EN LA MIRA

“VERDADES MENTIROSAS”

Hasta cuando seguirá sosteniéndose toda mentira en rededor de la lucha contra el terrorismo que encubre el intervencionismo de Washington

Por Charles H. Slim

Hace no menos de quince años atrás, haberse imaginado que algún medio informativo y menos aún algún sujeto en soledad pudiera cuestionar la “sagrada verdad” que se discursaba desde Washington sobre la supuesta amenaza del terrorismo y su cruzada para combatirlo le hubiera valido la descalificación, la cárcel o la muerte.  Solo baste recordar aquellas horas palaciegas en las que George W. Bush apoyado en el atril desde donde daba su discurso a la nación estadounidense le decía con un tono sentenciante “estás con nosotros o estas con los terroristas”.  En el medio de toda esa paranoia para la cual colaboraron con ampulosa eficiencia, los medios corporativos anglosajones no escatimaron páginas y horas de trasmisión para propagar el “mandato supremo” de aquel borrachín que, tras haberse graduado a tumbos en Yale imprimiría a fugo el sello mas oprobioso que cualquier estadounidense pudo haberse imaginado jamás.

Tan solo pasaron cinco años para demostrar que aquel mandatario había mentido en todo lo que había dicho sobre el terrorismo, sobre Afganistán y sobre Iraq. Producto de eso, millones de muertos y otros millones de lisiados físicos, mentales y claro, espirituales causados por las torturas, las humillaciones, violaciones y vejaciones en campos de concentración como Guantánamo, Bagram o Abu-Graib en Iraq; quienes no tendrían la luz de los medios hasta pasada una década y a cuento de su protagonismo incesante en la tragedia creada desde y por Washington.

La guerra nunca puede ser limpia y menos aún aséptica o como los generales en el Pentágono presentaron alguna vez a sus bombardeos sobre Bagdad.  No hay ninguna justificación para asesinar a vecinos de toda una barriada o los aldeanos de una villa y luego al ser descubiertos por investigaciones independientes llamarle “daño colateral”.

A pesar de esta densa y sucia historia, nada ha cambiado en EEUU y todo parece indicar que va para peor. Ante los ojos del mundo queda claro quién manda en la vida política del supuesto país de la “Libertad”. El muy voceado Stablishment o grupo dominante marca el paso en la vida política norteamericana y a su vez, cada movimiento refleja el desplazamiento de gigantescos intereses quienes a su vez movilizan incalculables fortunas de dinero producto de sus negocios, diversificadas industrias y mercados para que sus “representantes”, lleven a cabo sus planes geoestratégicos allá donde sus intereses han clavado la mirada.

Hoy vemos como el escenario político norteamericano se sacude entre aquellos que aún siguen creyendo que los políticos clásicos como Hillary Clinton van a sacar al país del oscuro pozo donde fue colocado, por esa misma raza de políticos que no distinguen más allá de los intereses de sus bolsillos, mientras que otra importante franja de ciudadanos se halla cautivado por el discurso de aquel Outsider Donald Trump que promete regresar a los EEUU a una época en la que no interfería con los asuntos de los demás países.

Pero a pesar de que Clinton gozaría de un amplio apoyo del Stablishment y logró anteriormente saltar las pesquisas de la justicia federal, pareciera que con lo que últimamente ha descubierto el FBI sobre otros comprometedores correos en los teléfonos y PC de sus ayudantes más cercanos, su suerte política estaría acabada (v. http://www.globalresearch.ca/the-real-reasons-why-fbi-director-james-comey-reopened-the-hillary-investigation/5553979 )

Los anglófilos argentinos –especialmente los que ocupan sitiales en los medios- suelen desdeñar esta parte de la realidad pero deberían saber que son los mismos estadounidenses que viven dentro de aquella realidad en la que cada día deben pagar impuestos por todo lo que hacen, estar constantemente vigilados  por un gobierno que se ha vuelto tentacular y para colmo, verse como los ciudadanos más odiados en el mundo por las políticas exteriores de sus gobernantes, son quienes la palpan de cerca.  Ha sido desde dentro de la ciudadanía norteamericana donde salieron los primeros contestatarios a las políticas y directivas de este Stablishment dejando en claro desde hace más de una década que algo huele muy mal allá arriba.

Mentiras y más mentiras. Desde el 2001 los discursos y actos de gobierno de todos los funcionarios que han venido pasando están plagados de ellas y la llegada de un presidente negro a la Casa Blanca no cambio las formas de manejo de los asuntos de estado;  secuestros y traslados de individuos a cárceles secretas de la CIA, asesinatos con Drones y los intervencionismos usando a terceros son la pauta para señalar la naturaleza política estadounidense. Actualmente la psicosis que se implanto sobre la “guerra contra el terrorismo” y que los medios se encargaron de remarcar como “islámico” se halla jaqueada al punto de que podría afirmarse que solo avivando aún más el fuego de la catástrofe creada en el Medio Oriente, podría sostenerse con muchas dificultades este embuste.

