qatarí “Al Jazzera” que (en teoría) debería haberla protegido por no ser parte en el conflicto.

Las circunstancias en las que se cometió el hecho estaban muy claras. Un tirador de las FDI puso en la mira a la periodista y pese a que sabía su condición -además que seguramente ya la tenían identificada-, apretó el gatillo. En realidad, nada nuevo para un estado acostumbrado a la impunidad y prueba de ello son los 33 periodistas y cámaras palestinos asesinados (entre el año 2000 al 2022) por Israel. Incluso, un mes después, el 1º de junio las fuerzas israelíes asesinaron a otra periodista palestino llamada Ghufran Harun Warasneh en momentos que cubría choques en Hebrón dejando en claro que a los personeros israelíes no les preocupa la legalidad.

A pesar de que las víctimas fueron dos mujeres, no se vio la impostada indignación que los medios occidentales han desplegado hechos similares en Irán o incluso dentro de sus propios países. 

A pesar de que el gobierno israelí y la militancia sionista trato de fabricar una versión engañosa sobre la muerte de Shireen, las evidencias eran imposibles de negar. Ni fue asesinada por palestinos armados (pistoleros como suelen llamarlos los medios adeptos a Israel) ni podría haber sido confundida ella con un militante de la resistencia que amenazaba a los militares israelíes. La periodista estaba muy bien identificada con su chaleco y casco blindado color azul con la leyenda bien legible en inglés de “prensa”, idioma que conocen bien ya que gran parte son de origen anglosajón. Incluso el mismo perpetrador, podía leer muy bien esa leyenda, aunque no era necesario el cartel si atendía a la vestimenta y el micrófono que ella llevaba al momento de su ejecución. Ello revela el acendrado odio y desprecio que, producto de una educación racista y bajo el ideario sionista cala en los huesos de muchos israelíes.

En la imagen partida podemos ver a la joven periodista palestina Ghufran Harun Warasneh quien fue asesinada a sangre fría por otro soldado israelí y tras ello su cuerpo quedo tendido en una calle de Hebrón. La justicia internacional aún no se ha expedido sobre este otro caso

Los asesinatos y la arbitrariedad bajo ocupación son para los palestinos el pan de cada día. La obstrucción y la negativa de Israel a cooperar con las investigaciones de estos hechos también es parte de su política. La realidad de un Apartheid es tan evidente que los intelectuales sionistas desperdigados en el continente americano (en especial en Argentina) tienen pocos argumentos para poder contrarestarlo. Es por ello que su acostumbrada táctica para tapar esa aberración de la realidad actual, se remite al silencio, a ignorar los acontecimientos o para el caso de ser imposible de eludir a machacar con el solemne victimismo que les caracteriza justificándose con el antisemitismo y el holocausto. 

Y ciertamente que fue una ejecución a sangre fría ya que, el disparo fue realizado por un francotirador israelí quien a pesar de estar situado a una distancia considerable, tenía (como todos en esa especialidad) una sofisticada mira con la cual, apunto deliberadamente a la cara de la periodista, único sitio descubierto y desprotegido de su cuerpo. La intención de matar queda muy clara.

A pesar de que el hecho fue filmado desde otros ángulos y presentada la denuncia, Tel Aviv y Washington negaron abordar una investigación imparcial y de inmediato, de forma silenciosa comenzaron a boicotear cualquier intento de pesquisar el hecho. A tal punto se llego que se denunció que EEUU había encubierto las responsabilidades de Israel en este hecho tratando de dar por terminadas las investigaciones.

En razón de verdad esto no asombra. Los lazos políticos existentes (en especial en lo militar y de inteligencia) entre Washington y el estado de Israel son tan extensos y comprometedores que este tipo de componendas eran de esperar. Sumado a que existe una estrecha interrelación (más allá de la archi conocida pata político-financiera) socio-cultural que se comprueba con las familias judías estadounidenses que mantienen e intercalan su estancia entre EEUU e Israel cooperando de forma constante con la leva en las FDI, lleva a que exista un grado de lealtad que muchos no quieren traicionar.

