lunes, 29 de enero de 2024

 

OPERANDO PARA

TEL AVIV

¿Por qué, cómo y quiénes están tratando de instalar la lucha geopolítica de Tel Aviv en Argentina?

 

Por Yossi Tevi

Es siempre muy importante no perder la memoria sobre los hechos y situaciones que dieron origen a problemas que extendidos en el tiempo por no haberse resuelto en su debido momento, se pierden por efecto del maremágnum de la vida cotidiana. Esto tiene especial importancia en la política y mucho más en la geopolítica de los países.

En la Argentina esto es un problema crónico. Aquí los ciudadanos suelen verse impactados por un suceso y hasta llegar a sobreactuar las consecuencias del mismo, pero con el paso del tiempo ya perdieron noción total de lo sucedido. Podríamos decir ligeramente que es un pueblo de memoria frágil o desinteresada, pero en realidad no es tan así ya que quienes deberían preservar esa memoria para resolver esos asuntos (sus gobiernos), de costumbre la pierden o alteran la dinámica de los hechos.

En Argentina hasta antes de 1990 la situación de relaciones con los países árabes y en particular con el mundo árabe-islámico era relativamente pobre (pese a la gran comunidad sirio-libanesa) y solo se basaba en algún que otro intercambio comercial pero no más. Se podía decir que era una relación cordial pero no muy cercana. Con Irán se mantenían fluidas relaciones comerciales vinculadas al comercio del crudo e incluso con intercambio de tecnologías en el campo nuclear, estando fuera de discusiones los problemas políticos internos que ambos países sufrieron dentro de sus fronteras.

Pero curiosamente con la llegada en 1989 de un gobierno neoliberal de un peronista llamado Carlos Menem de ascendencia siria, el país se alineo sin cortapisas a la geopolítica de Washington. Fue un movimiento oportunista en momentos que el Muro de Berlín era derribado y en un mundo donde supuestamente morían las ideologías. Rápidamente y sin que nadie lo advirtiera el país descendía por la rampa que desembocaba al campo de batalla en favor de la geopolítica de supremacía estadounidense en la cual se involucra muy íntimamente la de Israel.

A partir de allí comenzaron a enturbiarse las ya de por si parcas relaciones exteriores con el mundo oriental en especial con árabe-islámico llegando a la cúspide de la obsecuencia con la adhesión voluntaria del gobierno de Menem con la política exterior de Washington y un paralelo acercamiento a Israel.

La participación argentina en la guerra del Golfo Pérsico de 1991 solo fue una anécdota ruidosa de este alineamiento y una ventana para que ciertos intereses oscuros usaran este país desguarnecido y de muy baja seguridad para arreglar ciertos asuntos. Es sabido que ciertas agencias de inteligencia cuando dirimen sus asuntos o envían mensajes lo hacen en lugares muy bien determinados y entre las formas para enviarlos se encuentran los ataques terroristas.

Así los argentinos se desayunaron con la explosión de la embajada de Israel en la mañana de marzo de 1992 que los sionistas locales acusaron automáticamente y sin la menor prueba a un supuesto complot palestino de la OLP apoyado por elementos nazis locales, una tesis tan descabellada como falto de seriedad, pero que en el medio de la consternación y el caos, fue muy útil plantar para los sionistas que ya asomaban por los medios. En ese momento (no se sabe si deliberadamente) ni los órganos del estado o algún investigador independiente se molestó en mirar con detenimiento que estaba ocurriendo en Oriente Medio y más precisamente dentro de la estructura política de Israel (con las tensiones entre la ultraderecha liderada por Yitzak Shamir y las conversaciones impulsadas por Yitzak Rabin con la OLP para concretar un estado palestino). De haberse tomado en consideración este escenario, hubiera puesto mucha luz en un asunto tan oscuro y sucio como lo sucedido en Buenos Aires.

