miércoles, 3 de enero de 2024

 

IRRADIANDO MULTILATERALIDAD

¿Por qué China es la potencia mundial en un proceso indetenible de emerger?


Por Xiao Chan Gui

Es cierto que vemos el mundo de acuerdo a donde uno se encuentre parado. No es lo mismo como lo ve un norteamericano como lo ve un europeo, menos aún alguien del mundo árabe-islámico o del que vive en Asia.

Mi mirada es la de un simple ciudadano chino, libre y consciente de la realidad del país en donde vive sin hacer comparaciones odiosas como a las que estamos acostumbrados a oír desde Occidente con reduccionismos tales como Democracia vs Autocracia.

Aclaro que no sirvo a una agencia gubernamental de noticias como Xinhua o AP. No para nada. Aunque le cueste aceptar al prejuicioso analista occidental, en China hay un rico desarrollo en el pensamiento individual para el libre ejercicio de la información sin que ello signifique el descontrolado y muchas veces obsceno individualismo que campa en el ideario angloestadounidense que se materializa en ese enfermizo y mezquino consumismo.

No es necesario que me ponga a desarrollar las aburridas teorías de geopolíticas de autores europeos como Ratzel, Halford Mackinder o de Nicholas Spykman y mucho menos, las rumiaciones de los americanos Zbignew Brzezinski y Henry Kissinger. Tampoco, aunque compartimos con la Federación Rusa limites e intereses comunes como socios, las teorías rusas de Grasimov o la del Eurasianismo. Simplemente y en referencia a los tres primeros, porque no eran asiáticos, sus elucubraciones no eran precisamente constructivas y no tenían una visión con pensamiento chino.

Al contrario de cada uno de los últimos, los primeros proyectaban sus teorías para desestabilizar y fragmentar el gran continente, activismo que fue revitalizado desde el final de los ochentas y comienzos de los noventas para ponerlo de rodillas y en última instancia bajo la jurisdicción de esa organización trasnacional llamada OTAN. Lo que hoy ocurre en Eurasia, en el patio delantero de China es prueba de ello y sabemos que también está dirigido hacia nosotros.

Cada una de estas teorías representan intereses bien determinados con ambiciones unidireccionales y surgieron de la visión de hombres de carne y hueso, tal como somos los chinos pero pensantes y racionales a partir de una filosofía de vida muy diferente.

¿Cuál sería la geopolítica china actual según mi punto de vista? No voy a ir para atrás para repasar la influencia confusiana en nuestra milenaria cultura para explicar nuestra idiosincrasia y la evolución de nuestra historia política, no es necesario. Hemos aprendido del sacrificio y del trabajo duro tanto en épocas medievales con los emperadores, las humillaciones con tratados desiguales y abusivos de occidente (en especial con Reino Unido), pasando por la revolución de los “Boxers” bajo el yugo de las potencias ocupantes como en las duras jornadas de la marcha forzada para constituir bajo el influjo del Comunismo una República Popular que no estuvo exenta de errores, grandes sufrimientos y arbitrariedades.

Eso nos hizo un pueblo fuerte y resiliente, orgulloso como nación. No me refiero al estado ni al Partido, hablo del individuo. Nuestra genética seguramente se fue fortaleciendo con cada una de estas etapas y nos llevó a que, mediante la meticulosa construcción de una geoeconomía audaz basada en el trabajo intensivo y disciplinado con un desarrollo paralelo de un estricta y sesuda educación destinada a mejorar la vida de los ciudadanos apuntalada desde el estado bajo la centralidad del partido comunista, nos proyectásemos con confianza hacia el exterior.

Con ello, el desarrollo paciente pero continuado de nuestra economía hizo que se hiciera necesaria ampliar la visión hacia mercados exóticos con los cuales a pesar de algún que otro intercambio, no estaban desarrollados en la profundidad de las relaciones que al gobierno le conviniera para ir ampliándolas con el tiempo.

El voluntarismo que impulso a China crear esa geoeconomía que comenzó a fructificar en otras latitudes como en Latinoamérica donde la migración china ha sabido aprovechar las oportunidades que cada lugar les daba para desplegar esta cultura de trabajo y disciplinada administración financiera, son las semillas germinadas de una parte del llamado “Sueño chino” que hoy es un modelo de capitalismo con rasgos socialistas basado en el multilateralismo.