Igualmente, un crimen es un crimen y este sin dudas es uno capital. Aquí no se trata de una persecución contra los judíos como siguen tratando de presentarlos los militantes y medios sionistas que muchas veces ni siquiera son judíos. Por el contrario, los judíos que no están insertos en los enjuagues políticos y la tendenciosidad discursiva de ser o no ser mejores que otros, saben muy bien que se ha cometido otro crimen atroz y del cual, no se lo debe ocultar. Como ya hemos dicho antes, hay muchos judíos que reniegan del establecimiento de ese estado y por el cual, sus partidarios, lo presentan como la razón de ser para todos los judíos ¿Por qué deben ser metidos en la misma bolsa?

Ha sido desde su incrustación en Palestina, el motivo y la excusa para apropiarse de forma continua (y por todos los medios) de territorios árabes y a su vez, generar una espiral de odio y desconfianza que les fue funcional para perpetuar esos planes pero que tras volverse contraproducente y descontrolado ven que no se termina.

Ellos pensaron que el asesinato de Shireen Abu Akleh era solo un palestino más que sería olvidado en la extensa lista de crímenes cometidos por el estado. Los sionistas pudieron construir su infraestructura al amparo de esta impunidad y favorecidos por una época en la que los medios eran totalmente manejados por el mundo anglosajón. Tal era el poder que habían alcanzado que podían acallar a judíos que no estaban de acuerdo con sus metodologías y objetivos mesiánicos.

Actualmente se están llevando a cabo audiencias sobre este hecho en el ámbito del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra donde tratan de ser investigadas las raíces del conflicto, pero esta muy claro que es un esfuerzo que no alcanza para atender “todos” los crímenes cometidos y la raíz de sus causas.

El 17 de noviembre pasado el congresista demócrata André Carson presentó ante la Cámara de Representantes un proyecto de ley para impartir justicia por el asesinato de la corresponsal palestina por medio del cual, se investigue de forma completa y sin restricciones todas las circunstancias que rodearon la muerte de Shireen Abu Akleh y eso significa, todo lo previo, lo sucedido en el momento y todo lo posterior al hecho, lo que implicaría las escandalosas obstrucciones, presiones y los ocultamientos para cerrar la causa que develarían una connivencia política entre Washington y Tel Aviv.  

 

sábado, 19 de noviembre de 2022

 

“GENERATORS OF VICTORIES”

How far are the sponsors of Volodymyr Zelensky and his supporters going to try to sustain their Status Quo?


By Sir Charlattam

Western media reports alone are not enough to discredit Russia, even rumours spread by intelligence agencies (with false reports) used to be enough to instigate and authorise the start of a war. Nor were edited videos with fake performances to sustain wars (like the CIA's videos of a supposed Osama Bin Laden or those of the White Helmets in Syria courtesy of MI6). But since people have become smarter and learned from the scams of the immediate past, few believe the novelised and highly embellished stories of the Anglo-Saxon Think Tanks.

How many lies we have seen circulating in the Breaking News. The latest, “the Russian missile against Poland”. Since the beginning of the Special Operation in Ukraine the rumour mill and the distortion of facts by biased interpretations have been going on and on. A couple of months ago, high quality videos began to circulate on the internet, showing combat and ambushes that show in remarkable detail (and the astonishing courage of the alleged captor) how Ukrainian troops shoot down two Russian helicopters using “Stinger” missiles or destroy a column of powerful T-90 tanks by using American “Javelin” missiles.

The plot of these elaborations is imbued with a triumphalist and notably pro-regime Zelensky air that clearly seeks to create in the viewer an instantaneous sensation that in reality is not. This is undoubtedly a tactic of psychological warfare which, although noticeable after careful observation, has an initial impact that implies a message that will be received by a largely young audience unfamiliar with the real origins of this conflict. This makes it clear that there are several hands collaborating with the Kiev regime and -although US allies- not necessarily NATO allies.

