JIHAD.Co
¿Por qué es una infamia el uso y ligazón de la palabra Yihad al
terrorismo?, ¿Quiénes son los verdaderos creadores y ejecutores intelectuales
de este emprendimiento injurioso?
Por
Charles H. Slim
Si hay una farsa sucia y dañina de todas las
montadas por las agencias de inteligencia de las democracias occidentales y
esparcida con persistencia y malicia por sus auxiliares mediáticos, esa sin
dudas ha sido la referida al origen del terrorismo orquestada contra el Islam
desde fines del siglo pasado hasta pasada la primera década del presente.
La arabofobia ya venía siendo una cuestión muy instalada desde los
medios en las sociedades angloestadounidenses (cine, radio y grandes
periódicos) en especial desde que Israel se erigió en medio de Palestina y que
se amplió en 1991 con la “Tormenta del Desierto”. Pero si hubo un momento en
que esto se potencio, ello fue creando el odio contra el Islam tras los sucesos
(ataques de falsa bandera) del 11 de septiembre del 2001. La siniestra
finalidad de esto lo vimos inmediatamente con las farsas inventadas contra
Afganistán e Iraq. Obviamente en cada uno de estos casos, los intereses en cada
uno de ellos si bien eran diferentes, la cabeza de turco que los identificaba y
que daba argumento a la “lucha contra el terrorismo” era el Islam y los
musulmanes.
El tiempo fue revelando esto y así supimos que el Talibán pese a ser
viejos socios de la CIA, estaban siendo molestamente impermeables a los
intereses energéticos de Washington (PNAC)[1].
En cuanto a Iraq, las mentiras fabricadas con falsos informes de la CIA, el MI6
y la algarabía del Mossad alegando -con documentos apócrifos- sobre la
posesión de armas de destrucción masiva (ADM) y fantasiosos vínculos con “Al
Qaeda” dejaron expuesta a la administración de Bush-Cheney sin que ello cortara
con estos juegos sucios. La fabricación de estas causas mediante la táctica de
la “falsa bandera” paso de ser un secreto a ser motivo de uso y abuso que
termino por revelar lo que muchos estadounidenses tempranamente habían
denunciado: El gobierno nos ha engañado.
La táctica se centró en apoderarse, manipular y deformar el significado
de la palabra “yihad”, que es una institución islámica, para cubrir acciones
criminales que nada tienen que ver con ella.
Durante la ocupación de Iraq, vimos como se plantaron falsos grupos que
reivindicaban ser “yihadistas”, es decir, comprometidos en la lucha contra el
opresor (en este caso los angloestadounidenses) pero que en realidad eran
mercenarios y criminales destinados a desacreditar a la resistencia. En esos
menesteres se vieron involucrados la inteligencia militar ocupante con la
cooperación de sus socios civiles, de agencias árabes (en especial saudita y
qatarí) y políticos iraquíes quienes por un puñado de dólares, traicionaron a
su pueblo y a su país. Así luego vino Libia en 2010, Siria en 2011 (donde
además se proveían sistemas anti-tanque TOW entre otros), la infiltración de
ISIS en Iraq en junio de 2014 -previa supervisión del senador John Mc Cain-
y los fallidos intentos de hacerlo en Yemen.
Esta maquiavélica operatoria nunca fue abandonada y hoy en las actuales
circunstancias bajo el latiguillo de la “seguridad nacional” se está
reactivando. Cada uno de estos “programas” de la CIA fueron puestos en el
freezer hasta nuevo aviso. Así el terrorismo como estrategia de
desestabilización controlada, nunca se dejó de lado. Hoy se comprueba una vez
más esto con la facilitación y traslado de asesores ucranianos (entrenados por
estadounidenses y británicos) que llegan a territorio sirio controlado por los
estadounidenses ¿Asesores de qué y para quién? Del uso de tácticas con drones explosivos
destinados a los “yihadistas” financiados por los sauditas para atacar a las
fuerzas rusas en Siria.
Estos mercenarios y criminales que se escudan detrás de la “yihad”,
solo sirven a los planes de Washington y sus aliados atlantistas, hechos que
hemos comprobado con holgura en Iraq, Afganistán y Siria y que los medios se
han esmerado en tapar. Así farsas como “ISIS” (surgido de un contubernio entre
el MIT y la CIA) pasando por “Jabbat Al Nusra” y la docena de agrupaciones
aprobadas por el Gran Mufti saudita o la misma “Al Qaeda” (tempranamente
esbozada en 1979) fueron creadas para desplegar caos e inseguridad en beneficio
de las intervenciones occidentales y de un actor en especial: Israel. No por casualidad la llegada de Rusia a
territorio sirio en 2015 dio comienzo al fin de estos embustes.
Moscú sabe de esto y tiene precedentes de cómo las agencias
occidentales manipularon estos recursos para esparcir el caos en las ex
repúblicas caucásicas mediante el islamismo militante, intoxicado con doctrinas
elaboradas por los laboratorios del MI6 británico y socios árabes de las
Mukhabarat del golfo.
¿Cómo puede ser que gobiernos árabes-islámicos cooperen con potencias
occidentales para masacrar musulmanes? La respuesta es una solo: Negocios
amigo! Es por ello que los reduccionismos baladíes, los odiosos estereotipos y
las acusaciones generalizadas que desde medios y editorialistas han justificado
las masacres más aberrantes y deleznables que hemos visto desde finales del
siglo pasado hasta las que vemos en Palestina hoy, no son aceptables.
Tampoco culpemos de todo a Trump. Aunque seguramente se servirá de
estos trucos, él no los invento ni tampoco tiene el control. El sistema y la
elite política estadounidense tiene una simbiótica e histórica relación con el
sionismo y que más allá de republicanos, demócratas o independientes perdura su
influencia en La Casa Blanca. Trump, pese a no ser tolerado por ese sistema y
una parte del sionismo estadounidense, mal que peor sigue siendo funcional a la
geopolítica de Israel.
Con este marco, no hay dudas que habrá más trabajo para las agencias de
inteligencia y especialmente para sus áreas de “trucos sucios” rediseñando y
orquestando el desarrollo de nuevas operaciones de falsa bandera (mediante
ataques terroristas en zonas urbanas) en nuevos escenarios esta vez, con dos
objetivos islámicos evidentes a ensuciar: Yemen e Irán.
[1]
Planificados por los neoconservadores en el Proyecto del Nuevo siglo americano https://es.wikipedia.org/wiki/Proyecto_para_el_Nuevo_Siglo_Estadounidense