martes, 27 de diciembre de 2022

 

“BUMERANG TRUMP”

¿Por qué es muy posible que Donald Trump regrese a La Casa Blanca?...si aún queda mundo

 

Por Charles H. Slim

El periodo presidencial de Donald Trump sin dudas fue un evento disruptivo en la continuidad de un sistema político amañado y muy cuestionado por los ciudadanos estadounidenses. La “democracia” estadounidense hacía tiempo que se había olvidado de los problemas de sus electores y cooptada por los sectores neoconservadores (en especial por los Straussianos) desde la caída de la URSS en 1991, dedicaron esfuerzos y recursos a intentar sostener la hegemonía geopolítica a costa de mucha sangre.  Y aunque ello parezca trillado decirlo, era cuestión de tiempo para que alguien de afuera de esa elite pateara el tablero y tomara protagonismo.

Fue así como un excéntrico empresario caracterizado por su estridencia verbal y desparpajo al dar sus puntos de vista, tras hacer un exitoso camino en los medios decidió saltar a la arena política en momentos que los políticos tradicionales caían bajo el total desprestigio. Donald Trump podía despedir a los inútiles, inescrupulosos y corruptos burócratas que en búsqueda del “liderazgo global” habían estado desviando los recursos de la Unión para financiar aventuras belicistas y programas conspirativos en Iraq, Afganistán, Libia, Yemen y Siria. Sin dudas el desastroso fracaso de estas experiencias y que tuvo su más estruendosa muestra en Afganistán en septiembre del 2021, es algo que debería ser explicado por la administración Biden.

Más allá de los discutidos y controversiales puntos de vista que Trump ha tenido en su gestión (como fue reconocer Jerusalem capital de Israel, su inocultable racismo y el muro fronterizo con México) y su escandalosa salida del poder tras los disturbios en el Capitolio, nadie puede negar su carácter consecuente y hasta crudo en muchos de los temas sensibles para una elite política cínica que hacía tiempo convirtió el sistema de partidos en un negocio descarado que usa al estado como una empresa de servicios (en especial a las FFAA) para lograr sus propios fines. Así fue como tipos como Paul Wolfowitz a comienzos de los noventas diseñara un borrador de lo que en 1997 se materializo en el Proyecto para el Nuevo Siglo Americano (PNSA), un Think Tank neoconservador y sionista que tenía como objetivo impulsar y justificar la guerra preventiva -que pelearían los estadounidenses- contra los países árabes-islámicos con las consecuencias que hoy todos conocemos.

Fue en ese marco y tras el ascenso de George W. Bush a la Casa Blanca en el año 2000 que (muy convenientemente) se produjeron los eventos del 11 de septiembre de 2001 que activaron toda aquella planificación. Precisamente y en ese mismo instante que humeaban las torres un más joven Donald Trump al ser entrevistado mostraba su incredulidad sobre que esos “aviones” hubieran sido la causa real del colapso de las torres.  Con el paso de los años e incluso durante su presidencia mantuvo esa incredulidad que tanto fastidió (y confundió) a los neoconservadores y a una de las alas del sionismo estadounidense.

A partir de entonces no solo la paz global fue turbada sin solución de continuidad sino también la libertad de expresar las ideas y de informar con derivaciones que nos llegan al presente, caracterizada por la imposición de una descarada censura contra cualquiera que exponga la verdad de hechos evidentes que aquellos sectores y los medios que les sirven, tratan de enmascarar mediante la manipulación y la intoxicación informativa. Eso lo vemos hoy con la censura impuesta por la administración de Joe Biden contra los medios rusos ¿Por qué? Por el simple hecho de que Biden y sus laderos son tan iguales como los neoconservadores que le precedieron en la Casa Blanca y en ese sentido, para ellos la guerra es la vía para generar riqueza y para ello, hay que maquillarla como algo positivo.

Es por ello que los estadounidenses solo “deben” escuchar una sola voz de lo que ocurre en Ucrania, un objetivo que Washington ha tratado de extender a todo el hemisferio y en especial, sobre toda la Unión Europea con poco éxito, por cierto. Con esto expuesto a la luz del día la autoproclamada “democracia liberal” es un lindo cartel de cartón corrugado, pero nada más.