The level of detail in the images and sound is so realistic that at first you would think you were witnessing an episode of what is happening in Ukraine. Everything is very realistic, almost to the millimetre except, if you stop to look at certain details, it made me realise that I was in the presence of an elaborate simulation with advanced soft-ware that resembles a well-known game called ARMA 3 but seems to have been deliberately reproduced in a very well circumstantiated way to try to make you believe that the Russians are being crushed on the battlefield.

In reality this trick, which was used at the beginning of Operation Z by some news networks, has already been denounced as an attempt to manipulate the reality of events. The tricksters strike again. As soon as the first Russian tanks crossed into the territory of Donbass, all kinds of hoaxes began to circulate with the intention of showing a fierce resistance with lethal results for the enemy. This is a crude attempt to recreate the propaganda operations that the Iraqi and Afghan resistance (which the Anglo-American media called “insurgency”), in the face of danger, used to record their ambushes or direct attacks against the Anglo-Americans with video recorders and then publish them on the internet.

Despite the limitations and danger involved in carrying out these actions, the Afghans but particularly the Iraqis did great damage to the morale of the invaders and it was for this reason that the Pentagon had as one of its most zealous objectives to cut off this broadcasting that dented the morale of the troops and left the politicians in Washington in a bad light. 

It is ironic, but in those days Iraqis were vilified, reviled and abandoned by the same media that today feign dismay for the Ukrainians while at the same time extolling and using a pro-Nazi regime (led by an Ashkenazi Jew) that serves NATO's strategic purposes.

But in Ukraine it is different. It is not necessary for one of their mercenaries or one of the members of the neo-Nazi battalions “Azov” or “Aidar” (drugged to the hilt) to carry a camcorder or a phone to record the actions of their comrades. Moreover, why do this when there is extensive coverage by Atlanticist media? Even today, the technology exists to create, at will and pleasure, the most spectacular - though rarely possible - feats with the ass sitting in a quiet flat with all the comforts of home far away from the chaos. It is cheaper and less dangerous for graphics and design experts, equipped with powerful software (carefully following their clients' indications) to elaborate epic scenarios that try to recreate the glories sold by politicians and the media of the “collective West”.

As for the latter, we should not forget their strategic role in managing the direction in which (for Brussels and Washington) the war should go. We must not lose sight of the fact that thanks to this type of mercenary and notoriously biased journalism, countless war crimes and crimes against humanity have been concealed, disguised and justified in the cases of Iraq, Afghanistan, Libya, Yemen and of course in Palestine.

For these media, their journalists and, obviously, for these ingenious designers of “virtual realities” (most of whom care little about political reality), the biggest concern that crosses their minds is that the cheques and deposits of their patrons are paid in every month-end. For it is only money that sustains Western foreign policy.

All these actors are tied together with the same cordon and even if many of them try to show some dissent or publish so-called exclusives that embarrass their governments, at the end of the day they are definitely united by the same goal. If you dig a little you will find the involvement of Anglo-American NGOs, many of them masks of the CIA such as the National Endowment for Democracy (NED), “concerned with freedom and democracy”, whose ultimate goal is that the subversion they are responsible for fomenting serves to make a lot of money, at the expense of others and in this case, at the expense of all Slavs.

According to Moscow, for the FSU and especially the SSU, the use of psychological warfare tactics is as important as the firepower of their troops, which, by the way, survives on the multi-million dollar donations of the “collective West”. Since the 2014 Maidan coup British advisors (military intelligence and ex-S.A.S.) and other NATO dirty tricks specialists in this area have not stopped entering Ukraine to give lectures, courses and training to military and intelligence cadres of the regime.

As can be seen, the only thing left for the pro-Nazi regime and its NATO protectors to do is to masturbate by imagining and generating digital victories by devices that would perhaps make sense in a metaverse where the Russian bear would not claw at them with a paw.

