VETERANOS DE AYER
“NO, PERO SI ¿VUELVE LA ARGENTINA AL GOLFO PERSICO?
Cómo el gobierno de Mauricio Macri puede en su enfoque geopolítico volver a cometer los mismos errores que Menem
Por
Charles H. Slim
Aunque como de costumbre los medios informativos no digan nada sobre
temas complejos, éstos se siguen tratando en el más absoluto secreto y con
mucho interés por aquellos que aspiran a tomar el control del Status Quo en un
país sumido en la idiotez del circo mediático. Más allá del problema económico
financiero que asola al país y del crecimiento del desempleo que ocupa la
atención de los ciudadanos medio, otras cuestiones evolucionan a la par y son
dejadas de lado por los supuestos medios independientes que supuestamente, no
se alquilan al mejor postor. Uno de
estos temas es la posibilidad de que Argentina vuelva a involucrarse en una
operación bélica como la realizada hace 25 años atrás en la región del Golfo
Pérsico pero esta vez contra la República Islámica de Irán.
Ahora
bien, la realidad del estado de la defensa nacional no es el optimo, incluso
algunos directamente han señalado que es
pésimo y su caída en la degradación ha sido obra de las administraciones
pasatistas repletas de revanchismos y prejuicios políticos demodé. Esto lleva a que muchos se cuestionen
¿Cómo podría Argentina colaborar con éste posible plan?
Además
hay que señalar que el país tiene ciertos déficit en su haber para poder
concretar una maniobra como la que se estaría planificando en los estados
mayores de aquellas potencias extranjeras. Uno de ellos es la carencia de una
legislación que contemple en forma clara, la situación de la salida de tropas
para intervenciones fuera de sus fronteras y que –como fue la del Golfo
Pérsico en 1991- se involucren en operaciones de batalla. Si se concretaran
estos planes, le será muy difícil al gobierno maniobrar legalmente para
justificar una partida como la de aquel entonces. Al parecer la cartera de defensa y de los
responsables en legislar sobre la materia sigue estando en manos de aficionados
(para ser medianamente indulgentes).
Como
hemos dicho en muchas oportunidades, el tema de la defensa suele ser relegado
para dar cabida a las contingencias que vaya marcando la agenda mediática del
momento que busca distraer. Mientras durante
la anterior gestión se han gastado millones de pesos en reclutar, reequipar,
entrenar y armar a miles de agentes de policía que en número, sobrepasan a los
porcentuales por habitante que tienen metrópolis como New York o Londres, la
Fuerza Aérea y la Armada han retrocedido sin exagerar unos sesenta años, algo
que operativamente y desde el punto de vista de la responsabilidad política es
muy grave.
Aquella fue una de las grandes hazañas del llamado
“Kirchnerismo”, crear puestos de empleo a costa del erario público y convertir
al país en un virtual estado policial corrupto e ineficiente que entre algunas
curiosidades, llegó a identificarse con algún que otro gobernador.
Esta
habría sido –aunque ustedes no lo crean- la concepción de una política
de defensa, del control puertas adentro olvidándose de lo que ocurría y lo
entraba desde afuera; sin dudas a la vista de cualquier estratega, un absurdo total. Así pudimos ver como hasta cinco fuerzas de
seguridad convivían al mismo tiempo en una misma jurisdicción creando un caos
más funcional a la delincuencia que beneficioso para la seguridad ciudadana. Hoy, el gobierno de CAMBIEMOS le ha confiado a
agencias israelíes y estadounidenses el diseño policial e incluso evaluaciones
de los candidatos para ocupar las jefaturas de la fuerza.
Pero
la seguridad policial no tiene nada que ver con la defensa. Guste o no a la
clase política que calienta los sillones de sus puestos muy bien remunerados,
es un tema muy complejo y que en la peligrosa actualidad internacional, un país
no puede darse el lujo de prescindir de un esquema serio y continuo de defensa
estratégica que logre la disuasión de potenciales agresiones que hoy día se
hallan mayormente enmascaradas bajo apariencias de inocuidad y la clandestinidad. Sin una política de
defensa y menos aún una política geoestratégica como poseen sus vecinos (Chile,
Brasil y Bolivia), Argentina poco puede negociar en una mesa con potencias como
EEUU, Francia e Israel que están teniendo mucha influencia –demasiada- en
varias decisiones internas que harían a las políticas que la Casa Rosada deberá
decidir en breve.
argentinos sirviendo en el ejército israelí |
Hoy
se están filtrando algunos rumores de que Tel Aviv y Washington están diseñando
la política exterior del país, orientada a convertir a la Argentina en el brazo
sudamericano para el desarrollo de una nueva fase de la geopolítica de aquellas
potencias, que –entre otros temas- han venido postergando su tan
anhelada agresión contra Irán. Según
algunas fuentes, asesores militares y de inteligencia han llegado a Buenos
Aires para comenzar tratativas sobre la posible reestructuración de las FFAA lo
que conllevaría como contraprestación, una adhesión y segura participación del
país en una nueva campaña en la región del Golfo Pérsico.
Las
conversaciones para el mejoramiento del sector de la defensa ya había venido
siendo un tema tratado el año pasado cuando los representantes de CAMBIEMOS y
el mismo Macri visitaron EEUU en donde
logró obtener varios pulgares para arriba si llegaba al poder.