Tan obstruidas estuvieron las investigaciones que los perpetradores de este ataque tuvieron la seguridad que las instituciones del país eran altamente permeables a las sugerencias externas (informes de la CIA y Mossad) y por ende, fácilmente manipulables. Si el mismo gobierno no tenía herramientas operativas propias (SIDE) para recabar y producir información de lo que realmente había pasado y prevenir futuros ataques ¿Qué clase de poder podía tener? Así, se produce en julio de 1994 otro ataque contra la mutual judía de la AMIA y una vez más, con total ligereza desde ciertos medios se trata de argumentar que los autores fueron “árabes”, en especial palestinos de la “Jihad Islámica” o del “Hesbolá” libanés.

Para el ciudadano de a pie las diferencias no eran advertibles ya que se trata de un tema muy complejo, hasta en cierto sentido un tabú y el único elemento que los interconecta es su etnia árabe. A base de esa odiosa y maliciosa generalización fue como se trató de instalar en la mentalidad colectiva de los argentinos que los árabes-islámicos eran los culpables de aquello y de todo lo que viniera.

En estos hechos la acusación genérica, infundada y odiosa surge evidente ya que los desinformadores de la época (especialmente del periodismo) daban por igual a la “Jihad Islámica” un grupo de la resistencia de origen palestino que el grupo libanés “Hesbolá” demostrando para quienes conocen el tema una ignorancia total o más bien, un despropósito deliberado en la forma de acusar.

Desde entonces y propiciado por el gran desconocimiento del público argentino de la situación en Palestina, Israel a través de su brazo político local la DAIA, ha usado estos ataques para reclutar partidarios no para hallar la verdad de lo ocurrido sino para militar en su agenda geopolítica que se centra en buscar destruir la potencialidad nuclear de Irán. Con ese propósito Israel hoy por hoy en Argentina con un gobierno abiertamente alineado a su geopolítica y un presidente con rasgos mesiánicos, estos embustes podrían escalar peligrosamente.

Eso es lo que se vio con un video adulterado en su traducción sobre el líder de Hesbolá el Sayyed Hassan Nasrallah en el cual y hablando en árabe saluda con las formas islámicas al profeta y su familia. Pero en una traducción simultánea y artificiosa con letras amarillas lo que se dice es diferente y falso. Brevemente, se alude a una amenaza que habría proferido Nasrallah contra el gobierno de Milei algo que no surge de la traducción veraz.

Este bulo ya vino preparado desde Beirut, emitido por MTV Líbano que es manejado por un viejo amigo de Tel Aviv y Washington D.C. llamado Samir Farid Geagea, un libanés de origen cristiano con un largo historial de operaciones sucias y terrorismo contra sus propios hermanos libaneses. Él es uno de los ejemplos de un sionista no judío y paradigmáticamente árabe que hace los trabajos sucios de Israel. Entre sus especialidades estuvo el fabricar atentados (Op. Falsa bandera) para tratar de culpar a los musulmanes libaneses y a los sirios. Geagea formó parte de las falanges cristianas financiadas por Israel que entre otras bestialidades, masacraron bajo la complaciente vista de Ariel Sharon y sus hombres a los palestinos en el campo de refugiados de Sabrá y Chatila. No es algo nuevo ver esta clase de árabes que la inteligencia israelí llama “agentes negros” y precisamente los usan para esta clase de operaciones, lo peligroso es que operen con sus artimañas justamente en Argentina.

El episodio de Geagea no es nuevo en Argentina y solo es la demostración de que los sionistas están cooperando activamente con la agenda política de Tel Aviv destinada a generar odio hacia los musulmanes y en especial contra los chiitas que su mayoría habitan en Irán. El momento en que se busca esto es altamente peligroso. Hemos visto como un sector de los medios capitalinos, abiertamente sionistas, quienes continuamente señalan a Irán (sin más pruebas que sus argumentos enredados) como el responsable de los atentados de 1992 y 1994, han tratado de generar este odio inflando bulos que luego se comprueban ser falsos.

