domingo, 7 de febrero de 2016


EN LA MIRA

“CORTINAS DE HUMO EN MEDIO DE LA OSCURIDAD”


Cómo los éxitos militares de Damasco están siendo como los clavos para el ataúd del proyecto estadounidense en el Medio oriente


Por Dany Smith


No caben dudas de que las últimas 48 horas, han sido un calvario para la administración de la Casa Blanca.  Sumido entre la presión de la creciente opinión pública que ha comprobado el fraude combate al “Estado Islámico” y las continuas operaciones internas del neocon y sus socios sionistas por derrocar a Bashar Al Assad, Obama no da abasto con lo que está sucediendo en Siria y que da por tierra, con las ambiciones de éstos últimos sectores que en conjunto con Tel Aviv buscaban lisa y llanamente destruir a cualquier precio a la república árabe de Siria.

El éxito de las fuerzas terrestres sirias y el apoyo aéreo ruso, han puesto en fuga a los más importantes líderes de las franquicias como “Al Nusra”, el “Frente Islámico” y al mismo “Daesh” que misteriosamente, está sufriendo el asesinato de sus principales lugartenientes en Libia.  Esto último y aunque los medios anglosajones y sus monigotes alrededor del mundo lo coloquen bajo un halo de misterio, lo cierto es varias fuentes internas lo enmarcan en una operación de limpieza de la CIA para borrar los rastros de algo que ha fracasado. No sería nada extraño que en el mismo Washington, se comiencen a registrar extraños suicidios o accidentes lamentables que por supuesto, no tendrán ningún lugar en el noticiero de las 21, mucho menos en el “The Washington post”.

Y es que, alguien debe pagar por estos errores. Desde los conspicuos medios y editoriales necon como el renombrado Foreing Policy, han comenzado las arengas para que quede claro, que el único culpable de todo esto es el presidente Barack Obama. Bajo este engañoso subterfugio, el poder real estadounidense, había venido escapando al escarnio público y a la justicia internacional por sus más variados y múltiples delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra que, dicho sea de paso, siguen siendo una noticia de actualidad (v. www.aclu.org/other/aclu-v-dod-198-photos-previously-certified-under-protected-national-security-documents-act ). Igualmente y con respecto a esto último, la desclasificación de estas 198 fotografías de torturas inferidas por los norteamericanos en Iraq y Afganistán, son tan anodinas como ridículas, si las comparamos con las cifras de torturados, asesinados y desaparecidos.

Solo para recordar el grado de criminalidad de las acciones cometidas tanto en Afganistán como en Iraq, valga refrescar la memoria sobre como la inteligencia militar –estadounidense y británica- como sus colegas civiles de la CIA y el Mossad, montaron una estructura de terror para secuestrar, torturar y asesinar a quienes representaban una amenaza a su presencia. Y precisamente, una de las formas con las que pudieron operar con total impunidad fue insertando aquel fraude denominado “Al Qaeda-Iraq”  que vale recordar hasta el hartazgo, fue una creación de los funcionarios norteamericanos John Negro Ponte y el Gral David Petraeus.

De esta manera todo parece caerle a Obama. Tal como le sucedió a su predecesor, quieren volverlo la personificación de todos los males estadounidenses. Todo parece señalar su incompetencia y hasta su traición que, dependiendo de quienes son los que lo acusan de semejante cargo al mandatario de color, pueda ser considerada como real o una mera treta mediática para ensuciarle. Si es seguro, de que son los sectores sionistas estadounidenses quienes encabezan el ranking de éste tipo de acusaciones insidiosas, especialmente por verse desilucionados  y frustrados por no haber logrado el sueño de apartar del camino de Israel, a Siria y al Hesbolla libanés.  

En ese sentido, se ha comprobado hasta donde son capaces de llegar para concretar sus siniestros planes. 

Tras el luctuoso y estruendoso atentado que mato al ex primer ministro libanes Rafiq Hariri en 2005, los gobiernos occidentales con el acompañamiento de los medios masivos, se le endilgo sin ton ni son, al Hesbolla la autoría de este crimen. Bastó el paso del tiempo para comprobar que los verdaderos autores intelectuales no solo no eran libaneses, ni chiitas ni menos aún árabes (v. http://www.voltairenet.org/article167579.html ). Por el contrario, la instauración de un supuesto tribunal imparcial internacional, erigido a la palestra de este hecho, fue una argucia montada e impulsada desde Washington para que, con la colaboración de think tanks alemanes,  se fabricara mediáticamente  las pistas necesarias que apuntaran a Hesbolla.