Ese sueño sería la actual base de la geopolítica china en la que para ganar, no debe perder el otro. Esta es una visión que surge de nuestra filosofía y de una forma de entender no solo el mundo de los negocios si no el universo todo. Aquí es donde viene el choque con la agresiva concepción geopolítica angloestadounidense -basada en el negocio de la guerra- que se ha potenciado en los últimos 30 años en la que Washington, en un afán por capitalizar todo, trata de sabotear las relaciones políticas y comerciales de China con sus vecinos y el mundo y muy especialmente con Latinoamérica y África.

Es cierto, China debe reconfigurar sus relaciones con algunos vecinos como Filipinas y Vietnam y a la vez trabajar inteligentes políticas de persuasión con Taiwán, pero eso no da derecho a las perniciosas y subversivas injerencias estadounidenses y de sus socios británicos. Ese proceder es contrario a la libertad, pero muy lucrativo para sus arcas.

Pese a que no es el interés de llevarse mal con EEUU, Washington persiste con ahínco en esa política hostil y ha empujado a Pekín (北京) a fortalecer sus músculos.

Ello obligó a Pekín a comenzar a construir una geopolítica sustentada en el desarrollo de un poder militar disuasivo, en especial naval, orientado a proteger no solo los intereses y la diplomacia china sino también, de las claras tentativas de EEUU y sus socios -con sus injerencias en Siria e Iraq- por sabotear la normal circulación de la ruta de la seda, la apropiación del mercado de semiconductores y como no, truncar su proyección sobre el Asia Pacífico.

Con ese propósito ha puesto a trabajar a sus estados tapón como Japón y Corea del Sur (éste último gran proveedor de ojivas de artillería para Ucrania) y aprovechando las necesidades de otros países como las Filipinas a los fines de crear dificultades a la libre circulación de los bienes y el comercio chino poniendo excusas notablemente inventadas.

Estos esfuerzos occidentales por abortar las relaciones del estado chino también alcanzan a los capitales particulares chinos ya que, son incluidos en sus campañas de intoxicación y difamación xinófoba montadas por agencias no gubernamentales y supuestamente privadas.

A pesar de todos los intentos, China se ha convertido en un actor geopolítico preponderante ya no solo en lo regional sino incluso, a nivel global involucrándose en exitosas gestiones para reestablecer relaciones entre naciones que habían estado congeladas por años, ofreciendo su intermediación y ayuda, haciendo socios e invirtiendo en continentes como África y América Latina y en buscar mayor ecuanimidad en situaciones conflictivas como las que hoy vemos en Ucrania, África y Oriente Medio.

El BRICS es la plataforma por sobre la cual, China junto a sus asociados -pese a las zanjadillas angloestadounidenses- harán florecer el ansiado multilateralismo que hará a los países verdaderamente libres del corroído sistema financiero internacional y como señala el profesor ruso Yuri Tavrovsky podrá exponer el “milagro chino”.

lunes, 1 de enero de 2024

 

ILL-CONCEIVED GEOPOLITICS

How badly did the Secretary of State and his Atlanticist partners miscalculate in their plans to bring down Russia?


By Sidney Hey

Who the hell planned the war against the Russian Federation? That is the first question that pops into the heads of many of us who start from the fact that in Ukraine there was a widespread subversive operation of agitation throughout 2013 and which culminated in the bloody coup d'état of February 2014 executed by the pro-Nazi ultra-right supported by Washington and its NATO partners.

There is no doubt that its inspirers and especially the fervent neoconservatives (Troskyites) in Washington overlooked the costs of the enterprise. Because they imagined that the Nazis and the gangs in the service of the Jewish oligarchs in Odessa would do the job quickly and cheaply. Such were the expectations in this dirty enterprise that even then Secretary of State John Kerry and his psychopathic sidekick Victoria Nuland would have taken Ukraine into NATO for granted in just a couple of months.

But it was not that easy. The ultra-right-wing “Right Sektor” and other neo-Nazi gangs recruited and guided on the ground by the CIA and MI6 were overreaching with their criminal actions against Russian-speaking Ukrainians, who were also citizens of the same country. Operations had to be accelerated in order for Kiev to recapture eastern Ukraine and secure the ground for the realisation of the Atlanticist plan. So Obama and his EU partners asked themselves what to do? So they decided to do what the US is very good at, and that is to continue to intrigue, rearm its forces and work under the table with Kiev to provoke Russia.