Ya hace unos años atrás, el mismo Sayyed Nasrallah envió una advertencia a Buenos Aires sobre los planes de Washington con la colaboración de Arabia Saudita para instalar en la región células del “Daesh” que es un programa seudo-islamista armado por la CIA y sus socios entre los que estaban la Muthabarat saudita entre 2012 y 2014 para tratar de derrocar a Bashar Al Assad en Siria.

domingo, 28 de enero de 2024

 

THE TRUMP´S AND HALLEY´S

WATCH UP SHE IS MAN EATER


Por Dany Smith

Para quienes están metidos en el lodo de la política en Washington DC se suele decir que lo más importante en la vida es el poder, el sexo y el dinero dependiendo de cada uno el orden que le dé a cada uno de estos factores.

Sacando cualquier juicio de valor o de moralidad, Washington hace tiempo que se ha convertido en un gran y lujoso prostíbulo para la “elite” política de EEUU en donde es seguro que nadie puede acusar a nadie de estar limpio sobre sus inconfesables “affairs sexuales” que muchas veces involucran y ocultan detrás de supuestos matrimonios ejemplares.

Con el comienzo de la campaña para las presidenciales ya hemos visto como se juega rudo y muy sucio cuando se trata de buscar desbancar al oponente. Lo dijimos mucho antes de que Donald Trump pese a las acusaciones y las rabiosas campañas mediáticas en su contra lograría levantarse y lanzarse como candidato. Incluso tras la última y escandalosa acusación de E. Jean Carroll contra Trump por difamación no lo ha desanimado y al contrario, lo ha usado para mostrarle a los norteamericanos que tan corrupto e influenciable es la justicia en EEUU.

Pero ese intento de ver la paja en el ojo ajeno no es nuevo en este círculo de puritanos y neoconservadores hipócritas. Tan fuera de lugar esta todo que los mismos medios que hacen una novela con Trump se olvidan de las feas y antiguas acusaciones contra el mismo Joe Biden y ni hablemos de los asuntos sucios de Biden junior que lo implican en negocios tan turbios (el asunto Burisma) como en diversiones donde las prostitutas caras y la cocaína no faltaban.

Es por eso que no hay muchos en Washington D.C. y tal vez en todo el arco político de la Unión sin importar que sean Demócratas o republicanos con el culo limpio para evitar ser señalados por viejas rencillas con algún empleado despechado o aún peor, con alguna mujerzuela (o varias a la vez) con la que contrataron sus servicios. O acaso ustedes no se han preguntado ¿Cómo encajaba Jeffry Epstein en este ambiente? Al parecer la sonriente y esbelta Nikki Halley con sus aires de honorable mujer casada con un militar de carrera y de familia tradicional, tampoco es tan transparente como ha pretendido ser.

Realmente poco debería importar si un funcionario es moralmente reprochable o poco convencional en lo referente a su vida sexual, siempre y cuando además de mantenerla entre cuatro paredes cumpla con sus deberes con honestidad y lealtad a los intereses de los Estados Unidos, pero Nikki Halley no parece escapar a esta regla ya que al parecer aquello le ha valido precisamente como peldaño para llegar a donde está hoy.

Nikki una preferida de los viejos neoconservadores y ferviente militante sionista parece que su meteórica carrera estaría más vinculada a su talento en la intimidad que con su vocación de funcionaria pública. Más allá del amarillismo del “Daily Mail” un artículo ventilado el 18 de enero pasado (https://www.dailymail.co.uk/news/article-12970377/Nikki-Haley-cheated-affair-husband-affidavits-witnesses.html ) señala que desde 2007 y por 2010 Niki Halley que se hallaba casada con Michael Haley en momentos que era legisladora por Carolina del Sur, mantenía dos relaciones paralelas con dos tipos como Larry Marchant Jr. y Will Folks, dos cabilderos muy bien conectados con el poder en Washington.