 

 

viernes, 18 de noviembre de 2022

 

“VOLVER PARA SER GRANDE OTRA VEZ”

El anuncio que realizo Donald Trump hace unos días de volver a la política para competir por la presidencia en 2024 ¿Significa una implosión en el sistema bipartidista? Problemas en el paraíso de la democracia

 

Por Charles H. Slim

La reaparición de Donald Trump anunciando el regreso a la postulación como candidato para las presidenciales de 2024 son la muestra de que la administración de Joe Biden no va nada bien. Los demócratas de la extrema izquierda troskista que hoy usa la máscara del feminismo y los movimientos del LGTBQ para avanzar en su hegemonismo global, lo creían muerto pero al parecer, se han equivocado y Hillary Clinton, Barack Obama y todo el arco neocon deben estar tomando antiácidos por la descompostura que les produce este resurgir.

Es cierto que sus candidatos han tenido una magra perfomance pero, el dato importante e ineludible es que Donald Trump no ha desaparecido del vocabulario de los estadounidenses.

Desde el asalto al Congreso hace 18 meses, la corporación de medios alineada la agenda de los neoconservadores liberales, fulmino con todas sus fuerzas al “populista de derecha” intentando condenarlo al ostracismo como si de una muerte civil se tratara.

Trump es el primer presidente estadounidense censurado en Twitter, demostrando que hay muchos claros oscuros en el sistema que se proclama democrático. Quienes celebraron esto creyeron que lo habían silenciado y con ello, cerrado el camino de forma definitiva para su carrera política. Pero ¿Quién o quiénes han propiciado este regreso? La respuesta puede ser mucho más desconcertante de lo que usted puede digerir.

Si bien la “pandemia” de Covid (algo de lo cual la administración Trump sabe) destartalo el sistema comercial y de transporte internacional agudizando el problema de los parados y todo lo que ello conlleva para la estabilidad social dentro del país, la obsesión por la conquista y el militarismo de los neoconservadores (en particular la secta de los Straussianos) fue lo que ha llevado a los EEUU a la actual encrucijada en la que Joe Biden no sabe cómo zafar. Y sino ¿Quiénes cree usted que fueron los que han desatado la actual crisis recesiva de grado global que amenaza incluso hundir a la economía de la propia Unión?

La reaparición de Donald Trump presupone un posible regreso a la arena de la política para devolverle a los norteamericanos lo que los demócratas internacionalistas han estado sacando para invertirlo en guerras absurdas y en especial, para mantener organizaciones como la OTAN que representan un dispendio injustificado para el Tesoro norteamericano ¿y para qué? Para sacar a los europeos de problemas que son de los europeos. Es allí donde Trump vuelve a formular la pregunta que irrita a una buena parte de los estadounidenses que han sido abandonados por el sistema ¿Por qué debemos pagar con nuestro dinero a tipos como Zelensky y financiar su guerra cuando ese dinero hace mucha falta para detener los desahucios, la crisis social y el desempleo crónico?; ¿Acaso la democracia tiene algo que ver en ello? A la vista de cualquiera que este medianamente informado de la política exterior de los últimos treinta años sabrá que eso es falso.

Trump sobre lo mismo no dejo pasar lo sucedido en Afganistán, uno de los fracasos más estrepitosos y humillantes de la política exterior de Washington a la que hace responsable al mismo Joe Biden y su administración. Pero en razón de verdad preguntése ¿Acaso Trump de haber seguido en el poder podría haber retenido Afganistán? A mi modesta opinión, no. La situación era insostenible y las tropas de la ISAF hacía tiempo que estaban perdiendo terreno (y miles de millones de dólares al año) y fue por eso que -y a regañadientes de los neoconservadores que lo apoyaban- Trump ya había determinado una retirada progresiva. Ni las conversaciones secretas entre la CIA y el Talibán en Qatar ni el intento de recrear un “Estado Islámico” afgano -ISIS-K-, para disociar y resquebrajar a la resistencia (como lo hicieron en Iraq) funcionaron. Aunque EEUU no lo haya querido reconocer, ha sufrido en Afganistán el humillante revés de todos los imperios invasores que más tarde se arrepentirían de haberse adentrado en ese territorio.