Despite various attempts by the puppet regime in Kiev to try to crush the resistance of the Russian-speaking population in the Donbass region, Washington used its European vassals to create a diplomatic illusion through the Minsk I and II agreements as a way of buying time to make the Kremlin believe that a peace process was underway while underneath and with the complicity of the Europeans they were arming the regime.

In the meantime they were implementing the strategy of the RAND Co report that sought to create pockets of instability within the Federation by forcing the dispersal of military forces away from Ukraine, something we saw with the agitators in Kazakhstan.

That was playing dirty as they have always done, especially with small underdeveloped countries, but did The White House and the State Department believe that President Vladimir Putin would not notice or that his security and defence agencies were asleep?  That is why Putin in April 2021 signed the executive order to mobilise the military for the largest military exercises around the border and despite this, Washington and its British colleagues continued to push the television muppet-turned-president to get Russia to take the bait.

This mobilisation provided material for Washington and its editorially aligned media to produce deliberately biased reports of an imminent invasion, but to say nothing of its involvement with NATO in the planning and build-up of military forces around the Donbass.

48 hours before the Russian troops crossed the border and were greeted with jubilation by the inhabitants of Lugansk and Donetsk, Kiev had amassed a considerable force of men, armoured vehicles, artillery pieces, GRAD mobile rockets that were destined for an offensive on the Donbass, which according to Russian intelligence sources would take place a month later, in March 2022. The lightning entry of the Russian forces not only aborted these genocidal plans and the Pentagon's hopes of opening the door to NATO, but also significantly degraded the capabilities of the Ukrainian forces co-opted by neo-Nazism.

Two years have passed since the start of the Russian Special Military Operation and the results speak for themselves. Ukraine has sacrificed almost 500,000 men and women in a failed counter-offensive in which NATO strategists have been disqualified and all for nothing. Thousands more men have deserted and voluntarily surrendered upon reaching the Russian trenches. It also revealed the poor performance and capability of the war materiel delivered by the Atlanticists, which ended up as scrap metal or captured by the Russians.

The true face of the Zelensky regime behind the Atlanticist propaganda, marked by obscene corruption, abuses of power, censorship, persecutions and crimes against opponents masked behind the screen of raids against traitors, has also been revealed.

Likewise, sustaining this charade presented as "democracy" has been costing the economies participating in these efforts far too much.

Hundreds of billions of dollars in cash authorised by Joe Biden who also forced his European allies (such as Germany, Britain, the Netherlands, the Czech Republic, Norway and others) to donate a significant part of their GDP and war materiel to support pro-Ukrainian propaganda and as much to the Zelensky regime have gone down the drain of a toilet. As the Americans say, what the fuck happened to all that money?

The long silence in the Western and especially the Anglo-American media is a sign that everything is going from bad to worse and global public opinion is not stupid.

It is not a matter of perspective. Zelensky's regime, despite monumental financial, propaganda and military support, is a fraud and doomed to perish, and that is already a topic of conversation both in Washington and in several EU countries.

 

 

 

domingo, 31 de diciembre de 2023

 

ALINEAMIENTO BESTIAL

¿Qué tan profundo y peligroso es para la Argentina  el posicionamiento geopolítico del gobierno del presidente Milei?

Por Yossi Tevi

Anteriormente vine señalando hacia donde se encaminaría la Argentina sin importar quienes ocuparan la Casa Rosada desde el 10 de diciembre. Es cierto que el posicionamiento ideológico del actual presidente Javier Milei facilita o mejor dicho, hace más visible esa influencia pro-estadounidense e israelí pero no se deje engañar, si en New York se hubiera preferido que Massa ocupara la presidencia el resultado para los argentinos hubiera sido el mismo.

Como bien ya sabemos que, no es la política sino -como dijo un asesor de Bill Clinton en 1992- “es la economía estúpido” lo que mueve las fichas del tablero geopolítico y mucho más en países como la Argentina, donde la actual administración desenfadadamente sionista ya ha tomado la decisión de orientar sus políticas comerciales a las de Washington con todas las circunstancialidades que ellas traen.

El proceso de americanización ya ha comenzado aunque esto no sea de la preocupación de la diluida oposición, de los corruptos sindicatos y mucho menos de los medios rentados de la capital. Como se puede ver, el país y todo lo que hay en él, está entregado a los poderes globales que hoy respaldan al gobierno de Milei.