Tal vez sea de mal pensado deducir que tras estas relaciones Halley se convirtió en gobernadora y no mucho tiempo después, salto a la arena de la política federal como funcionaria de la administración de Donald Trump. No sería de extrañar que usando ese mismo razonamiento algunos sospechen que tal vez haya logrado su designación haciendo lo que se conoce como un “casting sábana” ¿Con quién? Eso quedara a consideración de cada uno, pero no es muy difícil de adivinar.

Ella fue la embajadora de los EEUU ante Naciones Unidas y como tal trató de justificar varias situaciones injustificables de la política exterior y muy particularmente de las acciones de Israel en torno a la situación de ocupación sobre la población palestina y sus injerencias en el Medio Oriente. Halley mostraba sus dientes contra las posturas que iban contra los posicionamientos de Washington y muchos la recuerdan por ese ardor.

Otros la recuerdan como una mujer astuta, fría y políticamente ambiciosa a tal punto de bautizarla como “Lucifer” tan peligrosa que la creían con la intensión de reemplazar a Trump.

Otros también la recuerdan por ese ardor solo que en la intimidad de un asiento trasero de un automóvil de un viejo neoconservador y de otros colegas quienes aparentemente han dado testimonio de esa fogosidad.

Con este prontuario que hoy día esta siendo parte de la campaña sucia en su contra, Halley se ha estado ganando la fama de una come hombres, especialmente de los veteranos neoconservadores con conexiones políticas tanto dentro de EEUU como en Israel. Tal vez sea por eso que los sionistas adoran a Nikki y su ferviente lealtad al estado sionista.

Hasta el momento las preliminares contra Trump van mal y ya ha sido derrotada. Igualmente aún falta para que las cosas se consoliden pero, la tendencia puede ir ampliándose y es allí donde la sonriente “mujer de familia” y afable ex colaboradora de Trump puede echar mano a sus mañas para sacar ventajas.

Tal vez quien debiera cuidarse de este sensual y trepidante historial sexual sea su anterior superior ejecutivo y hoy adversario político, si así es, el mismo Donald Trump quien no sería de extrañar algún abogado pagado por los demócratas salga con alguna nueva e imaginativa acusación en su contra y esta vez se trate de nana menos que de…Nikki Halley.

jueves, 25 de enero de 2024

 

A PALESTINIAN STATE IS POSSIBLE

Despite all Zionist attempts to appropriate their territories and erase the identity of the Palestinian nation, the perseverance in resistance seen with the operation “Al Aqsa Flood” and the treachery of the extremist Jewish regime in Tel Aviv against the population of the Gaza Strip, mark a point of no return to the construction of a Palestinian nation state


By Sidney Hey

Perhaps I need reminding again, but Israel has already lost the war in which it sought to push the Palestinian inhabitants of the Gaza Strip into the Sinai desert. While the merciless bombardment of Gaza's remaining rubble continues, the IDF has not succeeded in securing the ground and already hundreds of its troops have been killed and thousands of wounded populate its hospitals.

On the border with Lebanon, things are no better. In recent weeks, attacks by the Shiite resistance group “Hesbollah” have not only caused heavy casualties and the displacement of its settlers, but also caused extensive damage to the military communications and electronic intelligence infrastructure that it has deployed from the high points of the border. Israel has limited itself to bombing southern Lebanese villages, killing civilians. In response to this was the devastating strike a few days ago on the Air Command Centre base on Mount Meron.

The big loser is Netanyahu and his ultra-right wing Zionist associates aligned mainly with the settlers in the illegal settlements who are seeing their American benefactors letting go of their hand. Another loser is the administration of the duplicitous and ambiguous Joe Biden who emptied virtually the treasury to provide all the weapons, bombs and extra funding Israel needed for what his advisors believed would be a crushing campaign against “Hamas”.

As for the role of the US, Biden, like every president who has occupied the White House, has done nothing but play the ambiguous role of false mediator with the Palestinians, and today, faced with the evidence of the grave situation in which his partner Netanyahu finds himself, he pretends to play the role of peacemaker when in reality he has never been one.