Si la liberalidad se traducía en invadir, torturar, desaparecer y saquear países o, puertas adentro el abandono de los asuntos, necesidades y problemas de los ciudadanos de a pie, el racismo, la desigualdad y el desempleo ciertamente que aquello era solo una palabra hueca, pero nada más. Los derechos humanos han sido por décadas el Caballo de Troya de estos burócratas que ya no engaña a nadie. La sangre derramada para sustentar un imaginario “Orden mundial” que EEUU quisiera liderar es parte de una calamidad inhumana que nada tiene que ver con el respeto a los derechos humanos. 500.000 niños iraquíes muertos por falta de alimentos y medicamentos durante el embargo impuesto entre 1990 a 2003 es parte de eso y Washington lo sabe muy bien. Sumado a ello, el obsceno despliegue de terror y matanzas efectuadas durante una ocupación ilegal y bestial que costo la vida a más de 1.500.000 iraquíes obliga a esos mismos burócratas incluido Joe Biden a cuestionarse ¿Podemos dar sermones a alguien de algo?  Los estadounidenses se habían cansado de eso y vieron en Donald Trump un similar que hablaba su idioma, desde el llano al menos así lo demostraba públicamente y pese a sus ampulosidades entendía sus inquietudes.

Desde la asunción de Joe Biden y su sequito de demócratas globalistas (muy liberales por cierto), además de profundizarse la problemática de una economía recesiva que hunde el nivel de vida de los estadounidenses más desprotegidos, ha ampliado la maquinaria de la manipulación e intoxicación informativa reforzándola con nada menos que la censura expresa, una de las medidas más antitéticas y corrosivas para una pretendida democracia liberal.

En el discurso que dio Trump para su nominación a la presidencia el 15 de diciembre pasado, uno de los puntos centrales de su propuesta es precisamente la de regresar la libertad de expresión que los políticos conservadores y burócratas apoyados por el Establishment le han quitado a los estadounidenses y que él mismo sufrió en carne propia con la censura en las plataformas y redes sociales.

Ciertamente, Trump se halla en la carrera por regresar a la presidencia y atiende a una muy difícil situación que afecta a la realidad político-social de su país, pero esto tiene un alcance global. La política exterior de Biden ha puesto blanco sobre negro en esto y a diferencia de Trump, sus metas (que son la de los globalistas) es poner el interés por la hegemonía político-militar y comercial en favor de los polos del poder financiero que resolver los problemas domésticos de la Unión. Los hechos lo evidencian. Miles de millones de dólares se están despilfarrando para sostener un régimen integrista de ideología fascista en Kiev como parte de la expansión de la OTAN, algo que Trump había criticado de forma directa y actuado en consecuencia.

Por el contrario, Biden y la secta neoconservadora de la guerra están moviendo hilos más allá de Ucrania buscando abrir más frentes dejando en claro quiénes son los verdaderos antagonistas para la paz.

Ello se volvió a ratificar tras la visita de Volodymyr Zelensky a Washington a quien Biden prometió el envío de más armamento, sistemas anti-misiles “Patriot” (PAC-2) de un costo de 10 millones de dólares la unidad y dos mil millones de dólares adicionales para sustentar los esfuerzos de la guerra ¿Por qué no gestionar conversaciones de paz y detener el sufrimiento de millones de civiles? Obviamente por cuestiones de conveniencia negocial y ambiciones hegemónicas. Al mismo tiempo esto viene a poner en entredicho el ya emparchado argumento de que Rusia ya perdió la guerra contra Ucrania y ¿Saben por qué? Porque Ucrania dejo de ser soberana desde el golpe de 2014.

Aunque parezca discutible, el regreso de Trump a La Casa Blanca podría ser un freno a la locura de esta ambición belicista que está alimentada por estos “globalistas” con Biden a la cabeza y que a contrario del eslogan “América primero” tratan de imponer una “democracia global” que en realidad esconde un totalitarismo elitista y consumista. Solo la evolución de los acontecimientos dirá si ello es cierto.

