miércoles, 3 de agosto de 2016

VETERANOS DE AYER




“UNA FLOTA FLOJA”

Cómo las malas inversiones y supuestos errores de cálculo de Londres han puesto en riesgo a su flota




Por Dany Smith
Una de las flotas de guerra más importantes del mundo además de ser costosa, parece ser que solo es un trasto de basura maquillado. Así lo han señalado expertos navales tras las continuas fallas y averías de los modernos buques tipo 45 de la Real Flota Naval Británica que opera en el Golfo Pérsico. Por supuesto que estas incidencias habían venido siendo silenciadas por las relaciones públicas del Ministerio de Defensa de su Majestad ya que los niveles de fallas en los barcos más modernos y costosos de la real flota, podría representar una señal de debilidad imposible de explicar.

Desde el año 2000, Londres decidió reemplazar a sus viejos acorazados y destructores convencionales por los nuevos diseños de destructores Tipo 45, que dotados de sistemas de armas digitalizados y una electrónica de guerra de punta con conexión satelital, para la sorpresa de cualquiera al bajar al cuarto de máquinas encontraran, además de los problemáticos circuitos eléctricos, viejos motores Rolls Royce nada aptos para empujar estas naves.

Cuando se descubrió este detalle comenzaron las excusas cómicas entre los jefes militares y los funcionarios burócratas que debían explicar ante el Parlamento en la cámara de los comunes como se había invertido el dinero que se había destinado a dichos buques y de allí a interpelar al ministro de defensa  Michael Fallon quien se las ha visto muy complicado  para tratar de argumentar alguna explicación por tales fallas que han entorpecido las operaciones en el Golfo Pérsico.

Por su parte el almirantazgo británico ha tratado de no hacer cometarios pero, las evidencias de tantas fallas y hasta incidentes que casi le cuesta la vida a los tripulantes de algunos de estos modernos buques, llevó a que el  Almirante Sir James Burnell Nugent tuviera que explicar que seis e estos navíos Tipo 45 (Clase Daring), pasarían a inspección y mantenimiento para lo cual se estacionarían en Portmount.

Según los argumentos del alto oficial, las tareas de mantenimiento servirán para renovar el Software de los buques y darle a las tripulaciones la bendición de estar más tiempo con sus familias. Claramente las excusas de Nugent –especialmente la última- parecen sacadas de un cuento de hadas ya que además de no revelar nada sobre los incidentes que se han venido produciendo en cada uno de estos buques, no se los cree nadie.
malos recuerdos británicos

Varios expertos han centrado su atención en estas pueriles excusas de la Real Marina británica que estarían tapando, además de los vetustos motores baratos a Diesel,  una sensible y grave deficiencia en sus equipos de guerra electrónica que dejaría a la vista un gran agujero negro en sus defensas antiaéreas montadas en dichos buques.

También deja a la vista un gran desfalco a las arcas reales ya que, la supuesta inversión de millones de libras esterlinas en cada uno de estos buques, pronostica que se comenzaran a realizar preguntas, auditorias y la apertura de investigaciones a ciertos niveles del gobierno.

Por supuesto que como ha sido una costumbre en los círculos políticos británicos de Downing Street 10 y en el Foreing Office cuando escándalos de semejante envergadura tocan a sus puertas sus moradores solo tienen para decir “No Comment”.  Y es que a la vista de los problemas técnicos que se han filtrado a varias fuentes, dejan sin posibilidad de explicación racional,  el por qué de semejantes fallos cuando se habían invertido más de un millón de Libras esterlinas en dichos buques de guerra.

Siguiendo con algunas opiniones militares, una de ellas era la del Contraalmirante Chris Perry ex jefe del Centro de Guerra Marítima de Gran Bretaña  quien aseveró que la decisión de colocar ese tipo de motores a estas naves había sido un tema motivado por intereses políticos, desligando a la Marina Real de cualquier incumbencia en esta estafa.  De esta forma, lo que deja traslucir este alto oficial británico es que, por un tema de costos y para ahorrar se termino causando más males que ventajas.  Como dijo alguien, los buques se lucen sofisticados pero en realidad son una verdadera “cascara de nuez”.