Netanyahu and his general staff led by the lunatic Yoav Gallant believed that by causing an exemplary massacre on the civilian population he would lower the morale of the fighters of the “Ezzedin Al Qassam” Brigades, “Al Quds” and the Marxists of the PFLP, opening the way for an easy entry of their soldiers who in turn would push the Palestinians into Egypt. But, bad news. After 109 days of attempts and systematically blowing up every Palestinian building and house, the resistance persists and to make matters worse, it is spreading from other points.

Perhaps what marks this failure most is how, despite the systematic campaign of assassinations against journalists covering indiscriminate Israeli attacks in Gaza, the world has been able to see and witness the twisted “morality” boasted about in Tel Aviv and by its supporters elsewhere in the world. Netanyahu has many things to explain to his people (among them who financed Hamas) and a very specific one that is linked to the so-called “Operation Jericho Walls” and its link to the bizarre permission for the Palestinian resistance to penetrate on the morning of 7 October 2023 over every one of its fortifications.

In an effort to clean up these inconsistencies and eliminate eyewitnesses to what was done and is still being done in the strip, Netanyahu and his supporters believed that as before, by buying the silence of the media in the West and conditioning governments, there would be no questioning.

But what was carried out by the IDF is so unjustifiable and humanly repudiatory that international political pressure is very difficult to handle for the Zionist lobbies that have influence over the media in the West, including within the US Congress. This irrationality has even caused the death of several hostages, and this has exceeded the patience of the Israelis, who can take no more.

This has undoubtedly encouraged Tel Aviv to offer a ceasefire plan. At the same time, the United Nations has made an urgent appeal to address the issue of a Palestinian state. It was in this context that UN Secretary General Antonio Guterrez announced that the Palestinians have the right to a state of their own, an announcement that fell like a stalactite shower not only on Israeli Prime Minister Benjamin Netanyahu and his “kosher” supporters on the Jewish ultra-right but also on Zionist militants and pro-Israeli supporters around the globe.

Another impact that Israel undoubtedly felt is that the Palestinians are not alone in the struggle and this is something that “Hesbollah” from Lebanon and “Ansar Allah” from Yemen and the Iraqis have brought home to them.

As was to be expected, the claims and accusations came in an attempt to explain this strategic-political catastrophe and, of course, Washington pointed the finger at Iran as the alleged backer of “Hamas”, a simplistic conclusion devoid of evidence that we have heard before and which is followed to the letter by all the obsequious governments in the hemisphere and fed with false reports by the Zionists who operate from the media and the intelligentsia in each of these countries. 

Another US failure lies in the failed attempt to intimidate the Yemenis into stopping their actions against ships transporting goods to Israeli ports. Not only do the bombings fail to intimidate the “Huties”, but the disinformation used to manipulate global public opinion is not convincing. The captains of ships of various nationalities who cross the Red Sea without being harassed know this all too well.

In addition to all this and Israel's unsustainability in its veiled plan to exterminate the Palestinian population of the Gaza Strip, both Washington and Brussels have dramatically changed their position by suggesting to a Netanyahu committed to Zionist extremism the need to recognise the Palestinians as a state. Will he pay the political costs for the war crimes and crimes against humanity they are proven to be committing?

For the time being, South Africa's presentations, joined in South America by Brazil, Chile, Bolivia and Venezuela, do not contain the ambiguity and shades of grey with which other states tend to express themselves. The case of Argentina is emblematic in this respect, and although today the existence of an openly Zionist government in Buenos Aires should put state policy on a predictable and lasting track.

Equally and beyond this, the possibility of an Arab-Palestinian state has never been closer.

miércoles, 24 de enero de 2024

 

HACIA UNA GEOPOLITICA MAS MORAL

Desde hace ya más de treinta años hasta esta parte el mundo ha ido de mal en peor. La caída de la URSS como contrapeso geopolítico a las ambiciones hegemónicas de EEUU ayudo a ese desequilibrio. Ahora con el avance firme del BRICS+ el horizonte puede ser más positivo.