 

sábado, 24 de diciembre de 2022

“EMPARCHANDO EL RELATO”

Cómo algunos medios y periodistas argentinos participan en la propaganda atlantista contra Rusia plagada de inexactitudes, omisiones y ocultamientos

 

Por Javier B. Dal

El invierno ha llegado a Ucrania y antes de que la nieve haga imposible transitar las extensas planicies del este para abastecer a los bunkers que bordean al Donbass, Volodymyr Zelensky y un sequito de sus personeros con escolta armada de estadounidenses y británicos partió a Washington para solicitar más armas y dinero pero también, para hacer una de las tan conocidas y coloridas propagandas que los medios estadounidenses tanto gustan de realizar.

Mientras esto sucede, silenciosa y modestamente equipos de periodistas argentinos de medios adeptos al relato tendencioso y reduccionista de Washington y por ende de la OTAN, viajaban a Ucrania para instalarse en un piso de Kiev y desde allí (bajo un estricto y democrático control) hacer un especial de navidad. Son parte de una corriente ideológica que viene creciendo en el país. Casualmente son los mismos que respaldan las agresiones de EEUU sobre Venezuela, que revelan su venenosa islamofobia cuando hablan del mundo árabe-islámico y en particular de Irán y en esa línea, ya no disimulan su ferviente sionismo que les obliga a cerrar la boca ante las continuadas y bien documentadas bestialidades del régimen sionista sobre la población palestina.

Como era de esperar, el viaje no podía estar ajeno a comentarios y puntos de vista claramente ensalzantes a la figura del comediante ucraniano, un judío askenazi al frente de un régimen integrista filonazi, este último hecho pasado por alto en sus incisivos relatos.

Es lamentable hasta donde llegan algunos por estos lares para tratar de encajar y agradar a la mirada de Washington cuando como medios de un país “neutral” deberían atenerse a los hechos con un sentido crítico sin colocarse en un bando determinado.  

Pero en Argentina esto es muy común. Hablar a la ligera y la opinión infundada son parte de una disociada y neurótica idiosincrasia argenta. Hoy como dice el tango de Discépolo: “Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor Ignorante, sabio. chorro”. Los anglófilos y los simpatizantes de la política estadounidense, descarados militantes de la desmalvinización son un componente importante tanto en el negocio de los medios como de la actual política partidaria nacional, con especial preponderancia en los partidos de oposición quienes, como una forma de identificarse con sus admirados próceres anglos, se presentan como “republicanos liberales”. Igualmente hay que dejar aclarado, que quienes hoy -y supongamos que así fuese- gobiernan en nombre del peronismo, hace tiempo que no representan nada de lo que alguna vez fue la ideología de ese movimiento y solo se han dedicado a la administración de un estado caótico.

Al escuchar solo a uno de estos “periodistas”, quienes tras haber estado en Kiev al comienzo de la Operación Especial allá por el mes de marzo, como si hubieran sido testigos de la totalidad del escenario, dan una visión parcializada, monolítica y anodinamente simplona de la realidad del conflicto que pretenden sostener con fuentes ucranianas que llaman amigas. Estos “informadores” que rayan el calificativo de alcahuetes comienzan su relato con un serio defecto en el discurso narrativo al hablar de la “invasión rusa” y de la guerra de “Ucrania contra Rusia” sin advertir que hay como base y origen de esta desgracia un choque entre los mismos ucranianos que desde hace años fue instigado desde EEUU y la UE.

Y la estupidez discursiva de estos periodistas no se detiene ahí. Estos lameculos no reparan en ser tan obsecuentes con lo bajado desde el norte que exageran al punto de meter la pata con comentarios tales como “la democracia ucraniana”, “no hay disidencia interna” y tal vez lo más errado de sus afirmaciones al decir que “Rusia fracaso en invadir a Ucrania”.

Más allá de su notoria parcialidad, devenida de su anglofilia y gustosamente atlantista, su chupamedismo demuestra una gran ignorancia sobre las raíces contemporáneas del conflicto. Al referirse a la “democracia ucraniana” ese periodista debería estar al tanto que en Kiev rige la ley marcial y en la cual, las bandas neonazis (Azov, Pradvy Sektor, C14 entre los principales) han estado arrestando y desapareciendo a todos los que puedan ser sospechados de simpatizar con Rusia. Incluso varios funcionarios del mismo régimen han sido arrestados por emitir “sospechosos comentarios” en favor de Rusia. Con esto último queda aclarado porque no hay disidencia. Siguiendo con esto, la prohibición del idioma, cultura y los libros en ruso no puede ser más significativo de un régimen filo nazi y ni hablemos de las detenciones de sacerdotes ortodoxos como parte del plan de “desrusificar”. Si si, una democracia al mejor estilo angloestadounidense.