Esto ha hecho que la Argentina se pare del lado equivocado de la historia, colgándose de potencias en decadencia que han construido sus economías de la desgracia ajena y de regímenes racistas que como el del estado de Israel, ha demostrado ante los ojos del mundo su torva fas con el descarnado genocidio que (desoyendo todas las leyes y los clamores internacionales) sigue cometiendo sin piedad y de forma desenfrenada contra la población palestina.

Un dato tan solo para ver la magnitud inhumana de las acciones de un gobierno de psicópatas y sociópatas israelíes, es saber que ejecutando un plan de castigo colectivo que se evidencia con las masacres de ya más de 26.000 civiles (miles de ellos niños), Tel Aviv les priva a todos los palestinos de agua y comida lo que esta llevando a la Franja de Gaza a una hambruna deliberadamente creada por un estado invasor.

Con esto a la vista se presenta un gran dilema si el gobierno de Milei quiere hablar de “revolución moral” poniéndose al lado de tipos como Netanyahu y Cía. Evidentemente el presidente está mezclando muy mal los colores ya que profesar el judaísmo no tiene nada que ver con las políticas del estado de Israel ¿O sí?

En alguna medida Milei repite la posición de Menem que tuvo en los noventas aunque, en el actual contexto, la gravedad y el alcance de los conflictos existentes exponen a la Argentina a ser tomada como un escenario alternativo más para extender esas disputas.

Volviendo a las consecuencias de este alineamiento, Buenos Aires abandona las posibilidades reales de crear una potencialidad propia con la cual pueda negociar el regreso de las islas del atlántico sur y sus aguas circundantes ¿Por qué? Por el simple hecho de que, además de abandonar la alternativa multipolar que ofrecen los BRICS, se privatizara una de las áreas sensibles de la defensa como es Fabricaciones Militares (FM) y en las cuales muy seguramente se involucrarán además de Washington, capitales de traficantes de armas israelíes y británicos quienes serán recibidos por estos “libertarios” como, muy bienvenidos libres inversores.

Otra vez más, si el país pretende adquirir algo de potencialidad militar necesaria para una defensa más que imprescindible para respaldar su política exterior y proteger, aunque sea mínimamente su integridad territorial, deberá contentarse con la chatarra estadounidense y europea (como los aviones navales franceses) o en el mejor de los casos, producir armas sin más poder que el de un petardo.

En lo referente a la seguridad estratégica del país no hace falta aclarar que no existe. Fueron varios exponentes de la casta política que hoy secundan a Milei quienes iniciaron la degradación de una de las herramientas más valiosas como es la inteligencia. Uno de los últimos golpes de la cleptocracia kirchnerista fue la de desarticular la inteligencia militar dejando al país virtualmente inerme.

Lo mismo con el área civil. Bajo el repetido verso de que la “SIDE era una cloaca”, todos los funcionarios que pasaron por allí no hicieron nada por mejorarla. Al contrario, ayudaron a hundirla más con sus operaciones para espiar opositores y periodistas molestos ¿Y cuál podría haber sido una forma de reivindicar su papel en el estado? El haber prevenido y advertido de forma documentada los ataques “terroristas” de 1992 y de 1994.

Otro pudo ser el peculiar asesinato del fiscal federal Alberto Nisman en enero de 2015 que tampoco (supuestamente) pudo ser prevenido por la inteligencia nacional y mucho menos determinar los posibles autores pese a que se expusieron varios elementos que convergían en torno a la víctima vinculados a la inteligencia israelí y la CIA ¿Cuál fue entonces la solución? Cambiarle la denominación a AFI.

Por supuesto que es posible que la entonces SIDE haya (una vez más) fallado en ese objetivo pero, otros creen que sus responsables hicieron la vista gorda y dejaron pasar aquellos actos por estar sometidos a otras influencias mucho más poderosas que su propio gobierno. Obviamente esas influencias, por supuesto no tenían que ver con nazis imaginarios, ni árabes-palestinos o sombras irano-libanesas.

En las actuales circunstancias, los cambios que está ejecutando el gobierno argentino sin dudas se consolidaran estas “influencias” en esta área estratégica y la cloaca propia pasará a ser usada para otras manos. Una vez más estas sensibles e importantes áreas pasaran a ser herramientas para otros intereses y será algo muy común esperar que las mismas se conviertan en un apéndice dentro Sudamérica del Mossad y claro, de la CIA.