Para llegar a estas conclusiones no es necesario que nos vayamos directamente a centrar un análisis sobre  el origen del  grupo terrorista de moda, “el ISIS”. Tal como lo habíamos señalado anteriormente,  “Al Qaeda” y los programas de guerra subversiva  dentro del mundo árabe-islámico a cargo de la inteligencia estadounidense, tenían una avanzada edad de existencia (v. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2016/02/en-la-mira-cortinas-de-humo-en-medio-de.html ). Actualmente las fuentes que señalan las complicidades de EEUU con este “fenómeno” son tan variadas como familiares y a pesar de las constantes operaciones para desinformar, siguen saliendo a la palestra (v. https://actualidad.rt.com/actualidad/222777-assange-estado-islamico-arabia-saudita-catar )

Estas maniobras se han seguido viendo, especialmente en lo que actualmente sacude a la región del Medio Oriente en dos situaciones contemporáneas que tienen como principales víctimas, a sus pobladores y esas son los asedios a la ciudad siria de Alepo y Mosul en Iraq pero que según sea el ángulo que se tome para analizar cada situación,  tendrá menor o mayor impacto sobre las responsabilidades de los llamados “libertadores”.  Si vemos lo que viene sucediendo desde hace unos veinte días en Alepo, la primera descripción de Washington es, “que Rusia y el régimen de Assad cometen crímenes de guerra” por supuestos bombardeos indiscriminados contra civiles, pero si realiza comentarios sobre la situación en Mosul los argumentos cambian radicalmente  y de la voz de personeros como John Kirby La Casa Blanca se atreve a describir lo que allí sucede como una “operación de liberación” ; recuerdan “Libertad para Iraq”?  

Según los testimonios de los mismos milicianos iraquíes adictos al régimen colaboracionista de Bagdad y que se sustentan con recursos provistos en su mayor parte por EEUU, describen los bombardeos de la “Coalición Internacional” liderados por los EEUU como devastadores reduciendo a escombros a barrios enteros.  Es por ello de que las mismas fuerzas estadounidenses han tomado medidas para tratar de cortar cualquier tipo de filtración informativa desde Mosul.

Paul Wolfwitz y personeros de la CIA en carceles de Iraq
2003

Pero si eso ya es grave, las pruebas de que aviones de guerra electrónica AWACS estadounidenses interfirieron durante horas las comunicaciones de las unidades de las milicias iraquíes y de algunas unidades kurdas que se preparaban para lanzar una ofensiva, para posibilitar que los remanentes del “Daesh” que se replegaban al interior de la ciudad, pudieran rescatar cuanto material y armamento les fuera posible, es mucho más grave.  A pesar de que los mismos iraquíes han venido siendo los testigos privilegiados de estas incongruencias, a los norteamericanos eso no les importa un comino, pero a su vez esto ha reforzado e incluso ha confirmado la creencia de los altos jefes de estos movimientos chiitas armados, que el “Daesh” es una maquinación de Washington, Tel Aviv y Londres con lo cual está más que claro que Washington hace tiempo ha perdido la guerra psicológica sobre los iraquíes.

De esta manera como forma de contra restar una realidad inconveniente, los medios anglosajones y otros de la región acorde con sus intereses y con el claro objetivo de distraer la vista de lo que está ocurriendo en Mosul, han lanzado al ruedo versiones tales como que “el líder de ISIS llama a resistir” o que “el líder del ISIS llama a atacar Turquía” lo que a la vista de los antecedentes que constan en estos años de agresión constante contra Siria y del uso de Iraq para dichos propósitos, no son más que maniobras desinformativas y distractivas para tapar la realidad (v. http://www.veteranstoday.com/2016/11/04/turkish-disinfo-daesh-terrorist-leader-baghdadi-urges-followers-to-attack-turkey/)  .  

Por lo pronto, para La Casa Blanca lo que ocurre actualmente en Mosul es una (risas) “liberación” mientras que lo que sucede en Alepo Siria, es una “lucha contra el régimen apoyado por Rusia”, una retórica que es argumentada en pasquines ultraconservadores estadounidenses que se publican por las acostumbradas editoriales adictas a los neocon y sionistas (v. http://foreignpolicy.com/2016/11/04/its-time-to-give-assads-soldiers-a-ticket-out/) 

Los pobladores de Mosul han vuelto a ver el horror a gran escala y a sentir la impotencia de ser atacados impunemente desde aquellos aviones norteamericanos y británicos  que como en 1991 y en 2003, causaron masacres colectivas que tras la ocupación, la administración provisional a cargo de Paul Bremer y sus equipos de trabajo sobre relaciones públicas, se encargaron de mantener oculto a la opinión pública mundial.  Actualmente se da una situación paradojal ya que  pese al terror impuesto por el “ISIS” la situación de la ciudad se mantuvo en relativa calma por un año y medio y con las actuales acciones de las milicias armadas remitidas desde  Bagdad –que han reprimido brutalmente a la población sunita-,  las cuales son “apoyadas” por la aviación estadounidense, el temor a quedar nuevamente bajo el yugo del régimen títere de EEUU, preanuncia una nueva catástrofe de niveles épicos.