Sobre lo que afirman de que Rusia fracaso en invadir Ucrania, esto refuerza la terrible tara a la que se ven afectados ya que, nunca fue el objetivo ocupar Kiev sino en ejecutar una misión con dos objetivos bien determinados: Desnazificar y desmantelar la amenaza que el régimen integrista basado en la ideología ultraderechista de Stephan Bandera representa para los ucranianos rusofonos del Donbass y para la misma Rusia.

Pero ¿Qué saben estos periodistas de la historia y la etnografía en esta región más allá de la basura informativa y la intoxicación de los Mass Media occidentales? Por lo que expresan, nada, aunque eso poco importa dado que a ellos no les interesa la verdad.

Para estos empleados de la OTAN, no hay ucranianos rusofonos no existieron ni existen las aberraciones que desde el golpe de estado de 2014 los ultranacionalistas apoyados por mercenarios de la CIA y el MI6 han venido implementando contra los pobladores ucranianos del Donbass. Como desde sus micrófonos puede decir cualquier sandez, todo este entramado es desconocido por la opinión pública argentina reforzando así la intoxicación informativa que se ejerce contra Rusia.

Otro de los argumentos que han estado divulgando es el menosprecio a las capacidades del ejército ruso señalando supuestas cifras de bajas, deserciones, inconductas en las tropas, la invencibilidad e infalibilidad de las armas estadounidenses y la presunta inquebrantable moral de las tropas ucranianas. Tal vez estos alcahuetes no estén en conocimiento de la involuntaria filtración de la presidenta de la Comisión Europea Ursula Von Der Leyen que hace más de tres semanas atrás (el 30 de noviembre) en momentos que trataba de crear otro capítulo en la extensa propaganda anti rusa, dejo entrever torpemente con las cifras de bajas militares de Kiev, la literal aniquilación del ejército ucraniano.

La ciudad de Kiev que vieron en marzo estos corresponsales no es la misma de hoy. Ha cambiado mucho y el régimen ha endurecido su vigilancia policial a niveles asfixiantes. La paranoia y el miedo domina a los jerarcas del régimen y para ellos todos son sospechosos. El internet está absolutamente bajo control de la OTAN y cualquier mensaje que ose ir contra el relato del régimen será seguido de una inmediata detención y puesta a disposición de los democráticos interrogadores pagados por la CIA. Tal vez este viaje les sirva a estos supinos ignorantes para que abran los ojos y ver lo que realmente esta ocurriendo y que como primera advertencia de ello vean que no es el payaso Zelensky quien comanda el régimen o se parapeta en las primeras líneas del este sino, un órgano militarizado a cargo de otros funcionarios quienes, bajo la estrecha supervisión de asesores y militares estadounidenses y británicos, son quienes realmente sancionan y aplican los decretos marciales de la “democracia de Kiev”.

  

jueves, 22 de diciembre de 2022

 

“LOS OLVIDADOS DE 1991”

El resultado de una ardua investigación financiada por el Departamento de Defensa y la Agencia de Asuntos de Veteranos de los EEUU ha confirmado lo que durante años se había estado negando: La presencia en el aire de agentes neurotóxicos como el Sarín ¿Cómo afectó esto a las tripulaciones argentinas?

 

Por Dr. Carlos H. Castia

La zarpada desde la base naval Puerto Belgrano de los buques “ARA Almirante Brown” y el “ARA Spiro” de la Armada Argentina en la primavera de aquel 25 de septiembre de 1990, fue sin dudas un evento para sus protagonistas imposible de olvidar. También lo sería para el gobierno que por aquel entonces se puso a tono de la geopolítica unipolar estadounidense surgida del inminente colapso de la URSS.

Ya en aquel entonces seguían vivos en el recuerdo de muchos que conocían de las capacidades de las armas existentes, la aterradora posibilidad de ser borrados de un solo golpe, dado que era algo que ya venía especulándose desde los años de la guerra fría.