 

viernes, 29 de diciembre de 2023

TEATRO DE OPERACIONES: CARIBE

¿Por qué los reclamos de Caracas sobre una extensión de la Guayana Esequiba han conmovido al Foreign Office y al gobierno británico?,¿Desinteresadamente preocupados por un miembro del Commonwealth?


Por Javier B. Dal

Sabemos bien que Venezuela desde hace tiempo viene siendo agredida por sanciones comerciales, operaciones sucias y maniobras diplomáticas digitadas en principio desde Washington por el simple motivo de que no responde a sus lineamientos y las profundas relaciones que ha establecido con la Federación de Rusia y China. La finalidad de esto es derribar al legítimo gobierno de la Revolución Bolivariana fundada por el presidente Hugo César Chávez Frías y colocar en su lugar (mediante una pantomima democrática) a un gobierno títere.

Por fortuna y a pesar de toda esta circunstancialidad, Venezuela sigue gozando de su propia institucionalidad.

Pero todas rajaduras o fisuras políticas, sociales, económicas y geopolíticas que los complotadores puedan hallar o fabricar, serán invalorables para penetrar y buscar la desestabilización interna. La reanudación del histórico diferendo con la Guyana Esequiba abre la puerta para que Washington y sus socios británicos puedan hacer sus aportes para el desequilibrio y por supuesto hacerse de esos yacimientos.

Los reclamos realizados por el presidente venezolano Nicolás Maduro están sustentados en un antiguo diferendo demarcatorio por una región de la ex colonia británica de Guyana en la cual, se hallan importantes reservas de petróleo descubiertas recién en 2019 y que como era de esperar, atrajeron inmediatamente la atención de los británicos. Ante semejantes perspectivas y como la situación fronteriza nunca fue resuelta con la debida neutralidad tan reclamada, Caracas ha decidido dejar de lado el Laudo de París de 1899 por considerarlo írrito reclamando que se le devuelva dicha región.

Por su parte Guayana ante la postura de Caracas ha tomado la determinación de acudir a la instancia del Tribunal de La Haya que además de su reclamo, desconoce el compromiso bilateral de Ginebra de 1966.

Entre tanto en Londres y pese a la férrea censura militar establecida, se ha podido saber sobre planes del Ministerio de Defensa para crear una Task Force en cual buscarían el apoyo de Armadas de la región e incluso de Sudamérica.

A pesar de que los medios angloestadounidenses trataron de inflar los reclamos de Maduro insinuando movimientos militares y aprestos en prevención de posibles agresiones contra Guayana, nada de eso es lo que busca Venezuela ya que, también se halla en camino a exponer judicialmente su posición ante las instancias internacionales.

La situación que se presenta es una de tantas en Latinoamérica y que son el resultado del pasado colonialismo europeo. Así las jóvenes naciones americanas que nacieron bajo estas circunstancias y con poca experiencia para resolver situaciones que surgían tras las delimitaciones de sus jurisdicciones, se veían obligadas a confiar en supuestos terceros neutrales que no eran otros que los creadores de los problemas que querían resolver. Los instrumentos y competencias europeas que “resolvieron” diferendos como los surgidos entre Chile y Argentina, Perú y Bolivia, el de Argentina y Gran Bretaña por las islas del Atlántico sur a la distancia surgen cuando menos, poco fiables y muy discutida su neutralidad.

Sumado a esto, la abusiva injerencia que tuvo el imperio británico antes y después de la independencia de Venezuela en 1821, materializadas con las apropiaciones territoriales que llevó a cabo (incentivando y aprovechando el conflicto interno) en 1849 sin interesarle oír los reclamos de los venezolanos y mucho menos, ponerlo en consideración de algún arbitraje, ponen en contexto aquella abusiva relación existente y que hoy, con el paso del tiempo y con una Venezuela soberanamente sana y fuerte, dejan en claro la gran estafa que supuso aquel laudo. 

Es a partir de este juicio histórico que Caracas considera el instrumento jurídico surgido de un “tribunal” francés del siglo XIX, es decir, de una por entonces potencia colonial que (más allá de las disputas) mantenía con el entonces imperio británico estrechas relaciones para dividirse las incumbencias en los mares, como poco creíble y anacrónico para el respeto de los intereses territoriales de Venezuela.

Hoy, los mismos que crearon Guyana, son los mismos que fomentaron la guerra interna para justificar la ocupación del imperio británico y su avance sobre el río Esequibo para capturar sorpresivamente la comisaría de Cuyuní son quienes ante estas nuevas circunstancias y por la revelada riqueza petrolífera que se esconde en casi dos tercios de Guayana, vuelven para tratar de sacar ventajas.