Pero más allá de las visiones y argumentos de éstos funcionarios, lo que más interesa es la experiencia vivida por varias tripulaciones de estos buques en operaciones en el Golfo Pérsico, que según Londres están para apoyar en la lucha contra el “Daesh” pero que fuentes de inteligencia en la región, las ubican con objetivos más dirigidos a vigilar los movimientos y las comunicaciones iraníes en el Golfo que a la fantasmagórica amenaza pseudo-yihadista.  Según varios informes, desde la puesta en servicio de estos buques con base en Bahrein, Omán y Kuwait, las fallas eléctricas y mecánicas dejaron en varias oportunidades al garete a éste tipo de buques y a sus tripulaciones.

Algunas fuentes directas que obviamente son anónimas y que testimonian sobre un incidente en el “HMS Duntless”  hace un año, comentaron que “el buque había quedado sin energía eléctrica por casi 30 minutos y sus sistemas de radar SAMPSON y el sistema de misiles MBDA Aster, quedaron inutilizados convirtiéndose en un blanco para cualquiera que estuviera apuntándonos con un simple cañón recargable a mano”.  
lecciones que no se olvidan

Lo cierto era que si esto hubiera pasado en la guerra del Golfo en 1991, los iraquíes hubieran hecho añicos a un tercio de su flota. Cabe recordar que en esos momentos los buques con lo que contaba la Real Marina Británica eran sus destructores Tipo 42 y otras clases que venían ya fogueados de un Teatro de Operaciones infernal como lo fue la guerra de las Malvinas en 1982 en la cual los argentinos rompieron el mito de la invulnerabilidad de la flota imperial.

Para los marinos británicos debe haber sido una experiencia ciertamente desagradable y muy indicativa de que lo que estaban viendo no era lo que parecía.  En una de las zonas más peligrosas del mundo, no podían darse el gusto de quedarse expuestos a una oportunidad como podría ser un ataque sorpresa que indistintamente de quien fuese el autor, ellos jamás sabrían con certeza de donde pudo provenir por el simple hecho de que sus instalaciones eléctricas del buque estaban quemadas.

Algunos marinos veteranos de la guerra de Malvinas, en medio de la más absoluta indefensión, recordaron con escalofríos aquellas horas en que los aviones argentinos picoteaban como malditos avispones en la Bahía de San Carlos y que se llevó a pique a varios de los buques insignes de la Marina real.  Y las preguntas repicaban entre las charlas de estos camaradas, tales como ¿Por qué diablos son tan costosos estos buques si sus componentes son pura chatarra?

El problema de la flota británica parece ir más allá de los problemas en estos modernos buques Tipo 45. Las inversiones fuertes habían sido puestas en estos seis buques de punta sin darle mucha importancia a los navíos más antiguos como los Tipo 42, los tipo 21 e incluso 23 y sus unidades de la infantería, lo que se confirma como un error muy serio.  Esta situación se extiende a la flota que se halla anclada en el Atlántico sur donde Gran Bretaña tiene una base estratégica para su propia geopolítica como para la que despliega la OTAN en la región sur, en la cual también se halla en servicio un buque Tipo 45 denominado “HMS Duntless” que dicho sea de paso, también presentó repetidos incidentes operacionales de similares características a los que revisten en el Golfo Pérsico.

Aparentemente, el único que no se ha dado por aludido en estas crasas fallas de la flota británica son los gobernantes argentinos, quienes  siguen viendo pasar la realidad por asuntos meramente domésticos y de poca monta, mientras en el sur de su propio país, hay un territorio ocupado con ricos yacimientos de gas y petróleo que tratan de ser capitalizados por una potencia que al descalabro político y financiero –que ha agudizado las pretensiones independentistas de los Kelpers- causado por el Brexit, parece  haber tocado sensiblemente al área de la defensa lo que lleva a preguntar ¿Dónde está la política geoestratégica de Buenos Aires?


No hay comentarios.:

Publicar un comentario