Hace treinta años atrás, las capacidades de daño y destrucción de las armas que se involucrarían en la guerra que se desataría en el Golfo en enero de 1991 impactaron de forma brutal sobre la vida de millones de personas y claramente también en la psique de muchos de quienes fueron enviados a participar. Fue una guerra en la que el alcance y potencia de las armas fueron mucho más allá del rango de fuego de los cañones, los misiles guiados y los sofisticados aviones “invisibles”. El empleo de otras armas invisibles y silenciosas por tanto tiempo negadas por los aliados (en especial por EEUU), tuvieron una parte importante en aquel escenario. Hoy ya se puede asegurar que lo que por tanto tiempo el Pentágono y los gobiernos estadounidenses habían negado, en realidad había sido cierto.

Me refiero al uso en el teatro de operaciones de las tan temidas armas de destrucción masiva (ADM) y la afectación que produjeron tanto en los civiles y militares iraquíes como también en las fuerzas de la Coalición Aliada.  Los veteranos estadounidenses lucharon durante décadas por el reconocimiento sobre esto y las consecuencias que causaron sobre su salud hasta que el gobierno ante las evidencias de tantos casos creo una entelequia que llamo “Síndrome del Golfo” a la cual -y para tapar la causa real- le asignaban su origen en los residuos del Uranio empobrecido de las municiones empleadas en combate, las vacunas aplicadas a los efectivos (incluidos a los argentinos) y/o al humo negro de los centenares de pozos de petróleo que ardían en Kuwait.

Sus colegas británicos también sufrieron lo mismo pero recibiendo un mayor destrato de las autoridades gubernamentales y hasta en la mayoría de los casos, sus reclamos fueron cajoneados por improcedentes. Para el Ministerio de Defensa y toda su cadena de mando militar aquello era una tontería aunque en realidad, seguramente estaban siguiendo las estrictas políticas de mutismo seguidas por Washington. Pese a ello, los veteranos estadounidenses no se detuvieron y pese al rechazo inicial, los obstáculos burocráticos, las presiones gubernamentales y hasta la burla de algunos, fueron obteniendo evidencias para que se les tomara enserio.

Esto cambio radicalmente tras el último informe del epidemiólogo Dr. Robert Haley[1] quien según los estudios genéticos que llevó a cabo sobre una franja de veteranos, concluyó que los síntomas que presentaban los afectados por el Síndrome del Golfo se condicen con la exposición a un agente neurotóxico como el Sarín[2].

Sobre cuál es el porcentaje de efectivos afectados por esta exposición sin discriminar sus nacionalidades y bandos, solo se pueden hacer estimaciones ya que parece seguir siendo un tabú político profundizar en eso.

De los 50.000 efectivos británicos que operaron allí unos 33.000[3] presentaron síntomas de diversas afecciones que deterioraron progresivamente su salud causando variadas incapacidades hasta en algunos casos causarles la muerte. El porcentaje de afectados es abrumador. Algunos casos particulares ponen en evidencia que la exposición a ese neurotóxico debió ser muy grande ya que las unidades de la Coalición en todo momento estaban provistas de trajes y máscaras personales “QBN”[4] que debió protegerles de la más mínima partícula de Sarín. El caso de un médico[5] asignado a “JNCO Medic” en una base de la RAF en Arabia Saudita para participar de la “Operación Granby” crea muchas preguntas muy difíciles de responder ¿Cómo llegó el Sarín a ese punto?, ¿Hay pilotos de la RAF que a la vuelta a Gran Bretaña reportaron sufrir estas afecciones? Con el informe concluyente del Dr. Haley se ha podido determinar que estos efectivos británicos habían sido expuestos al mismo agente neurotóxico como el gas Sarín, altamente venenoso que en momentos de aquella “crisis/guerra” poseía el ejército iraquí en sus arsenales y que podía lanzarlo (y que según algunos fueron usados) en ojivas de artillería o incluso mediante los misiles “S-Scud B”.

Más allá de cómo fue que el Sarín tomo contacto con las tropas – según el Dr. Haley por el bombardeo de un depósito iraquí-, esta revelación sirvió para que el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña se viera obligado a avocarse de forma seria y decidida a estudiar todos los casos que se le habían presentado y a evaluar a todos los que se le presenten.