Por Charles H. Slim

El mundo está consciente de que es necesario un cambio y también sabe muy bien por qué y quiénes son los responsables de la gran inequidad, la inestabilidad global producto de las cruentas guerras que además de los intereses geopolíticos en el fondo representan fabulosos negocios para muchos funcionarios de gobiernos y corporaciones armamentísticas privadas.

A las potencias occidentales se les ha hecho muy difícil ocultar los cadáveres de decenas de miles no ya de personas sino de familias enteras que se han ido acumulando en los últimos treinta años (Irak, Libia, Siria, Afganistán, Yemen y hoy Palestina), producto de sus manipulaciones políticas y de sus cruentas intervenciones militares abiertas o disfrazadas bajo ropajes se impostadas revoluciones o con espantajos seudo-islamistas y que han tratado de minimizar con ese insultante argumento del “daño colateral”.

Eso que no es otra cosa que masacres colectivas sin término hizo que las víctimas pasaran a ser meras referencias numéricas en estadísticas con lo cual, se las deshumaniza impidiendo que puedan ser individualizadas y cada caso tratado como corresponde por la justicia. Es de esa masividad de donde provienen afirmaciones impunes tales como “matar árabes no trae consecuencias” proferidas por el ex ministro israelí Naftaly Bennet o, “sueño con levantarme una mañana y ver que el mar se tragó a los palestinos de Gaza” como alguna vez dijo otro funcionario sionista como Avigdor Lieberman.

Ese desprecio inmoral surgido de un odio racial visceral es compartido por los angloestadounidenses y los ejemplos bastan tanto dentro como fuera de sus fronteras. Con ese mismo razonamiento han manejado las relaciones económicas hasta tal punto que Washington ha perfeccionado el odioso sistema de “sanciones comerciales” que no es otra cosa que la implementación del terror mediante una simple extorsión mafiosa, una táctica que Rusia ha logrado vencer.

Hoy Europa sufre una incesante crisis migratoria producto de esas políticas que en los últimos meses se ha visto incrementada por la guerra en Eurasia y la actual situación en Palestina que impactan de forma distorsiva y altamente negativa en sus economías.

Eso ha ido horadando la credibilidad de los gobiernos anglosajones y poniendo sobre aviso a los países emergentes de que en el momento menos esperado, pueden ser los siguientes. La esperanza de una alternativa a ese mundo unipolar y signado por la hegemonía de Washington ya es palpable y hoy más que nunca Sudáfrica, miembro fundador de los BRICS ha demostrado tener la vocación de ser el faro moral para dar esa bocanada de aire puro que tanto necesita el mundo. 

El BRICS ya es más que una realidad, es una estructura afianzada que avanza incluyendo a nuevos socios y que desde el “sur global” se proyecta con fuerza para todo el mundo. Si bien este bloque comenzó para establecer tratados de carácter económicos-comerciales entre los países que buscan la independencia de los lineamientos financieros de EEUU, hoy ya apunta a desarrollar objetivos más ambiciosos que tan solo unos años antes eran considerados en Occidente como “ridículos”. El BRICS PAY como sistema de pagos alternativo a nivel global, parece ser uno de ellos con lo cual el dólar dejaría de ser la única moneda para el comercio internacional.

La adhesión a este sistema basado en el Blockchain, destinado para transacciones transfronterizas demuestra que los países del bloque se quieren alejar definitivamente de la influencia del dólar como moneda de cambio comercial y con ello del Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales (SWIFT). Esto a su vez representa el desarrollo de un musculo político y jurídico que servirá para dar cobijo a aquellos países que se vean amenazados o incluso sancionados por las medidas unilaterales que el sistema financiero angloestadounidense suele usar para condicionar o simplemente pisar a los países emergentes.

El marco para que avance este bloque es ampliamente prometedor. China como parte fundamental de este, ofrece no solo un mercado amplio para el intercambio de bienes y servicios sino también, la provisión de mercancías terminadas, el factor tecnológico de su industria y el acceso a sus socios a mercados tan diversos como son América Latina, África y Oceanía.