Sobre lo que viene sucediendo en Ucrania habría que hacerse una pregunta similar ¿Habría Trump comprometido a los EEUU en una guerra contra Rusia bajo el paraguas de la OTAN? Por lo que dijo, acusando a Biden de poner al país al borde de un enfrentamiento nuclear es evidente quiso decir que no. Si nos atenemos al concepto que Trump tenía (y supuestamente sigue teniendo) de la organización atlántica calificándola de “inútil” y un gasto injustificado para los EEUU, es posible que las tratativas para que se cumplieran los acuerdos de Minsk siguieran en la agenda y de esa forma Rusia no se habría sentido amenazada tras las bravuconadas y movimientos hostiles de las fuerzas ucranianas avaladas por la administración demócrata y seguramente el presidente Vladimir Putin no se habría visto forzado a lanzar la Operación Especial contra el régimen de Zelensky.

Igualmente no se engañe. Donald Trump no es mejor que los internacionalistas que hoy ocupan la Casa Blanca. No se olvide que gracias a su administración y de forma ilegal le reconoció a Israel un estatus sobre Jerusalem que no tiene dejando en evidencia la simpatía y el estrecho compromiso que Trump tiene con el sionismo que dicho sea de paso, tiene sus pies en ambos lados del sistema político norteamericano.

 

 

 

 

miércoles, 16 de noviembre de 2022

 

FALSE FLAG IN THE COUNTRYSIDE”?

Why should the report of a Russian attack on Polish territory be suspected?


By Sir Charlattam

Late at night near the small Polish town of Przewodów, some 10 miles from the Ukrainian border, a loud boom was heard that shook the earth. As soon as it happened, rumours spread that a Russian missile had hit a rural village, killing two people. The Associated Press validated the information and this rumour became a news story that was picked up by the Western media with a clear objective: to accuse Russia of attacking a NATO member.

The fact could not have been more convenient and despite the fact that all the media in the hemisphere (and how could it be otherwise), including the Argentinean media, began to point the finger at Russia as the author of this alleged attack. The timing was not random either, as it came just as Russia had hours earlier systematically and punctually struck Ukraine's entire electrical and railway system, leaving the capital practically immobilised.

Intelligence sources could not confirm the accusations and the Kremlin itself immediately denied that it was a missile attack, so what could have happened?

As is well known, deception is one of the most common tactics used in war to try to gain an advantage over the enemy. Contemporary history is full of such examples. Just as an example, in 2003 when US and British planes were demolishing Baghdad, deliberate attacks on hospitals and mosques were reported, and the Pentagon, showing aerial photos, claimed that it was the Iraqis themselves who were blowing up these buildings in order to blame them. It was not long before it was proven that it was the invaders who had committed these acts, but that would no longer matter as they would overthrow the government and put a puppet in its place.

Nor should it come as a surprise to those who know the history of the region that it is Poland that is being attacked by an allegedly fallen missile in the middle of a field. Since before the beginning of Special Operation Z, Warsaw as one of NATO's tentacles has played a leading role against Russia. Historical quarrels have never been settled and the hatreds of the past linger on even longer after the suspicious death of Polish Prime Minister Lech Kaczyński on 10 April 2010 after his plane crashed in Smolensk, strangely enough near the banks of the Dnieper River. For the Russophobes in Warsaw (who enthusiastically cooperate with the neo-conservatives) the plane was sabotaged on the orders of Vladimir Putin himself and executed by the FSB and Kaczynki himself finished off when he was found dying in the wreckage.