Recién estamos conociendo una punta de la verdad de lo que ocurrió en aquel entonces y es sabido que la letalidad de este tipo de armas se vincula muy estrechamente con el curso de los vientos y las precipitaciones, situaciones siempre presentes en aquella región. La posibilidad de que una nube de Sarín haya sido transportada por efecto del viento a la atmosfera más allá de las áreas de combate terrestre (que involucraron suelo saudita), revela la potencialidad a la que las tripulaciones de los buques argentinos estuvieron expuestas. Ante esto hoy las preguntas obligadas son ¿Qué hay de los marinos argentinos que participaron?, ¿Es posible que hayan sido afectados por este agente neurotóxico?, ¿Estaban provistos de elementos como son los trajes “QBN” para protegerse? Y ¿Qué tan al tanto estaba y está el gobierno argentino sobre esta situación?

La última pregunta seria ¿Se ha hecho algún censo médico sobre la sobrevivencia de cada uno de ellos?

La situación de aquellos marinos de la Armada aún hoy día se encuentra en un limbo jurídico ya que, todos los gobiernos que han pasado desde que regresaron de aquella guerra, no han concedido el reconocimiento de su veteranía y la correspondiente compensación por los servicios que prestaron que dejemos bien aclarado, no fue a la patria ni a la paz mundial.

La difusión de este descubrimiento médico podría ser un punta pie para que el gobierno argentino ponga manos a la obra para abandonar su amnesia y desempolvar los archivos del Ministerio de Defensa y establecer cuáles fueron los riesgos a los que sus hombres se vieron expuestos por su participación en el grupo de tareas “ALFIL 1” que opero dentro del Teatro de Operaciones hasta el final de las hostilidades, máxime ante la confirmación de que en ese conflicto, se liberó a la atmósfera nada menos que este agente nervioso como el Gas Sarín.

 



[1] Epidemiólogo ambientalista que durante décadas se encargo de investigar las causas del Síndrome del Golfo. Entrevista de 1997 de archivo de PBS en el siguiente vínculo: https://www.pbs.org/wgbh/pages/frontline/shows/syndrome/interviews/haley1.html

[2] Publicación de UTsouthwestern del 11 de mayo 2022 en su sitio oficial: https://www.utsouthwestern.edu/newsroom/articles/year-2022/sarin-nerve-gas-gulf-war-illness.html

[3] Publicación de la BBC de Londres del 11 de mayo 2022 disponible en el siguiente vínculo: https://www.bbc.com/news/health-61398886

[4] Denominación para Químico, Biológico, Nuclear que tiene un tratamiento a cargo de la Armada y que se puede consultar en el siguiente link: https://www.argentina.gob.ar/servicio-de-seguridad-ambiental-de-la-armada-siam/defensa-qbn-r

lunes, 19 de diciembre de 2022

 

“¿CÓMO SE VE DESDE AQUI ABAJO?”

¿Hay conciencia en la Argentina del alcance de la crisis financiera global en puerta? El triunfo del mundial de Qatar no borrara la realidad

 

Por Pepe Beru

Desde el extremo sur del continente americano la evolución de la crisis económico-financiera global que se avecina parece que no se advierte en Argentina. Con lo revelado hace unos días y ante todo recordemos que CABA no es toda la Argentina (aunque allí se tomen las decisiones) y mucho más cuando ha quedado bien claro que los hilos del país se tiran (como extensión de Londres) desde una estancia en Lago Escondido en la provincia de Río Negro.

La isla del ombliguismo y del perpetuo autoengaño se resiste a abrir los ojos y sus habitantes siguen escuchando crédulos las monsergas y las estupideces que -por intermedio de las empresas informativas- les cuentan los “expertos” y economistas que pueblan la capital.

Detrás de sus acostumbrados e interminables discursos, los economistas y los políticos argentinos esconden una terrible realidad y ella se vincula, al verdadero origen de la crisis que se avecina. Si bien ya la economía argentina esta sumida en una velada y acostumbrada hiperinflación, el marco general en la que se desarrolla se vincula a los efectos producidos por los manejos de la economía global. Puntualmente la reserva Federal estadounidense y los bancos centrales de los países que le siguen, estarían creando una burbuja financiera (mediante créditos hipotecarios) mucho peor que la de 2008.