Pero las relaciones del BRICS con estos continentes no se reducirán al mero intercambio comercial. Como vimos arriba el bloque provee soluciones financieras y respaldo político y jurídico para proteger a los futuros socios de cada uno de estos espacios geográficos que de constante están sometidos a las elegantes presiones de los lineamientos financieros que imponen organismos trasnacionales como el FMI, el Banco Mundial y las “sugerencias” que salen del G-7 que en última instancia responden a los lineamientos políticos de La Casa Blanca. Dentro de este esquema unilateral EEUU ha mantenido con engaños y puño de hierro sus políticas externas.

Los pueblos (que no suelen coincidir con el sentir de sus gobiernos) están hartos de esto y hace tiempo que entendieron que el globalismo solo buscaba beneficios para uno solo: EEUU. Con la alternativa de los BRICS+ eso cambia de forma radical ya que en este bloque no hay un manda más que impone reglas arbitrarias o se emplaza como “líder moral” del resto. A la ganancia maximizada a cualquier costo (incluida la vida) del liberalismo económico angloestadounidense se le opone el “ganar, ganar” del bloque reflejando una filosofía contrapuesta en la que “para que uno gane el otro no debe perder”.  

Obviamente que el despliegue de esta filosofía no solo es desagradable para los digitadores financieros en Wall Street y la City londinense, es una amenaza a sus negocios y enjuagues macro financieros con los cuales hunden a discreción las economías de países emergentes volviéndoles eternamente dependientes de programas, préstamos y ayudas de sus organismos internacionales que no son sino, parte de la misma cadena burocrática que retroalimenta al sistema. Y para aquellos que se resisten o amenazan con salirse, la conspiración política fabricando golpes de estado, revoluciones o directamente, invasiones para “imponer la democracia”.

El BRICS es además la plataforma para una nueva geopolítica en la cual se podrán hallar soluciones a problemas del mismo carácter tal como hemos venido viendo en los últimos 76 años con el caso de los palestinos y su continua privación al derecho a la autodeterminación política con un estado propio que brinde cobijo y protección a su población. Sobre esto Sudáfrica, con un doloroso y aleccionador pasado con el Apartheid (del cual Israel fue socio) ha dado un paso adelante y ha marcado un hito histórico impulsando ante el TIJ las investigaciones por crímenes de guerra y genocidio perpetrados por el estado de Israel en la Franja de Gaza, aun cuando sabemos de la inequívoca influencia del estado de Israel y sus partidarios alrededor del mundo.

Sin dudas que con estos antecedentes, hay esperanzas de una geopolítica más moral de la que ha imperado en el mundo en estos últimos treinta años.

 

domingo, 21 de enero de 2024

 

FROM BELFAST TO GAZA

Why is there so much in common between the Irish Catholic people and the Palestinian people? It is a point of view that coincidentally annoys oppressors on both sides equally.

 

By Sir Charlattam

What have we made of ourselves as humanity when we watch undaunted the bestialities such as we see today in various parts of the world? If the abominable crimes we see day by day in Gaza, which are only a magnification of what Israel has been carrying out for 76 years, it means that someone is allowing them.

It was the then British Empire that facilitated the access of these Zionist cells of Ashkenazi Jews back in the early 20th century to begin operating in a subjugated Palestine under Ottoman and then British rule.

Ireland and the Irish know only too well the fibre of the English and the advantages they have gained at the expense of the Irish betrayed by other corrupt Irish. It is centuries of fighting in which it has always been the corruption of Irish landowners or unscrupulous ones like Diarmait Mac Murchada (regarded as the King of traitors) who drove the wedge that betrayed the Catholic people for some bag of gold coins and a few leagues of land at the cost of starving everyone.

The list of traitors who turned their backs on their homeland and went to London is long but the true and pure Irish feeling that you read in writers like Wilde, Declan Hughes or Jane Casey, in the murals on the Falls Road in Belfast or in the songs of Dolores O' Riordan has always survived.