La
construcción de una nueva defensa o recomponer a las maltrechas FFAA existentes,
sin dudas será una tarea ardua ya que el
estado de abandono que presenta el área es altamente crítico. No hay que olvidar que esto se halla
condicionado y muy vigilado por Londres que no permitirá una potencialidad militar
que amenace a sus intereses en el Atlántico sur. Esto fue puesto de manifiesto por el mismo
Cameron a Macri en la cumbre de Davos a
comienzos de año. De esta manera, Gran Bretaña juega como una especie de
contralor de hasta donde Argentina podrá adquirir un cierto poder militar. Las
muestras de ello abundan e incluso se pudo advertir no hace mucho, cuando
algunos medios anunciaban inocentemente que Argentina podría adquirir el
sistema de misiles crucero de las industrias “Indo-rusas” BRAHMOS, lo
que para quienes estamos al tanto de quiénes manejan a la Argentina, eso
era de imposible concreción.
Para
llevar adelante estos reajustes en la infraestructura militar, a la par se han
venido viendo como el gobierno de Macri ha tomado varias decisiones políticas
que propenderán a lograr concretar estos proyectos. Entre ellos, los cortes de
señal con los multimedios considerados por Washington como hostiles.
Tras la
llegada e instalación de la mega cadena CNN, comenzaron a concretarse los
cortes de señal de medios “políticamente inconvenientes” que desde hace cinco
años fastidian a la Casa Blanca y también a sus aliados. De esta manera se pudo
ver como Buenos Aires dio por finalizada sus trasmisiones gratuitas de la cadena venezolana TELESUR y solo unas horas atrás, rescindió la contratación para que la señal
de RT (Russian Today), las cuales dejarán
de trasmitir desde Argentina.
También
Tel Aviv tempranamente puso sus condiciones sobre cuales medios no debían
supervivir en la nueva era, especialmente los de origen árabe e islámico como
son el caso de las agencias iraníes “HISPAN TV”, “IRNA” e incluso canales
islámicos argentinos como “ANNUR TV”, que tras ser denunciado por los sectores
sionistas argentinos, fue inmediatamente señalado por Tel Aviv para que cerrara
sus trasmisiones.
Sin dudas, esto forma
parte del control informativo que tratara de orquestarse para reducir el
impacto de las acostumbradas atrocidades que tanto uno como su aliado, cometen
entre las poblaciones islámicas de la región.
Sin
lugar a dudas, esto supera y por muy lejos a las políticas que el gobierno de
Menem denomino de “cooperación bilateral
en materia estratégica”, que solamente beneficiaron a Washington por lo que de
“bilateral” no tuvieron nada. En aquel
momento las promesas de que Argentina –por medio de estas implicancias- participaría
en la parición de un “nuevo mundo, de paz y progreso”, el tiempo demostraría
que nada de ello tuvo visos de verdad y que a los intereses argentinos
claramente no aportaron nada.
Está
claro y más allá de las comparaciones con aquella oleada neoliberal de los
noventas que parecía imposible de reeditar, hoy el país pareciera enfilarse a
similares horizontes en donde aquellos intereses vuelven a la carga con nuevos
preparativos para que Argentina se involucre decididamente en una mucho más
compleja geopolítica internacional en donde y a diferencia de lo que ocurría en
los comienzos de los noventas, EEUU ha perdido claramente la supremacía
política y ve ciertamente amenazada la militar.
Todo
esto es parte de un preparativo que va más allá de los intereses argentinos. Mientras
se despliega un espectro mediático acorde a estos intereses, los preparativos
para “ayudar a la defensa nacional”, esconden claros y oscuros planes que
implicarían entre otros objetivos el embarcarse en una muy peligrosa aventura
militar contra un país soberano. Según algunas fuentes, las inversiones que los
“amigos extranjeros” del gobierno y sus partidarios de CAMBIEMOS buscan aportar, se centrarían en proveer material naval y
aviones para conformar una pequeña flota que le dará al país, una operatividad
que no desplegaba desde 1982. Ante la
situación imperante, esto para los oídos de los efectivos de las famélicas FFAA
representaría un revivir en sus tareas operacionales para las cuales fueron
instruidos durante años. Sin dudas, que
si los pilotos ven a su disposición un moderno avión de combate sobre la pista
o un capitán un buque de mediana tecnología listo para zarpar, sería un sueño hecho
realidad postergado por décadas de pésimas administraciones y politiquerías
mezquinas.
Escudrilla Phanter ARA 1965 |
Y
qué decir de la Marina de guerra argentina, que allá por la década de los
cuarentas en el siglo pasado, llegó a ser la más poderosa del Cono sur y que
tras estar incluso al nivel de la naval norteamericana, que tras la meritoria
acción en la guerra de Malvinas cayó a la más absoluta postración por
revanchismos políticos que beneficiaron mucho más a los enemigos del país,
que a los partidocráticos y arribistas sectores
nacionales. Aparentemente el desempeño de la misión argentina que incursionó en
el Golfo Pérsico entre 1990 y 1991 su participación ha sido muy bien calificada
por el Pentágono y ello quedo registrado en los archivos.
Según
algunas fuentes reservadas, el merito del grupo de tareas argentino T.88 que
operó en aquella jornada, especialmente la que participó de las operaciones
“Tormenta del desierto” no solo había causado una muy buena impresión en los
camaradas que operaron junto a los navíos argentinos sino que incluso, los
altos cargos en el Almirantazgo del Departamento Naval estadounidense solo tuvieron palabras de elogio y reconocimiento
por el desempeño de sus operaciones. Algunos documentos del Pentágono que se
mantienen como CLASIFICADOS, revelan
excelentes observaciones en la evaluación del desempeño de los
argentinos incluso por encima de otros de sus aliados en el TKO. Quizá el más
importante de estos documentos sea el informe del director de la Inteligencia
Naval de Estados Unidos el Contraalmirante Thomas Brooks quien, basándose en
los reportes de operaciones que le elevó el Comando de operaciones en el Golfo
Pérsico y de informes de inteligencia del MARCENT, evaluó el desempeño argentino como “muy
profesional y remarcable”, que según
algunos mal pensados, fue bien escondido por
el entonces gobierno menemista.
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