Pero como lo informa un interesante artículo del consultor de riesgos estratégicos F. William Engadhl, no son los mercados de valores lo verdaderos artífices de esta situación, el corazón del problema se origina en el mercado de bonos particulares, gubernamentales, corporativos y de agencias que desde 2021 han venido mostrando una depreciación sin pausa (https://www.globalresearch.ca/global-planned-financial-tsunami-has-just-begun/5784217 )

¿Cómo se protegerán los argentinos ante estos manejos del poder financiero global? Parece imposible que toda esta bolsa de tecnócratas y charlatanes que han estado en cada uno de los corruptos gobiernos de los últimos 39 años sean capaces de formular una solución. En realidad el problema argentino no tiene un origen específicamente financiero, sino político que se basa en no existir voluntad y mucho menos valor, para afrontar a quiénes son los creadores de aquel. También la solución está en el acuerdo y la decisión política por lo cual, para tener un piso desde donde construir el andamiaje de una salida se debe llegar a un serio duradero acuerdo de todos los sectores de la vida política del país.

Pero más allá de los efectos de la caída del mercado de bonos y su sostenimiento con alza de tasas a niveles bestiales, hay una intencionalidad bien dirigida. Las burbujas financieras (creadoras de deuda) y las estanflaciones que llevaron al colapso económico en 1929 y 2008 han tenido una raíz política y ella ha provenido de organismos gubernamentales o de círculos cerrados compuestos por exclusivos miembros (G-7, DAVOS, Club Bilderberg), causalmente todos angloestadounidenses y europeos. Así tanto La Casa Blanca, Reserva Federal, Wall Street y DAVOS son los verdaderos autores de estos “reseteos” financieros que persiguen finalidades políticas y financieras (como la bancarización global) que solo les beneficiarían a ellos.  Las actuales circunstancias globales de pos pandemia, la sequía y la falta de fertilizantes por los efectos de la guerra en Ucrania (agravados por la batería de medidas estadounidenses) prevén una escalada inflacionaria que recién comienza.

Es ahí donde queda muy en claro, la inutilidad de escuchar a los economistas mediáticos hablando de abstracciones, estadísticas y números que nunca se cumplen. Para peor, en éste país los políticos tienen un serio problema con el concepto y el manejo del poder con lo cual, al momento de entrar en contacto con él no saben o no quieren ejercerlo para la función estatal. Esto ha sido sin dudas, una de las taras (nacidas del clientelismo, la falta de autoridad y la partidocracia) más acusadas de las últimas décadas y por ello de las causales de actual ineficacia y desestructuración de las áreas estratégicas del estado.

El gobierno de Alberto Fernández que no es solo de él, es la representación paradigmática de esa impotencia política para no poder ni siquiera atender y mucho menos solucionar sus propios problemas. Si apenas tiene poder político para controlar a los suyos (con su vice procesada) y con una realidad económica que el ciudadano vive cuando va a comprar el pan ¿Qué puede pedírsele más allá de la mirada de su escritorio? Igualmente y para ser justos, no se le puede achacar a Fernández su impotencia ante semejante crisis global en danza pero si, es responsable de haber sido parte de este sistema que ha sido el generador y profundizador de la desestructuración mencionada y en particular del desguace de las áreas estratégicas del estado como son las flotas comerciales mercantes y la modernización de los puertos que habrían significado una fuente de ingresos invalorable ante la actual situación aunque habría que ver, si su gobierno tendría el valor político de desobedecer a las restricciones comerciales impuestas por Washington.  

Pero si vamos un poco más allá, vemos que no es solo un problema de un mandatario o un gobierno impotente que gobierna un país sujeto a una cadena a esos poderes facticos globales, sino más bien proviene desde la anuencia de cada uno de los ciudadanos que aceptan sin protestas este sistema que sirve al consumismo representativo del actual capitalismo angloestadounidense.

Si tomamos en cuenta todos estos factores y los ponemos en consideración de lo que puede esperar el ciudadano argentino ante lo que se avecina solo vemos dos alternativas: Una, seguir creyendo en un sistema corrupto y circular que le seguirá dando las mismas falsas soluciones o simplemente, abandonar la dependencia a este sistema consumista que no solo roba la riqueza sino también la salud y la vida de sus habitantes.