Today in Gaza, a Palestinian city demolished to dust by three times as many tons of explosives as have been used in the entire Russia-NATO-Ukraine war, we see similar wretches and heroes set against each other in the midst of a tragedy of epic proportions that thank heaven cannot be hidden. Just to see a woman or father weeping disconsolately with the shattered bodies of their young children or even babies being bombed or shot by Israeli soldiers, how do you think they might feel in the face of such brutality by the Zionist invaders?

How do you think the Zionists started in Palestine? By using the same formula and even setting up a shameless office to manage that dispossession against those “rats” as Winston Churchill's alcoholic swine used to call the Arabs. The British royal establishment was the cradle of such subjects. The so-called “Balfour Declaration” is the most obvious documentary evidence of this collusion. It is no coincidence that the English Protestants got on so well with the Zionists since both shared and still share, albeit in secret, this contempt for non-whites.

For King Edward III the Irish were like rats because of the large number of children a family could have. Similar sentiments were held by the likes of Moshe Dayan and “Bibi” Netanyahu himself.

As far as Ireland is concerned, it is a long road of hatred and bloodshed born of British ambitions to extend its dominions that stretched into the 20th century and after the Éiri Amach na Cásca with the massacre in April 1916 in North King Street in the city of Dublin, marked a turning point in the century that followed. Why couldn't the Irish create an independent republic? Thus the IRA was born in response to 800 years of British colonialism.

When we look at what is happening in Palestine and the suffering of its people there are several elements that touch on this and the Irish empathise with it. Also, although they had to tolerate British occupation disguised as a “protectorate” more briefly and were later betrayed by allowing Zionist gangs to take over their land by force, they are the victims of a colonial and racist state.

The litany for Irish independence has been long but the Palestinian one despite being only 76 years old has been monstrously brutal. There is no doubt that the overkill comes from considering the Arab-Palestinians inferior and different, which is why the Zionists have learned well from their British masters with a long history of oppressing and squeezing the colonies that the empire harvested.

For decades they tried to hide from public opinion the true nature of the Palestinian resistance, similar to what happened with the IRA and who better served those purposes than the journalists and media blatantly paid by MI5, as abominable as the traitors who wore the British uniform and pointed their guns or mercilessly tortured their own blood brothers.

From these quarters repeating day and night that the IRA was an Irish terrorist group that killed innocents for the sheer pleasure of doing so, resembles the same infamy and biased narrative that was also spread by the Irish media of the time against the Palestinians when that little man called Yasser Arafat in the 1960s organised the PLO precisely to liberate Palestine from Israeli occupation. These peculiarities were understandable since the then pro-British government of Northern Ireland had very good relations with the Israelis and, as a result, also with the Mossad, which became entrenched with the guidance of MI6 in its intelligence services.

Today, 25 years after the Good Friday Agreement, the Foreign Office and the entire British establishment represented by Rishi Sunak refuse to allow investigations into the long list of crimes that were committed during the 30 years of struggle, and if you sift through the rubbish of those who cooperated with London, you are sure to find many advisers or advisers of dual Irish-Israeli nationality.

In the end, in the case of Ireland, it was not “Operation Chiffon” that brought peace or restored dignity to the Irish. That was just an orchestrated fix by the British intelligence agencies presented with great fanfare by the BBC, the window to the world of disinformation and intoxication in the service of MI6 and the local parochialists with MI5.

For the plight of the Palestinians and their just and long overdue right to a state that shelters and protects them from an aggressor such as the Israeli usurper has long been, they must not fall into the same trap. Perhaps the most deceitful of all is the disgraceful Irishman called Joseph (Joe) Robinette Biden who now claims to be seeking a state for the Palestinians when he continues to feed arms to the Tel Aviv regime. But they should also keep a close eye on the close traitors and those organisations such as the Arab League, which by the results it has shown on the subject, (there is no doubt that they are fingered by Arab intelligence agencies which in turn are in league with the enemy) resembles any European prostitutionist parliament, starting, of course, with the British one.