Para otras editoriales de la misma ideología necon, era el punto sin retorno hacia la bajada, al descenso sin freno del poder imperial estadounidense y que muy formalmente algunos llamaban el final de la Pax Americana (v. https://www.foreignaffairs.com/articles/middle-east/end-pax-americana ) Con ello, se estaba dejando en claro que el poder militar que supo aplastar a los países y a los ciudadanos que se negaban a su intervención, estaba en retroceso.  Y es que ha sido el mismo EEUU que había logrado los meritos para que la mayoría de las poblaciones –no sus gobiernos- los repudien histéricamente. Mientras se escriben estás líneas algún Dron está lanzando misiles “Hell-Fire” que masacra a una villa entera en algún lugar de Pakistán o Afganistán. Los únicos “amigos” que le quedan a Washington son los ricos y corruptos emires del golfo y los sionistas del cada vez más inviable estado de Israel.

Visto de esta manera, podría interpretarse que todo está acabado para Washington y la administración Obama o, muy astutamente y desde las sombras, aquellos sectores oscurantistas del neocon y sionistas, han estado llevando a Obama a los extremos para encontrar en él, una reacción contundente y definitiva que lleve a los EEUU a una intervención terrestre masiva en la región.  No olvidemos las internas que ha habido dentro de la Casa Blanca y que se traslado al Pentágono, que  terminó en  renuncias  y acusaciones de varios funcionarios.

Y es que la situación para los llamados “rebeldes moderados”, es apremiante. Según algunos analistas en el terreno, con cada kilometro de territorio recuperado, sirios como iraquíes van encontrando pruebas contundentes de la implicancia estadounidense e israelí. En realidad esas pruebas ya constan en las manos de Damasco desde hace bastante tiempo solo que, los que han organizado todo esto, esperaban que  causando el colapso como lo hicieron en Iraq y Libia, una vez dentro de Siria implementarían los mismos métodos para borrar toda prueba.

Al parecer la situación en los frentes de batalla sirios, la suerte está echada. Las desesperadas operaciones militares de las fuerzas especiales estadounidenses en el norte de Siria, no han logrado su propósito y los grupos opositores laicos han preferido alinearse a las fuerzas rusas causando una ruptura crítica para los planes de Washington.  Consecuencia de ello se ha frenado a los avances de los Peshmerga iraquíes que, mediante agrupaciones de kurdos comprados por Washington y Tel Aviv,  tratan por todos los medios de limpiar el norte sirio para crear una zona de “seguridad” bajo el control del clan Barzani con la somera y muy discreta colaboración de Ankara.  Precisamente, ante los avaneces aplastantes de las fuerzas árabes sirias y los letales bombardeos de la aviación rusa, estaría llevando a que Erdogan tome la peligrosa iniciativa de lanzar una invasión a territorio sirio obviamente con la complicidad de la OTAN.

Sobre el papel de la Alianza Atlántica, cabe recordar que por casi tres años y pese a estar advirtiendo los movimientos irregulares de mercenarios, armas y actualmente con el tráfico del petróleo sirio a través de Turquía, no hizo nada y solo se dedicó a simular que combatía al terrorismo.  Es allí donde radica el “coraje” de Ankara y no solamente en la confianza de sus propias fuerzas.

Pese a que el ejército turco podría realizar una movida semejante –por tener el ejército más potente después de Israel-, es una parte importante para el éxito de semejante operación, la cobertura aérea  algo, que se vería seriamente comprometida ante la presencia de los sistemas de misiles S-400 y la flotilla de aviones caza bombarderos  SU-35 rusos que llegaron apenas hace una semana para, precisamente, proteger a los bombarderos. La pregunta que todos se hacen es ¿Estará tan decidido Erdogan como para hundir a Turquía en un desastre militar sin precedentes? O también ¿Hasta dónde llega la lealtad de Erdogan a las directivas de Washington?


Hasta el momento La Casa Blanca lo hizo todo por derrocar a Al Assad y pese a que trató de condicionar a Moscú con sanciones económicas para sacarlo del medio, el presidente Vladimir Putin se mantuvo firme lo que y para el parecer de varios de los “Halcones” en el Pentágono, al presidente Barack Obama le queda una carta más bajo la manga y es el botón nuclear. 

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