 

domingo, 18 de diciembre de 2022

 

“KEEP CHARLES IN THE DARK”

Why wouldn't it be in London's best interests to jump on a possible nuclear gamble? It's best that the King doesn't find out about the little problems that exist in the equipment because of the savings.

 

By Sir Charlattam

At this stage of the conflict in Ukraine, and given the unsustainability of defensive lines loyal to Kiev, it may well be NATO that will need to consider pressing the red button, but of tactical nuclear weapons. Be that as it may, if they dare to do so, the Russian response would be forceful.

This is just an estimate. Let me digress a little, ladies and gentlemen, but on the basis of facts.

First and foremost, if we consider that Russia has thwarted attempts by special groups led by intelligence agencies to create a radioactive material incident in places like Zaporizhzhia, one can sense that the Atlanticists have lost their surprise and have been exposed in their plans.

The situation on the ground is desperate. If those in Brussels saw it as viable to deploy such a strategy in support of the depleted Ukrainian militias, they would not be able to lift a finger without Washington's decision. And so I wonder what will be the role of the British troops deployed in Lithuania and all the advisors operating inside Ukraine?

Don't worry, the White House will send Mr. Biden to smile with his fixed dentures and shake hands with the Prime Minister who with the promptness of a good butler will give him excellent service. The senile old man's artificial smile is not at all unfounded. How could he not when he knows he is surrounded by sycophantic European officials and especially the British government that rules them on his behalf?

All this would be tolerable for a second fiddle but don't let him ask to go to the front against Russia because if so what will Russia's actions be countered with, recruiting our fascists in the pubs and murderers from Iraq? It is already too much of a nuisance for citizens to have to pay high taxes for energy and watch inflation hit their pockets because of US financial gamesmanship to benefit the pro-Nazi regime in Kiev that has imposed martial law and is “purging” society of everything Russian. Where have we heard that rubbish before? We are creating a monster and I don't think the King knows it.

There is now a shortage of gas to heat London's homes and all thanks to the sabotage of the Nord Stream pipelines probably executed by the SBS and the Seals. What a setback. Will King Charles have the same difficulty heating his royal feet?

It is one thing to believe the pantomimes of the BBC and the Russophobic media; it is quite another to face up to the reality of this war. If Prime Minister Sunak believes that the development of a new stealth aircraft to replace the Typhoon by 2030 is good news, I think his optimism can only be seen as positive by the delusional in his party, the ignorant like Truss and the arms industry kleptocrats of British Aerospace (and their Italian and Japanese partners) who are drooling over the war.

It seems that King Charles III asked: “How are we prepared for war?” And among the answers the MoD is said to have said: “We have never been better, Your Majesty!” The new development for the RAF was even discussed and described as: "Splendid!" According to rumour, Charles did not pursue the enquiries further and it was only then that all the defence chiefs breathed a sigh of relief. Tens of millions of pounds sterling are at stake, gentlemen!

Let's not forget the technical problems that have been occurring in many of the fleet's units due to budget slippages and also the very serious problems of misconduct on board. How threatening are the Royal Fleet's weapons if they malfunction, what happened on the submarine “HMS Vanguard” last November, did some boards burn out due to malfunctions or did a drug addict stumble over his beer in the middle of a party?

And who's conducting the orchestra? The Americans of course, and the song to justify all those billions of pounds going down the drain to Ukraine and those to be spent on “new weapons” is entitled “keeping Britain safe”.

 Once again and as the establishment has done since Britain was an empire, created the insecurity now we will sell you the security.

That had better be true as the British are being deprived of a normal life not because (as the story on this side says) “it's the autocrat Putin's fault”, but because of the games of chess they deploy over there across the ocean in that place called “The Pentagon” What are the British gaining from these games? Let the companies close down and move to...the US because they are not so affected by the inflationary pandemic created by the Wall Street overlords and their colleagues in the City.

However, if Washington were to order its European minions (including the British) to prepare for a nuclear offensive against Russian forces the defence minister and his enthusiastic General Sir Patrick Sanders should check that there are enough NBC suits at Porton Down and that what is available is not leaky.