La arbitrariedad que todo aquello supuso y que descalifican a Londres como un actor imparcial con buena voluntad, no solo fue una convicción de los venezolanos de aquel momento. Incluso, otros actores contemporáneos en el hemisferio no dudaron en condenar estas acciones imperiales.  Este fue el caso de la administración estadounidense de Zachary Taylor que al enterarse de las incumbencias de Londres en los asuntos venezolanos elevo una airada queja por esta intervención inglesa en territorio soberano de una nación americana.

Hoy la historia se repite aunque bajo un nuevo y más complejo marco geopolítico. Hoy EEUU y Gran Bretaña son socios (junto a la OTAN) en las operaciones sucias contra de la soberanía venezolana y en ese plan trabajan en búsqueda por crear la inestabilidad.

En realidad no hay nada nuevo en todo esto. Como actores que viven del pillaje y el saqueo de los recursos ajenos, se deben a su naturaleza y la historia contemporánea tiene un extenso prontuario de los crímenes de guerra y lesa humanidad que han cometido alrededor del globo.

A contrario de ellos, Caracas no acude a la fuerza para imponer sus posiciones ni mucho menos, hacerse manu military con lo que por derecho debe corresponderle. El gobierno bolivariano es respetuoso del derecho internacional aún, cuando ese mismo derecho es ignorado o simplemente pisoteado por los gobiernos angloestadounidenses y de sus aliados.

El anunciado envío de la patrullera “HMS Trent” para unirse a ejercicios navales en Guyana es una cortina de humo y nada más. Las fragatas y submarinos están merodeando los mares caribeños desde hace tiempo. Eso en cuanto a las amenazas visibles. En realidad los británicos siempre han estado muy cerca. Hace años que el MI6 está operando en la zona y en especial desde la Guayana donde tiene una base proporcionando un apoyo estratégico a las operaciones de espionaje electrónico no solo de los estadounidenses sino incluso de otras agencias como a la DGSE francesa y el Mossad israelí. 

Con estas implicancias hay que estar atentos a posibles y “misteriosos” episodios que intenten crear una ruptura total entre Caracas y Georgetown.

  

miércoles, 27 de diciembre de 2023

 

AMERICANIZANDO A LA ARGENTINA

Detrás de la cíclica crisis que los argentinos sufren por la corrupción política venía gestándose un cambio de paradigma con una clara orientación angloestadounidense. Ese cambio ha comenzado a ponerse en marcha y en breve veremos las primeras consecuencias ¿Quiénes buscan beneficiarse con este cambio?

 

Por Charles H. Slim

Es una cuestión real que la Argentina se halla en medio de una crisis que es necesario abordar y resolver, pero ¿Cómo y a qué precio? La publicación y anuncio por parte del presidente Javier Milei del “mega” decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) en el que se plantean más de trescientas reformas legislativas en variadas áreas de la vida económica, financiera y administrativa del estado suena coherente y razonable, pero hay detrás de ellas otros interesados que no son los simples ciudadanos argentinos.

Inmediatamente al anuncio, no faltaron las protestas de los gatafloristas y hasta los posicionamientos de los “republicanos” de cartón que ven en esto una afrenta al “sistema” que digámoslo claramente, está podrido.

Pero más allá de las discusiones sobre su constitucionalidad, varios puntos de ese decreto son una invitación a que corporaciones trasnacionales de áreas como son la salud, bioquímicas y farmacéuticas entren sin ningún control estatal conllevando con ello peligros que el gobierno está saltando en nombre de la urgencia monetaria. En cierta medida se puede decir que desregula sectores estratégicos del estado nacional.

Para algunos esto es parte de una “revolución cultural” que busca cambiar de raíz una estructura política que ha hecho del estado y la función pública una caja de recaudación para los vivos y los mafiosos. Para otros, el regreso a los noventas y para otros, un sacrificio ineludible. Pero para algunos, esto nos parece una gran trampa para Milei. Dentro de esta posición también sostienen que los que rodean al presidente lo están empujando (de forma deliberada) a que sea sacrificado para beneficiar al poder real. Y la pregunta surge inevitable ¿Quiénes representan a ese poder real?

