“DeMOCRACIA”
¿Por qué la democracia anglosajona es una pantomima de un mutante político
que poco tiene de ese término?
Por
Charles H. Slim
La gran vedette de los políticos en occidente es sin dudas La Democracia, pero solo en el sentido estricto de aquella palabra. Una palabra muy presente en sus bocas pero que solo se usa como apariencia para encubrir sus negociados y ambiciones hegemonistas. En ese sentido la representación política que invisten, esta dirigida por la ambición personal y la corrupción que ha devaluado la sustancialidad de la misma democracia y que no la diferencia en nada de aquellas denominadas “autocracias”.
Como no
podía ser de otra manera, quienes se auto encumbraron en la cúspide de los
estados más democráticos son al mismo tiempo y en el trasfondo los más
corruptos y arbitrarios ¿Cómo puede ser eso? El sistema representativo y
republicano que muchos invocan como fundamentos de esa democracia es tan
podrido y corrupto como sus componentes humanos ¿En qué ha consistido realmente
la democracia occidental y qué tan democrático puede ser imponerla por la
fuerza?
Esta
palabra ha estado rodeada de una mística claramente falsa ya que lo hechos de
la historia contemporánea demuestran todo lo contrario a lo que su significado
epistemológico refiere: Gobierno del pueblo.
Occidente y
entiéndase este compuesto solamente por EEUU, la UE, Gran Bretaña y los países
del Commonwealth hacen de este significado epistemológico una mera apariencia. En
EEUU el “sistema representativo” tiene una personalidad (Colegios electorales) completamente
aparte de sus representados y la voluntad de estos últimos es el último orejón
del tarro. Pese a ello, una elite en Washington clama un liderazgo democrático
global, pretendiendo una universalidad con fines alejados del sentido
democrático. Una elite neoconservadora que se cree superior, complota y ejecuta
agresiones para extender sus maquiavélicos intereses; y sino ¿Cómo se puede
calificar la doctrina Wolfowitz? Ante
este esquema de pensamiento surge la pregunta ¿Dónde esta la igualdad entre las
naciones y el respeto al principio de no injerencia? Si el respeto a la
libertad, los valores y los derechos humanos han sido los argumentos más
invocados por las administraciones norteamericanas de los últimos 30 años para
abrir guerras en nombre de la democracia, estas últimas para aplastar esa
libertad (especialmente la política), apoderarse de recursos ajenos y violar
todos los derechos humanos de quienes fueron invadidos ¿Entonces cómo se resuelve
esta contradicción existencial?
En lo
interno, el occidente se muestra como una democracia formal, pero detrás de esa
fachada, es tan falsa y frágil como las sonrisas de sus políticos en campaña. Se
trata de una apariencia que encubre un sofisticado sistema fascista apoyado
sobre la industria militar y un corrupto sistema financiero. En EEUU la
libertad de los “american people” (Quienes son citados al inicio del preámbulo
de la Constitución) es total siempre y cuando solo se maten entre ellos y no se
atrevan a agredir al poder. Ese colectivo llamado “american people” pueden hacer
lo que les venga en gana; morirse, violar, matar a su vecino o traficar todo lo
que de dinero siempre bajo el riesgo de la represión de la justicia establecida
y lo más importante…cuando no estorbe al poder.
En esencia
esa es la libertad que la “elite política” defiende, ajena a valores éticos y
morales, central para mantener un control más extenso y férreo que cualquier
autocracia. Sino es así ¿Cómo se explica el racismo, la desigualdad y la
brutalidad pública y privada que anida en la sociedad norteamericana? Mientras
su sociedad se halle en caos y bajo antagonismos, más poder adquiere la elite.
Sus
políticos, forman parte de esa elite que se auto percibe como el alma de la
democracia y desde esa percepción de superioridad moral juzgan y califican a
otros gobiernos como “autocráticos” por no proceder con sus razonamientos
maquiavélicos. Pero ¿Cómo estos políticos obran con sus propios ciudadanos? Con
la misma desconfianza, dureza y rigidez de la que se valen los estados
policiales más burdos solo que mediante procesos sigilosos, bien maquillados y
fuera de la vista de sus administrados.
Para estos
“demócratas” las masas no son el problema, a la cual engañan con sus variadas y
convenientes máscaras ideológicas, son las individualidades contestatarias las
que siempre les ha quitado el sueño. Estas individualidades en lo que va del
siglo han amplificado y potenciado su rebeldía gracias al avance en las
comunicaciones haciendo que estos gobiernos “democráticos” reaccionen para
contrarestar su influencia. Así, el internet que al inicio parecía ser un
ámbito de libertad de expresión y de comunicación de verdades que los gobiernos
ocultaban, hoy es una jungla virtual repleta de trampas y engaños tendientes a
cazar a esos provocadores del pensamiento.
El control
y el espionaje del gobierno sobre las comunicaciones (mediante las IA), el
avasallamiento a la intimidad hoy llega a niveles inimaginables y la internet
que creció por la conectividad de usuarios de todo el mundo hoy es un universo de
prospección para las agencias de inteligencia de estas “democracias”,
recopilando la información personal (hábitos, gustos, consumos, etc) tratando
de controlar y manipular a los internautas bajo excusas tales como el
terrorismo y las autocracias.
Así y
manteniendo esa formalidad y echando mano a ese doble rasero que caracteriza a
la política estadounidense, ejecutan a través de terceros (como se ha visto en
Rusia) sus acciones represivas más reprobables.
El
periodista francés Adrien Bocquet quien expuso las falsas acusaciones de las
ejecuciones rusas en Bucha, por atreverse a contradecir la versión oficial, casi
fue asesinado por encargo de Kiev en Estambul, recibiendo más de once
cuchilladas ¿Y quiénes están apoyando al régimen en Kiev? Según Joe Biden y su
staff (quienes presionan democráticamente a sus socios europeos), están
apoyando (con más armas, dinero y tanques) a la pretendida “democracia”
ucraniana, una que ha estado mostrando el grado de putrefacción y corrupción
generalizada encabezada por un tipo llamado Volodymyr Zelensky.
En resumen
de cuentas la democracia para los anglosajones solo es el envoltorio para tapar
la intensión final por lograr un totalitarismo geopolítico (que hoy se dirime
en Ucrania) y un consumismo extremo sistematizado al detalle con la ayuda de la
Inteligencia Artificial (IA) como desarrollo insigne de esta cuarta revolución
industrial.