But others attributed this to a British MI6 operation supported by Kaczynki's opponents (pro-EU liberals, as it happens) who wanted nothing to do with bringing Poland closer to Russia. If it had been a Russian attack, no doubt they chose the wrong time and place to assassinate him, an unbelievable clumsiness for something so serious.

And here it is again. Although the Polish government pretends to be surprised by this alleged attack, since the US in 2013 with Victoria Nuland, John Kerry and the US ambassador in Kiev Geoffrey Pyatt instigated what became a coup in February 2014, it has never ceased to collaborate with Washington's box of dirty tricks. Its borders have been a willing sieve for supplies, mercenaries and weaponry to enter Ukraine to go to the Donbass where at least 20,000 villagers have been killed since 2014. Certainly, a contribution to peace.

But what fell on that farm on Polish territory was it really a Russian missile? The question is pertinent since (in addition to other similar accusations in the past) it has not been confirmed what kind of missile it was and where it came from. It is even very suspicious that within minutes of the incident, the Western media blamed it with absolute certainty on a “Russian missile”. An investigation had not even begun and the intelligence agencies reporting to the White House did not dare to confirm the version, but the media and Zelensky himself already had the culprit; very suspicious, don't you think?

The hoaxes known as “False Flag” have been in the limelight for the last thirty years and much more clearly since the never-cleared-up events of 9/11. Fabricating an incident and making it look like it was executed by your enemy has become a common tactic in conflicts over the last twenty years. From Iraq in 2003 through Libya in 2010, Syria in 2011 (especially the Al Ghouta set-up in 2013), or what about the attacks on tankers in the Persian Gulf trying to implicate Iran in June 2019 to name but a few, the media have collaborated with their narratives to give each of these events the final touch to close the narrative that disguises the deception. The current circumstances in Ukraine were to be no exception.

The media in this conflagration have played an important role in the Atlanticist propaganda reaching paroxysm levels to try to fabricate incidents that can be blamed on Russia. With regard to the missiles, during the first weeks of the Russian incursion the versions produced by the main “news” centres based in London (BBC), the EU (Reuters) and Washington (CNN) were not exaggerated and in some cases even deliberately staged to generate Russophobic aversion to support the extortionate trade and financial measures that Washington was about to implement.

One such blatant event occurred on 26 February at a time when Russia was literally stripping the Ukrainian military infrastructure. At that time the Russian army was on its way to Kiev and its planes were clearing the surrounding defences and radars. It was at that moment that a Soviet-made BUCK missile was fired without considering that it was in the way of a building, which was caught on camera by some correspondents but blatantly blamed on the Russians in the West. Although the Ukrainians themselves witnessed this, the ultra-nationalist regime and its secret police (with whom the CIA and MI6 work in tandem) were not going to allow anyone to open their mouths and took it upon themselves to placate any slack mouths that dared to say otherwise. Equally, the amount of footage taken that instant and circulated around the world made it impossible to hide, so it doesn't matter if Zelensky and his supporters say otherwise.

Remember the incident in Kramatorsk in April 2022? All the Western media immediately did not hesitate to accuse a Russian missile but investigations and evidence from photographic pieces of the missile wreckage proved that what was reported was false and it was actually a missile of the Ukrainian Armed Forces that killed 57 compatriots. Radio silence.

What happened in the Polish countryside is far from clear. Since it is so easy to point fingers and accuse, let us speculate and ask ourselves these questions: Why couldn't it have been a missile fired deliberately from Ukrainian territory? And if so, was it necessarily a missile or could it also have been an artillery shot, or perhaps an air-to-ground missile fired from the airspace of one of the neighbours? The Western corporate media will continue to bleat what is convenient for Washington. It is known that Brussels will use it to justify Polish euphoria to “mobilise its troops for combat”, but also NATO members and in particular Secretary General Jens Stoltenberg know that without evidence to justify official entry into the war (because it was already taking part behind the scenes), it will have consequences beyond the merely discursive.