Suena cansina la respuesta de que el responsable es “Macri”. Pero en realidad y en este particular caso no estaría nada desacertada, aunque él solo es otro peón en este juego de poder global. Pero el ex presidente no se halla dentro del actual gobierno e incluso muchos pueden argumentar que en realidad si lo está mediante funcionarios como el actual ministro de economía Luís Caputo y la misma ministra de seguridad de la nación Patricia Bullrich.

En realidad, estos también son meros monigotes que se mueven al son de la misma agenda de quienes digitan el poder real. Como tales son importantes fichas en este tablero, pero también son tan sacrificables como el mismo Milei o Macri.

Si podemos identificar un elemento que es parte de ese poder interesado en que Milei haga el trabajo sucio, ese es el embajador estadounidense Marc R. Stanley, extensión local del brazo del Departamento de Estado norteamericano y encargado de velar porque se tomen las decisiones apropiadas. Claro cualquier argentino se preguntará ¿Qué trabajo sucio? Aquel que se requiere para que la Argentina sea un campo fértil para instaurar y generar los negocios que se buscan fructificar con el instigado “reseteo” financiero que deberá producirse tras una muy posible caída de las bolsas alrededor del mundo causando un colapso general.

En algunos escenarios, imponer estas agendas requieren estrategias sucias y cruentas como son las “falsas banderas” con las cuales justificar “intervenciones”, las invasiones, incitar golpes de estado o las “revoluciones de color”. Pero en Argentina por el momento, basta con la persuasión.

El ensayo de esto lo vimos el miércoles 20 de diciembre cuando su gobierno logró imponer el protocolo de seguridad que obligo a los manifestantes de las organizaciones sociales a no poder ganarse las calles. Por fortuna la masa de manifestantes no fue lo suficientemente crítica para crear enfrentamientos con la policía. Esto se logró por una planificación y coordinación de medidas aplicadas por las fuerzas de seguridad que impidieron la llegada de miles de ellos lo cual podría haber causado enfrentamientos. Si así hubiera sido, el presidente Milei estaba en el momento y el lugar equivocados ¿Cómo? Así es. Alguien le sugirió al presidente que debía estar presente en la Sala de Operaciones de la Jefatura de la Policía Federal desde donde se monitoreaban los movimientos de la calle sin (en apariencias) meritar que de haber habido choques violentos con muertos, habría quedado expuesto a las consecuencias políticas.

Algunas fuentes sugieren que fue la misma ministra Patricia Bullrich quien le sugirió al mandatario estar presente. De ser cierto ello ¿Lo hizo deliberadamente o no previó esta situación?, ¿Quiénes a su vez aconsejan a la ministra de seguridad?, ¿Quizá algún asesor de la CIA de la embajada o por qué no, algún especialista en contrainteligencia del “Shin Bet” con su sede en la embajada de Israel? La estrategia de estrangulación cortando los accesos a la ciudad tiene una notable semejanza con el método israelí.

Esto recién comienza. El anuncio de los cambios que Milei pretende lograr con ese mega decreto contiene una serie de puntos que sin dudas benefician puntualmente a intereses de ese poder real y que por todos los medios, buscarán que se concreten.

Mas allá de las tempranas protestas y conclusiones de inconstitucionalidad que ya se han manifestado contra esa pieza ejecutiva y que los medios en una presuntuosa pose de “guardianes de la constitución” han hecho suya, el riesgo para los argentinos se encuentra entreverado en dos puntos principales: La libertad para el ingreso de laboratorios extranjeros (para la producción de medicamentos, ley 27.113) y el ingreso de la internet satelital STARLINK de Elon Mask.

En el primer caso la población corre el riesgo de que laboratorios privados como Pfizer y otros que (con la connivencia del Pentágono) experimentan y ensayan con programas gubernamentales de agentes químicos y biológicos (como el SarS-Cov) instalen en secreto una infraestructura similar a la que se descubrió en todo el este de Ucrania.

Sobre el ingreso de STARLINK al mercado argentino, significará la instalación de una red de internet que más allá de las ventajas técnicas para el usuario, sería a su vez una herramienta estratégica para recopilación y canalización de información para la OTAN.

Más allá del preciosismo formalista de los críticos de este DNU, de los demócratas de la boca para afuera y los cuales, no ven -o que no les importe- este trasfondo geopolítico, se puede intuir que este es solo el comienzo para ir imponiendo un sistema desregulado que, si bien algunas suenan razonables, otras (como las que hemos señalado) son muy sensibles para la seguridad nacional en beneficio de intereses geopolíticos bien identificados.